Australian War Memorial

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EXTERIOR DE MEMORIA DE LA GUERRA-AUSTRALIA

domingo, 23 de abril de 2017

16 de abril de 1879, retorno de Nicolás de Piérola al Perú




Después de siete años de ausencia del país, Nicolás de Piérola regresa a la patria que lo vio nacer, después de haber permanecido exilado y perseguido en Chile, Francia y Gran Bretaña, maquinando y preparando sus revoluciones contra los presidentes Manuel Pardo y Mariano Ignacio Prado.




Del editorial del Diario La Patria de 16 de abril de 1879 “Manifestación y bienvenida al señor Piérola-Su entrevista con S.E.”.

“Sea nuestra palabra editorial de hoy de bienvenida al patriota distinguido que vuelve al país al cabo de siete años de ausencia.

Fruto de la guerra temeraria a que nos ha empujado Chile, es la unión de los peruanos y el olvido de las disidencias y rencores que engendró la política, y fruto de esa unión sincera y positiva, es el regreso a la patria del mismo a quien hoy saludamos con efusión y entusiasmo.

Ni encarecimiento de su conducta, ni elogios al gobierno que a su turno se ha colocado en muy alta posesión, haremos nosotros en la ocasión presente, porque creemos que todos han cumplido con su deber, y que son causas demasiado pequeñas ante la gran preocupación que produce la guerra, así por su influencia inmediata en todo orden y escala, cuanto por sus consecuencias futuras cuya grandeza y trascendencia no es posible apreciar por el momento.

Por otra parte, la solemnidad misma de la manifestación que le han hecho los pueblos del Callao y de Lima; la espontaneidad con que la multitud vitoreaba a la vez que al Perú y al señor Piérola, al gobierno y a la unión, nos eximen de formar comentarios, porque ninguna expresión podía traducir fielmente la nobilísima elocuencia de tales hechos.

Nos limitaremos pues a narrarlos con la fidelidad de quien tiene diez mil testigos que pudieran desmentirlo.

Desde las primeras horas de la mañana los trenes que partían de Lima al callao iban completamente llenos de gente y en el expresamente preparado para conducir a sus amigos más íntimos, no cabían los pasajeros, siendo forzoso añadir más vagones.
Dejemos la palabra a nuestro corresponsal en lo relativo al callao. Dice así ‘La recepción de Don Nicolás de Piérola en este puerto ha sido verdaderamente esplendida.

Desde muy temprano una crecidísima concurrencia invadía el muelle y las avenidas inmediatas. A las 8 y 45 llegó un convoy extraordinario conduciendo numerosas personas de esa capital que venían a recibirlo. En los trenes anteriores y siguientes vinieron también muchas familias con el mismo objetivo.

A la 1 p.m. circuló la noticia de estar a la vista el vapor. La concurrencia que se había diseminado, comenzó de nuevo a aglomerarse a las inmediaciones del Dársena, donde permaneció un numeroso gentío, esperando con gran interés todos los botes que se desprendían del vapor. A la 1.30 p.m. llegó el bote de la capitanía conduciendo al señor don J. Antonio Lavalle, nuestro enviado cerca del gobierno chileno, que vuelve de su comisión.

Todos creyeron que el señor Piérola le acompañaba. Equivocándolo con otro caballero que venía en el mismo bote; pero pronto se desengañaron, permaneciendo aun media hora más en expectativa.

Cuando desembarcó el señor Piérola, la multitud se había hecho tan compacta, que fue menester grandes esfuerzos para abrirle paso. En medio de las felicitaciones de sus amigos, los aplausos y los vivas de los concurrentes, llegó a la estación del Ferrocarril Trasandino, donde lo esperaba un tren preparado al efecto. Para tomar el coche fue preciso esperar más de quince minutos, haciendo la policía inauditos esfuerzos mientras se lograba atravesar la masa de gente que invadía la estación, empeñosa de verlo de cerca.

Una vez en el tren el señor Piérola, salió al balcón del último carro y pronunció las siguientes palabras, estrepitosamente aplaudidas por los oyentes:
‘Pueblo del Callao, el abrazo que vengo a daros compensa los siete años de sacrificios que he pasado fuera de la patria.

Vivo de la vida del pueblo; pienso con su pensamiento, y me complace infinito encontrarlo sin bandos ni divisiones, condición indispensable en las actuales circunstancias, para vengar el ultraje inferido al Perú.
Amo al Callao y siento no poder dividirme para abrazar a todos los hijos del Perú; pero el saludo que envío importa un abrazo general.
¡Viva el Perú!
¡Viva el Callao!’

Obligado a hablar en diversas ocasiones y contestando a los discursos que se le dirigieron, manifestó, que habían, por su parte, desaparecido los partidos políticos en el Perú, y que no debía haber en los peruanos más sentimiento que el patriotismo, ni más ahínco que el de la gloria.

