Por: Arturo Castro.
Cómo se puede calificar a aquellos personajes públicos, políticos, empresarios, que no han cumplido sus promesas cuando han accedido al gobierno nacional, regional o local, o a sus responsabilidades cuando han accedido a algún cargo. Qué valoración le podemos dar a aquellas personas que han hecho de la mentira, la corrupción y la envidia su modus operandi, su forma de vida.
Unos, se han vendido a la corrupción, otros han olvidado su responsabilidad de perseguir el delito e impartir justicia por intereses personales o crematísticos, o han vendido la línea editorial de sus medios por unos dólares más. Se han aprovechado de sus cargos ministeriales o congresales, funcionarios públicos y han delinquido de la manera más cínica traicionando los intereses del pueblo.
Lo más grave, hay de aquellos que han hecho de la violencia y el terror una forma de imponer su voluntad violando los derechos humanos de la población. Se han levantado en armas utilizando el terrorismo para imponer ideologías trasnochadas que han fracasado en otros países, donde solo han dejado destrucción económica, desolación, hambre, miseria y pobreza.
El escenario político-social y económico que atraviesa nuestro país, es realmente preocupante. Lo sucedido en el Congreso esta semana es realmente muy grave, el nombramiento de Josué Gutiérrez como defensor del pueblo, sin los pergaminos ni la talla para este cargo, ha sido acremente criticada por varios sectores, algunos dicen para cerrarle el paso a los caviares a esta entidad.
El blindaje a los congresistas mal llamados “niños”, a quienes libraron de una acusación constitucional, la presión del Ejecutivo para apoyar un proyecto de ley que modifique el reglamento del Ejecutivo para permitir que la presidenta Boluarte se aleje del país y gobierne utilizando las redes sociales, contraviniendo la Constitución, sigue de aprobación en aprobación desde la comisión de Constitución donde ha sido aprobada y pasará al debate del pleno.
Por otro lado, en Puno no cesan las movilizaciones contra el gobierno de Dina Boluarte, y ya se está anunciando una nueva movilización con una nueva toma de Lima por personas violentas al margen de la ley quienes mediante actos subversivos de violencia terrorista, atacarán la propiedad pública y privada como hicieron en enero, febrero y marzo del presente año.
Pareciera que la historia de nuestro país estuviera empedrada por los esqueletos de cientos de traidores a la patria, los ejemplo son claro y contundentes, pero considero que el acto más grave que ha sucedido en 1879 es uno de los capítulos mas negros de nuestra historia, por las implicancias geopolíticas la perdida de territorio, además de lo que significó para nuestro país en los campos político, social y económico debido a la derrota frente a Chile.
Veamos, el ejemplar del día 19 de diciembre de 1879 de El Comercio, en su editorial publicó, “No creemos que haya quien de buena fe tome a lo serio el decreto expedido por el general Prado en los momentos de emprender su viaje a Europa; viaje que, por otra parte, tiene todos los caracteres de una fuga. “…; pero no habrá hombre de sentido común que espere en realidad semejante ventaja del viaje tan sigilosamente preparado y que tan honda sorpresa ha producido en el público”. [1]
El mismo diario critica al general Prado a quien considera prácticamente un incapaz, para realizar una comisión tan importante en momentos tan difíciles para el Perú, preguntándose “¿Qué adelanta el país con su viaje?”. Luego agrega que no se necesita probar que, “el viaje del general Prado no significa otra cosa que una vergonzosa deserción”. [2]
Respecto al abandono de su familia en circunstancias tan peligrosas, el diario considera a Prado un inepto y desleal y un padre desnaturalizado “… y se necesita que lo sea, para que, estando en su juicio, haya abandonado su familia dejándola expuesta a los peligros de la situación…”. [3]
Han transcurrido 144 años de ese vergonzoso episodio y sin embrago, la traición sigue latente y vigente en nuestra realidad, en nuestro escenario político cargado de viles felonías, en el que el “toma y daca” es la agenda del día, realidad en que ni el Congreso puede eludir su responsabilidad frente a hechos que lindan con la traición a la confianza ciudadana.
Los acuerdos entre los grupos políticos atomizados en el Congreso han traído como consecuencia que el fariseísmo político se ha dado la mano con los fenicios de la política, aquellos que venden su alma y honor “por un plato de lentejas” y juntos como hermanos, “una mano lava la otra y las dos la cara”
En un artículo anterior, en este mismo blog, afirmábamos que “Nuestra historia está plagada de ejemplos de traición especialmente en el ámbito político, luchas intestinas, caudillismo, civilismo, que han marcado etapas de nuestra historia, que a través de los años se han convertido en un lastre. Este lastre no ha permitido la consolidación de la unidad nacional, unión, ni ha ayudado a mantener un sentimiento de pertenencia y orgullo nacional. Esa es la triste realidad”. [4]
Describimos en esa crónica, cómo es que la historia nacional, aun cuando no éramos un Estado-Nación, pero gobernaban los Incas en estos territorios y con la llegada de los Castellanos, se produjo la primera traición, Atahualpa a Huáscar, o viceversa, después, la traición de Francisco Pizarro a Diego de Almagro.
