Australian War Memorial

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EXTERIOR DE MEMORIA DE LA GUERRA-AUSTRALIA

lunes, 21 de noviembre de 2022

La Grandeza de Tarapacá

 


Nota de Redacción:

Esta crónica fue publicada en este blog en noviembre de 2018, concitó mucha atención por estar dedicado a Andrés A. Cáceres uno de los más grandes héroes de nuestra patria, un gran líder militar, admirado no solo en el Perú sino en otras latitudes del orbe, en Europa donde se desempeñó como ministro plenipotenciario en Italia y Alemania fue motivo de reconocimiento por su genio militar.

Hoy nuevamente en el mes dedicado al gran Mariscal Andrés Avelino Cáceres a pedido de algunos dilectos amigos, volvemos a reponerlo para deleite y admiración de todos los que nos sentimos imbuidos de su espíritu de nunca doblegarse ante nada, de no aceptar jamás la derrota, de luchar hasta quemar el último cartucho como lo hizo Bolognesi en Arica.

Transcribimos un párrafo de la biografía escrita por Pedro Paz Soldán (Juan de Arona), publicado en su “Diccionario Biográfico de Peruanos Contemporáneos” Lima 1917.

“El general Cáceres es el héroe nacional, y está llamado a ser, a medida que transcurran los años, la figura legendaria del Perú. Su actuación en la guerra del Pacífico fue grandiosa. En la batalla de San Francisco mandaba una división, que en medio de la confusión de la derrota, permaneció formada y se retiró en perfecto orden. En la batalla de Tarapacá, al frente de esa misma división de la cual formó parte el famoso batallón Zepita, sostuvo una lucha titánica contra las tropas chilenas, que dominaban las alturas y a las cuales, logró vencer después de largas horas de combate tomándoles cuatro cañones; en la batalla de Tacna cargó a la bayoneta sobre las tropas chilenas, yendo al frente del batallón Zepita. Recordando aquellos instantes el general en jefe chileno, decía a su gobierno los siguiente: ´en tales instantes la suerte de Chile pendía de un hilo´”.

¡Viva Cáceres!

¡Viva Tarapacá!

La Grandeza de Tarapacá

“Cuando se conoce el sitio, se puede comprender la determinación que mostraron los hombres vencidos, agobiados en fuga. Tienen que trepar a lo largo de esa verdadera pared natural, por senderos que no lo son: tan escarpadas como estrechas”.

Claude Michel Cluny (Historiador, ensayista, editor francés)

Por: Crl. E.P ( r) Arturo Castro

Obtenida la superioridad marítima por Chile después del combate de Angamos en que muere Miguel Grau y su heroica tripulación, y el Monitor Huáscar es capturado por las fuerzas enemigas, el océano se abre de par en par para las tropas chilenas, que además de obtener la superioridad, obtuvieron libertad de acción para desplazar a su ejército hacia territorio peruano, sin enemigos a la vista.

En Perú y Bolivia la caída del Huáscar y muerte de Miguel Grau fue una terrible y nefasta desgracia, el general Escala comandante del Ejército chileno estaba tan entusiasmado por los vaivenes de la guerra que declaró “El poder marítimo del enemigo ha desaparecido”, indicando que esto significaba, que la hora del triunfo para las fuerzas chilenas estaba cerca. “Pronto tocará su turno al Ejército”. (1)

El historiador venezolano Jacinto López nos relata el frenesí, la alegría, las celebraciones que se realizaron en Chile después de la captura del Monitor Huáscar, con ello no solo demuestran el gran temor que tenían a ese pequeño buque y a su gran comandante, sino respeto a la capacidad y experiencia del comandante Grau y su tripulación.

Escribió Rafael Sotomayor, sin ocultar su inmensa alegría, “Chile entero celebra entusiasmado tan fausto acontecimiento que viene a poner término a la contienda marítima y expedita la senda por donde nuestro ejército no tardará en marchar”, (2)

El general Augusto Pinochet en su obra Guerra del Pacífico, Campaña de Tarapacá establece algunas “Deducciones militares del desembarco en Pisagua”. Entre ellas, la que el Comando chileno había establecido respecto del lugar del desembarco, luego de conocer el informe de un reconocimiento de la costa realizada el 27 de agosto de 1879.

“…en este documento se recomendaba como lugar de un desembarco a Pisagua, porque este puerto estaba más de acuerdo con las posibilidades de las futuras operaciones chilenas hacia el interior del departamento: contar con línea férrea, una fuente de agua y las repercusiones de carácter estratégico que se obtendrían al separar a las fuerzas ubicadas en Arica-Tacna de las acantonadas en La Noria-Pozo Almonte”. (3)

El 2 de noviembre de 1879 casi un mes después de la caída de Miguel Grau en Angamos, fuerzas chilenas de “9, 640 hombres, 853 caballos, artillería, algunos mulares y otros implementos de campaña” (4), transportados desde Iquique en 19 embarcaciones. Inician el desembarco en Pisagua.

El bombardeo de naves enemigas contra la defensa de esta bahía fue el preludio del ataque, la defensa compuesta únicamente por dos cañones de 100 libras ubicadas al norte y sur de la bahía. Un desembarco en la playa Junín y otra en la bahía de Pisagua completaron la operación.

Las fuerzas defensoras constituidas por tropas peruanas y bolivianas escasamente ascendían a 2400 defensores. Esta operación de desembarco planeada por el comando chileno ubicaba al grueso de sus fuerzas en posición central, entre Iquique y Arica y desde este lugar podrían emprender operaciones para vencer al ejército del sur al mando del general Buendía.

“Al siguiente día desembarcamos con el general y recibí la primera impresión de los horrores de la guerra, porque nos encontramos en presencia de un cuadro verdaderamente infernal. La beodez, el incendio, la matanza, el pillaje y cuanto pueda idearse de odioso estaba allí a nuestra vista con gran escándalo mío, porque no concebía cómo los jefes y oficiales toleraban tanta licencia. Luego vi que el general en jefe era impotente para remediar el desorden, no por falta de voluntad para hacerlo sino por incapacidad para mandar”. (Memorias José Francisco Vergara)

Benjamín Vicuña Mackenna historiador y propagandista chileno, dice que las tropas de la coalición después de la batalla de Dolores o San Francisco, derrotadas por la superioridad chilena se dirigían hacia Tarapacá. Las tropas se desplazaban por el desierto sin agua, sin víveres, solo movidos por su intenso patriotismo. Según Vicuña Mackenna lo hacían “no como ejército sino como tropel”. (5)

Pero no solo fue crítico de las fuerzas de la coalición peruano-boliviana, sino de los propios jefes de su ejército, a quienes enrostraba la demora en la prosecución de las operaciones para aniquilar a las fuerzas peruano-bolivianas que fugaban en retirada según visión del historiador chileno. No podemos establecer porqué esa inmovilidad, pues tenían todo a la mano. No sabemos si fue falta de decisión o quizá temor.

“Pero ese día velaban también en el campo de los chilenos una densa sombra de índole diversa: la de torpe inacción que malograba los óptimos frutos de la sangre, de la estrategia y la fortuna. Nuestro ejército amodorrado en las calicheras no movía todavía una sola patrulla en demanda del enemigo, que se rehacía a su vista. Así pasaron los mortales días 20, 21, 22 y 23 de noviembre, dejando escaparse un ejército que fugaba a pie, teniendo nosotros montados a la puerta del cuartel general 500 magníficos jinetes. ¡Funesta inmovilidad!”. (6)

El 2 de noviembre de 1879, después del desembarco y combate con fuerzas de la coalición, los chilenos ocuparon Pisagua. Esta derrota obligó a Mariano I. Prado que se encontraba en Arica a realizar una junta de guerra. Prado dispuso que el general Hilarión Daza que se hallaba en Tacna, partiera con sus fuerzas hacia el sur a encontrase con las del general Buendía.

