Realmente es sorprendente lo que percibimos diariamente, en los diferentes medios de comunicación frente al megajuicio del ex presidente Fujimori. Cómo se puede olvidar tan fácilmente, es tan frágil la memoria. Recordemos que hace exactamente once años, nuestro país se recuperaba de una crisis grave, originada por la toma violenta de la embajada japonesa en Lima.
Un 22 de abril de 1997 el Perú entero se puso de pié y celebró junto a sus FFAA y PNP un triunfo militar categórico de resonancia mundial, el rescate de rehenes de la embajada nipona, quienes habían permanecido 126 días prisioneros, es decir privados de su libertad y en condiciones infrahumanas, con la amenaza permanente de los terroristas del MRTA.
Fue un triunfo celebrado por todas las personas buenas de estas tierras, ancianos, mujeres, hombres y niños, desbordaron con alegría y formaron voluntariamente caravanas en las calles de la capital, para vitorear a los rehenes. Decisivamente se había impuesto el estado de derecho sobre la violencia y el terror, causado por la toma violenta de la embajada nipona. Fue un gran triunfo contra el chantaje terrorista.
Todos sabemos que la embajada de un país extranjero en nuestro país, es territorio soberano del mismo, y la toma de la representación japonesa por emerretistas en diciembre de 1996, constituyó una violación de territorio extranjero y provocó una grave crisis en nuestras relaciones internacionales con Japón, por lo que el gobierno de entonces se impuso recuperarla.
En este nuevo aniversario, todo el pueblo peruano junto a sus FFAA, celebraremos serenamente pero, con gran alegría y satisfacción, un nuevo aniversario de la Operación “Chavín de Huantar”, reconocida a nivel mundial como la más grande y exitosa operación de rescate de rehenes, que se haya realizado en el planeta. Este hecho engrandece al pueblo peruano y sus hijos preclaros.
Un antiguo aforismo rubrica el rol fundamental del soldado en la sociedad, y nuestras Fuerzas Armadas se enmarcan en ella, “Cuando reina la paz e impera la calma, el pueblo olvida a Dios y desprecia al soldado. Cuando viene la guerra y cunde el peligro, el pueblo implora a Dios y llama al soldado”. Esta es una verdad indiscutible.
Un 22 de abril de 1997 el Perú entero se puso de pié y celebró junto a sus FFAA y PNP un triunfo militar categórico de resonancia mundial, el rescate de rehenes de la embajada nipona, quienes habían permanecido 126 días prisioneros, es decir privados de su libertad y en condiciones infrahumanas, con la amenaza permanente de los terroristas del MRTA.
Fue un triunfo celebrado por todas las personas buenas de estas tierras, ancianos, mujeres, hombres y niños, desbordaron con alegría y formaron voluntariamente caravanas en las calles de la capital, para vitorear a los rehenes. Decisivamente se había impuesto el estado de derecho sobre la violencia y el terror, causado por la toma violenta de la embajada nipona. Fue un gran triunfo contra el chantaje terrorista.
Todos sabemos que la embajada de un país extranjero en nuestro país, es territorio soberano del mismo, y la toma de la representación japonesa por emerretistas en diciembre de 1996, constituyó una violación de territorio extranjero y provocó una grave crisis en nuestras relaciones internacionales con Japón, por lo que el gobierno de entonces se impuso recuperarla.
En este nuevo aniversario, todo el pueblo peruano junto a sus FFAA, celebraremos serenamente pero, con gran alegría y satisfacción, un nuevo aniversario de la Operación “Chavín de Huantar”, reconocida a nivel mundial como la más grande y exitosa operación de rescate de rehenes, que se haya realizado en el planeta. Este hecho engrandece al pueblo peruano y sus hijos preclaros.
Un antiguo aforismo rubrica el rol fundamental del soldado en la sociedad, y nuestras Fuerzas Armadas se enmarcan en ella, “Cuando reina la paz e impera la calma, el pueblo olvida a Dios y desprecia al soldado. Cuando viene la guerra y cunde el peligro, el pueblo implora a Dios y llama al soldado”. Esta es una verdad indiscutible.
Recordemos los momentos previos, eran exactamente las 8:19 de la noche del 17 de diciembre de 1996, 14 terroristas del MRTA irrumpieron violentamente desde una casa vecina y tomaron la residencia del embajador del Japón en el Perú, en momentos en que se celebraba el natalicio del Emperador Akihito de Japón, con la asistencia de 600 invitados, entre empresarios, diplomáticos, religiosos, militares y políticos.
Poco a poco, los terroristas fueron liberando rehenes hasta que solo mantuvieron secuestrados 72, pero a cambio de su liberación, pedían que se ponga en libertad a 400 miembros de la organización terrorista que se encontraban encarcelados y en calidad de procesados por el delito de terrorismo.
La operación duró exactamente treintaicinco minutos, las fuerzas especiales demostraron su alta preparación y tuvieron como objetivo, liberar a los 72 rehenes que permanecían secuestrados, privados de su libertad por 126 días en la residencia del embajador japonés, Morihisa Aoki y sometidos violentamente por catorce terroristas.