Que la ofensa hecha por Chile no hería solamente intereses peculiares del Perú, sino los de la América toda, y que así como al Perú le cupo en Ayacucho la suerte de sellar la integridad de la América, estaba hoy en el deber de conservarla.

Concluyó haciendo votos por la perfecta unión de todos los peruanos y del Gobierno con el pueblo, como la mayor garantía de la fuerza y la segura esperanza de la victoria.
A su llegada a Lima la ovación no fue menos esplendida. Era imposible caminar entre la compacta muchedumbre que lo vitoreaba con extraordinario entusiasmo.

El primer paso, y de gran significación que ha dado el señor Piérola, es el de encaminarse al palacio momentos después de su llegada y presentarse a S.E. para confirmar de palabra, lo que había ya hecho por medio de un despacho telegráfico, esto es, ofrecer sus servicios al Gobierno.
S.E. lo recibió con toda la sagacidad…”. (5)

Aquí, permítanos plantear varios interrogantes, ¿Por qué Nicolás de Piérola se ausentó del país durante 7 años? ¿A qué se dedicó durante esos 7 años en el extranjero? ¿Era Nicolás de Piérola una persona rencorosa, ambiciosa, ególatra, megalómana?
En las siguientes líneas encontrarán respuesta a estas y otras interrogantes más, que seguro se plantearán.

Hagamos una breve reseña de su vida y su actuación política. Pedro Fernández de Piérola, natural de Viena casó con la dama arequipeña Pascuala Flores del Campo, de este matrimonio nació José Nicolás Fernández de Piérola quien se casó con Teresa Villena y de esta unión nace José Nicolás Baltazar de Piérola y Villena.

El padre de Nicolás de Piérola, eliminó su apellido paterno Fernández de su nombre y mantuvo el apellido materno De Piérola como paterno, cuando inscribió a sus hijos, entre ellos a Nicolás de Piérola. Posteriormente siguiendo esta costumbre e imitando a su padre, Nicolás de Piérola, quita el nombre José, quedando como Nicolás Baltazar.

Han transcurrido 138 años del regreso al país de Nicolás de Piérola Villena, quien se ausentó del país viajando a Valparaíso el 23 de diciembre de 1872, después de haber sido absuelto por el Congreso de una acusación del ex presidente Manuel Pardo, quien lo responsabilizó de la crisis hacendaria del país y presentó ante el Congreso un “proyecto de acusación contra el ex ministro de hacienda: Piérola”.

Cuando llegó a Valparaíso, Nicolás de Piérola dejó un país sumido en la crisis económica, que no pudo solucionar pese a su esfuerzo. Dejó sus recuerdos y amigos, y sus propias vivencias a lo largo de su corta vida política. En fin, dejó una vida al filo del destino, para cambiarla por otra lejos de su patria, familiares y amigos.

Seguro recordaba pasajes de su vida, como sus estudios en el Seminario Conciliar de Santo Toribio de Mogrovejo por 8 años (1853-1861). Su matrimonio con su prima hermana doña Jesús de Iturbide Villena el 18 de febrero de 1861.

En mayo de 1862 funda en Lima El Cosmos de apariencia católica, que sobrevive hasta el 30 de abril de 1863; posteriormente El Tiempo desde el 7 de julio de 1864, el 24 de diciembre de 1865 Nicolás de Piérola en este diario afirma: “La rebelión contra el orden Constitucional no es remedio para curar los males de un pueblo; al contrario, es la fuente de todos los males sociales y políticos; los complica, los encona, los aumenta prodigiosamente”. (2)

Su pasó por el Ministerio de Hacienda a partir del 5 de enero de 1869, cumplidos los 30 años de edad. Fueron sus padrinos para acceder a este importante cargo: José Rufino Echenique, Manuel Ignacio de Vivanco y Manuel Pancorvo.

Las dificultades que enfrentó su programa económico, de sustituir el sistema de expendio del guano y terminar con los contratos de consignación, y eliminar el grave déficit, impulsando el contrato con la casa Dreyfus. La lucha contra los consignatarios nacionales y extranjeros. Su primera renuncia al ministerio el 23 de octubre de 1869.

Las propuestas de los consignatarios nacionales no fueron aceptadas por estar en desventaja frente a la propuesta de Dreyfus. La denuncia de los consignatarios bajo una supuesta exclusividad ante la Corte Suprema, fue el corolario de esta lucha emprendida por los consignatarios nacionales, por seguir manteniendo el statu quo en la explotación del guano.