El 14 de noviembre de 1879 las tropas bolivianas llegaron a quebrada de Camarones, se detuvieron inexplicablemente 48 horas, se dice que las tropas bolivianas se negaban a continuar la marcha hacia el sur, el general Daza no encontraba forma para hacerlos marchar, había perdido fe y liderazgo, o realmente no quería avanzar y buscaba un pretexto para esconder su falta de hombría.

El 16 Daza envió telegrama al presidente Prado “Desierto abruma: ejército se niega a pasar adelante”, disponiendo el retorno a Arica, lo que causó tremenda desazón por esta traición, entre sus oficiales. Esta noticia llegó al general Buendía el día 19 antes de la batalla de San Francisco. Lo que cayó como una bomba nuclear entre las tropas peruanas.

Después de la derrota de San Francisco el ejército de la coalición realizó una marcha forzada sin detenerse. Fueron 52 horas de dura caminata, sin comida, agua y sin descansar, demostrando su temple de acero. En total caminaron 52 leguas, unos 180 kilómetros hasta Tarapacá, toda una proeza. El coronel Suarez había adelantado su llegada a este poblado para acopiar todo tipo de víveres, agua, y buscar lugares de descanso, para las tropas extenuadas y sedientas.

Una extraña dilación se apoderó de los jefes chilenos en Pisagua. Antes de la batalla de Tarapacá las tropas chilenas se encontraban en una inmovilidad que sorprendía a todos sus integrantes, adormecidos por el sol, la falta de información de sus superiores, sedientos de batalla, pero finalmente cómodos. No recibían ninguna explicación de sus jefes.

Lo más extraño de esta situación era que el general Manuel Baquedano comandante de la caballería chilena, se había quedado en Pisagua, “en las modestas tareas de mayordomo de la intendencia del ejército, en los días en que sus valientes subalternos acuchillaban en Germania, bajo las órdenes del teniente coronel de guardias nacionales José Francisco Vergara a los húsares de Junín y de Bolivia”. (7)

En la tarde del 23 de noviembre de 1879 recién se ponen en movimiento las tropas chilenas, el coronel Emilio Sotomayor Baeza partió de San Francisco al mando de 360 cazadores. Llegaron al caserío Agua Santa donde pernoctaron, con escasa comida para hombres y bestias, al día siguiente después de marcha forzada llegó a la una de la tarde a Peña Grande.

En este lugar capturan al gendarme Abarca, asistente que trasladaba el equipaje del coronel Suarez de Iquique a Tarapacá, “El asistente Abarca entregó todas sus cargas, incluso el archivo del estado mayor, que de esa suerte vino a ser prenda valiosa de los armarios de nuestra biblioteca”. (8)

La división Ríos, descansó el 24 de noviembre en Tirana, a poca distancia el coronel Sotomayor y sus tropas descansaban en Peña Grande, el coronel Ríos había partido de Iquique (Estación Molle) dos días antes. Sus fuerzas estaban compuestas por ochocientos hombres, “Eran milicias de Iquique, de Pisco, del Loa y de Tarapacá mismo”. (9)

El núcleo de las fuerzas del coronel Miguel de los Ríos estaba conformado por el batallón cívico de Iquique al mando del coronel Alfonso Ugarte Bernales con 300 hombres. Las otras fuerzas peruano-bolivianas que iban hacia Tarapacá eran: columna Loa (200 plazas), columna Tarapacá (200 plazas) y columna Naval (200 plazas).

El día 25 las tropas de la coalición, fatigadas, sedientas y hambrientas después de una marcha forzada por el desierto, atravesó la Pampa de Isluga, descendió la quebrada de Tarapacá, por el camino de Huarasiña, su única entrada, hecha jirones el uniforme y el hambre mordiendo sus entrañas.

El historiador Benjamín Vicuña Mackenna, no lo dice explícitamente, pero reconoce el esfuerzo de las tropas nacionales, y lo expresa indicando que las tropas de la coalición: “Había recorrido no menos de 50 leguas en menos de tres días. Así andaban los peruanos, mientras nosotros dormíamos y nos desperezábamos”. (10)

El general Augusto Pinochet Ugarte en su obra “La guerra del Pacífico”, campaña de Tarapacá expresa “Santa Cruz inició la macha de su columna totalmente convencido de que se dirigía al lugar designado, pero, después de andar dos o tres horas se encontró con que lo caminado era en círculos”. Era por efecto de la camanchaca (11)

El 27 de noviembre al amanecer las fuerzas enemigas de la agrupación Santa Cruz emprendía la marcha desde Isluga cubierto por una densa camanchaca, esa neblina espesa que no permite la visión del terreno más allá de los 5 metros, lo que facilita la desorientación de las tropas.

En la versión chilena del general Pinochet, las fuerzas chilenas adoptaron la siguiente organización en tres columnas:

 

“1° Columna Santa Cruz: Al mando del Tte. Coronel Santa Cruz e integrada por el "Zapadores", "Granaderos a Caballo", 1 Compañía del 2º de Línea y 4 piezas Krupp, lo que en total sumaba 500 hombres. Con la Misión: Penetrar hasta Quillaguasa, ocupar la localidad para cortar desde allí toda retirada enemiga hacia el Este.

 

2° Columna Ramírez: Al mando del Tte. Coronel Eleuterio Ramírez; la constituían siete compañías del 2 de Línea, 1 Escuadrón de "Cazadores a Caballo" y dos piezas de artillería (cañones de bronce) de la Artillería de Marina. Con la Misión: Atacar por el fondo de la Quebrada de Tarapacá, en dirección general: Huaraciña-Tarapacá, para sobrepasar el caserío y obligar a los aliados a replegarse sobre Quillaguasa.

3° Columna Arteaga: Mandada por el propio Coronel Arteaga, estaba formada por el Regimiento de Infantería "Chacabuco", Artillería de Marina y 2 piezas de Artillería.

Misión: Avanzar por el costado Norte de la quebrada hasta la línea del pueblo de Tarapacá y desde allí atacar el flanco Norte de las tropas de Buendía, ubicadas en el caserío de Tarapacá y cortar la posible retirada de estas tropas hacia el Norte”. (12)

El general Augusto Pinochet critica esta organización de las fuerzas chilenas en su aproximación al objetivo, Tarapacá, considerando a la misma como teórica para el combate, se desconocía información vital del dispositivo, composición y fuerza de la coalición, se “elaboró sin tener ni la más remota idea o un conocimiento aproximado del dispositivo enemigo y desconocer la cantidad de sus fuerzas; además adolece de numerosos errores fundamentales, que fueron las causas principales del fracaso de los chilenos en su ataque a ciegas sobre un dispositivo desconocido y como es lógico significó un alto costo en vidas”. (13)

El general Pinochet afirma en su obra que, “El coronel Suarez cuando recibió la noticia de la proximidad de las tropas chilenas consideró que el fin llegaba para el ejército de Tarapacá”. (14) Probablemente infirió de esa manera llevado por la lectura de partes de guerra, sin embargo, le faltó precisar la capacidad de reacción de las tropas peruanas, pese a encontrarse muy agotadas al máximo de su capacidad.

Las fuerzas enemigas iniciaron el ataque en tres columnas: la primera al mando del teniente coronel Eleuterio Ramírez conformada por  los  batallones del regimiento 2do de Línea y dos cañones de bronce, su objetivo conquistar Huarasiña, las provisiones de agua del poblado, para avanzar hacia Tarapacá; la segunda, a órdenes del coronel Arteaga, conformada por el regimiento Artillería de Marina, batallón Chacabuco, cuatro cañones de Bronce y dos cañones Krupp, atacar por las alturas que dominaban el poblado; y la tercera, dirigida por el comandante Ricardo Santa Cruz e integrada por un batallón del 2do de Línea, 260 hombres del Zapadores, 116 Granaderos a Caballo y dos secciones de artillería Krupp de montaña, para cerrar el paso de Quillaguasa y evitar la retirada de las fuerzas de la coalición hacia Arica. La encerrona planeada por el mando chileno no dio resultados.

