Esta semana en nuestro país se ha llegado a las injurias y los agravios, contra el Vicepresidente Almirante AP Luis Giampietri, respetado miembro de nuestra Armada, que ha dado muestras de patriotismo en varias ocasiones y en el presente, al defender la posición de las FFAA y PNP respecto a la necesaria y urgente mejora de sus remuneraciones, pospuestas desde que se inició este gobierno.
Bastó que el Vicepresidente Giampietri miembro de la comisión de Defensa Nacional del Congreso, expresara su total respaldo al proyecto del bono para las FFAA y PNP, para que le saltaran a la yugular, personajes que deberían permanecer callados debido a la importante función que cumplen.
Cuál fue su delito, ser consecuente como miembro en retiro de las FFAA, con el proyecto del bono y las necesidades de mejorar la situación económica de soldados y policías, que como es de conocimiento público y se ha repetido hasta la saciedad, lleva 20 años retraso. ¿Es eso un delito? ¿Es válido decirle traidor por ello?
Por otro lado, a principios de esta semana en Chile, la presidenta Michelle Bachelet promulgó la ley que establece un ajuste de remuneraciones de las FF.AA chilenas. Esta medida beneficiará a 55 mil uniformados y civiles. Bachelet señaló que este es el reajuste salarial "más importante que han recibido las Fuerzas Armadas desde 1990 y uno de los más relevantes del último medio siglo", y tiene como fin lograr "un sistema de defensa moderno, efectivo, eficiente y sujeto además a los controles propios de una democracia moderna".
A diferencia del gobierno aprista, que hasta la fecha no ha cumplido, con sus compromisos electorales respecto de la situación económica de militares y policías. La presidente Bachelet destacó, que este es el primer reajuste de remuneraciones que no se realiza mediante delegación de facultades en más de 40 años, lo que constituye, "el grado de madurez democrática y refleja la solidez y el sentido de Estado de nuestra Política de Defensa".
El discurso actual del presidente Alan García respecto a las FF.AA ha cambiado de un tiempo a esta parte. Se ha vuelto confrontacional. No sabemos a ciencia cierta cuáles son sus razones. La carta dirigida al Presidente del Congreso demuestra la poca o nula consideración que guarda por los uniformados. ¡Y es el Jefe Supremo de las FF.AA y PNP!
Una muestra de ello es que no recibe al Vicepresidente Giampietri desde diciembre. La otra la constituyen las diferentes expresiones en diversos escenarios, buscando enfrentar a las FF.AA con los maestros y trabajadores. Es conveniente precisar que los integrantes de estas organizaciones militares provienen del pueblo y tienen claramente definido el concepto de patriotismo.
Que distinto el discurso del líder y fundador del Apra, a modo de recuerdo glosamos algunas expresiones, como la del 23 de agosto de 1931 Víctor Raúl Haya de la Torre en una alocución pronunciada en la Plaza de Toros de Lima, expresó “…Nosotros queremos que las instituciones armadas del país guarden su independencia, pero somos absolutamente partidarios de que el estado, no solo les garantice independencia y progreso sino también dignificación y honor”. (1)
Consideremos que el actual escenario de nuestro país, nos presenta un panorama en el que los policías deben “alquilar” su día franco en bancos, pollerías, tiendas de abarrotes, AFP´s y construcciones, no solo denigrándose como personas y sin desear afectando la imagen de su institución. Todo lo cual afecta la seguridad y debilita la lucha frontal contra la delincuencia común y organizada, que es su principal función.
De manera análoga los militares tienen que buscar la forma de llevar un pan más a sus hogares. Una gran mayoría de los niveles subalternos deben buscar una actividad adicional. Muchos hacen taxi y “cachuelean” en actividades de seguridad durante las noches y utilizando sus horas de descanso después de sus horas de trabajo. ¿Hasta cuándo seremos testigos invisibles, observadores miopes de esta grave situación que afecta la seguridad del país?
Por ello, nuevamente apelamos al discurso de Haya de la Torre, quien respecto a la situación económica, remuneraciones y pensiones de la fuerza pública, expresó: “(…)Reconocer, igualmente, la importancia de la elevación ético, profesional y técnico cultural del oficial, y, para su más amplia seguridad económica, propicia que la Sociedad Mutualista Militar debe aumentar su capacidad económica organizándose sobre bases científicas, cooperativamente, para que, coadyuvando a la retribución de los servicios prestados, logre el aumento de las actuales pensiones de retiro, invalidez, montepío dando facilidades a los pensionistas en orden a su economía particular (…)”. (2)
Por eso, observamos con preocupación y envidia la gran diferencia entre el trato del Ejecutivo a nuestros soldados y policías y el que en Chile le dispensa no solo el gobierno, sino la población entera. El gobierno de Bachelet antes de finalizar, está solucionando democráticamente y con gran madurez, una situación de desigualdad en los salarios de sus FFAA, retrasado por más de 10 años. En nuestro país el retraso es de dos décadas.
Si comparamos los sueldos de las FFAAA y Carabineros de Chile con sus pares peruanos, existe una gran diferencia a favor de los chilenos y con el aumento, superarán largamente a nuestros militares y policías. Tengan en cuenta que en la Subregión los peores pagados son peruanos y bolivianos.
Así, el incremento en las remuneraciones, significará un aumento promedio de aproximadamente un 12,3%, al que se suma reajuste general de remuneraciones para el sector público de un 10%. Con esta medida, se asegura a los profesionales del sector militar una remuneración acorde con su condición y se evita la fuga de talentos al sector privado.
Señor presidente, se debe buscar una solución urgente al grave problema salarial de las FFAA y PNP. Debe cesar el discurso confrontacional al que se ha apelado estas últimas semanas, altamente ofensivas que no conducen a ningún derrotero.
Sabemos que usted sigue y practica las enseñanzas y ejemplo de los postulados del líder de su partido Víctor Raúl Haya de la Torre, con seguridad él hubiera querido ser consecuente con su propio discurso respecto a la fuerza pública, como llamaba a las FFAA y PNP.
Notas:
(1) y (2): El Libro Rojo de Haya de la Torre. Rolando Pereda Torres. Instituto de Estudios Antiimperialistas N° 3. Lima, febrero 1979.
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