La fuerza de rescate estuvo liderada por el general EP José Williams e integrado por 140 efectivos de nuestras FFAA, la que culminó con la exitosa liberación de los cautivos, hubo 25 heridos en las fuerzas de élite. El Vocal supremo Ernesto Guisti, el Coronel Juan Valer y el Capitán Raúl Jiménez entregaron su valiosa vida como una ofrenda a la paz, que hoy disfrutamos todos los peruanos. Gloria a ellos.
Posteriormente, denuncias de ejecuciones extrajudiciales de terroristas que habrían sobrevivido al enfrentamiento, motivó una campaña psicológica de organismos de derechos humanos y ONG´s de izquierda y algunos medios de comunicación, contra las tropas de élite, queriendo involucrar a sus conductores en estas acciones e intentando ensombrecer esta operación militar de rescate considerada impecable y reconocida como tal en todo el mundo.
Actualmente los ex rehenes peruanos y extranjeros, todos ellos agradecidos al gobierno de entonces, disfrutan de la grata compañía de sus seres queridos, en sus hogares que bien merecido lo tienen, después de haber vivido un hecho violento que seguramente cambió sus vidas.
Frente a ellos un hombre, quien lideró políticamente la operación de rescate, está privado de su libertad, asistiendo a un juicio en el que sus enemigos políticos, las organizaciones de izquierda caviar y ONG´s de derechos humanos, viene presionando para lograr su culpabilidad a como de lugar.
El pueblo peruano confía en la impecable, correcta, justa y honesta gestión del colegiado que preside el Dr. César San Martín, que contrasta nítidamente con el maltrato y odio que destilan los vocales, y los abogados de la parte civil, al conducir sus interrogatorios contra los oficiales del ejército testigos de la causa. No se debe ceder jamás al chantaje terrorista y sus adláteres.
Poco a poco, los terroristas fueron liberando rehenes hasta que solo mantuvieron secuestrados 72, pero a cambio de su liberación, pedían que se ponga en libertad a 400 miembros de la organización terrorista que se encontraban encarcelados y en calidad de procesados por el delito de terrorismo.
La operación duró exactamente treintaicinco minutos, las fuerzas especiales demostraron su alta preparación y tuvieron como objetivo, liberar a los 72 rehenes que permanecían secuestrados, privados de su libertad por 126 días en la residencia del embajador japonés, Morihisa Aoki y sometidos violentamente por catorce terroristas.
La fuerza de rescate estuvo liderada por el general EP José Williams e integrado por 140 efectivos de nuestras FFAA, la que culminó con la exitosa liberación de los cautivos, hubo 25 heridos en las fuerzas de élite. El Vocal supremo Ernesto Guisti, el Coronel Juan Valer y el Capitán Raúl Jiménez entregaron su valiosa vida como una ofrenda a la paz, que hoy disfrutamos todos los peruanos. Gloria a ellos.
Posteriormente, denuncias de ejecuciones extrajudiciales de terroristas que habrían sobrevivido al enfrentamiento, motivó una campaña psicológica de organismos de derechos humanos y ONG´s de izquierda y algunos medios de comunicación, contra las tropas de élite, queriendo involucrar a sus conductores en estas acciones e intentando ensombrecer esta operación militar de rescate considerada impecable y reconocida como tal en todo el mundo.
Actualmente los ex rehenes peruanos y extranjeros, todos ellos agradecidos al gobierno de entonces, disfrutan de la grata compañía de sus seres queridos, en sus hogares que bien merecido lo tienen, después de haber vivido un hecho violento que seguramente cambió sus vidas.
Frente a ellos un hombre, quien lideró políticamente la operación de rescate, está privado de su libertad, asistiendo a un juicio en el que sus enemigos políticos, las organizaciones de izquierda caviar y ONG´s de derechos humanos, viene presionando para lograr su culpabilidad a como de lugar.
El pueblo peruano confía en la impecable, correcta, justa y honesta gestión del colegiado que preside el Dr. César San Martín, que contrasta nítidamente con el maltrato y odio que destilan los vocales, y los abogados de la parte civil, al conducir sus interrogatorios contra los oficiales del ejército testigos de la causa. No se debe ceder jamás al chantaje terrorista y sus adláteres.
1 comentario:
LA VICTORIA DE NUESTROS COMANDOS EN LA OPERACION CHAVIN DE HUANTAR SIN DUDA ES UNO DE LOS LOGROS MAS IMPORTANTES DE NUSTRAS FUERZAS ARMADAS QUE ELEVAN NUESTRA MORAL...PERO TAMPOCO DEBEMOS OLVIDAR A NUESTROS HEROES DEL CENEPA QUE, SIN TENER LOS EQUIPOS NECESARIOS SE ENFRENTARON A UN ENEMIGO DISPUESTO A DESTROZARNOS, COLOCANDO MINAS ANTIPERSONALES EN TODA LA FRONTERA, HONOR Y GLORIA A TODOS NUESTROS HEROES QUE MURIERON DEFENDIENDO NUESTRA INTEGRIDAD DE NUESTROS ENEMIGOS INTERNOS Y EXTERNOS...CON ESTO, ME GUSTARIA DEJAR EN CLARO QUE CUALQUIERA QUE HAYA SIDO EL GOBERNANTE ESTABA EN LA OBLIGACON DE HACER PREVALECER EL ESTADO DE DERECHO...
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