El 27 de noviembre el entonces coronel Andrés A. Cáceres, observando el valle de Tarapacá que no tenía más de 400 metros de ancho en promedio; creyó escuchar el sonido de sables que se expandió por todo el valle, no podía ser de la caballería peruana que había partido temprano; al mismo tiempo, un vuelo de torcazas se elevó al cielo, señal que Cáceres interpretó como presencia del enemigo.

Cáceres ante esta sospecha y viendo el peligro en que encontraban sus fuerzas, dio la alarma inmediata exclamó “¡Enemigos!” “¡Que forme la división en tres columnas!” De inmediato trasmitió la orden al coronel Manuel Suárez, jefe del 2 de mayo “¡Su batallón detrás del mío! ¡En silencio, armar bayonetas y arriba!”. (15)                           

En la versión chilena, Pinochet indicó que es el coronel Suarez quien ordenó a sus fuerzas evacuaran el pueblo rápidamente, lo que hicieron de inmediato la división Cáceres y División Bolognesi, ganando las alturas que rodeaban el pueblo, “el hecho de haberse cumplido esta orden con prontitud y sin vacilaciones significó el triunfo para el Perú, pues si se hubiesen defendido habría sido ir a un sacrificio inútil”. (16)

Cáceres con su división ganaron rápidamente las alturas por el Oeste para no estar en desventaja frente al enemigo y enfrentó a las fuerzas de Santa Cruz haciéndola retroceder. La columna Ramírez logró penetrar a la quebrada por Huarasiña siendo rechazada luego de violento combate por la división del coronel Bolognesi quien combatió enfermo. Cáceres recibió refuerzos y logró poner en fuga a las fuerzas enemigas.

El combate fue heroico, violento, sin tregua nuestras tropas agotadas, cansadas hasta la inanición, extenuadas, después de haber recorrido el desierto por casi 200 kilómetros, aun así, en esas circunstancias supremas de la capacidad humana, sobreponiéndose a su propio agotamiento y limitaciones logísticas lucharon frente a una fuerza que venía de obtener victorias en Pisagua, San Francisco y Germania.

El general Augusto Pinochet describe la batalla de Tarapacá desde el lado de las fuerzas chilenas, con tanto realismo que expresa la angustia y temor que sentían las tropas enemigas ante el empuje batallador de las fuerzas de la coalición “En esta hora de angustia, todos disputaban la victoria en un esfuerzo sobrehumano; pero aquellos que captaban la situación con realismo comprendieron la gravedad del momento y la necesidad de una retirada antes de perderlo todo…”. (17)

En esas circunstancias tan adversas para las fuerzas enemigas a punto de darse a la fuga, en que el temor se venía apoderando del espíritu combativo y su moral decaía estrepitosamente frente al ataque de nuestras fuerzas, el Tte. Crl Vergara, envía un mensajero al poblado de Dibujo para comunicar al General en Jefe, la retirada de las fuerzas de Tarapacá.

El mensaje decía: "Señor General: Nos batimos hace más de tres horas con fuerzas muy superiores. Estamos en mala situación y no es improbable una retirada más o menos desastrosa. Conviene que nos mande encontrar con agua y algunos refuerzos. D. G. a Ud. José Francisco Vergara". (18)

Llamadas por el general Juan Buendía, de Pachica llegaron dos divisiones la Primera y Vanguardia llamadas por Suárez, reforzaron todos los sectores y luego las fuerzas chilenas huyeron por la Pampa de Isluga perseguidas de cerca por los peruanos. Las fuerzas peruanas perdieron 236 hombres, hubo 337 heridos; por su parte los chilenos tuvieron 758 bajas entre muertos y heridos y 56 prisioneros.

La actuación de Andrés A. Cáceres y del batallón Zepita en la batalla de Tarapacá, recibió numerosos elogios, entre ellos del coronel Belisario Suárez, jefe de estado mayor general quien anotó lo siguiente: “Zepita tomó cuatro de los cañones enemigos con sus municiones, mientras, digno émulo de su decisión y de su gloria, llevaba en trofeo el regimiento Dos de Mayo, los dos que se encontraban a su frente. Estaba cumplida, en los primeros momentos del combate, una de las más notables proezas de la infantería, y fue cuando brilló el valor y cuando se revelaron en todo su mérito la perseverancia y talento militares del comandante general de la segunda división, señor coronel Andrés Avelino Cáceres, que tuvo el acierto, tan raro en el arte, de saber utilizar la victoria sin dejarse arrastrar ciegamente por ella. Preocupado sólo del triunfo de nuestras armas, el coronel Cáceres moderó el ardor de sus soldados, organizó el mismo entusiasmo, y no pedía sino fuerzas que recordaron su plan admirablemente combinado y que redujo a la impotencia a los contrarios”. (19)

El general Juan Buendía comandante en jefe del ejército del sur, luego de la batalla de Tarapacá, emitió el parte oficial de la batalla, en ella no escatima elogios para nuestras fuerzas y los jefes y oficiales, relevando la intrepidez, valor e ímpetu del ataque que hicieron huir a la infantería y caballería enemiga, quedando la artillería en poder de nuestras fuerzas.

El general Juan Buendía relata que fue la primera división al mando del coronel Andrés A. Cáceres la primera en ocupar las alturas del poblado, recibieron fuego de artillería enemiga y gracias a su heroísmo se aproximaron hasta cercanías del enemigo, deplorando la muerte de coronel Manuel Suarez y del teniente coronel Juan Bautista Zubiaga.

“La tercera división, al mando del señor coronel comandante general don Francisco Bolognesi, tiene también gran parte en la victoria; su jefe, que hasta el momento del combate se encontraba enfermo y postrado en cama, olvidó sus padecimientos y marcho a la cabeza de su división…” (20). Mariano Santos Mateo arrancó el estandarte del Regimiento 2do de línea chileno, mereció mención honrosa en el parte de su jefe de División, el coronel Francisco Bolognesi.

Las fuerzas peruanas, ejército pequeño pero valeroso emprendió la retirada hacia Arica al día siguiente de la batalla, no pudieron salvar la provincia de Tarapacá. Hizo un primer alto en la garganta de Aroma, el siguiente en Camiña aquí descansó un día “entre verdes campos de tréboles, viñas, olivos y huacas”. Atravesaron el desierto de Camarones y llegaron a Arica el 18 de diciembre.

El escritor inglés Clements Markham, describe el resultado de la batalla: “Si se considera detenidamente las mil dificultades del caso: la falta de víveres y de recursos de todo género, la carencia de todo medio de comunicación con base alguna, la imposibilidad de recibir socorros habrá de convenir que el general Buendía tomó el partido conveniente al decidir el abandono de la provincia tras el fracaso del brillante asalto al cerro de San Francisco. Salvó así la flor de su ejército y prestó a su patria el mejor servicio posible en aquellas circunstancias; y aun para hacer eso debió no solo dar una batalla, sino ganar una victoria”. (21)

La derrota de las fuerzas enemigas en Tarapacá trajo momentos de consternación, pesadumbre y dolor en las autoridades chilenas. El presidente chileno Aníbal Pinto el 2 de diciembre de 1879, escribe una carta a Rafael Sotomayor:

“Yo atribuyo este desgraciado acontecimiento:

1.    A ligereza. Se envió una pequeña división a Tarapacá sin saber a punto fijo si había allí enemigos.

2.   A petulancia. Estamos poseídos de la idea de que un soldado chileno puede levantar la cordillera de los Andes en la punta de su bayoneta, y guiados por este sentimiento no es de extrañar que cometamos imprudencias como la de Tarapacá”. (22)

Rafael Sotomayor Baeza era ministro de guerra y marina, luego de la derrota de sus fuerzas en Tarapacá, poseído de una gran indignación, escribió a Pinto: “Los 700 u 800 hombres perdidos en Tarapacá con 7 u 8 cañones y mucho armamento se debe en gran parte a esa servil adoración de la táctica de Moltke, que falsamente se le atribuye a este capitán. Se quiso tener un Sedán, dar pruebas de estrategia militar y se encontró un sepulcro inmerecido para nuestra tropa…” (23)

El significado de Tarapacá para las generaciones de nuevos soldados de nuestro ejército ha quedado grabado en piedra. Es una luz que ilumina el firmamento, es un ejemplo que aflora de las múltiples acciones de valor y heroísmo de la lucha tenaz, en las condiciones muy desventajosas en que se encontraban, sobreponiéndose a ello, sacaron del fondo del alma el espíritu guerrero de sus ancestros.

