Australian War Memorial

Australian War Memorial
EXTERIOR DE MEMORIA DE LA GUERRA-AUSTRALIA

domingo, 15 de mayo de 2011

Entre la indecisión de volver al pasado y el presente incierto

Una breve observación a la naturaleza nos proporciona datos sobre la diversidad de la fauna mundial. El Camaleón es un pequeño reptil que tiene su hábitat en África y en Madagascar. Algunas especies habitan en el sur de Europa, Sri Lanka, India, Asia Menor. Existen 160 especies de camaleones en el planeta.

Estos simpáticos animalitos, son famosos “por su habilidad de cambiar de color según las circunstancias, por su lengua rápida y alargada, y por sus ojos, que pueden ser movidos independientemente el uno del otro”. La capacidad de adoptar el tono exacto del entorno, ya sea el verde de las hojas o el marrón del tronco de un árbol, permite al camaleón ocultarse de sus presas o de sus predadores.

Si hacemos un paralelo con nuestra fauna política, percibiremos que en ella existen los camaleones políticos, porque no solo cambian de color de camiseta, sino que saben utilizar esta característica para cambiar u ocultar el color de sus ideologías, creencias, banderas, intenciones, promesas y sus planes de gobierno.

Por otro lado, según la Real Academia Española, camuflaje proviene del francés camouflage: “Acción y efecto de camuflar”. A su vez, camuflar es una variación hispánica del vocablo francés camoufler: “Disimular la presencia de armas, tropas, material de guerra, barcos, etc., dándoles apariencia que pueda engañar al enemigo”.

Por extensión, también significa “disimular dando a una cosa el aspecto de otra”, que bien podría asimilarse a la política, igual que la característica esencial del camaleón, que lo utiliza para permanecer inmóvil y cazar a sus presas mediante el engaño y la mimetización con la flora existente.

El maquillaje es la práctica de decorar la piel, cabello y otras partes visibles del cuerpo para obtener un aspecto más estético. Se considera un arte porque permite embellecer el rostro de las personas, adaptándolo a los diferentes gustos o modas, para sacar el mayor provecho de las facciones de cada individuo, como: cambiar la tonalidad, brillo, color de la piel, disimular imperfecciones, destacar determinados rasgos, adaptar el aspecto del rostro a las circunstancias y a las tendencias de la moda.

Alguien podría dudar a estas alturas de la campaña electoral, que algo de este arte se está empleando para embellecer el plan de gobierno de Gana Perú, que Ollanta Humala ha modificado por tercera vez y gracias a sus asesores ha establecido su nueva hoja de ruta, al más puro estilo de Toledo.

Muchas veces el maquillaje no es suficiente, tampoco el cambio de imagen, si estos no son compatibles con el discurso, el resultado es fatal. El discurso además, tiene mucho que ver con el lenguaje gestual (gestos) de la persona.

El cambio de vestimenta, los colores empleados pueden trasmitir un mensaje y dar una imagen de paz, tranquilidad y sosiego; sin embargo, lo que las personas perciben son los gestos, las reacciones y la expresión del rostro cuando son entrevistados. La imagen que proyecta la televisión y la fotografía afecta a los candidatos.

Las últimas encuestas publicadas por las diferentes empresas de opinión dan una ventaja a Keiko Sofía candidata de Fuerza 2011, sobre el candidato Ollanta Humala de Gana Perú. Una observación pertinente es precisar que, tanto los indecisos, como los que van a votar en blanco no ha sufrido mayor variación. Esto nos indicaría, que Humala está perdiendo votos en favor de Keiko Sofía.

Faltando tres semanas para las elecciones, estos resultados que afectan al candidato de Gana Perú, pueden ser fatales para las aspiraciones de Ollanta, porque es el corolario de la inmensa telaraña en que han convertido el Plan de gobierno original de gana Perú y que respondía al verdadero espíritu de Ollanta. El mismo que ha sido corregido, maquillado, mimetizado hasta el hartazgo en busca de lavarle la cara al candidato Humala.

Como bien conoce la opinión pública y se le ha cuestionado al candidato de Gana Perú, el Plan original contiene una fuerte dosis de estatismo y cambios en la Constitución madre de las leyes, especialmente del capítulo económico y que haría retroceder lo avanzado hasta la fecha en materia económica al país.

Por eso, no entendemos cuáles son las razones para que, con bombos y platillos, y rodeado de sus asesores originales y de los refuerzos del partido de la Chakana, Ollanta Humala líder de la Alianza Gana Perú, haya presentado la tercera enmienda a su plan original de gobierno, que presentó al Jurado Nacional de Elecciones previo a la primera vuelta y a la que han denominado Hoja de ruta.

Es justo decirlo, a estas alturas del partido, estos cambios huelen a improvisación, denotan falta de seriedad para con sus seguidores y con el país. No estamos hablando de un plan cualquiera, estamos hablando del Plan de gobierno de una Alianza que está disputando la segunda vuelta y en el que se juegan los destinos del Perú, de 29 millones de connacionales, que ven perplejos cómo se juega con sus aspiraciones y futuro.

La opinión pública nacional está verdaderamente preocupada porque realmente, no sabemos adónde nos llevará esta Hoja de ruta. No sabemos a ciencia cierta cuál es la intención de los asesores que antes estuvieron con Toledo y que luego del resultado de la primera vuelta, en una estampida general, optaron por buscar una oportunidad de trabajo bajo las banderas del humalismo.

No vamos a nombrar a aquellos personajes que ya han sido identificados por la ciudadanía, que luego del fracaso y hundimiento de la nave “Chakana”, abandonaron el barco con mil justificaciones, tildadas de oportunistas por los analistas de la coyuntura política que vive el país.

Solo diremos, que en caso Ollanta Humala no llegue a la presidencia, no será porque no ha hecho el esfuerzo necesario, ni porque está haciendo frente a una campaña mediática de grandes proporciones, sino porque la campaña periodística ha desnudado sus falencias y planteamientos.

Además, se ha establecido que hay una improvisación, que en el camino se han adoptado otras decisiones y que el verdadero y genuino Ollanta Humala, el de la campaña del 2006 ha sucumbido frente a su propia telaraña, o probablemente a la trampa que le han tendido quienes se subieron al carro a última hora y le pusieron freno.

El pueblo ha percibido las incoherencias y con seguridad estas semanas que quedan se mudarán a la casa del frente.

viernes, 13 de mayo de 2011

Proceso electoral o guerra política.

La guerra según Karl Von Clausewitz es “un acto de violencia destinado a obligar al adversario a ejecutar nuestra voluntad”. Si asimilamos como una guerra política la competencia electoral entre los candidatos a la segunda vuelta, con los últimos acontecimientos de violencia, indudablemente en esta competencia no solo existe una confrontación de voluntades y lo que se persigue es la reducción psicológica del adversario, sino que, se hace patente el empleo de medios de fuerza física.

La lid electoral entre ambos adversarios en competencia por la primera magistratura del país, está derivando en una guerra política de increíbles dimensiones y que amenaza desbordarse en actos de violencia cuyos primeros vestigios se han sentido. Como se sabe, Kenyi y Keiko Sofía de Fuerza 2011, han recibido lluvia de piedras y huevos en su recorrido proselitista.

Otro tanto la han sufrido periodistas en provincias y Jaime de Altahus de canal N, quien sufrió un acoso cavernario del lumpen nacionalista y otros colectivos que apoyan la candidatura de Ollanta. En una confrontación de ideas se debe proscribir la violencia física.

Hipotéticamente, si los resultados son favorables a Keiko Sofía con seguridad los seguidores de Humala no se quedarán tranquilos. Apelarán a diferentes formas de reclamos tanto lícitos como vedados. No se conformarán con los resultados y justificarán que hubo fraude y otras monsergas más para soliviantar especialmente a sus seguidores. El gobierno debe tomar sus medidas de precaución ante estos probables hechos.

Por otro lado, en el escenario si triunfa Humala, cuál será la reacción de los seguidores de Keiko Sofía, del presidente García, de la cúpula del Apra y los comprometidos en los casos emblemáticos: BTR, la entrega del puerto de Paita, el Moqueguazo y el Baguazo.

Cuál será la posición de los medios de comunicación que están en las antípodas del modelo que quiere imponer Ollanta y que a todas luces se parecerá al de Chávez y Correa. Cuál será la reacción de los inversionistas nacionales y extranjeros, que será de los capitales invertidos hasta la fecha.

Estando los resultados de las encuestas como las presentas, con una diferencia muy corta entre los dos candidatos. Hasta ahora nadie se ha preocupado por establecer una estrategia política si el triunfo es del líder de Gana Perú.

No se puede negar que hay una guerra mediática de grandes proporciones contra el candidato de Gana Perú, los principales grupos mediáticos como El Comercio están tras la candidatura de Keiko Sofía, aun sabiendo todos que, en la primera vuelta el apoyo de este conglomerado mediático estuvo orientado a PPK y atacaron a Castañeda y Keiko, y descuidaron a Humala.

En la competencia de la segunda vuelta electoral presidencial, han aparecido nuevos elementos de violencia física, agresiones y lesionados como corolario de la guerra mediática y de otra naturaleza que se viene llevando a cabo en favor de ambos candidatos.

A todo esto, debemos agregar otro aditivo más, un ingrediente que en lugar de morigerar estas elecciones, amenaza con aumentar el fuego y sorprende a la opinión nacional, porque las ONG´s de Derechos humanos que no deberían tomar partido en actividades políticas, han decidido apoyar a Ollanta Humala a quien antes atacaban por violación de derechos humanos en el caso Madre mía. Incoherencias de estas organizaciones que solo sirven para defender los derechos humanos de los terroristas, quizás porque se ven reflejados en estos denominados luchadores sociales y violentos.

La guerra psicológica entre ambas agrupaciones o Alianzas, está derivando y degenerando en insultos, diatribas y frases peyorativas entre los diferentes representantes de ambas alianzas.

Quieren posicionar en la mente del oponente, no las bondades del plan de gobierno o campaña que han presentado, sino los errores cometidos, sus antecedentes, los dimes y diretes, las acciones del pasado, las faltas en su conducta y comportamiento habitual, los antecedentes de los progenitores. De propuestas y soluciones a los problemas del país no se habla y no hay tiempo para ello, los candidatos están contra el reloj.

Así se desarrolla esta campaña por la segunda vuelta entre Keiko Sofía y Ollanta Humala. Quien gane las elecciones deberá comprometerse por hacer del país más inclusivo, con una justa distribución de la riqueza, con una lucha frontal contra la corrupción, el analfabetismo y la pobreza. Mientras tengamos un 30% de pobres en el país, jamás seremos, ni en sueños parte de los países del primer mundo.