No dudamos de las buenas
intenciones del ministro del interior Carlos Basombrio para solucionar el grave
problema de inseguridad que vive el país. Tampoco dudamos de la capacidad y experiencia
del general Oscar Naranjo de la policía colombiana, conocido como el mejor policía
del planeta. No sabemos quiénes lo eligieron y bajo qué parámetros; lo que
aseguran es que llega para conversar con el ministro Basombrio.
Cuando el dinero no es del ministro
de turno, y es de todos los contribuyentes, cualquiera puede solucionar un
problema tan álgido como el de la seguridad ciudadana, contratando a
especialistas de otras latitudes, que puede tener soluciones para su propia
realidad; pero, sabemos que cada realidad es distinta, aunque quieran pintar
los delitos del mismo color.
Colombia y Perú son realidades diferentes, aunque se esmeren
los decisores en afirmar que los delitos tienen las mismas causas, los mismos orígenes
y son comunes a todos los países y por eso, una receta que le dio resultado en
Colombia pude caerle bien a este enfermo, eso está por verse.
El escenario social de cada país es
una realidad diferente, que requiere soluciones diferentes, creativas y
proactivas, en estas se conjugan e involucran a las instituciones responsables,
en nuestro caso: Ministerio del Interior, Ministerio de Educación, Ministerio
Público, Poder Judicial (INPE) y gobiernos locales.
Nuestra Policía Nacional con
seguridad cuenta con oficiales y personal subalterno, que cumplen con los
requisitos y experiencia para la lucha contra el delito y la delincuencia
organizada, lo han demostrado. Su preparación
a lo largo de su carrera, no solo está dado por cursos que realizan en
todos los grados, sino por el trabajo en la calle es su principal fortaleza.
Desde que el señor Basombrio asumió
la cartera de Interior, sus medidas han sido más efectistas y mediáticas,
creemos respondiendo al clamor de la población que pide medidas urgentes, para solucionar la inseguridad
ciudadana. Sin embargo, los robos, asaltos, violaciones, muertes, se vienen
dando todos los días, basta ver la televisión a las 7 de la mañana para recibir
un cóctel sangriento.
Un poco de historia sobre nuestra
PNP, el Instituto de Altos Estudios Policiales (INAEP), fue creado el 20 de
febrero de 1981, en esos tiempos, como una respuesta académica a las exigencias
del servicio policial moderno, para ser eficientes garantes de la paz y la
tranquilidad, contribuyendo de esta manera con el Desarrollo Nacional.
Desde su creación hasta la fecha han
transcurrido 35 años, en este lapso de tiempo han egresado más de 1500 Gerentes Estratégicos, entre
Coroneles de la PNP, de las FF.AA y de la Administración Pública y Privada, así
como Coroneles de Instituciones policiales extranjeras; constituyendo 34
Promociones hasta la fecha.
Desde el 2001, se desarrolló el “Programa de Investigación en
Administración y Ciencias Policiales” (PIACIP). A partir del año 2011 se
modificó la denominación del PIACIP por el Programa
de Alto Mando de Orden Interno y Desarrollo Nacional (PAMOID), desarrollan la
Maestría en Orden Interno y Desarrollo Nacional. El plan de estudios tiene un
año de duración. Al concluir los participantes egresan calificados, para
asesorar y liderar la gestión estratégica, al más alto nivel en las
instituciones públicas y privadas.
No sé si ustedes infieren de lo
anterior que, dada la categoría, el nivel y experiencia del INAEP, están los
Oficiales del Alto mando policial de nuestra PNP, en condiciones de asumir su
propia reingeniería y reestructuración; creemos que sí. Por qué no lo hacen, es
decisión política, más que técnica.
Entonces, cabe la pregunta, es
necesaria la presencia de un policía extranjero que no conoce nuestra realidad,
ni la problemática de nuestra policía; cuánto tiempo le tomará para empaparse
de la problemática e iniciar sus actividades de asesoramiento de manera eficaz
y eficiente al ministro Basombrio.
Se dice que nuestra policía es
corrupta, que algunos de sus miembros están involucrados en actividades fuera
de la ley; no dejan de tener razón, lo vemos a menudo, el mismo Basombrio lo ha
denunciado al hacerse cargo del ministerio; pero, frente a ello existen los
policías con vocación, los verdaderos defensores de ley y el orden, quienes abogan por una
institución respetable y respetuosa y que conquiste nuevamente la confianza de
la población.
Porque en la diligente tarea de la
lucha contra la criminalidad organizada, están los miles de policías buenos que
diariamente se juegan la vida por brindar seguridad a una población cansada y temerosa.
Tenemos confianza que existe al interior de la institución policial, verdaderos
policías que quieren un cambio en la estructura organizacional, recuperar su
identidad y el respeto de la población como ha sido antes.
Si no se tiene confianza en las
capacidades y fortalezas de los policías, para que realicen una gran
reestructuración y reingeniería al interior de su misma institución y para
suplir esta desconfianza se trae a un policía extranjero, entonces, que razones
hay para seguir preparando a policías en maestrías, doctorados y diplomados
sino no van a utilizar toda la experiencia que tiene el INAEP. Que responda el
ministro Basombrio.
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