Hoy la Batalla de Tarapacá es reconocida mundialmente como el triunfo de las fuerzas morales frente a la adversidad. El soldado peruano se sobrepuso al cansancio, la sed, las enfermedades, a la falta de apoyo, a la deserción, cobardía criticable en esa hora aciaga.

La sangre de nuestros soldados ha humedecido el valle y las arenas de esta bendita tierra, sacrificio memorable por siempre. Allí en ese suelo, en sus arenas desérticas, que espera resarcir su dolor y frustración, cayeron los heridos, quedaron los muertos, las balas y cañones, el choque de bayonetas y los ayes de dolor.

¡Tarapacá Victoria memorable!

 




Homenaje por la OLMC al Gran Mariscal Andrés A. Cáceres 10 de Noviembre de 2022.

Imagen de portada: Óleo que representa a la Batalla de Tarapacá, del 27 de noviembre de 1879, victoria peruana sobre las fuerzas chilenas.

Notas:

·       López, Jacinto: Historia de la guerra del guano y del salitre: 1 y 2.

·       Pinochet, Augusto. Guerra del Pacífico. Campaña de Tarapacá: 3, 4, 12, 13, 14, 15, 16,17, 18.

·         Vicuña, Benjamín. La fallida ‘encerrona a los peruanos’: 5, 6, 8, 9, 10.

·         CACERES: CONDUCTOR NACIONAL. CPHE. 1984: 19

·         ISIDORO, ERRÁZURIZ. La jornada de Tarapacá, folleto, diciembre de 1879: 7

·         Buendía, Juan. Parte oficial de la batalla de Tarapacá: 20.

·         Markham, Clements. “La guerra entre Perú y Chile”. Batalla de Tarapacá: 21

·         Bulnes, Gonzalo. “Guerra del Pacífico”. Tomo 1: 22, 23.

 

jueves, 2 de junio de 2022

7 de Junio, revalorando la respuesta del coronel Francisco Bolognesi

 


7 de Junio, revalorando la respuesta del coronel Francisco Bolognesi

 Por: Ángel Arturo Castro Flores

Desde el victorioso combate del 2 de mayo de 1866, en el que el pueblo peruano, combatió junto a chilenos, argentinos y ecuatorianos, frente a la poderosa escuadra española unidos por una sola causa, la libertad de América; hasta el 7 de junio de 1880 en que Bolognesi se inmoló en Arica, habían transcurrido tan solo 14 años y Chile había iniciado su preparación militar, como siempre,  para emprender  una guerra, mientras el Perú navegaba en esa incertidumbre del caos, la indiferencia, apatía  y la improvisación, propiciado por ambiciones políticas de entonces.

Por esa razón, traer a la memoria una fecha tan importante como el  próximo 07 de Junio, nos permite recordar con gran sentimiento patriótico la inmolación del coronel Francisco Bolognesi Cervantes quien liderando la resistencia en el Morro de Arica, entregó su vida en compañía de los bravos guerreros que habían jurado acompañarlo.

En honor a los caídos con Bolognesi en Arica, esta fecha se ha establecido mediante Decreto Supremo del 28 de mayo de 1923, como el día de la Jura de la Bandera, para que se realice una ceremonia imponente el 7 de Junio de cada año, en Lima y provincias ante el monumento erigido en honor a Francisco Bolognesi Cervantes y, en los lugares que no exista, en la plaza principal.

Por dos razones: por un lado la histórica respuesta de Bolognesi hoy más que nunca tiene vigencia y adquiere una dimensión que traspone el tiempo. Por otro lado, realzando la figura eterna de Bolognesi, reconfortamos el patriotismo con el recuerdo de su sacrificio, así como la heroica actitud asumida por los defensores del Morro.

La actuación militar de Bolognesi frente al adversario chileno es una actitud digna de imitar, por ello representa el paradigma de la dignidad y el honor nacional y constituye un ejemplo para todos los peruanos, en especial para quienes tienen la responsabilidad de velar por la Defensa Nacional.

La conmemoración de hechos patrióticos como el del próximo 7 de junio, convocará como todos los años a nuestras principales autoridades, a los poderes públicos, cuerpo diplomático, organizaciones patrióticas, estudiantes, ancianos, jóvenes y niños que voluntariamente asistirán a esta efeméride patriótica, tal como se viene realizando desde la inauguración del monumento erigido al Crl. Bolognesi.

Recordemos que la inauguración de la Plaza Bolognesi y el monumento que perenniza su memoria fue efectuada el 6 de noviembre de 1905, ante la presencia del presidente José Pardo, el alcalde de Lima Federico Elguera, Cuerpo diplomático, el general argentino Roque Sáenz Peña sobreviviente de Arica, la Asamblea Patriótica Bolognesi, miembros de la prensa, vencedores del 2 de Mayo y Tarapacá, y muchas organizaciones patrióticas y junto a ellos el pueblo que se dio cita con gran emoción patriótica.

El presidente José Pardo designó al coronel Manuel C. de la Torre, quien fuera Jefe de Estado Mayor de la Plaza durante la Batalla de Arica, para que se encargue de descorrer la cortina que cubría el monumento del titán del Morro. Así, al descorrer el velo que cubría la estatua de su compañero de batalla, grande fue el esfuerzo que realizó para dominar las fibras mas sensibles de su ser.

José Pardo en su discurso de inauguración expresó el sentir de nuestros compatriotas “Señores”   “La nación ha cumplido un nobilísimo deber, el perpetuar en el granito y en bronce el monumento de admiración y de gratitud que todos los peruanos tenemos erigido en nuestro pecho, a ese puñado de valientes que, comandados por el heroico coronel Bolognesi, salvaron en el Morro de Arica, con su generoso sacrificio, el honor nacional”

A su vez el alcalde de la ciudad Federico Elguera con gran emoción patriótica expresó “Allá en Arica, el viejo militar quemando el último cartucho; el joven voluntario lanzándose al espacio; el denodado argentino, modelo de campeones, derramando su sangre, y todos, jefes y soldados, confundidos y peleando cuerpo a cuerpo, dieron honra a las armas y dieron ejemplo al mundo, de lo que pueden ofrecer a su causa y a su patria, las almas grandes y los pechos nobles, cuando la fuerza material sucumbe”

Finalmente su compañero de armas en la batalla de Arica, el general Roque Sáenz Peña, argentino, entre otros conceptos expresó  “Pelearemos hasta quemar el último cartucho” provocación o reto a muerte, soberbia frase de varón, con digno juramento de soldado, que no concibe la vida sin el honor, ni el corazón sin el altruismo, ni la palabra sin el hecho que la confirma y la ilumina, para grabarla en el bronce o en el poema como la graba y la consagra la inspiración nacional”.

“Me siento orgulloso de mis hombres, tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho”. De qué manera hoy podemos ser consecuentes, con aquella valiente respuesta de Francisco Bolognesi al parlamentario Chileno Mayor Juan de la Cruz Salvo, ante el pedido de rendición de la plaza de Arica.

Indudablemente que la única forma es un cambio de actitud en nuestra vida cotidiana, el deber como un valor ético, significa estar obligado a realizar alguna actividad, como cumplir nuestros deberes de ciudadano de la mejor manera posible. Bolognesi la cumplió a cabalidad.