La decisión de esta Corte del 26 de noviembre de 1869 a favor de los consignatarios, “Aducía que el gobierno no le había dado la oportunidad a los nacionales, quienes estuvieron en desventaja frente a Dreyfus, y por tanto el gobierno debía convocar un concurso dándoles oportunidades a los consignatarios a que propongan sus mejoras en el ramo”. (3)

Su llamamiento para ocupar nuevamente el ministerio de Hacienda, su oposición al fallo de la Corte Suprema. Nicolás de Piérola consideró incompetente a la Corte Suprema, asegurando que el Ejecutivo solo debía rendir cuentas al poder Legislativo. Mientras tanto los prestamos seguían llegando de Europa para invertir en ferrocarriles y obras públicas.

Nicolás de Piérola acudió a la Cámara de Diputados para responder a la acusación por su actuación en el Ministerio de Hacienda, por no haber obrado de buena fe. Se defendió con estas palabras: “Solo una honradez quebradiza necesita de apariencias. Cuando a la cabeza del gobierno está el coronel Balta y cuando el Ministro de Hacienda soy yo, entonces esas apariencias son inútiles; nuestra virtud no las necesita. Lo digo con legítimo orgullo. Por mucho que os empinéis jamás llegareis a colocaros a la altura de mi desprecio”. (4)

Según sus críticos, durante su vida política Nicolás de Piérola se perfiló como un verdadero diablo predicador “haciendo lo contrario de lo que decía”.

Como en el presente, el escándalo de los contratos con las empresas constructoras brasileñas, con coimas de por medio. En esos tiempos no solo el poder judicial, como es el caso de los vocales supremos José Luis Gómez Sánchez y Gervasio Álvarez, quienes apoyaron la validez del contrato Dreyfus, la prensa representada por los periodistas: Daniel Ruzo y Fernando Casós y a Oviedo y Cisneros de la comisión permanente del Congreso, estaban en la nómina de Dreyfus.

El 21 de noviembre de 1872 Piérola fue absuelto de los cargos. El presidente Manuel Pardo promulga la Ley del Estanco del salitre, que benefició a salitreros peruanos, pero en óptica de algunos, entre ellos Piérola afectó también a salitreros chilenos, a quienes Piérola defendía, en el diario La Patria que dirigía y estaba en contra de Manuel Pardo.

El 18 de setiembre de 1873 en Santiago fallece el principal arquitecto del pierolismo, Manuel Ignacio de Vivanco, la oración fúnebre estuvo a cargo de Nicolás de Piérola. Primera manifestación política, en la que, ataca al gobierno de Manuel Pardo.

En abril de 1874 Piérola viaja a Francia, París, donde es recibido por compatriotas: Daniel Ruzo, Fernando Casós, Guillermo Bogardus y su amigo Augusto Dreyfus. Luego viaja a Gran Bretaña, done recibe apoyo para su proyecto revolucionario y organiza una expedición al Perú. En el buque “el Talismán” en el puerto de Glasgow embarca: cañones, dos mil rifles, doscientos revólveres, municiones y 60 barriles de pólvora.

Algunos historiadores sostienen que Piérola fue un rebelde y por ello se convirtió en revolucionario. Entre otras razones está por una decisión: “El Congreso de 1872 desconoció la elección de Piérola como diputado por Arequipa”. Esto se podría interpretar como su expulsión de la legalidad política, a la que dio una respuesta: “Cuando se cierran las puertas de la legalidad, se abren las de la violencia”.

El 15 de octubre de 1874 el Talismán llega al puerto Caldera- Chile, el 17 de octubre en alta mar Piérola es proclamado Jefe Supremo Provisorio del Perú. El 23 de octubre el Talismán llegó a Pacasmayo, aquí Piérola toma contacto con Miguel Iglesias. El 01 noviembre de 1874 el talismán llega a Pacocha, desembarca pertrechos, la nave es capturada por el “Huáscar” y enviado al Callao.

El 2 de noviembre Piérola llega a Moquegua en ferrocarril, asume el cargo de Jefe Supremo y declara a esta ciudad Provincia litoral, se traslada a Torata, el 3 de noviembre, lanza proclamas una al pueblo, y otra al Ejército y Marina, en las que critica los errores del gobierno de Manuel Pardo y justifica su levantamiento buscando convencer a nuevos adeptos en el sur.

El presidente Manuel Pardo, acompañado del general Buendía y coroneles Montero y Velarde, parten de Lima con fuerzas del gobierno. El enfrentamiento entre ambas fuerzas se da en Charsagua (Región Los Angeles) los días 7 y 8 de diciembre de 1874.

Tres eran las divisiones que enfrentaron a Piérola: una al mando de Manuel Pardo, las otras al mando de Lizardo Montero y Belisario Suarez, con 4 mil hombres, frente a 300 hombres que acompañaban a Piérola. Piérola planea capturar Arequipa, pero fracasa y escapa a Bolivia, se asila en la Paz el 12 de enero de 1875.

Al rebelde y contestario Nicolás de Piérola por estas acciones se le acusó de piratería, de portar armas y artículos de guerra ilegalmente, de falsificación de papeles y otros delitos más. Fue condenado a la expatriación. (6)

Nicolás de Piérola no descansaba, seguía manteniendo su espíritu rebelde y revolucionario. Nuevamente sale de La Paz y se dirige a Chile, aquí escribe su segunda carta en Limache referida a una revolución que salve al país: “…que cambie no las personas sino las cosas, no nombres y fechas, sino las viciosas instituciones y el régimen actual; que derribe, desde su base, el viejo edificio que amenaza sepultarnos bajo sus ruinas, levantando en su lugar el sólido y grandioso edificio del porvenir”. (7)

El 2 de agosto de 1876, Mariano Ignacio Prado recibió de manos de Manuel Pardo la banda presidencial ante el Congreso reunido. El país atravesaba una grave crisis económica y era grave la crisis internacional.

Ante la amenaza de bancarrota, Prado decidió tomar medidas radicales, declaró disuelto el Contrato Dreyfus, lo reemplazó con el Contrato Raphael realizado con una firma inglesa, fue una nueva negociación del guano, que buscaba solucionar el problema de la de la crecida deuda externa. Pero, esta medida no dio el resultado esperado y la bancarrota fue entonces inevitable.

Nicolás de Piérola, no descansaba con su sentimiento de rebelde y revolucionario, inició una campaña mediática contra la candidatura de Mariano Ignacio Prado, la que no tuvo mayor influencia porque salió este salió elegido. En 1876, inicia nuevamente su revolución en Arica, llega a Moquegua a caballo, donde expresa: “Vengo a salvar el Perú con el concurso de los buenos ciudadanos”.

El presidente Prado envía fuerzas del gobierno al mando del general La Cotera, se enfrentan en Yacango-Moquegua, Piérola derrotado, huye nuevamente a Bolivia donde se asila y permanece largo tiempo, hasta que nuevamente le pica el bichito de rebelde y revolucionario.

El considerado rebelde e incansable Piérola prosigue con su ambición de llegar al poder a como dé lugar y el 6 de mayo de 1877, ocho hombres pobladores del Callao toman el monitor “Huáscar”, proclaman a Piérola como Jefe Supremo de la República, la nave zarpa del Callao, Piérola baja de Bolivia a Valparaíso y de aquí a Cobija, donde se encuentra con el “Huáscar”.

Mariano Ignacio Prado, declara por decreto, que no se responsabiliza de los actos del “Huáscar”, “Ofrece recompensa por su captura poniéndolo en calidad de buque pirata y manda una escuadra a órdenes del capitán de navío Juan More para su captura”. (8) Autorizan a dos naves inglesas: el “Shah” y el “Amethyst”, al mando del almirante Horsey para capturar al buque nacional.

Piérola fiel a su espíritu no se correrá, se enfrentará a la escuadra de Prado en Pisagua. El 30 de mayo de 1877 se realizó el combate de Pacocha contra las naves inglesas, haciendo que estas se retiren del combate después de 3 horas y media de enfrentamiento. Piérola se rinde en Iquique por la Independencia al mando del comandante More. Piérola es conducido preso al Callao y luego lo dejan libre y viaja a Valparaíso.

En 1878, se produce el asesinato del ex presidente Manuel Pardo. Piérola se encontraba en Europa. En marzo de 1879, Nicolás de Piérola informado de la situación en Lima, tras el asesinato de Manuel Pardo, retorna Chile ese mes, donde se reunió con su familia. Recordemos que, en Santiago se encontraba desde febrero de ese año, el plenipotenciario peruano José Antonio de Lavalle, enviado por el gobierno de Prado para tratar de solucionar el problema de Bolivia después de la invasión de Antofagasta por Chile.

Nicolás de Piérola, aprovecha para valerse de Lavalle y ofrecer sus servicios al gobierno de Prado. Mariano Ignacio Prado autoriza el retorno de Piérola a Lima. Posteriormente Prado expresaría lo siguiente: “…telegrafió desde Valparaíso, ofreciendo sus servicios y como no podía suponer que fuera la víbora de la fábula, le abrí las puertas de la patria, acogiéndole cordialmente; acepté sin recelos sus repetidas protestas de amistad”.

En la tarde del 1 de abril de 1879, el Ministro Plenipotenciario José Antonio Lavalle, alarmado, remite una nota al Ministro de Relaciones Exteriores de Chile Alejandro Fierro, el diario sobre lo siguiente: “el diario Las Novedades, en un suplemento que publicó en la tarde de hoy y que han reproducido otros diarios de esta ciudad, asevera que el gobierno de V. E. ha pedido el acuerdo del Consejo de Estado para declarar la guerra al Perú. Noticia semejante, que la opinión general acepta sin discusión, me obliga a dirigirme a V.E. para inquirir seriamente lo que haya de cierto a este respecto”. (8)

Fracasada su misión en Chile, el 4 de abril por la tarde, para evitar represalias del populacho chileno, las autoridades de ese país, designaron al Capitán de Navío Patricio Lynch, para que acompañara a Lavalle desde Santiago a Valparaíso y le diera seguridad hasta que se embarque. Lavalle inicialmente por seguridad se embarcó en el vapor Liguria, hasta llegado el momento se embarcó en el vapor Ayacucho que lo conduciría a Lima.

En la tarde del 4 de abril “fue a bordo un ayudante del intendente Altamirano a preguntarme a qué hora quería transbordarse el 5 al Ayacucho para ir a buscarme en su falúa. Acordamos la hora; y el día indicado me trasbordé en la a dicho barco. Allí me encontré con el señor Piérola, su digna esposa e interesante familia, el comandante Echenique, el teniente 1° La Torre Bueno y algunos otros peruanos que a causa de la guerra, regresaban a su país, en cuya grata compañía perdí de vista Valparaíso el día 5 de abril a las 5 de la tarde”. (9)

Por el momento, llegamos hasta el retorno de Nicolás de Piérola a Lima, tal como expresa la nota del diario La Patria del 16 de abril de 1879, al inicio de esta crónica.
Esta historia continuará…
Notas:
(1), (4), (6), (7): Nicolás de Piérola.  Lourdes Leiva Viacava. Impresión Editorial Monterrico S.A. Edición 1995.
(2) (3) Historia de una traición impune. Tomás Guillermo Santillana Cantella. Impresión MID Asesores Generales S.A.C. Primera Edición febrero 2011
 (5)  Editorial del Diario La Patria de 16 de abril de 1879 “Manifestación y bienvenida al señor Piérola-Su entrevista con S.E.”.
(8)   Mi Misión en Chile en 1879. José Antonio de Lavalle. Edición 1979. INSTITUTO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS-MARÍMOS DEL PERÚ. Pag. 122.
(9)   Mi Misión en Chile en 1879. José Antonio de Lavalle. Edición 1979. INSTITUTO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS-MARÍMOS DEL PERÚ. Pag. 132.





lunes, 10 de abril de 2017

El daño moral irreversible al país


Alfonso W. Quiróz, en su obra “Historia de la corrupción en el Perú” afirma que “El fenómeno de la corrupción ha mostrado tanto continuidad como variabilidad desde la aparición de los Estados y civilizaciones más tempranos. Las manipulaciones corruptas del poder y la justicia tienen, pues, una larguísima historia y presencia en todas las culturas. Algunas sociedades han tenido más éxito que otras en ponerle freno a las corruptelas (…)”.

El país desde hace un buen tiempo observa, asiste, y percibe como convidado de piedra, o invitado a una fiesta sin pareja, cómo la moral de la Nación se viene deteriorando, alcanzando niveles ínfimos, por absoluta responsabilidad de las autoridades elegidas para gobernar y que se dedican a otros menesteres, menos honestos y poco transparentes.

Por la prensa nacional, periódicos, semanarios, revistas, prensa radial y televisiva, han desfilado desde autoridades locales, regionales y ahora último, hay fundadas sospechas de que, quienes desempeñaron la primera magistratura, también son sospechosos potenciales, aunque algunos, apelan a la persecución política, a la venganza y caza de brujas. Lo cual al parecer no es cierto.

La SUNAT, entidad recaudadora de impuestos en nuestro país, en muchos casos se excede en cerrar negocios, previa multa y clausura de bodegas, y pequeños negocios. Por otro lado, “los beneficios tributarios”, las exoneraciones, denominado gastos tributarios, a grandes empresas, alcanzarán este año la astronómica suma de 14,005 millones de soles, cumpliendo leyes del Congreso y disposiciones del MEF.

Con esos beneficios tributarios de 14,000 millones de soles, que el gobierno le “regala” a las empresas grandes, no solo se pospone, demora y se frustra el aumento de sueldos a maestros y enfermeras, así como el justo y merecido mejoramiento de pensiones de empleados y veteranos de las FFAA y PNP, congelados gracias a Ollanta Humala.

Somos testigos de cómo el alcalde de Chilca, provincia de Cañete, Richard Ramos Ávalos, disfrutaba de inusuales signos exteriores de riqueza: una lujosa mansión con piscina, cancha de fulbito con césped sintético; guardaba 240 mil soles y 30 mil dólares en efectivo. En la puerta de su casa tenía un vehículo Camaro de Chevrolet, cuyo valor supera los USA $ 50,000 dólares, casi nada. ¡Una cachetada a la pobreza de su pueblo!

Pero esta semana no solo cayó el alcalde de Chilca, sino también el gobernador del Callao Félix Moreno, de quien se sospechaba andaba en malas aciones desde hace mucho tiempo, pero no había forma de probarlas, hasta que, estalló el escándalo Odebrecht y salió su nombre entre los que habían recibido sobornos: solo 2 millones de dólares, para favorecer a empresas constructoras brasileñas.

