“Nosotros hemos dicho siempre que las FFAA son parte de la Nación, porque ellas están formadas por hijos del pueblo, hijos de las clases medias. Nunca hubo hostilidad nuestra contra ellos”
Víctor Raúl Haya de la Torre
Las últimas declaraciones del presidente Alan García respecto a las FFAA de la nación, nos han dejado profundamente consternados y anonadados. Que se exprese de esa manera el presidente de Bolivia o la presidenta de Chile, no sería ninguna novedad, ni tendría ninguna importancia para los peruanos.
Qué separa al fundador del Apra Víctor Raúl Haya de La Torre de Alan García Pérez, respecto a las FFAA de la Nación. Consideramos que es el discurso que emplea el actual mandatario, muy confrontacional frente a las FFAA. Las continuas reclamaciones y movilizaciones del personal en retiro, viudas y discapacitados de las FFAA, plenamente justificados para la gran mayoría de la población, parece que lo han molestado y podrían ser la causa.
Sin embargo, debe quedar absolutamente claro y prístino que nuestras FFAA pertenecen a la Nación peruana. Quiere decir que, es de todos los peruanos. No son del gobierno de turno. Por tanto, merecen no solo consideración por el importante rol que cumplen, sino un profundo respeto y agradecimiento por los significativos servicios prestados al Perú desde el inicio de la República, especialmente en sus horas más aciagas.
La actual Constitución considera al presidente como Jefe Supremo de las FFAA y PNP. Rol que puede desempeñar cualquier ciudadano elegido por el voto popular y democrático; pero, ello lo impele también a cumplir funciones y altas responsabilidades, respecto a las organizaciones castrenses, como se sabe, son garantía de la Independencia y Soberanía de nuestro país.
Por ello, buscamos comprender las razones de este dislate. Mientras el 23 de agosto de 1931 Víctor Raúl Haya de la Torre en un discurso pronunciado en la Plaza de Toros de Lima, expresó “…Nosotros queremos que las instituciones armadas del país guarden su independencia, pero somos absolutamente partidarios de que el estado, no solo les garantice independencia y progreso sino también dignificación y honor”. (1)
En pleno siglo XXI el presidente Alan García que suponemos lleva adelante la bandera que defendió Haya de la Torre y en su doble condición de presidente y jefe Supremo de las FFAA y PNP, declaró "...Aquí no he venido para aprobar un bono que me propone el congreso y ser amigo del Ejército... Yo no quiero amigos. No habrá bono ni menos aumento de sueldos en el 2010 para las FFAA...”. ¿Qué podemos esperar?
Lo que nos está diciendo es, que no cumplirá con sus promesas electorales, ni tampoco con aplicar el Decreto Supremo 213-90-EF que aprobó las remuneraciones, bonificaciones, beneficios y pensiones del personal militar y policial, a partir del 1 julio 1990. Estas declaraciones son elocuentes y permiten conocer en su real dimensión los sentimientos antimilitaristas del actual mandante de la casa de Pizarro.
Víctor Raúl Haya de la Torre siempre expresó su adhesión a los institutos armados, lo hizo valientemente cuando pronunció su Manifiesto a la Nación del PAP, el 28 de julio de 1962, allí dijo “Las argumentaciones que han pretendido hacerse promoviendo diferencias entre el Ejército y el Partido Aprista carecen de fundamento. Nuestra adhesión a los Institutos Armados no es un recurso oratorio del momento. Está basado en nuestro concepto económico y político del Estado, es un resultado lógico de nuestra ideología, un resultado lógico de nuestro programa de reorganización”. (2)
Recordar al fundador del partido aprista es no solo reconocer su inteligencia y sus grandes dotes de orador, sino especialmente el respeto y consideración que siempre tuvo por las FFAA y PNP, pese a la persecución de que fue objeto durante casi toda su vida política, por defender sus ideas, que hoy están en controversia.
Allí quedan como huella indeleble los discursos protocolares y respetuosos que expresara en movilizaciones, marchas o auditorios expresamente reunidos para escucharlo. Haya de la Torre reconocía la extraordinaria misión y finalidad de las FFAA y Policía, siempre las consideró esenciales para la vida de la República.
El 12 de noviembre de 1933 en su Manifiesto a la República el líder fundador del PAP expresó “Acusados de enemigos del Ejército, hemos sostenido y sostenemos los amplísimos puntos de nuestro programa que reconocen el mantenimiento de la fuerza Pública (Ejército, Policía, Armada y Aviación) como condición esencial para la vida de la República” (3)
Respecto a la situación económica y las remuneraciones y pensiones de la fuerza pública, en ese mismo discurso expresó: “(…)Reconocer, igualmente, la importancia de la elevación ético, profesional y técnico cultural del oficial, y, para su más amplia seguridad económica, propicia que la Sociedad Mutualista Militar debe aumentar su capacidad económica organizándose sobre bases científicas, cooperativamente, para que, coadyuvando a la retribución de los servicios prestados, logre el aumento de las actuales pensiones de retiro, invalidez, montepío dando facilidades a los pensionistas en orden a su economía particular (…)”. (4)
Los grandes postulados ideológicos expresados por Víctor Raúl Haya de La Torre a lo largo de su vida y por los cuales sufrió encierro y persecución, han quedado perennizados en sus innumerables obras para su seguidores, que sin lugar a dudas son miles y su lectura con seguridad es memorable. Hoy han sido dejados de lado por el actual mandatario.
No creemos que el actual presidente se considere un predestinado y un iluminado para conducir los destinos de nuestro país. Nadie puede conducir una nave solo. Se requiere de la colaboración y apoyo de todas las fuerzas vivas de una nación y ellas incluyen a los militares y policías aunque no sean de su agrado. Las bases apristas de pan con libertad y la social democracia internacional de la justicia social, han sido dejados de lado. Es una pena.
Notas:
(1) al (4): El Libro Rojo de Haya de la Torre. Rolando Pereda Torres. Instituto de Estudios Antiimperialistas N° 3. Lima, febrero 1979.
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