La práctica del deber como un valor en nuestro país se ha perdido con el tiempo, es tiempo de asumir una nueva actitud a la luz de la historia, de los hechos del presente siglo y llevando a la practica el juramento de Bolognesi, que implica el cumplimiento fiel de nuestros deberes en los diferentes roles que desempeñamos en todos los actos de la vida cotidiana.

La histórica respuesta del coronel Francisco Bolognesi, es a la luz de la historia una sentencia que debe practicarse no sólo en los cuarteles, bases y buques que son los lugares prístinos del patriotismo, sino en todos los actos de la vida cotidiana, en los colegios, en la universidad, en las organizaciones empresariales, industriales, vecinales, sindicales, políticas, en las decisiones de gobierno.

Practica que se debe extender en los hogares de nuestra nación, en los roles actuales como hijos, padres, abuelos, estudiantes, en los colegios, en las universidades.

Ergo, si las autoridades de gobierno, los poderes del Estado, empresarios, industriales, líderes políticos y sindicales, las FFAA, la PNP, en fin todos los ciudadanos de esta querida Patria, realmente deciden que “Tienen deberes sagrados que cumplir” en el lugar que ocupan, en el cargo que representan, al tomar las mejores decisiones, no en provecho propio sino en provecho del pueblo peruano, entonces estarán dispuestos a sacrificarse por el Perú, es decir, trabajar  “hasta quemar el último cartucho”, hasta agotar el último esfuerzo.  

Entonces Vive Dios porque será justo reconocer que el sacrifico del Coronel Francisco Bolognesi Cervantes, de los peruanos que lo acompañaron y no lo abandonaron hace 144 años, en ese Morro donde hoy flamea la bandera chilena, no habrá sido en vano, porque el honor y la dignidad nacional que lo motivaron a su sacrificio, habrá encontrado eco y una razón para florecer en medio de la indiferencia, el caos y desazón que afecta las fibras morales de la nación, que vive actualmente horas aciagas al enfrentar a ideologías foráneas que pretenden apoderarse de nuestra patria.

Entonces hoy, como antes en el legendario Morro de Arica, los hombres de uniforme, los que visten y han vestido, el pueblo peruano, "tenemos deberes sagrados que cumplir" para evitar que el comunismo se instale en nuestro país  y lo haga un apéndice del Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla, resueltos a implantar en el subcontinente  el socialismo del SXXI. 

martes, 24 de mayo de 2022

Cómo deberíamos afrontar el escenario político

 


“Como amanece el día, como amanece el sol/amanece mi patria en mi corazón,

corazón peruano donde la emoción/amanece ahora como si la aurora se hiciera canción.

Canción que está impregnada de nueva juventud/ canción en la que vibra la patria en plenitud,

canción hecha bandera pues lleva como tú/el alma, los colores y el nombre del Perú”.

Mario Cavagnaro Llerena

Cómo deberíamos afrontar el escenario político.

Arturo Castro

La consolidación de nuestra patria como Nación-Estado, aún viene recorriendo caminos ajenos, senderos peligrosos, derroteros sinuosos como meandros amazónicos, etapas de luchas intestinas cruentas han caminado sus días con huellas de violencia política a lo largo de su historia republicana, todo por ambición de poder desde que Simón Bolívar se alejó de estas tierras.

Solo luchas fratricidas se desarrollaron en nuestro país a lo largo de casi cincuenta años iniciales de la joven república, en que gobernaron los mariscales de Ayacucho, hasta que en 1872 se eligió a Manuel Pardo y Lavalle como el presidente representante del civilismo que se elevaba como opositor al militarismo de esa época dura.

El 2 de mayo de 1866, en el combate contra la flota española que se enseñoreaba en las aguas del Pacífico, afloró la unidad, la unión, un solo pensamiento, una sola idea ¡Libertad! Santa palabra, santo concepto que resumió el deseo vehemente y ferviente de todos en esas horas aciagas.

13 años después, en 1879, la crisis económica chilena, ambiciones de poder, vaivenes políticos, intereses mezquinos de las clases altas, que descuidaron la defensa nacional, nos llevó como Estado a una guerra con Chile, que duró casi cinco años, de los cuales 2 años y 10 meses Chile ocupó el Hertland de nuestro país, la capital.

Nuestros connacionales fueron sometidos a innumerables abusos y robos comprobados por propios historiadores chilenos, de las que hasta hoy Chile no nos ha resarcido. Innumerables personajes de la política y del periodismo nacional fueron trasladados a las ergástulas chilenas, entre ellos el presidente del Gobierno provisorio Francisco García Calderón a quien mantuvieron desde noviembre 1881 y durante dos años seis meses en calidad de preso, aun después de la firma del tratado de Ancón en octubre de 1883.

Nuestro país quedó no solo en la quiebra moral, sino en la bancarrota económica, tuvo un costo muy grande el recuperarnos. En esa guerra, se dieron los momentos más nefastos de odio y traiciones, así como los más sublimes y heroicos de nuestra historia. La mayoría de nuestros héroes son de esta etapa cruenta, quienes entregaron su vida por dejar en alto el honor nacional y dignidad, antes que rendirse. Ello costó “sangre, sudor y lágrimas”, parafraseando a Winston Churchill.

En el siglo XX el Estado peruano tuvo que hacer frente a numerosos conflictos externos con Colombia y Ecuador; pero también tuvo que hacer frente a dos organizaciones subversivas que emplearon el terrorismo como arma para imponer su ideología trasnochada.

Las FFAA, PNP, CAD´s, tuvieron que hacerles frente y se les derrotó en el campo militar; sin embargo, en el campo político y psicosocial nuestro Estado está siendo derrotado por un enjambre de ONG´s y los organismos de fachada de Sendero Luminoso (SL). Hoy los representantes de esas organizaciones terroristas detentan el poder en el Ejecutivo, Congreso y vienen copando todo el aparato estatal, ante la pasividad del Congreso.

Nuestra querida patria poco a poco se va deslizando en un tobogán hacia un abismo. Un abismo insondable, a una fosa profunda de atraso, hambruna y pobreza, ante la posición indiferente y convenida que se ha apoderado de los representantes del pueblo en el Congreso. No quieren asumir su responsabilidad constitucional, aleccionados por mantener la vida muelle que llevan y porque muchos congresistas han caído bajo el influjo de la corrupción, se han vendido al gobierno, hipotecando lo poco que les queda de honor, dignidad y decencia, si en algún momento lo tuvieron.

Algunos analistas han expresado, como para justificar esta situación, que todos somos culpables y cómplices de esta situación. Unos por timoratos, temerosos; otros por indiferentes, los más por irresponsables. Pero, los hay también por acción en la toma de decisiones equivocadas y por omisión convenida de sus protervos intereses.

Una juventud ingenua que se dejó engañar y arrastrar por el sector caviar de la prensa y organizaciones no gubernamentales en manos de caviares, esa nueva clase económica que ha nacido a la sombra del Estado que consideran un botín para ellos y del que comen las asesorías, consultorías y proveedores, donde han sentado sus reales, de espaldas a la población del país.

Jorge Basadre nuestro historiador en su ensayo la Promesa de la Vida Peruana escrito en 1931 habló de los podridos, incendiarios y los congelados, como los responsables de lo que vivía nuestra patria, pronto cumplirá 100 años. Entonces, preguntamos qué ha cambiado en el país desde entonces, casi nada. El odio enquistado, la envidia purulenta, la pandemia de la corrupción se han enseñoreado en nuestra sociedad.

Hasta hoy, pasados casi 10 meses de este desgobierno de Pedro castillo, que está tirando por el retrete todo lo que la mayoría de los peruanos había logrado con gran sacrificio durante estos últimos treinta años: Periodistas como Hildebrandt, cuyo odio no lo dejará descansar en paz, afirma muy suelto de huesos, que el reto en las elecciones fue escoger entre la “nausea y el misterio”, es decir entre Keiko Fujimori y Pedro Castillo.

