La memoria de los peruanos es tan frágil, que
pareciera haberse instalado un Alzheimer apasionado. La mayoría olvidó rápidamente de errores,
hechos u omisiones de algunos funcionarios del pasado. No hace sino una década
que el sociólogo y periodista Basombrio, se desempeñó como Viceministro de Gino
Costa en el Ministerio del Interior.
Numerosos ataques ha recibido Carlos Basombrio desde
que fue designado como futuro Ministro de esta importante cartera. Los dardos
llegaron de distintas direcciones. Algunos congresistas dijeron que no daba la
talla, que no es el mejor para el cargo, que no reúne el perfil, aunque
Basombrio asegura que “conoce el Ministerio de arriba abajo”.
No dudamos de la seguridad con que afirma Carlos
Basombrio respecto del conocimiento del
Ministerio del Interior. Algunos dirían en son de broma “probablemente ha subido y bajado las escaleras muchas veces”.
Pero, conocer el Ministerio es una cosa y otra muy
distinta es conocer la problemática policial, esta no se arregla con estudios
hechos en gabinetes, como sostienen los que realmente conocen el problema, “se
tiene que haber vivido al interior de la policía y conocer de cerca los
problemas que aquejan a la fuerza policial desde sus cimientos”.
Para nadie es un secreto, menos para un sinnúmero de estudiosos
de la problemática policial y la seguridad ciudadana, que nuestro país
atraviesa una situación de inseguridad alarmante, generada por la violencia
que rebasa la capacidad de control de
las instituciones del Estado, que está afectando gravemente la calidad de vida
de nuestra gente, la estabilidad jurídica y ahuyentando las inversiones.
Durante
el gobierno de Humala han pasado por el Ministerio de Corpac siete ministros,
ninguno encontró la llave maestra para poder frenar de golpe la grave situación
criminal del país. El Gobierno ha pretendido resolver el problema del crimen
violento, confiando sólo en la adquisición de armamento, motocicletas y
patrulleros, esta última cuestionada compra que dará en el futuro motivo de
investigación y ojalá de denuncia.
Es
cierto, Humala solo citó a los integrantes del Consejo de Seguridad Ciudadana en
una sola oportunidad al inicio de su gobierno y después se olvidó de este
organismo. Aparentemente, en este campo no existirían Políticas Integrales de
Estado, se percibe ausencia de los sistemas multisectoriales responsables de
implementar medidas para enfrentar este fenómeno.
El ex ministro del
Interior del gobierno de Toledo Fernando Rospigliosi el año 2015 criticando al
gobierno de Ollanta Humala expresó: “El presidente privilegia claramente el uso
político de la policía, así como trata de controlar y manipular a otras instituciones...
y está empeorando cada día la situación de la policía, desorganizándola,
creando nuevas direcciones y nuevas unidades que lo único que hace es
fragmentar más la labor policial” (Rospigliosi, entrevista www.peru
21.pe)
No se sabe nada respecto a la instancia encargada de
establecer coordinaciones entre la PNP, Municipalidades, Instituciones
públicas, organismos privados y la sociedad civil organizada, dando lugar a que
se dupliquen esfuerzos en el desarrollo de acciones relacionadas con la
Seguridad Ciudadana, con el consiguiente perjuicio económico y desgaste
innecesario del recurso humano.
No debe escapar a conocimiento de Carlos Basombrio que
la PNP tiene el Instituto de Altos Estudios Policiales (INAEP) ¿Se puede
obviar, los numerosos trabajos de investigación realizados por los oficiales? Temas
importantes como: Orden Interno, Seguridad Ciudadana, Orden Público, son pan de
cada día, realizados con la rigurosidad que exigen las universidades en sus
programas de post grado.
En el Instituto de Altos Estudios Policiales – INAEP, los
Coroneles de la PNP que llegarán a los más altos cargos de la Institución, durante
un año, “se especializan en gestión
administrativa, además incrementar sus conocimientos técnicos y científicos
especializados en las áreas de Orden Interno y Desarrollo Nacional. El INAEP
constituye el laboratorio de investigación de la problemática policial”.
Como recordando que este problema de la inseguridad
ciudadana no es nuevo, el año 2015 Jorge Luis García Esquerre en su Tesis “Demandas del siglo XXI con institución
policial del siglo XX” para optar el grado de Magister en Ciencia Política
y Gobierno, mención en Gestión Pública, criticando al gobierno de Alejandro
Toledo, expresó lo siguiente:
“El
Partido Perú Posible se convirtió en partido de gobierno y al no tener entre
sus filas a tecnócratas o especialistas en políticas públicas de seguridad, nombró
en dos oportunidades como titular del Ministerio del interior a un independiente:
Fernando Rospigliosi Capurro. Rospigliosi se encargó de llevar un equipo al
ministerio, entre ellos su viceministro Gino Costa Santolalla y asesores, entre
los que destacan Carlos Basombrío Iglesias, Dante Vera, Manuel Boluarte, Rubén
Vargas, Susana Villarán de la Puente (nombrada posteriormente Defensora del
Policía), Jorge Avendaño Valdés y Juan Briceño Pomar, vinculados algunos de
ellos a organizaciones no gubernamentales”.
Basombrio ha
adelantado, en un arranque de sinceridad o ingenuidad que en la PNP hay muchos
generales para la cantidad de efectivos policiales que maneja, puso como
ejemplo de eficacia a la Policía de Colombia. Lo que no ha dicho es que esa
reforma policial en Colombia tiene un alto costo económico y ha tenido y tiene
aún el apoyo del gobierno de EE.UU.
La seguridad
ciudadana es una tarea muy importante para que la manejen improvisados que han
fracasado en el pasado. Durante el gobierno de Toledo fracasó la mal llamada
reestructuración de la PNP, este gobierno que se va al inicio también aplicó la
herramienta fácil de pasar al retiro por renovación a importantes cuadros. Lo
expresado por el futuro ministro del interior es de preocupación, se vienen
nuevos pases al retiro y el problema principal esperará la decisión.
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