Ningún peruano dudará el tremendo amor y lealtad a la patria, que
profesó el Gran Mariscal del Perú Andrés Avelino Cáceres, en horas realmente
aciagas y negras para nuestra República. Héroe de la resistencia y portaestandarte
de la campaña de la Breña durante la guerra con Chile. Jamás se rindió, siempre
lucho por la unión del país, para expulsar al invasor.
Su sentencia “El Perú será grande, el Perú será lo que
deba ser, si todos los peruanos nos resolvemos virilmente a engrandecerlo”.
Es un llamado que viene del pasado, una invocación a la unidad de la nación
peruana, una exhortación para que en la hora presente, enfrentar juntos los
problemas que atan al Perú, a la pobreza, atraso, inseguridad, deficiente educación
y salud.
El llamado que hiciera Keiko Fujimori para buscar consensos y unidad de
todos los partidos políticos, de los líderes de las organizaciones, como queda
demostrado, ha caído en saco roto, en un pozo sin fondo, en una sima profunda.
Verónika Mendoza ha declarado la guerra a Keiko Fujimori iniciando una campaña
de oposición recalcitrante. ¿Quiénes la seguirán?
Comprobado está, que hacer un llamado a la unión de todos los peruanos
para enfrentar juntos los problemas que aquejan a nuestra República en la hora
actual, no es del agrado de muchos especialmente de un famoso escritor y la
representante del Frente Amplio. Con ellos es imposible sentarse a conversar
como personas civilizadas y racionales. Buscan las contradicciones y se oponen
por rencor.
¡Ha nacido una coalición poderosa gritaron al unísono! y preguntaron
los esperanzados, desposeídos, pobres y olvidados ¿será por la unión y progreso
del Perú? Una voz emergió como un eco gutural desde la profundidad del abismo,
de esa fosa oscura y tenebrosa. No, los pobres y olvidados, siguieron muriendo.
Despertó la sinrazón, irreflexión y violencia verbal. Temor al triunfo rotundo
de Keiko Sofía Fujimori.
El analista político Martín Santibáñez en entrevista en un programa de
TV por internet, declaró lo siguiente, 'Lo que se está formando es
una coalición anti-fujimorista, donde el odio, tiene mayor o
menor intensidad. Yo lo que veo es un gran odio hacia el fujimorismo. Esta
gran coalición de odio se está consolidando''. Odio, sin razón, rencor sin justificación alguna.
El escritor Mario Vargas Ll., ha declarado a un diario chileno, con el resentimiento
que guarda desde hace 16 años "Yo lo veo con preocupación. Espero que
Keiko Fujimori no gane las elecciones. Creo que si ganara las elecciones
equivaldría a una reivindicación a posteriori de la dictadura, una de las
dictaduras más sangrientas y corrompidas que hemos tenido en la historia del
Perú". No dice nada del actual gobierno del cual es garante.
La candidata del Frente Amplio refiriéndose a la presunta presión sobre
el TC para liberar a Alberto Fujimori, declaró “Sigue reivindicando la
dictadura fujimorista y eso sería nefasto para nuestro país. No vamos a
permitir que ese señor salga de la cárcel que es dónde debe estar por violación
de Derechos Humanos, y no va a salir ni por la puerta grande ni por la puerta
chica”. ¿Violación de DDHH? Solo en tu imaginación.
No les parece una coincidencia extraña las declaraciones de Vargas
Llosa y Verónika Mendoza, ambos destilan el mismo sentimiento de animadversión
contra Keiko Fujimori. Lo que no es racional. Es un odio gratuito dirigido
contra la hija de quien lo venció en las elecciones del año 90. Alberto
Fujimori, puso orden económico, venció
al terrorismo y solucionó el problema fronterizo con Ecuador.
Al respecto, el ex cura Marco Arana dueño del vientre de alquiler con
el que postuló a la presidencia la vocera de Frente Amplio, declaró en
entrevista a un medio de TV “Nosotros estamos afirmando una manera de
hacer política que no va detrás de ningún caudillo, entonces, es importante
afirmar liderazgos múltiples”. ¿Verónika, salió con su serrucho?
Las personas de buenos sentimientos, patriotas en el buen sentido de la
palabra, que desean paz, tranquilidad para desarrollarse y trabajar por nuestro
país, necesitan la unidad de todos los peruanos y están sumamente preocupados, por
la aparición de esta coalición, una liga, una organización liderada por el
frente amplio del rencor y el odio, muy dañino para la unidad nacional.
La coalición del rencor, organizando y empoderado por los adversarios
de Alberto Fujimori, que contaría con el
visto bueno de este gobierno seriamente cuestionado y en la cuerda floja, y al
que convendría que Keiko Fujimori no llegue a la presidencia, será una
demostración más que existe cierta clase política intolerante, plagado de
sentimientos negativos y de un fariseísmo colosal.
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