Lo expresa el periodista más conocido y considerado culto de estos tiempos; sin embargo, hace unas semanas este mismo periodista en una entrevista a Pedro Castillo, publicado en su semanario, le lavó la cara por unos momentos, hasta tuvo la desfachatez de compararlo con Winston Churchill, qué descaro y atrevimiento.

En ese entonces, Hildebrandt le escondió a la población las graves falencias de Pedro Castillo, ya sabemos que el presidente redundará en sus falencias, limitaciones y errores, porque está en su naturaleza, rebelde, contestataria, resentida y acomplejada. Tener un presidente de esta naturaleza, es continuar el drama del desgobierno desde Ollanta, PPK, Vizcarra y Sagasti y un drama de nuestra patria elevada a la máxima potencia.

El presidente Castillo ha hecho de los consejos de ministros descentralizados uso y abuso. De las doce llevadas a cabo hasta la fecha, según información oficial, solo una de ellas cuenta con un Acta, es una grave deficiencia que afecta la administración del Estado. Un total de gastos al Estado de 17 millones de soles, un insulto a la pobreza.

Estas reuniones descentralizadas que no tienen ningún fin político, salvo el despilfarro, de los escasos dineros del Estado, solo están sirviendo para que el gobierno siga con su campaña de imponernos una Asamblea Constituyente (AC), encargada de formular una nueva Constitución para nuestro país.

Como se sabe la AC es el caballito de batalla de este régimen desde que se inició, sin tomar en cuenta que casi el 90% de la población no quiere saber nada de una nueva Constitución, sino más bien reclama creación de trabajo, seguridad y mejoras en salud.

Los últimos escándalos del gobierno han tenido como protagonistas a la 1ra vicepresidenta Dina Ercilia Boluarte Zegarra, quien según Contraloría vicepresidenta habría cometido una infracción constitucional por incumplir el artículo 126 de la Constitución. La publicación de audios que comprometen a personas muy cercanas al presidente Pedro Castillo, sobre repartija de cargos antes de asumir el mando de la Nación.

El pueblo está asqueado de tanta corrupción y escándalos diarios que remecen el escenario nacional. El pueblo no quiere dádivas, el pueblo quiere trabajo, y estos consejos descentralizados solo están irrogando gastos en pasajes, viáticos, combustibles, trasporte de aviones y helicópteros en algunos casos estadía de ministros, del personal de la PNP que va de seguridad y la infaltable presencia de la portátil.

Porque, a decir verdad, en los locales donde se realiza estas reuniones, jamás ingresa el pueblo. Pueblo que,  sí está presente en los exteriores de estos locales, a gran distancia, separados por un cordón policial dicen por seguridad y de esta forma, el gobierno se pone una coraza e ignora a ese pueblo al que tanto apela en sus discursos politiqueros.

En circunstancias de violencia política, de emergencia nacional, de guerra, de peligro para nuestra soberanía e independencia, el pueblo peruano siempre se ha unido para hacer frente a las amenazas internas y externas, bajo el manto de nuestra única bandera cuyos colores blanco y rojo son la inspiración excelsa del patriotismo, de héroes que entregaron su vida, de poetas y escritores que han escrito sobre ella, de niños y ancianos, de jóvenes y adultos en todos los confines de nuestra patria.

Jamás, aceptaremos que quieran imponernos otra bandera como aquel proyecto de un ciudadano que ha sido presentado por una congresista, demostrando con esta actitud, ignorancia supina, falta de civismo, de amor a la patria y tiene un grave desfase en su identidad. Nunca debió presentar semejante proyecto.

Los peruanos debemos unirnos ante el peligro que se cierne sobre nuestro amado país, está en peligro de convertirse en un país paria como Venezuela, Cuba y Nicaragua. Ya los derrotamos anteriormente con la conjunción de esfuerzos de todos los peruanos, los volveremos a derrotar y esta vez en todos los campos, para que no vuelvan a ser un peligro para nuestro amado Perú.

¡Todos unidos, marchemos contra ellos! ¡No pasarán!


lunes, 18 de abril de 2022

Un cuarto de siglo ¡Victoriosa Operación Chavín de Huántar!

 


 ¡Victoriosa Operación Chavín de Huántar! Un cuarto de siglo después.

Por: Ángel Arturo Castro Flores.  

En 1996, nuestra patria aún se movía de manera pendular al vaivén de las acciones terroristas de SL y MRTA, pese a que años antes se había capturado a la cúpula de estos dos grupos delincuenciales decapitando ambas organizaciones, por ello, la toma de la Embajada de Japón en nuestro país en diciembre de ese año, por un grupo de terroristas del MRTA al mando de Néstor Serpa Cartolin, fue un golpe certero a los organismos de seguridad del país y el propio gobierno de Alberto Fujimori.

El escenario político, económico y social de nuestro país en la actualidad, no es de las mejores, es más, existe un peligro latente que amenaza la supervivencia del país como Estado y es el propio gobierno de tendencia comunista, el causante de esta situación, porque sus decisiones equivocadas están llevando por un sendero de destrucción todo lo avanzado hasta julio de 2021.

Al año siguiente, el 22 de abril de 1997 se ejecutó la operación “Chavín de Huantar”, se liberó a 72 rehenes de la Embajada de Japón y Alberto Fujimori presidente de la república, lograba uno de sus triunfos políticos más resonantes a nivel internacional.

Como recordamos, hace 25 años se ejecutó de manera impecable el rescate de rehenes de la Embajada de Japón en Lima, ejecutada por 140 integrantes de las Fuerzas Especiales de nuestras FFAA, que lograron un triunfo inigualable sobre los terroristas del MRTA, quienes mantenían en calidad de cautivos a 72 rehenes en la embajada nipona.

Ha transcurrido un cuarto de siglo de esta épica jornada, todo el pueblo peruano junto a sus FFAA, celebraremos serenamente, pero, con gran alegría y satisfacción, la conmemoración de la Operación “Chavín de Huántar”, reconocida a nivel mundial como la más grande y exitosa operación de rescate de rehenes, que se haya realizado en el planeta. Este hecho engrandece al pueblo peruano y sus hijos preclaros los soldados de la patria.

Haciendo un retroceso en el tiempo, la tarde del 22 de abril de ese año, nuestro país estallaba en júbilo y alegría por el resultado de la operación militar, que ponía el nombre de las FFAA del Perú en los noticieros internacionales del mundo. Esa gloriosa tarde en nuestro país, tirios y troyanos se dieron la mano y tuvieron que reconocer el arrojo, valor, esfuerzo y sacrificio demostrado por nuestros combatientes.

La operación militar de rescate “Chavín de Huántar”, finalizó victoriosamente en 35 minutos y los resultados fueron catalogados como los más eficientes y eficaces, de la historia militar contemporánea. Solo comparado con el exitoso e histórico rescate de los rehenes israelíes secuestrados en Entebbe.

Hubo otras operaciones de rescate en otras latitudes que tuvieron un alto costo en vidas humanas, como el rescate de rehenes del teatro Moscú tomado por un comando de separatistas chechenos y donde murieron ciento quince de los 117 rehenes.

Era el 17 de diciembre de 1996 y en la residencia del embajador japonés Morihisa Aoki se celebraba el natalicio del Emperador Akihito de Japón, con la asistencia de 600 invitados, entre empresarios, diplomáticos, religiosos, militares y políticos. Los relojes marcaban las 8:19 de esa noche, cuando 14 terroristas del MRTA profusamente armados, irrumpieron violentamente desde una casa vecina y tomaron la residencia del embajador del Japón en el Perú.

Posteriormente los terroristas clasificaron y luego procedieron a liberar algunos rehenes hasta que mantuvieron secuestrados solo a 72, pero, a cambio de su liberación, pedían que se ponga en libertad a 400 miembros de esta organización terrorista encarcelados y en calidad de procesados por el delito de terrorismo.

Al celebrar esta fiesta nacional, recordemos que la fuerza de rescate estuvo liderada por el entonces coronel EP José Williams Zapata, actual congresista de la República e integrado por 140 efectivos de nuestras FFAA. Hubo 25 heridos en las fuerzas de élite, de quienes las organizaciones de DDHH no dijeron ni pío. El Vocal supremo Ernesto Guisti, el coronel Juan Valer y el Capitán Raúl Jiménez entregaron sus vidas heroicamente, en aras de la tranquilidad que hoy disfrutamos los 33 millones de peruanos.

Por la noche de ese día, la gran cobertura nacional y los programas televisivos del mundo, tuvieron palabras de elogio para el gobierno peruano y su presidente. De igual manera las principales autoridades de EE. UU., Canadá, Japón, Francia, Israel, Inglaterra, etc., mostraron su satisfacción por los resultados de la mencionada operación.

El Perú brilló como nunca, en las marquesinas del mundo entero, porque la Operación militar de rescate había sido conducida con gran precisión por oficiales de nuestras FFAA. No hubo participación de fuerzas extranjeras, como en algún momento aseguraron algunos enemigos de la patria, que les hacían el juego a los terroristas y trataron de opacar esta gran operación militar.

Los rehenes en mención permanecieron durante 126 días (es decir 3024 horas, 181,440 minutos y más de un millón de segundos), presos, incomunicados, en condiciones infrahumanas, violentados sus derechos humanos, además presos de una presión sicológica enorme y alejados de sus seres queridos violentamente.

Pero, como siempre ocurre con las acciones buenas que hacen los soldados, de inmediato se levantaron voces de algunos detractores, se echó sombras, basura, lodo y cieno con ventilador sobre los comandos “Chavín de Huántar”, solo con la finalidad de presentarlos como asesinos y opacar su valerosa acción, y para colmo de males, por mucho tiempo pendió sobre sus cabezas, denuncias por violación de derechos humanos.

¡Cuánta ingratitud encierra el sentimiento antipatriótico de algunas gentes!

En ningún país del planeta suceden estos hechos, solo en el Perú se desconoce y se trata de minimizar las valerosas acciones de nuestros soldados, defensores de la Democracia y se intenta esparcir sobre sus acciones, todo el odio y mezquindad del que son dueños, aquellos seres desafectos a quienes el sentimiento patriótico les importa un comino.

Desde antes, hasta hoy, nuestros combatientes se encuentran desamparados jurídicamente ante las continuas denuncias de las ONG´s de DDHH o de ciudadanos de la zona, quienes aseguran haber perdido a sus familiares indocumentados y de quienes no se tiene la certeza de su existencia, pero para denunciar es buena cualquier habilidad, esto indudablemente ponen en peligro las operaciones militares.

Prueba de ello es la denuncia del Dr. César Nakasaki quien expresa que, “hace unas semanas por insistencia de las ONG´s defensoras de los DDHH sentenciaron a 12 oficiales del Ejército y Marina, entre 17 y 15 años de prisión por el ‘secuestro’ de Gustavo Gorriti después d 30 años del hecho; y hace poco, sentenciaron a 15 años de prisión a 3 oficiales más, en este caso por desaparición forzada de una persona hace 40 años. Todos los sentenciados son ancianos, las sentencias inconstitucionales y están condenados de hecho a morir en la cárcel”. Nadie dice nada.

Como puede percibir la opinión pública nacional, nuestros soldados están prácticamente desamparados y condenados a morir en el enfrentamiento y de salir ilesos, ser denunciados por violación de derechos humanos, tácitamente están con las manos atadas y en estas circunstancias, y ese escenario, es difícil combatir eficientemente y las operaciones se ven afectadas.

El actual escenario en el VRAE es una realidad insoslayable, a la que el gobierno debe dar solución inmediata. De manera urgente debe satisfacer las necesidades logísticas y de equipamiento, menos palabras y más acción.

Para lograr una victoria aplastante sobre el narcoterrorismo se requiere, no solo una decisión política que suponemos existe, sino mucha voluntad para empujar el carro en la misma dirección y que, principalmente el apoyo logístico sea continuo, sostenido y oportuno para satisfacer las necesidades de nuestros soldados, marinos y aviadores que pelean heroicamente y evitar que sean presas fáciles para los narcosenderistas.

25 años después de la exitosa operación de rescate “Chavín de Huántar”, el expresidente Alberto Fujimori cumple una condena injusta de 25 años de prisión, en cumplimiento a un fallo que más parece una venganza de hondas implicancias políticas e ideológicas; que una sentencia justa.

Con ocasión del vigesimocuarto aniversario de esta operación, le preguntaron al actual congresista José Williams Zapata, ¿Cuál es la enseñanza que deja esta operación?  El general Williams respondió que, si la operación hubiera salido mal, actualmente tendríamos a un MRTA fortalecido y a un SL mucho más peligroso, esta situación nos hubiera llevado actualmente a un escenario muy crítico para la seguridad del Estado.

En este vigesimoquinto aniversario de la gloriosa epopeya de “Chavín de Huántar”, todos los peruanos de buenos sentimientos patrióticos y amantes de la paz, hagamos una cadena de buena voluntad y reconozcamos el valor, sacrificio y patriotismo de nuestros bravos combatientes, quienes actualmente con ese mismo esfuerzo, sacrificio, espíritu y tesón, vienen combatiendo al narcoterrorismo en el VRAE, con la única finalidad de defender los valores democráticos que debemos preservar todos.

¡Un Feliz aniversario para nuestra Nación al celebrar el vigesimoquinto aniversario de la Operación de rescate Chavín de Huántar!


martes, 5 de abril de 2022

¡Cuánto dueles Perú!

 


Por: Arturo Castro.

Frente a un discurso trasnochado, desfasado, anclado en los años 70 del siglo pasado, Pedro Castillo, ha compaginado una serie de frases huecas, sin fondo, de connotación negativa, con un cúmulo de mensajes de cliché, propios de la ideología Castro- chavista, mensajes cuyo contenido solo buscan agudizar las contradicciones, haciéndole el juego a los enemigos de la patria, dedicados abiertamente a sembrar la incertidumbre, odio, inquina y rencor entre peruanos.

En ocho meses ha destruido nuestra economía, sí, lo que ha costado tanto esfuerzo, sacrificio y sufrimiento a la Nación peruana, hoy en el presente, ha tirado por la borda la situación económica, no se ha creado ningún puesto de trabajo salvo para los salvadores de la patria, los lapicitos; miles han perdido su empleo y muchas pequeñas y medianas empresas han quebrado o cerrado, en medio de ello una inflación anual de 7,5% viene afectando el poder adquisitivo principalmente de las familias más pobres, haciendo que la explosión de pobreza en estos ocho meses se haya agudizado. En el presente hay más pobres en el país que hace ocho meses atrás.

Mientras él y los suyos en palacio disfrutan y gozan opíparamente de tres comidas diarias, donde disponen hasta la saciedad, hartazgo y gula, de todo tipo de alimentos a manos llenas; por otro lado, la mayoría de los peruanos comen una sola vez al día, sufren por llevar a la boca un mendrugo. Pedro Castillo no sabe que, nuestro Perú existe porque hubo, hay, y habrá ciudadanos, desde tiempos pretéritos y horas aciagas como las del presente, quienes entregaron y a no dudarlo entregarán lo más preciado que tiene el ser humano, su vida, en defensa de la integridad y soberanía nacional, en sus varias etapas de consolidación como Estado-Nación.

Frente a medidas coercitivas, inconstitucionales, que cooptan la libertad de la nación peruana, solo focalizada en Lima y Callo y que afectan casi a 11 millones de ciudadanos, convirtiendo a Lima en un inmenso Ghetto, que afectan la libertad de trabajo, desplazamiento, especialmente de personas que viven el día, trabajadores informales, emprendedores, que se ganan un plato de comida y llevan algo a sus hogares, esta decisión enerva el espíritu del ciudadano de a pie y no hace sino acrecentar, el desprecio de la ciudadanía por este gobierno temeroso y cobarde.