Luego vendría la herencia nefasta de Manuel Pardo y Lavalle que firmó en 1873 no sabemos pensando en qué, un tratado defensivo con Bolivia, Argentina se abstuvo de firmar este acuerdo, la mala decisión de Pardo de suspender la compra de armas, entre ellos los dos blindados que debió adquirir, así como licenció el 70% de efectivos tropas del ejército y aumentó los efectivos de la guardia nacional.
Después de la fuga del general Mariano Ignacio Prado, mediante un golpe de estado Nicolás de Piérola se hizo del poder, se declaró presidente regenerador, hizo cambios en la administración del gobierno, nombrando nuevos ministros y reorganizó el ejército. Por otro lado, es conocido el episodio siguiente , el coronel Segundo Leiva que reemplazó al general Beingolea en la 2da división del sur, se estableció en Arequipa, desde este cómodo lugar, alejado de la guerra, hizo oídos sordos a los telegramas urgentes del coronel Francisco Bolognesi desde Arica,
El coronel de guardias nacionales Agustín Belaunde, quien estaba al mando del batallón “Cazadores de Piérola”, y era pierolista, en la junta de guerra que se realizó para decidir la defensa de la plaza de Arica, tuvo una opinión discordante con la mayoría, fundo su voto en la capitulación, escapó después de conocer su sanción.
Otro hecho nefando, innoble y traicionero fue el que protagonizó el general boliviano Hilarión Daza. El general Daza se fue a Bolivia desde la quebrada Camarones, pretextando mil argucias abandonó la guerra y nunca llegó a su destino para apoyar al general Buendía.
“En Camarones Daza engañaba al ejército haciéndole creer que era llamado por Prado, para combatir a los chilenos en Sama; y al general Prado le decía por telegrama que sus soldados se habían sublevado y que los jefes rehusaban seguir la marcha”. [5] El general Daza antes de salir de Tacna habría sido abordado por agentes chilenos que lo habrían convencido para nunca llegar a Pisagua.
El 31 de agosto de 1882 el general Miguel Iglesias dirige una proclama a los ciudadanos del país desde Cajamarca, fue bautizado el grito de Montán. La posición del general Iglesias para finalizar la guerra era la firma de la paz sin importar ceder territorio nuestro a la voracidad chilena, sin importarle el honor y dignidad nacional.
Durante las conversaciones entre Jovino Novoa plenipotenciario chileno y su gobierno, le indica en un telegrama del 24 de enero de 1883: “En buenos términos le decía Novoa, en nuestras manos está hacer o no gobierno a Iglesias, quien por supuesto no tendrá alas para volar sino cuando en forma conveniente hubiese aceptado las bases de Chile”. [6]
El presidente chileno Domingo Santa María le contestó el 15 de febrero 1883: “Creo que estamos en la misma cuerda y por ahora no veo a que otra parte pudiéramos llevar nuestros esfuerzos, No queda más que Iglesias digan lo que quieran sobre él los de aquí y los de allá. Es el único hombre que tiene coraje para decir lo que siente y que lo tendrá para hacer lo que crea conveniente. Nosotros debemos fortificarlo y ver modo que su poder sea absoluto y verdadero en todo el Norte. Si logramos darle cuerpo debemos apresurarnos a tratar con él que, si mañana cae porque sus mismos paisanos lo tumban, no por eso dejará de ser cierto, verdadero y eficaz el tratado que habríamos firmado”. [7]
Otro ejemplo que configura la traición es la que narramos a continuación: Andrés Avelino Cáceres, se encontraba luchando contra las fuerzas chilenas en la zona andina, desde Izcuchaca el 6 de febrero de 1882, le dirige dos cartas al pierolista coronel Arnaldo Panizo quien permanecía en Ayacucho. Las fuerzas al mando de Panizo habían pasado bajo el mando de Cáceres, sin embargo, Panizo no le reconoce autoridad y no se incorpora a la organización del ejército de resistencia.
Frente a este hecho, Cáceres emprende marcha sobre las fuerzas de Panizo y las vence en la batalla de Acuchimay, Cáceres perdona a los jefes que estuvieron bajo el mando de Panizo.
En la década de los sesenta del siglo XX las Fuerzas Armadas del Perú entraron en una febril modernización que abarcó las tres instituciones; así como una preparación de sus efectivos en operaciones, cuyo objetivo era tener a la fuerza operativa en condiciones de invadir territorio chileno y recuperar Arica y Tarapacá, aprovechando las falencias y debilidades de las FF. AA chilenas.
