Australian War Memorial

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EXTERIOR DE MEMORIA DE LA GUERRA-AUSTRALIA

miércoles, 25 de abril de 2012

APRODEH y su campaña de intimidación contra las FFAA y PNP.

En las narices de autoridades, medios de comunicación, opinión pública nacional y como para avalar las últimas acciones contra SL, la ONG Aprodeh; el secretario de esta organización Francisco Soberón, fiel a su estilo, ha lanzado una velada amenaza contra los soldados y policías, que enfrentan valerosamente al narcoterrorismo homicida en el VRAE. Desde su particular interpretación de las normas del Derecho Internacional Humanitario (DIH), ha expresado muy suelto de huesos y con esa candidez que envidiamos, que en el enfrentamiento ante las fuerzas del mal; las Fuerzas del Orden, deben tener “cautela”, es decir: reserva, mesura, prudencia, cuidado y evitar mueran los pioneritos de SL, pese a que los adultos de esta gavilla los colocan como escudos humanos en las emboscadas. Justifica Soberón indicando que, como han sido ideologizados desde niños, estos no tienen ninguna responsabilidad; por tanto, soldados y policías serán denunciados penalmente. ¡Han visto tamaña amenaza! Precisamente cuando se han incrementando las operaciones en el VRAE. Lo que presumimos, es que Aprodeh está tratando de maniatar y poner una camisa de fuerza a las tropas, para dejarse asesinar por las huestes narcoterroristas de los hermanos Quispe Palomino, o en su defecto salir embarrados judicialmente. ¿Amará al Perú el señor Francisco Soberón? Sin embargo, como para contradecir esta amenaza a soldados y policías combatientes, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha denunciado que “La utilización de niños y adolescentes por parte de Sendero Luminoso, constituye una violación a la Convención de los derechos del niño”. Más claro ni el agua. Seguirá el señor Soberón con su larga letanía de defensa de los derechos humanos de los pseudo “luchadores sociales”. ¿Señor Francisco Soberón se ha preguntado realmente quién viola los derechos humanos de esos niños? Serán, los que secuestraron a niños indígenas, arrancándolos de sus hogares y trasladándolos a diferentes hábitats, esclavizarlos para realizar actividades contrarias a sus costumbres, lavándoles el cerebro e implantadores nuevas ideologías violentistas y obligándolos a matar. O, los que secuestraron a mujeres y niñas para utilizarlas como vientres de alquiler o simplemente como reproductoras, para preparar gente nueva, carne nueva, para su gran revolución que solo existe en mentes afiebradas, violándolas y embarazándolas a su regalado gusto. Quizás, son los que luchan para arrancarlos de este cautiverio, de esa esclavitud física y mental a lo que han sido sometidos por estos barbaros, aun a costa de entregar su vida, para que el país y gente como usted, puedan vivir en democracia y libertad. Y así, seguir aprovechando las libertades que da esta democracia, que militares y policías defienden, mientras usted está sentado en un mullido sillón giratorio, planeando la próxima interferencia política y viendo cómo se desangra el Perú. Señor Soberón, debería preocuparse más bien, por denunciar a los hermanos Quispe Palomino, por ordenar el empleo de minas antipersonal prohibidas en sus emboscadas narcoterroristas, matando a valerosos soldados y policías, hiriendo y dejando discapacitados, todos hijos del pueblo. Para la ONG Aprodeh la muerte violenta de un soldado o policía no significa absolutamente nada, valen menos que un comino, en cambio para el país entero son muertes dolorosas, porque son defensores de la libertad y democracia. A este paso, con estos jueces, las tropas están libradas a su propia suerte. Sin embargo, dejan viudas, hijos huérfanos y un futuro incierto para ellos. ¿Aprodeh se preocupará por ellos? Con seguridad no, es que no son remunerativos para los DDHH. Nos hemos preguntado en innumerables ocasiones, cada vez que hay una malévola intervención de los derechohumanistas a favor de los pseudo luchadores sociales ¿qué haría la ONG Aprodeh con su secretario a la cabeza, marchando en la enmarañada selva para enfrentar a la gavilla de los hermanos Quispe Palomino? ¿Los enfrentarían con lecciones de derechos humanos? O utilizarían, quizás, pañuelos rojos para enfrentarlos. Ustedes tienen la respuesta.

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