Hay, muchos ejemplos de patriotismo, de unión, concordia, solidaridad, deber, honor y dignidad, valores que al parecer Pedro Castillo jamás practicó, ni podrá demostrar, no sabemos cómo ha sido docente de una escuela primaria, no sabemos qué materias ha enseñado a nuestros niños, no sabemos si les inoculó el virus de comunismo, no sabemos cuál es la versión de sus alumnos, donde seguramente manipulaba y sembraba el odio entre los niños.

Queremos recordar algunas frases expresadas por nuestros hombres dignos, héroes que cuyos ejemplos perduran por ser ejemplos de patriotismo y dignidad de muchas personas que se sacrificaron y entregaron su vida para contribuir a su unión e identidad, antes que a separarla y desunirla por el odio.

1.      Francisco Bolognesi en Arica de junio de 1880: “Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho”.

2.      Bolognesi en carta a su esposa: "Nunca reclames nada para que no crean que mi deber tuvo precio".

3.      Alfonso Ugarte en Arica, carta a su primo Fermín Vernal: “Estamos resueltos a resistir con toda seguridad de ser vencidos, pero es preciso cumplir con el honor y el deber”.

4.      Carta del Contralmirante Miguel Grau Seminario a su esposa: “Muy querida esposa:

Como la vida es precaria en general y con mayor razón desde que va uno a exponerla a cada rato en aras de la patria en una guerra justa, pero que será sangrienta y prolongada, no quiero salir a campaña sin antes de hacerte por medio de esta carta varios encargos: principiando por el primero, que consiste en suplicarte me otorgues tu perdón si creyeras que yo te hubiera ofendido intencionalmente.

El segundo se contrae a pedirte atiendas con sumo esmero y tenaz vigilancia a la educación de nuestros hijos idolatrados. Para lograr este esencial encargo debo avisarte, o mejor dicho recomendarte, que todo lo que dejo de fortuna se emplee toda la instrucción que sea posible; única voluntad que te ruego encarecidamente observes con religiosidad, si es que la súplica de un muerto puede merecer algún respeto”.

5.      Andrés A. Cáceres: “El Perú será grande, el Perú será lo que debe ser, si todos los peruanos nos resolvemos virilmente a engrandecerlo, si todos actuamos dentro del deber, no como enfermos que temen abandonar el rincón abrigado, sino como voluntades sanas y fuertes que a campo libre desafían, luchan y vencen al destino, a los malos que la agobian”

6.      Jorge Basadre Grohman: “(...) Porque la promesa de la vida peruana sentida con tanta sinceridad, con tanta fe y con tanta abnegación por próceres y tribunos, ha sido a menudo estafada o pisoteada por la obra coincidente de tres grandes enemigos de ella: los Podridos, los Congelados y los Incendiados. Los Podridos, han prostituido y prostituyen palabras, conceptos hechos e instituciones al servicio de sus medros, de sus granjerías, de sus instintos y de sus apasionamientos. Los Congelados se han encerrado dentro de ellos mismos, no miran sino a quienes son sus iguales y a quienes son sus dependientes, considerando que nada más existe. Los Incendiados se han quemado sin iluminar, se agitan sin construir.

Los Podridos han hecho y hacen todo lo posible para que este país sea una charca; los Congelados lo ven como un páramo; y los Incendiados quisieran prender explosivos y verter venenos para que surja una gigantesca fogata”.

7.      Carta del Comando Juan Valer Sandoval de la Operación Chavín de Huántar: Sentir el amor a esta tierra bendita llamada “Perú”, y así como más de una escuché, toca mi patria y me transformaré en una Fiera, y si tengo que luchar hasta la muerte por verte libre y limpia de daño lo haré con tal de mantener nuestra libertad, soberanía y poder escuchar el fin con satisfacción y orgullo”.

8.      Andrés A. Cáceres: “Si queremos que la democracia sea un hecho, que la República sea una verdad, anulemos las leyes que las perjudican y adoptemos otras que guarden armonía con nuestro modo de ser y hagan práctico el ejercicio de los derechos del ciudadano”.

9.      Palabras de GianMarco Zignagio: "Todos somos iguales y nadie nos separas...Todos tenemos la capacidad de poder cumplir nuestros sueños y llegar donde queramos, nunca vamos a poder llegar a cumplir un sueño si no despertamos, y nunca vamos a cumplir una meta sino sabemos de dónde venimos, y venimos de nuestros padres, y luego nuestras familias que nos cría y nos hacen ser mejores, aprender a darnos alas y seguir caminando por la vida. Lo único que deseo como todos los días de mi vida, es ser inmensamente FELIZ". 

En contraste a estos breves mensajes, pletóricos de patriotismo, unión y perseverancia, se levantan los discursos del actual mandatario Pedro Castillo quien, utiliza doble discurso de acuerdo con el auditorio que lo escucha, siembra separación, odio y rencor, exacerbando las contradicciones para poner a peruano contra peruano,  con su lenguaje contestatario, flamígero y cargado de sentimientos negativos, aquí algunos párrafos de sus discursos, cuyo contenido es de odio, rencor y desunión.

El 24 de junio 2021 en Cusco: “Por eso, la primera medida que quiero anunciar ante ustedes es la creación de un gabinete de desarrollo agrario y rural para la segunda reforma agraria, el cual presidiré. Este gabinete estará conformado por los ministerios productivos, de infraestructura y desarrollo social; y contará con la participación de representantes de los gobiernos regionales y locales. Desde este gabinete se diseñarán y se impulsarán políticas para el desarrollo rural y agrario de nuestro país”.

6 de marzo 2022, ante el Congreso: “Una cosa son los errores de gestión y otra los supuestos delitos en los que se me pretende involucrar por motivos políticos, quiero decirles con absoluta sinceridad que nunca en mi vida estuve envuelto en temas de corrupción y menos ahora en mi condición de presidente de la República”.

21 de marzo 2022: “Algo raro ha pasado en el país. Años atrás, los pobres marchábamos en la calle para tener reivindicaciones. Hoy marchan los ricos porque se les ha quitado otra cosa, ahora marchan los que quieren otra cosa”.

24 de marzo 2022 en Puno: “Hay gente que se burla de un campesino, de un chacrero. Nosotros hemos nacido de acá, de este suelo, en esta tierra que nos vio nacer y vamos a seguir recultivando con un Gobierno para que juntos, con los maestros, se siga cultivando el quechua, el aymara, nuestros usos y costumbres porque ese es el verdadero sentir del pueblo (…) No debemos sentirnos menos que los que viven en San Isidro, Miraflores, en zonas pitucas del país”.

“El costo del pan no es porque ha llegado Pedro Castillo al Gobierno. La subida del dólar no es porque haya llegado un hijo del pueblo al Gobierno. El costo del gas no es porque hayamos llegado al Gobierno. Lo que pasa es que, durante décadas, se ha venido gobernando siempre pensado en los de arriba y tienen el temor que, en poco tiempo, demostremos que los hombres del pueblo sí podemos trabajar para el pueblo y los hombres y mujeres”.

Digan ustedes si esta es la forma demagógica y populachera como un presidente se debe expresar ante los ciudadanos de nuestra Nación, el primer ciudadano de la patria debería liderar la unión de toda la Nación para hacer frente a los graves problemas que aquejan a la población, amenazan la soberanía e integridad de nuestra patria y no hacerle el juego al comunismo, mal llamados socialismo del SXXI cuyos representantes son los hambreadores del Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla, que está comprobado ha sido y es la causa del atraso, pobreza, hambruna y miseria de países otrora prósperos como Cuba y Venezuela.

¡No queremos eso para nuestro amado país!