Nuevamente, es la traición la protagonista de estos hechos: “El 06 de agosto de 1976, era el día “D” para recuperar Arica y Tarapacá, los guerreros del Perú de aire, mar y tierra, estábamos aprestados desde antes del 18 de febrero, cuando se reunieron Banzer y Pinochet en ´El abrazo de Charaña´, fecha que, en un acto desesperado de Chile, Pinochet ofreció la salida soberana por Arica a Bolivia, con el objetivo de impedir el ataque de nuestras tropas. Llegó a conocimiento de los chilenos que de concretar el ofrecimiento de entregar la salida al mar a Bolivia, nuestros 400 blindados, el ejército de tierra y 1200 paracaidistas, con nuestra flota aérea, fuerzas navales y miembros de la Guardia Civil para el control poblacional, irrumpiríamos hacia Arica y Tarapacá, en tres columnas (…).”[8]
“Estados Unidos (Kissinger) comprendió que la decisión de Velasco para recuperar Arica y Tarapacá era irreversible, perder la guerra por parte de Chile, representaba la caída del régimen y la izquierda volvería al poder frente al anarquismo que genera la derrota. Con ese panorama maquinaron el golpe de estado para sacar del poder a Velasco, ubicaron a los felones con el cabecilla Morales Bermúdez. La felonía fue detectada por el Grl. Gilardi, puso al corriente a Velasco de la conspiración de generales del entorno, entre ellos Richter, Graham, Vargas Prieto, Fernández Maldonado, Rodríguez Figueroa, Sala Orosco, Bellina, Sánchez y otros más (…)”.[9]
Por ello, no podemos dejar de mencionar a otros traidores en el siglo XX, quienes con sus acciones y decisiones demostraron su odio enfermizo y violento al país, a la nación peruana, y trajeron desolación, muerte y destrucción con actos terroristas, me refiero a los terroristas el fallecido genocida Abimael Guzmán Reinoso líder del PC Sendero Luminoso y a Víctor Polay Campos líder del MRTA.
Abimael Guzmán pasó a la clandestinidad en 1976 y preparó a sus huestes para la lucha armada. El 17 de mayo de 1980, le declaró la guerra al Estado peruano quemando papeletas electorales en el poblado ayacuchano de Chuschi. Durante 12 años dirigió los atentados y asesinatos más violentos de la historia republicana.
Durante los años de violencia senderista, murieron policías y soldados, civiles de toda condición social; autoridades electas, comuneros. El camarada Gonzalo, se ensañó con los sectores más populares que se resistían a su ideología. Destruyeron infraestructura estatal y privada por millones de dólares.
Allí “han
quedado presentes para la historia: las masacres de Lucanamarca (Ayacucho),
Mapotoa y Yaynapango (Comunidades Ashánincas de la selva central), así como el
asesinato de líderes como María Elena Moyano”.
Y qué podemos expresar respecto del Ministerio Público y Poder Judicial, donde existen jueces y fiscales que no cumplen a cabalidad la defensa de la sagrada finalidad para la que fueron creados ambos organismos, siendo uno de ellos un Poder del Estado.
El caso Odebrecht es el ejemplo más clamoroso y patético del fracaso de la fiscalía, los responsables dos fiscales calificados de mediáticos y que politizaron la justicia en la etapa de las investigaciones e interrogatorios a los responsables en Brasil y que, hasta el presente, no han acusado a ningún personaje comprometido, todos gozan de libertad.
Los fiscales Vela y Pérez en nombre del estado peruano han firmado un contrato o convenio con la justicia brasileña. Dicho convenio está guardado bajo siete llaves y no se sabe absolutamente nada sobre su contenido. Han pasado 5 años, podría calificarse de sospechoso, porque ha beneficiado a la empresa brasileña corrupta y ha perjudicado a 33 millones de peruanos. ¿Alguna vez sabremos el contenido del bendito convenio? ¿Vela y Pérez le permitirán esta licencia a la Nación peruana?¿Ambos fiscales están traicionando a la Nación peruana? Porqué tanto misterio.
[1]
Diario El Comercio, 19 de diciembre de 1879. BNP.
[2]
Ibid.
[3]
Diario El Comercio, 19 de diciembre de 1879. BNP.
[4] https://amaruperu.blogspot.com/2020/07/la-traicion-y-el-odio-inveterado.html
[5] La
traición y el odio inveterado. https://amaruperu.blogspot.com
[6]
Ibid.
[7]
Ibid.
[8]
¿Por qué Morales Bermúdez es considerado un traidor? https://www.erepublik.com/en/article/2502478
[9]
Ibid. https://www.erepublik.com/en/article/2502478
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