Keiko Fujimori, qué duda cabe, ha
vencido en la primera vuelta, arrolló, ni la campaña maledicente desatada como
un vendaval contra su candidatura, por diversos sectores de la prensa “caviar”,
jóvenes recalcitrantes y de extrema izquierda, pudieron opacar una campaña
iniciada hace 5 años con la fuerza y pujanza de su juventud.
Ni las tachas presentadas por el
impresentable el desesperado Heriberto Benites, al parecer ordenada por la
pareja presidencial pudieron frustrarla, se estrellaron por tres veces
consecutivas contra la pared que representa el JEE y JNE. Benites hoy debe
estar mordiendo sus temores,
frustraciones y con temblor de piernas por el resultado.
De nada valió la marcha organizada
por la agrupación “No a Keiko”, de claro corte nacionalista, utilizados por sus
creadores, H&H, exprofesamente faltando pocos días para las elecciones, liderada
por las organizaciones de derechos humanos, MOVADEF, Velasquistas de viejo
cuño, los caviares, jóvenes despistados, engañados y desinformados por la
predica comunista.
Keiko según información del Organismo
Nacional de Procesos electorales (ONPE) ha obtenido casi el 40% de la votación
nacional, 72 congresistas, el respaldo de un gran sector de la nación que
reclama justicia y especialmente seguridad en la hora presente, que ve en ella
a la estadista que logrará solucionar los problemas nacionales en esta etapa
crucial que vive nuestra República.
Casi 40% de respaldo obtenido en
las urnas, pese a todos los obstáculos, es sin lugar a dudas, un enorme logro, para
quien siendo mujer encarna: perseverancia, firmeza, liderazgo y especialmente
decisión, para cambiar la injusticia social y mejorar el crecimiento y
desarrollo de nuestro país.
A paso de vencedores, buscando la
reconciliación nacional, sumar los esfuerzo de los 30 millones de peruanos, haciendo
un llamado a la concordia, un llamado a todos los peruanos de buen corazón, de
mente patriótica, para cambiar odios y rencores por la unión consciente y
voluntaria para lograr el bienestar general de la Nación.
El resultado de las elecciones
también nos vuelve a enrostrar en la cara, que subsisten aun sectores de
nuestra zona andina del Sur que reclama más interés del gobierno, mayor presencia
del Estado, se agudizó la desconfianza de la población en los políticos, porque
no supieron cumplir con sus obligaciones desde los altos cargos públicos.
Las condiciones de pobreza y
extrema pobreza no se han superado, la existencia de anemia infantil y muerte
prematura de muchos niños peruanos, es muy preocupante, especialmente en la
parte sur andina, subsiste un profundo
olvido por estos sectores, una vez que la campaña electoral termina, se olvidan
de estos sectores hasta la próxima campaña.
Hay
un tercio de la población que solicita un cambio, qué tipo de cambio,
eso será sin ninguna duda motivo de un gran debate en el Congreso. Algunas
propuestas visan el cambio del modelo económico, otros hablan de cambio de
sistema, los más osados plantean el cambio de la Constitución, cuánto tiempo y
cuál será el costo del futuro debate.
El mapa electoral que se ha
dibujado no es diferente al que resulto después de las elecciones de 2011, ha
cambiado sí la composición del futuro Congreso y han aumentado las necesidades.
Según el INEI a junio 2015 los jóvenes entre 15 y 19 años representan el 27% de
la población nacional de los cuales, “4 millones 136 mil son mujeres y 4
millones 241 mil son hombres”.
Antes fue el PNP que encarnó la
rebeldía, el cambio urgente, la renovación, reingeniería y cambios
estructurales, que no puso en ejecución Ollanta Humala por haber trazado su
ruta, diferente a su propuesta, se cambió de silla durante la cabalgata y eso
fue su Waterloo.
Keiko Fujimori tiene la más firme
convicción de llegar a la casa de Pizarro por la puerta grande, con el apoyo de
la nación peruana, bien lo merece aunque le duela a sus adversarios y realicen
la campaña cochina en estos meses, no podrán vencerla.
Foto: Revista Caretas/14Abril2016
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