El caso de Félix Moreno es realmente catastrófico, ha sido detenido y trasladado al penal Piedra Gordas de Ancón, acompañará a su amigo Alex Kouri con 5 años de PPL; Moreno cumplirá 18 meses de detención preventiva. Desde su hermosa mansión de 1,000m2, ubicada en el distrito de la Molina, irá a pasar un año y medio en la celda y fríos barrotes de este penal.

Algunos sostienen que estos dos casos eran archiconocidos, que estas acciones de la justicia obedecerían a causar escándalo mediático, con la finalidad de que el caso madre Odebrecht y los involucrados pasen desapercibidos, al haber cesado las lluvias e inundaciones del norte, que tuvo muy distraídos y preocupados al gobierno.

La denuncia que involucra a Alejandro Toledo en actos de corrupción, por haber recibido de Odebrecht USA 20 millones de dólares, este habría solicitado una aceitada de USA 35 millones, sigue inamovible, no se sabe nada. El gobierno ha solicitado su captura a EEUU y al parecer no hay cuándo se cumpla. No es por falta de colaboración de EE. UU, lo ha asegurado Brian A. Nichols embajador de este país.

Existen fundadas sospechas de que los ex presidentes: Alan García, Ollanta Humala, la mujer de este y el actual mandatario Pedro Pablo Kuczynski, también estarían involucrados en tratos con las empresas constructoras brasileñas. Una investigación imparcial del caso Odebrecht y sus resultados, permitirá conocer hasta dónde están involucradas las principales autoridades del país.

Alan García tampoco puede sacudirse de sospechas, Katherine Ampuero, procuradora ad hoc para el caso Odebrecht, ha denunciado al expresidente Alan García, por el presunto delito contra la administración pública, por los sobornos entregados por la constructora brasileña por los tramos 1 y 2 del Tren Eléctrico. Incluye a Enrique Cornejo exministro de Transportes y Oswaldo Plasencia Contreras, ex director ejecutivo de la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico de Lima (AATE).

El caso de Ollanta Humala y su relación con las empresas brasileñas constructoras, ha sido denunciado por El diario brasileño Fohla de Sao Paulo que publicó el 15 de enero que Ollanta Humala recibió 3 millones de dólares de Odebrecht. Dinero entregado para financiar la campaña presidencial del líder nacionalista en el 2011. Ollanta Humala y su mujer se han esforzado sin lograrlo, ambos negaron haber recibido este dinero.

El semanario “Hildebrandt en sus trece” ha denunciado este viernes mostrando copia de la manifestación de PPK ante el fiscal Hamilton Castro, que el primer mandatario estaría limpiando a Alejandro Toledo. PPK en varios pasajes de su manifestación apeló a “fallos de memoria”.

Ante la pregunta del fiscal “¿Se puso en conocimiento del señor Toledo la existencia del oficio o comunicación de la Contraloría General de la República?”, PPK respondió: “No lo recuerdo a ciencia cierta. Pero probablemente si se hizo”.

En enero de 2016 la Contraloría General de la República denunció por presuntos delitos contra la administración pública al encontrarse indicios de actos de corrupción efectuados durante sus gestiones: “Los denunciados son Juan Manuel Guillén (Arequipa), Yván Vásquez (Loreto), Elías Segovia (Apurímac), Tito Chocano (Tacna) y Jorge Acurio (Cusco). También Gregorio Santos (Cajamarca), Jorge Luis Aguirre (Madre de Dios), César Álvarez (Ancash) y Klever Meléndez (Pasco), quienes purgan prisión preventiva. Asimismo, Gerardo Viñas (Tumbes) y Wilfredo Oscorima (Ayacucho)”.

La moral del país está deteriorada eso es muy fácil darse cuenta por los graves efectos de la corrupción que está atacando al ápice del poder y ver que las autoridades quienes deberían ser ejemplos de probidad, son los principales involucrados en casos graves de corrupción, como hemos podido apreciar estas últimas semanas.

Si a esta situación, sumamos la gran preocupación y especialmente el sufrimiento, que tiene gran parte de la población, por los efectos del niño costero y que ha causado graves pérdidas materiales y pérdida irreparable de vidas, tenemos una situación en que la población se siente indefensa, frustrada y dolida, que desconfía de sus autoridades y que pierde la fe en el futuro del país.


miércoles, 5 de abril de 2017

La declaratoria de guerra de Chile al Perú visto por la prensa nacional


Hoy 5 de abril de 2017 se recuerda el CXXXVIII aniversario de la declaratoria de guerra de Chile al Perú, hecho nefasto para la historia nacional, que hasta ahora sigue presente en la agenda nacional aunque los fenicios y otros filo chilenos prefieren voltear a la izquierda y olvidar este tema para siempre.
Chile nunca se atrevió a pedir disculpas por todos los abusos cometidos, por los cupos, robos realizados, los bienes privados, particulares de ciudadanos y estatales i incautados, que trasladaron a Chile a manos llenas y hoy exhiben algunos trofeos en sus principales avenidas. Cuando se atreverá Chile a pedir perdón, o por lo menos disculpas, por todas estas violaciones de derechos humanos que realizó entre 1879 y 1884.
El grupo el Comercio que lidera una importante cantidad de medios, televisivos (canal 4 y N), diarios y revistas, se ha dedicado hoy 5 de abril a recordar el autogolpe del ex presidente Alberto Fujimori, como si fuera un hecho de gran trascendencia nacional, con una orientación claramente antifujimorista. Este hecho político, como sostienen muchos opinólogos, oportunistas y advenedizos, fue tan nefasto para nuestra endeble democracia de esos años, en que la plata no alcanzaba para nada, nos levantábamos con coches bomba o sin fluido eléctrico o con asesinatos, emboscadas a las FFOO, con TAT derribadas a punta de dinamita.
Más bien esta campaña, desde nuestra óptica y que se viene desarrollando, se estaría utilizando como un distractor para cubrir con un manto de oscuridad el caso Odebrecht, donde estaría involucrado un importante accionista del diario de la Rifa.
Pero pasemos a lo importante de esta fecha, recordar qué es lo que decían los diarios principales que se publicaban en nuestra capital en aquellos años, sobre la declaratoria de guerra, conozcamos la visión y observación de estos medios, al cumplirse 138 años.
El diario La Patria de Lima, el 5 de abril de 1879 en su editorial titulado “Actitud del país- primeros resultados de la guerra”, expresa los siguiente:
“Si ya de suyo no fuera la guerra una calamidad lamentable, habríamos de creer que era el mayor de los beneficios al contemplar, no diremos el entusiasmo patriótico que bulle en todos los corazones, sino, lo que es más digno de notarse la alegría y la satisfacción que se pinta en todos los semblantes.
A Chile le debemos ese extraño fenómeno que es el resultado necesario de una serie de antecedentes cuyo estudio tiene un alto interés americano. Chile nos ha lanzado a la resolución de un problema reservado durante muchos años y puesto en el caso de definir el eterno antagonismo que se ocultaba bajo las apariencias de una cordialidad ficticia.
El pueblo peruano conocía por instinto que Chile era y decía ser su émulo eterno, que sus intereses jamás se ligarían estrechamente con lo de aquel pueblo precisamente porque era punto menos que imposible el que marcharan ambos en el mismo nivel, ni alcanzaran ambos igual preponderancia.
Los celos de Chile, su vanidad jactanciosa, su tendencia a llevar la primera voz en el concierto americano, la insoportable petulancia que forma la parte esencial del carácter chileno y aquella solapada artería con que siempre se ha atravesado en el camino de nuestro progreso o en el acrecentamiento en nuestro poder, no podían menos que ahondar diariamente el abismo de separación que las doradas apariencias de su diplomacia ocultaba y que la nobleza de nuestro carácter a prueba de infinitas decepciones, quiso conservar en nombre de los sagrados deberes que el americanismo impone.
La declaratoria de guerra partiendo de Chile, era pues la montaña de cuyo peso se libraban a nuestras conciencias; era la exhibición voluntaria que sus hombres hacían de su moralidad política, de sus alcances, de la calidad de su táctica de la deslealtad de su conducta, de la solapada diplomacia de cuarenta años y, en fin era el desenmascaramiento de un enemigo eterno, y el advenimiento de una época esperada y deseada con ansia, época de definición de poderes y época de prueba de cuánto vale y con cuanto puede contar cada uno de los pueblos colocados hoy frente a frente”.
Por su parte el diario oficial El Peruano, en su editorial titulado “Nuestro Deber” de la misma fecha dice lo siguiente:
“Ha llegado el momento en que agotados todos los medios que aconsejan el amor a la paz y el deseo sincero de evitar un conflicto entre dos repúblicas hermanas, el Perú se levanta lleno de abnegación y de energía para defender su bandera; ha llegado la hora en que todos los peruanos deben agruparse alrededor de las autoridades, de que pongan al servicio de la patria todas sus fuerzas, practiquen todas las virtudes que el patriotismo encierra e inscriban nuevas y gloriosas páginas en la historia nacional”.
El diario El Comercio en su editorial sin título, se expresa en los siguientes términos:
“Chile, después de lanzar un reto de muerte a la razón y al derecho, enviando su ejército y su escuadra a la conquista de Antofagasta, ha comprendido que el único poder que existe en el Pacífico, capaza de contener su quijotesca audacia, es el Perú; y se apresura a declararle la guerra, deseoso de aniquilar su fuerza, para levantar en el desierto de atacama, la bandera victoriosa de sus violencias y de sus usurpaciones, sobre las ruinas del código internacional americano.
La nación que ha despertado la inquietud y la alarma entre los pueblos de este continente, proclamando el derecho de conquista como el mejor título de soberanía, necesitaba destruir con presteza el obstáculo más próximo que debía presentársele en el camino de sus iniquidades.
Le era indispensable paralizar con rapidez la acción del Perú. Por eso, adelantándose a los acontecimientos, el gabinete de Santiago nos hace saber hoy con cínica franqueza, que nos declarar la guerra, porque ve temeroso, en nuestra bandera, la amenaza permanente y terrible levantada por el derecho y la justicia contra la monstruosa política de conquista que acaba de proclamar, como la base de las relaciones internacionales de la nación chilena en lo futuro.
El gobierno de Chile, ha procedido con la lógica y la previsión de los bandoleros, que antes acometen a la policía de seguridad; que el vecindario que han de saquear. Bolivia es su presa, pero comprende que primero necesita desarmar al Perú, para dar buena cima a su inicua empresa”.
Por su parte el diario LA SOCIEDAD, en su editorial se expresa en los siguientes términos:
“Por fin, el gobierno de la vecina república ha declarado al Perú, de una manera franca, la guerra que, hace tiempo la estaba haciendo embozadamente, y de la que ha sido exordio la ocupación del litoral boliviano,
A ningún peruano ha sorprendido la noticia de la expresada declaración. La aguardábamos, y nos preparábamos para contestarla, con la dignidad de un pueblo, que lleva la frente alta, porque la conserva pura.
Sabíamos que la reivindicación del litoral boliviano por su generosa vecina y amiga había de parar en guerra con nosotros. Era ese acto, como decía alguno, ‘una carta dirigida a Bolivia, pero cuyo contenido se enderezaba al Perú’.
Está bien: no hemos provocado el conflicto, y, por tanto, no nos atormenta la responsabilidad de los males que la guerra trae consigo. Por el contrario: hemos tratado de terciar pacíficamente en la contienda, para evitar la efusión de sangre y los innumerables males de que la guerra viene preñada, cual tempestuosa nube, desde la cual se desprenderá el rayo de la divina justicia sobre los culpables”.
Por otro lado, el diario EL NACIONAL, en su editorial titulado “Chile nos declara la guerra” expresa su sentir:
“La noticia de habernos declarado Chile la guerra de una manera formal, no nos sorprende ni nos intimida.
No nos sorprende; porque desde el 14 de febrero en que se consumó el asalto del litoral boliviano, hemos repetido hasta el cansancio, que el puñal clavado traidoramente a Bolivia no hería también por las espaldas; porque la política desleal e infidente de Chile ha hecho siempre presumir que ese país escogería el momento en que nos juzgase desprevenidos para asaltar como pirata, en las soledades del océano, un ejército y una nave indefensos; porque, en fin, estamos habituados a considerar a esa tierra como el foco de todos los escándalos, de todos los fraudes, de todos los embustes, de todas las deslealtades que han podido imputarse a la América.
No nos intimida tampoco la balandronada chilena; porque estamos seguros de que si ellos nos buscan no será para ponerse al frente o al alcance de nuestros cañones, sino para cometer sus fechorías en lugares indefensos; porque no es posible que un país que ayer corría a toda prisa del rio Santa Cruz hasta poner sus blindados bajo las baterías de Valparaíso, piense seriamente en afrontar el valor indomable de nuestros marinos y soldados; porque un país que lleva la conciencia podrida por el crimen y el peso de las maldiciones de medio mundo, no podrá, por muchos esfuerzos que haga, levantar sereno su cabeza, ante la inmaculada majestad de una nación”.
 Por su parte el diario LA OPINIÓN NACIONAL, expresa:
“Estamos preparados y estamos resueltos a todo: si Chile nos declara la guerra nos encontrará, no solo con la valerosa decisión de recoger el guante, sino con los elementos necesarios para devolvérselo en el corazón de sus metrallas.
El patriotismo nacional es hoy un gran sentimiento y fuerza invencible: saldrá triunfante.
Las victorias morales, precursoras de las victorias armadas, son ya nuestras: hemos manifestado toda la altiva firmeza, toda la culta circunspección, que exijan nuestro deber y nuestro derecho.
Bajo esta doble inspiración, el Perú sabrá colocar sus banderas a la altura que se señalan sus hechos legendarios. El enemigo que lo llama al campo de batalla las conoció en Paucarpata y huyó ante ellas despavorido, cuando se desplegaron a su vista.
Pero aun estos hechos, sobre los cuales ha pronunciado ya la historia su fallo inapelable, salvando el honor del Perú, la jactancia chilena nos lo recuerda, presentándonos una cuenta, que queremos cancelar, que cancelaremos a cañonazos.