En
una gira por la Región Junín donde además presidió la ceremonia por el 188 aniversario de la Batalla de Junín. El Presidente
Ollanta Humala aseguró que él no había cambiado, dando a entender que el poder
no lo había obnubilado. Aseguró que, seguía siendo el mismo Ollanta de la
campaña electoral de hace 18 meses. Muchos de los que escucharon su discurso,
no tuvieron duda de su transformación.
Sin
lugar a dudas y comenzando su segundo año de gobierno el comandante Ollanta
Humala no puede disimular su transformación. No solo su programa inicial denominado
la gran transformación, hacia la hoja de ruta y al presente que no sabemos
adónde llegará. Sino, lo más grave aún, su gran transformación como militar en
retiro. Se ha olvidado de su origen castrense y se ha dejado absorber por la
izquierda caviar presente en su gabinete. Ollanta ha sufrido una metamorfosis.
Esta
serie de transformaciones y mutaciones, producto de las innumerables
dificultades políticas y sociales, que se le están presentando y se presentarán
en el futuro inmediato, lo están
obligando ha reorientar su programa, en búsqueda de aliados, ha caído en las
redes del Toledo, obligado a echar mano de un gabinete más político, dialogante
y pegado a la izquierda.
Probablemente
este nuevo Consejo de ministros, sea el resultado de las negociaciones que tuvo
con Toledo, para obtener el apoyo que requiere en el Congreso, para mantener la
“gobernabilidad”. Especialmente ahora que ha pedido facultades legislativas
para legislar sobre Defensa y Seguridad. Toledo cumplida su misión, se refugió nuevamente en su país de refugio hasta nuevo aviso, aquí se quedó Humala con una gran papa caliente.
En
la exposición de motivos respecto a la “Reforma del régimen remunerativo y de
pensiones del personal de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas”, considera
que el esquema remunerativo de las fuerzas armadas y policiales presenta
desigualdad remunerativa entre las instituciones y al interior de cada una. Por
lo que, se hace necesario un cambio remunerativo que se base en los principios
de transparencia, equidad, razonabilidad, formalidad e integridad. La propuesta
en este ámbito busca una solución justa a las expectativas existentes en la
materia y va a formularse con un esfuerzo importante de la caja fiscal.
Al
respecto, ¿el Congreso está dispuesto a dar un cheque en blanco al Ejecutivo,
mediante las facultades legislativas en esta materia? No podemos asegurarlo,
porque eso será motivo de un largo debate.
Renunciará
el Poder Legislativo a su principal función de legislar en la búsqueda del bien
común, como representantes del pueblo. Tan fácil aceptarán que otros hagan su
trabajo por el que se les paga sueldos tan elevados. ¿Tan difícil es legislar
sobre Defensa y Seguridad? ¿Hay temor al debate y a los resultados en la
representación oficialista?
Esta
transformación, que para algunos es una verdadera metamorfosis, nos recuerda a Gregorio
Samsa, el personaje de la obra de Franz Kafka, quien un día amanece
transformado en un insecto repugnante, cuyas características físicas similares
a una cucaracha o escarabajo, asustan al mismo Gregorio.
Pero,
“Metamorfosis” es un cuento fantástico instalado en un escenario real. A lo largo
del relato, Samsa sale de su habitación en tres ocasiones, podemos decir en tres
momentos o estadios. Qué busca Gregorio; primero, ser aceptado por sí mismo, luego
por su familia y finalmente por la sociedad. Cuando comprende que sus esfuerzos
son vanos, simplemente se deja morir.
Por
otro lado, la Constitución en vigencia, no por la que juró Ollanta, en su
artículo 174 dice “Los grados y honores, las remuneraciones y las pensiones inherentes a
la jerarquía de oficiales de las FFAA y PNP son equivalentes…”. Por
tanto, no es tan cierto lo que afirma el considerando del pedido de facultades
legislativas, presentada por el señor Jiménez Mayor. Si fuera así, hace tiempo
se estaría violando la Constitución.
En
este contexto, ¿Está dispuesto el Congreso a que le tuerzan la mano para darle
carta blanca al Ejecutivo en materia tan delicada como Defensa y Seguridad?
La
respuesta está en la cancha del Presidente del Congreso y los congresistas. Sí
ellos renuncian a sus funciones y deberes para legislar en asuntos tan
delicados como Defensa Nacional, Seguridad ciudadana, Remuneraciones y
Pensiones, de las FFAA y PNP, y sistema previsional, entones, estamos fritos. Habrán
renunciado para lo que fueron elegidos.
Confiamos
en los representantes del Congreso que realmente tengan en alto los valores
cívicos, consideración y respeto por sus FFAA, PNP. Hacemos un llamado para que
voten en contra de este pedido del Ejecutivo y sea el propio Congreso fiel a
sus responsabilidades constitucionales, el ente comprometido para legislar
sobre temas que son de importancia vital para la subsistencia del Estado
peruano.
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