Resulta que la mayoría de analistas que son consultados por los
diferentes programas de análisis político, coinciden en afirmar una hipótesis
nueva sacada debajo de la manga de un mago o nigromante. Esta campaña se
plantea de la siguiente manera “Fuerza Popular ha obtenido 72 vacantes en
el Congreso, entonces, la presidencia debe ser para PPK”. Para que exista
balance de poderes, afirman. Cuándo se han preocupado por ello.
¿Cuáles son las justificaciones se preguntarán? Van desde los más
simples hasta los paranoicos: Alberto Fujimori sería liberado para gobernar,
regresaría lo que ellos denominan la “mafia Fujimontesinista”, coparán el Poder
Judicial y Ministerio público para hacer realidad la libertad de Fujimori, lo
que les venga en gana, etc.
Uno de los más recalcitrantes opositores a Keiko Fujimori, sin lugar a
dudas es César Hildebrandt, quien utiliza su semanario “Hildebrandt en sus
trece”, donde realiza una campaña de satanización contra Keiko. Desde hace
muchos años sostiene una campaña en contra de la candidata de Fuerza Popular.
César sostiene que el fujimorismo “ha regresado para vengarse y él sería uno
de los blancos de esta venganza”. ¡Cómo es eso!
César Hildebrandt afirma en su semanario (MATICES-15-21abril2016) “La
democracia menesterosa de la que nos jactamos –esa que convierte al Perú en el
país más conservador del continente- le ha dado el control absoluto del
Congreso a la hija del hombre que clausuró esa institución, creo una miserable
y apócrifa y produjo desde ella la Constitución-candado que nos ató para
siempre a los intereses de la derecha más vulgar”.
César no se anda con tapujos, a la hora de expresar sus ideas contestatarias
al sistema económico y político, que sostienen la democracia en nuestro país. Afirma
que durante el gobierno de Alberto Fujimori al que califica de dictadura, se violó
los derechos humanos, campeó la corrupción y como existe este antecedente,
entonces el gobierno de Keiko tendría ese estigma político, una costra, una
mancha sobre sí.
En la orilla izquierda, la candidata de Frente Amplio, un conglomerado
de organizaciones de izquierda, de diferentes matices desde los rosados hasta
los más recalcitrantes y violentistas, se ha erigido como la principal vocera
de la oposición, no sabemos quién o quiénes la han empoderado. Están felices,
porque desde Alfonso Barrantes no habían tenido la oportunidad de figurar en el
espectro político.
Al parecer la soberbia la ha alcanzado y está segura que el porcentaje
de votos obtenido en las elecciones y la tercera ubicación, son por sus méritos
y suficientes; sin embargo, eso está lejos de ser tan cierto y no debiera tomarse
esa licencia, o es que los dinosaurios de izquierda que la rodean la están mal
asesorando.
Si tenemos en cuenta que en enero de este año, Veronika Mendoza no
salía del rubro “otros” en la mayoría de los resultados de las empresas
encuestadoras, es indudable que se benefició con la salida de César Acuña y julio
Guzmán, quienes en enero de este año alcanzaban 10% el primero y 9,5% el
segundo en la intención de voto.
Entonces, para qué tanto saltito, poses de lideresa, discurso contestatario
y confrontacional, cuando la realidad es distinta, si tenemos en cuenta que es
la líder de un bloque de izquierdas y no de un partido integrado como Fuerza Popular.
Le falta una buena dosis de humildad y debería iniciar la construcción de un
partido propio, para no utilizar como en el presente un vientre de alquiler,
como es Tierra y Libertad.
Otros analistas y expertos sostienen, que Keiko podría caer en la
tentación autoritaria de su padre, teniendo todos los poderes al alcance de su
mano. Así Keiko podría caer en los errores de su padre, nada tan irreal por
donde se le mire, como si ella no hubiera probado su vocación democrática a
través de estos ultimo 15 años.
El planteamiento y la campaña “balance de poderes” iniciada de
inmediato, avalada con una precipitada encuesta realizada por IPSOS a pedido de
América TV, cuyo resultado salió en pleno conteo de votos, indica que en la
segunda vuelta PPK obtendría 44% y Keiko Fujimori 40%.
Lo que ratificaría las sospechas de una campaña concertada, por los
principales medios a favor de PPK y en contra de Keiko, lo que ratificaría que
existe una campaña de desinformación, buscar un contrapeso al Congreso de
mayoría fujimorista, poniendo el Ejecutivo en manos de PPK, ¡qué les parece!
Han tenido la desfachatez, la hipocresía de plantear que Fuerza Popular
renuncie a la presidencia del Legislativo si Keiko es elegida por el pueblo. La
más recalcitrante y contestataria es la “lideresa” de Frente Amplio, que como
todos saben, hace dos meses nadie daba un real por ella. Ha declarado que no
quiere a Keiko en palacio, y cuál es su estatura democrática.
A los analistas y expertos, a la mayoría de medios que controla el
decano de la prensa nacional, no les preocupa informar a la población respecto
de los planteamientos de planes, programas y compromisos de Fuerza Popular y
PPK; no, están preocupados y le hacen un juego peligroso al gobierno y a la
izquierda al asegurar que les preocupa más el “balance de poderes”.
No es lo más sorprendente este planteamiento, que ha empezado a correr
por la prensa en general. Así, con engaños quieren torcer de mala manera la
decisión del soberano, de ese pueblo al que creen hoy en pleno siglo XXI se puede
seguir engañando. No le neguemos al pueblo peruano su derecho a elegir libremente.
Terminamos apelando a ese aforismo latino “VOX POPULI, VOX DEI, que
significa La voz del pueblo es la voz de Dios”. Dejemos que el pueblo
decida en la segunda vuelta. No desinformen con psicosociales y encuestas
sospechosas de manipulación. No envenenen
el alma, ni quieran torcer su decisión.
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