El fenómeno
El Niño que se presenta en nuestra costa norte y su variante, denominado “niño
costero”, que según el Cdte. MGP Manrique Prieto debería más bien llamarse “niño
volcánico” por su origen, trae sus características: elevada temperatura del mar
casi + 5° C de lo normal, calor insoportable, lluvias torrenciales e
inundaciones en el norte y huaicos en la costa central. No son fenómenos
naturales que se presenten esporádicamente.
En el caso
del denominado “niño costero”, se tiene noticias que este fenómeno se presentó
en 1925, como lo publicó el diario el Comercio, causando estragos en infraestructura,
propiedades y población. Los huaicos se desplazaron por las mismas quebradas
que se han activado en el presente, causando destrucción en las principales ciudades
Lima, Piura Chiclayo y Trujillo.
La
diferencia está que, en 1925 no existía la tecnología que les permitiera
conocer a priori la presencia de este fenómeno; lo que en la actualidad sí se
puede monitorear con una serie de aparatos creados para estos fines. Esto con
la finalidad de preservar la integridad de la población y propiedades. Nada de
eso se tuvo en cuenta.
Según el
MINAM (Ministerio del Ambiente) “las ondas Kelvin se forman cerca de
Indonesia (Pacífico occidental) en una zona denominada como “piscina caliente”,
el área más grande de aguas cálidas de nuestro planeta. Viajan hacia el este en
dirección a Sudamérica. Su velocidad de propagación es en promedio de 2 a 3 m/s”.
Otro
sistema importante para la observación de los fenómenos, que se producen en el
mar es la “Red-TAO (conjunto de boyas a lo largo del Pacífico ecuatorial) es uno de
los sistemas más confiables. Permite monitorear la temperatura superficial y
sub-superficial del agua de mar, los vientos, la temperatura atmosférica y la
humedad relativa”.
Además de
lluvias y huaicos en Lima este fenómeno está causando mayores daños, porque las
actividades antrópicas (casas, fabricas, comercio) se han construido en algunos
casos en el cauce natural de quebradas y ríos, en otros casos en ambas orillas,
o están ocupando la zona de influencia de ríos y quebradas, o del cauce natural
que el hombre ha invadido.
“En el
Perú, el monitoreo de las condiciones océano- atmosféricas lo realiza el Comité
Multisectorial encargado del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN),
ente científico de carácter oficial que reúne a investigadores de seis
instituciones nacionales: Instituto del Mar del Perú – IMARPE. Servicio
Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú - SENAMHI. Instituto Geofísico
del Perú – IGP. Dirección de Hidrografía y Navegación – DHN. Instituto Nacional
de Defensa Civil – INDECI. Autoridad Nacional del Agua – ANA”. Utiliza instrumentos oceanográficos para cumplir con su cometido.
Regresando al
pasado y sacando enseñanzas, durante el gobierno de Pachacutec Inca, se tomó la
previsión de construir caminos y puentes, así como los Centros Administrativos en
diversos lugares: Quito, Tumipampa, Cajamarca, Huánuco, Jauja, Vilcashuamán,
Charcas, etc., con una serie de almacenes, en los que se guardaban los excedentes
de la producción agrícola, para ser utilizados en tiempos de calamidad natural,
guerra, invasión, etc.
El más
famoso Centro Administrativo, fue el de Huanacopampa (Huánuco viejo). Era un
gran conjunto arquitectónico, con una plaza, su estrado, viviendas oficiales y
populares, y cuatrocientos setentainueve almacenes, con capacidad de 3,000
metros cúbicos, donde se guardaba los excedentes de producción, sin considerar
depósitos de ropa, y artículos de guerra. Otro Centro Administrativo,
considerado el granero del Imperio, fue el de Hatun Jauja.
Por otro
lado, el sistema de puentes y caminos del Imperio incaico, fue de lo más
complejo, después de medio milenio concitan el interés y admiración de
estudiosos de todas las latitudes; fueron la admiración de los primeros
cronistas españoles, así Cieza de León, primer viajero de nuestro Perú incaico
expresó:
“Una de las
cosas que yo más admiré, contemplando y notando las cosas de este reino, fue
pensar cómo y de qué manera se pudieron hacer caminos tan grandes y soberbios
como el que vemos, y que fuerzas de hombres bastaron a los hacer y con qué
herramientas e instrumentos pudieron allanar montes y quebrar peñas, para
hacerlos tan anchos buenos como están…”.
Es
importante también anotar lo que expresa el investigador John Hayslop, en su
obra Los caminos del Tahuantinsuyo, “En
1530, los caminos incaicos unificaron el estado del Tahuantinsuyo de 5, 000
kms. de largo, desde la provincia Nariño en Colombia hasta los ríos Maule o Bio
Bio en Chile. La vialidad incaica fue así un símbolo continuo del control, poder
y estructura de estado…”.
Caminos y
puentes bien construidos, organizados a lo largo y ancho del Tahuantinsuyo,
permitió a los incas, mantener la seguridad interna, la integración del
imperio, la transitabilidad rápida en casos de emergencia y el intercambio
comercial. Su mantenimiento estaba a cargo de los gobernadores provinciales o Tocricuc.
Los centros
administrativos eran verdaderos núcleos de poder miliar y político para el
dominio de una provincia o Huamani
donde residía el Tocricuc y el
conjunto de sus colaboradores. Se levantaron en las zonas económicas más
productivas. La historia nos ha dejado enseñanzas, que pese a vivir en el siglo
XXI con toda la tecnología disponible, no sabemos aprovecharla.
Las medidas
de prevención son importantes, el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, tiene la
gran oportunidad de realizar una reconstrucción de cara al bicentenario y que
permita superar esas grandes falencias en cuanto a planificación, organización
del Estado nacional que venimos arrastrando, por una mala planificación de las
ciudades.
Ello, nos
permitirá afrontar las calamidades naturales, de manera eficiente y eficaz, y
en este cometido la participación de nuestras Fuerzas Armadas y Policía
Nacional por su organización, son vitales, como lo han demostrado y lo ha reconocido
la comunidad entera, las principales autoridades, los representantes del
empresariado nacional y los diarios importantes del país.
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