Australian War Memorial

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EXTERIOR DE MEMORIA DE LA GUERRA-AUSTRALIA

domingo, 9 de septiembre de 2012

El Túnel del tiempo (Tips. Guerra con Chile 1881).

 Partida definitiva de Lima. (Recuerdos de la campaña de la Breña)

En Lima ocupada, en 1882, Doña Antonia Moreno de Cáceres continuaba  abocada con otras damas limeñas y ciudadanos patriotas, a una gran labor de conspiración y acopio de armamento, para apoyar las operaciones de resistencia, que lideraba su esposo el general Andrés Avelino Cáceres, en la campaña de la Breña.  

Estas actividades ya eran sospechosas para las fuerzas chilenas de ocupación, quienes mantenían vigilancia sobre ella y la casa de San Ildefonso. En estas circunstancias Antonia recibe el llamado de su esposo “Ven-me escribe- no te arriesgues más; necesito toda mi serenidad para continuar esta lucha…”.

Antes de partir a las inhóspitas, solitarias y peligrosas tierras andinas, se reunió con Rosita Elías de Montero y José Manuel Pérez, ayudante de Cáceres y encargado de su seguridad, para planear la forma de salir de la ciudad. El principal escollo y peligro para ella eran las patrullas chilenas que vigilaban y controlaban todo movimiento; también, se establecieron las claves de identificación con las fuerzas amigas.

El ayudante debía partir al día siguiente con la servidumbre y la esperaría en el tambo del Portón de Cocharcas. Ella llegaría al lugar, pretextando el recojo de una encomienda. Por recomendación de Antonia Moreno, para evitar miradas indiscretas el ayudante debería disfrazarse de criado.

Pese e la valentía y osadía que caracterizaba a esta mujer, que le permitió durante su estadía en Lima dedicarse a las labores de conspiración contra el enemigo, solicitó la ayuda del señor Gómez Silva, de la directiva del dictador Piérola, quien aprobó su plan de alejarse de Lima; pero,  por temor a comprometerse no colaboró con ella para buscarle una movilidad.

Antonia Moreno preocupada por su seguridad y la de sus tres hijas, para burlar la vigilancia de la policía secreta chilena y sus soplones, tuvo que conseguir un coche, ubicando un cochero “cuyo color me garantizara no ser chileno”. (1)

En el tambo del Portal de Cocharcas, gracias  a la caracterización y al disfraz que llevaba el ayudante, Doña Antonia demoró  unos instantes en reconocerlo, “había trocado sus arreos militares por las de un pobre diablo", tenía la ropa remendada y desgastada. (2)

Una vez identificados, prosiguieron su marcha hacia la hacienda Tebes del señor Urmeneta, ante la negativa del cochero de llevarlas a esta dirección, debieron hacerlo en una carreta con barandas y tirada por mulas, que llevaba alfalfa. Antes de viajar a esta hacienda, debieron dirigirse a la hacienda San Borjas porque el carretero trabajaba en esta hacienda y debía pedir permiso. Llegado a esta hacienda, el mayordomo de la misma autorizo el viaje de la carreta hacia Tebes.

Temerosos de ser sorprendidos por las patrullas enemigas, que hubieran puesto en peligro la integridad de Antonia Moreno, sus hijas y a Cáceres principalmente, pasaron por San Borjas y obtenido el permiso del mayordomo de la hacienda, enrumbaron hacia Tebes.

Los caminos eran difíciles y estaban patrullados, por lo que toda medida de seguridad era poca. Las niñas debían taparse sus cabecitas rubias con pañuelos en lugar de las elegantes “pastoras y ella misma utilizó una manta negra para cubrirse. Llegado el momento debían camuflarse en la alfalfa, así sortearon los peligros.

Doña Antonia Moreno y sus hijas lograron burlar la vigilancia de las patrullas chilenas y llegaron sanas y salvas a esta hacienda. Esa noche en el salón principal, ella pudo percibir el ambiente de patriotismo y lealtad que se respiraba entre los hombres, que estaban allí cumpliendo una orden del Taita Cáceres.

Al amanecer y antes de partir hacia el encuentro con su amado esposo, tuvo un momento de emoción, que la llevó hasta las lagrimas, fue cuando el séquito de su seguridad le expresó “No tema nada, señora; ni a las niñas ni a usted la tocarán”, luego emprendieron la marcha hacia las breñas andinas.(3).
Notas: 
Moreno de Cáceres, Antonia. Recuerdos de la Campaña de la Breña. Edición 1974. Biblioteca Militar del Oficial del Ejército N° 41.

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