“Hay sólo un bien: el conocimiento; y un mal: la ignorancia”.
Sócrates
Actualmente somos 29,5 millones de peruanos. Cuántos analfabetos realmente hay en nuestro país, no lo podemos precisar. ¿Saber leer y escribir basta para ser alfabeto? teniendo en cuenta que hoy se considera analfabetos a quienes no saben de informática y no dominan otro idioma.
Un gran porcentaje de esta población vive en la zona rural, no hablan castellano o pertenecen a los nativos de nuestra Amazonía. El 99% con seguridad participará en las próximas elecciones, son casi 2 millones de votantes. Actualmente en el país existe un alto porcentaje de pobreza, casi el 30%, es decir 9 millones de pobres y entre ellos está la población analfabeta. Ello constituye una gran masa de votantes, diríamos mejor el botín para los tiburones políticos.
Ningún partido ni alianza ha planteado los mecanismos de comunicación con nuestros compatriotas de la Selva y de la Sierra profunda, les interesa solo sus votos. Sin lugar a dudas, estas masas son el objetivo prioritario y fundamental de la campaña electoral presidencial de abril próximo, porque constituyen un gran bolsón inexplorado de votos.
Por tanto, es imprescindible conocer a priori, los códigos de comunicación con esa multitud de personas disimiles, para llevarles sus mensajes en su lengua original y convencerlos. Ningún candidato conoce estas lenguas y tendrán que utilizar traductores o en su defecto “felipillos” para establecer una comunicación fluida. Candidato que se comunique y logre empatía con este conglomerado tendrá una extraordinaria ventaja sobre los otros postulantes.
La Guerra política en que se han enfrascado las organizaciones políticas que compiten por el sillón de Pizarro para el periodo 2011-2016, se está dando en todos los frentes, la principal de ellas es la lucha por obtener las preferencias de esa gran masa de votantes.
Hay un antiguo pensamiento chino que reza “Lo bueno del pueblo es bueno, lo malo del pueblo es malo”, ¿cómo debemos interpretar esto? Como que “el gobierno debe obrar de acuerdo al sentimiento del pueblo”. Si las masas son el pueblo, entonces “si el pueblo gusta de algo, el gobierno debe hacer lo posible por satisfacerlo y si al pueblo no le gusta algo, el gobierno debe tratar de no hacerlo”.
En el presente proceso electoral, los planes de gobiernos, las propuestas de solución a los problemas de Estado, prioritariamente educación, salud y seguridad, que son importantes para dar solución a las ancestrales necesidades básicas de la población. El partido, frente o alianza que logre impregnar en la mente de sus seguidores y los indecisos, que ellos solucionarán estas necesidades, indudablemente obtendrá el apoyo del pueblo.
Walter Lippmann, importante periodista NA, analista político en asuntos internos e internacionales. Vinculado a comisiones de propaganda durante el gobierno de Woodrow Wilson. Llamaba a la fábrica de consensos la “revolución en el arte de la democracia”. Utilizaba la propaganda para fabricar consenso, para producir en la población, mediante las nuevas técnicas de propaganda, la aceptación de algo inicialmente no deseado, o de una propuesta que solucione las necesidades de su población.
Precisamente, la búsqueda de ese consenso por los candidatos a la presidencia, es que los impele y los moviliza en un gran dinamismo propagandístico y en el que no se escatiman ningún gasto, como queda demostrado cuando observamos con detenimiento la presentación de los diferentes candidatos y sus planchas.
Dotados de una gran parafernalia en la presentación de sus planchas electorales, rodeados de multitudes trasladadas a propósito para ello, en el centro de sus “seguidores”, presentan sus planchas electorales y candidatos al Congreso, acompañados de: luces multicolores, la propaganda en calles y plazas, la música compuesta para la ocasión y los juegos artificiales, que algunos candidatos emplean, con gran despliegue económico.
Buscan lograr el consenso alrededor de sus propuestas, para conquistar las preferencias electorales del pueblo y especialmente están interesados en ese gran sector olvidado, los sectores rurales de la selva, sierra y los indecisos.
Esa gran población votante que viven alejados de los centros urbanos y tienen poco acceso a las informaciones, los diarios llegan con retraso y muchas veces no llegan, en las ciudades sus hermanos citadinos se aglomeran para informarse del día a día, en los kioscos donde se empapan de la situación leyendo las portadas de los diarios, muchos no están en condiciones de adquirir un diario.
Si quisiéramos hacer una comparación de esa gran masa de votantes, que es presa fácil de los encantadores de serpientes, de la verborrea de políticos tradicionales y del sebo de culebra que venden, cual mercachifles de ferias provincianas y que los partidos se disputan, diríamos que nos recuerda a ese personaje del Best Sellers, “El Solitario” de Guy Descars, en el que se relata la vida de Jacques Vauthier, a la postre nacido ciego, sordo y mudo.
Vauthier es separado de sus padres a la tierna edad de 7 años para ingresar a una Institución Regional de sordomudos y ciegos en Sanac de los hermanos de Saint-Gabriel- Francia, para un tratamiento de rehabilitación y poder comunicarse con su entorno y percibir lo que le rodea. El hermano Ivon de Rodelec es director de este centro, quien tomó a su cargo la educación del pequeño Jacques. Durante 10 años Jacques Vauthier estuvo bajo el cuidado y enseñanza de Rodelec y con la valiosa ayuda de una niña llamada Solange quien se convertiría en su esposa, Vauthier descubrió un mundo nuevo, aprendió a comunicarse con el mundo exterior mediante el empleo del lenguaje combinado de los tres sentidos: tacto, gusto y olfato. Descubrió el amor y el odio.
La gran población votante a la que hemos hecho referencia inicialmente, necesita que los candidatos les digan las propuestas claras, que les expliquen el rol que deben cumplir en esa visión de Estado inclusiva y no excluyente como hoy, y ser importante parte de ella, utilizando sus propios códigos.
Quién de los políticos que postula al sillón de Pizarro está en condiciones de asumir el rol del hermano Ivon Rodelec y absolver las grandes interrogantes, que tiene esa masa de peruanos olvidados en los grandes confines de nuestra patria, adonde no llegan los políticos sino cada vez u oportunidad en que necesitan sus votos. Luego se retiran y nunca más regresan porque finalmente no cumplen con sus palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario