Australian War Memorial

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EXTERIOR DE MEMORIA DE LA GUERRA-AUSTRALIA

martes, 29 de octubre de 2024

El narcisismo de la clase política y la segunda ley de la naturaleza.

 


Si sigues las huellas del diablo, regresarás con los pies negros.

Anónimo

 El narcisismo de la clase política y la segunda ley de la naturaleza.

Robert Greene en su obra “Las leyes de la naturaleza humana”, nos habla de la segunda ley, a la que clasifica como: “La Ley del Narcisismo”, donde analiza lo forma cómo podemos transformar el amor propio en empatía. “Los seres humanos disponemos de una herramienta notable que nos permite relacionarnos con los demás y obtener poder social: la empatía”.

¿Seguramente en algún momento cada uno de nosotros se ha preguntado por qué algunas personas parecen entender perfectamente nuestros sentimientos y emociones? Y otras no ¿Te gustaría saber cómo puedes desarrollar esa habilidad en ti mismo?

¿Qué es la empatía?

La empatía es una herramienta natural propia del ser humano que le permite relacionarse con los demás y tener poder social, entendiendo poder social como la capacidad de ejercer un dominio hegemónico sobre uno y/o varios individuos, “es considerado también como la habilidad que tiene la persona para influir sobre uno y/o varios individuos”.

Otros autores definen la empatía, como la capacidad crucial en nuestras interacciones diarias, afirman que, juega un papel vital en nuestras relaciones personales y profesionales. La empatía es nuestra capacidad de comprender y compartir los sentimientos y emociones con otra persona. Involucra ponernos en el lugar del otro y experimentar sus emociones desde su propia perspectiva.

Cuando la empatía se utiliza de forma apropiada nos facilita ingresar “en el humor y la mente de otros”, ello nos permitirá anticipar sus acciones y reducir su resistencia. Recordemos que el ser humano es un animal social y como tal siente una necesidad de atención, de los lazos que se establezcan con los demás depende su supervivencia y felicidad, se debe conseguir que la gente repare en nosotros para sentirnos vivos.

Esta necesidad es netamente psicológica, depende de la calidad de atención que recibimos cada uno de nosotros de los demás, para sentirnos reconocidos y apreciados por lo que somos, “nuestra dignidad depende de ello”. Greene afirma que la gente hace cualquier cosa para recibir atención, muchas veces incluso recurren a la comisión de delitos, llegando al extremo del suicidio.

Se debe considerar que la atención que brindan las otras personas es limitada, porque existe la competencia intra e interpersonal de cada individuo; “dentro de las familias compiten con los hermanos, en la escuela y universidades con los compañeros y en el trabajo con los colegas”.

Para hacer frente a la indiferencia que muestran las personas, así como enfrentar a la hostilidad y falta de respeto de algunas personas, cada uno de nosotros creamos un “yo” una imagen de nosotros mismos y nos reconforta. “Este yo se compone de nuestros gustos y opiniones de cómo vemos el mundo y qué valoramos”.

Greene afirma que, cuando la duda y la depresión nos alcanza será nuestro amor propio o autoestima, el que nos saque de este atolladero, haciendo que nos sintamos valiosos y superiores a los demás, “funciona como un termostato y permite regular las dudas e inseguridades en la persona”. Enrique Rojas indica que autoestima es "el juicio positivo sobre uno mismo basado en los cuatro elementos básicos del ser humano: físicos, psicológicos, sociales y culturales”.

Nuestro ‘yo’ se forma entre los dos y cinco  años de edad. La etapa de separación de nuestra madre marca un hito en nuestra vida, porque tomamos conciencia de que estamos solos y enfrentamos un mundo en el que no obtenemos una gratificación inmediata; pero, nuestra supervivencia como ser humanos depende de nuestros padres, aún. A quienes carecen de una noción coherente de sí mismos, Green los denomina “narcisistas profundos”. 

Si nuestros padres son quienes alientan nuestros esfuerzos iniciales de independencia, validando la necesidad de sentirnos fuertes, reconociendo nuestras cualidades únicas, el concepto de nosotros mismos echa raíces y podemos reforzarlo.

Los narcisistas profundos sufren una fractura en este desarrollo temprano, “en casi todos los narcisistas profundos hallamos abandono e intromisión”, no tienen un ‘yo’ al cual replegarse, ni fundamento de su autoestima, dependen de la atención que reciben de los demás para sentirse vivos y valiosos, su ‘yo’ no es congruente y realista.

En la etapa temprana de la niñez, son los padres quienes se deberían encargar de alentar los intentos de independencia; pero, algunos son entrometidos, sobre protectores y se involucran demasiado en la vida de los hijos, los abruman con demasiadas atenciones y muchas veces por protegerlos los aíslan de los demás, no les permiten validar los progresos de su propia dignidad.

Aquí, debemos apuntar la diferencia entre narcisistas introvertidos y extrovertidos. En el caso de los introvertidos, viven sumergidos en su ‘yo’ imaginario, alejados de los demás, aumentando su aislamiento; mientras los otros se vuelven “teatrales, exhibicionistas y presuntuosos”, les agrada cambiarse de amigos y escenarios para disponer de un público nuevo a quien impresionar y lucir sus cualidades. En ambos casos al no satisfacer su propio ego, buscan encontrar o apoyarse en el alcohol, drogas u otra forma de adicción.

Por otro lado, si los narcisistas son extrovertidos desde la niñez, podrían funcionar razonablemente bien y prosperar, se vuelven expertos en llamar y monopolizar la atención, pueden parecer vivaces e interesantes, “en un niño, estas cualidades son una señal de futuro éxito social”.

Los narcisistas profundos no desarrollan ese termostato interno “esa noción cohesionada de que pueden amar y atesorar”, debido a esa característica principal que significa, la necesidad de atraer constante atención, para sentirse vivos y especialmente apreciados.

¿Cómo reconocer a los narcisistas profundos?

Si se les ofende o contradice, no disponen de recurso alguno para defenderse. Reaccionan con furia extrema, sedientos de venganza convencidos de su rectitud. No conocen otra vía para aliviar sus inseguridades. También podrían reaccionar victimizándose, para confundir o atraer muchas veces la conmiseración y compasión de las personas.

Consideremos también que muchos de ellos son quisquillosos, hipersensibles en algunos casos llegan a la paranoia y a crearse enemigos, propensos a terribles ataques de envidia si ven que otros acaparan la atención de las personas, esconden su vacío interior mediante un caparazón de seguridad, “a falta del termostato de la autoestima, tienden a preocuparse demasiado por lo que los demás piensen de ellos”.

Las ratas se arrastran en las cloacas, tu sigue mirando las estrellas. Confía, pero verifica. Cada tumba tiene un muerto. Vidas de callada desesperación. Estamos moviéndonos en el lodo, pantano, ciénaga, arena movediza, cieno, marjal. Los secretos son como callos en el corazón. A veces hay que dejar las cosas sepultadas. A veces para atrapar un lobo debes atar la carnada a un árbol. Si ponen demasiados lugares en la mesa, de qué lado estas tú.

La inconducta y mal carácter devienen en maltrato físico y psicológico contra los hijos, causan heridas en el alma, resentimiento contra todos, derivan en alcoholismo y drogadicción, o prostitución, porque las heridas de la niñez demoran en curar, es peor cuando hay personas malintencionadas que te refriegan en la cara el pasado, cargar con la culpa y la vergüenza, compartir el dolor, golpeado e imperfecto.

Pero en ese mundo de competencia, en el que tiene cabida, además, el narcisismo profundo, el egocentrismo y una competencia bárbara por el predominio en todos los campos de nuestra realidad, debemos estar prevenidos y preparados para hacer frente a las muestras de este tipo de inconductas funcionales de los seres humanos.

La política no es ajena al comportamiento anómalo de las personas en sus relaciones interpersonales, entre el líder o líderes, los militantes, simpatizantes y seguidores, entre los congresistas y sus electores o el presidente de la República y la Nación entera, esas relaciones se dan entre acuerdos, intercambio de favores, lobby’s, entre intereses personales, de grupo, partidarios, dejando de lado muchas veces los intereses de la gran mayoría.

Ahora bien, nuestra realidad política, económica y social no es ajena a la influencia de personajes con un ego enorme y un narcisismo profundo que afecta la empatía y relaciones con la población, observamos cómo la presidente Boluarte debido a sus enormes falencias en su formación, a la carencia de buenos asesores, un buen equipo de colaboradores no le permite hacer frente con holgura a los problemas principalmente la inseguridad ciudadana.

Su conducta habitual de no tener una relación fructífera y alturada con los medios de prensa afecta la imagen de su gobierno, lo que a la postre significa la pérdida de empatía que debería preocuparse en mejorar; sin embargo, esto no es así, pone una barrera protectora con su vocero, para que en su representación informe a la colectividad de sus actos de gobierno, aislándose y poniendo un obstáculo, entre la Nación y la gobernante.

Así como la presidente Boluarte, muchos personajes podrían ser catalogados narcisistas en nuestra política, dejamos ustedes establecer quiénes serían esos personajes de nuestra realidad nacional.

Ejemplos históricos de narcisistas profundos: Olga Fernández Txasko, Coach de Vida Certificada por Mindvalley. Certificada NLP, EFT y CBT, Máster en Trauma, nos refiere que, a lo largo de la historia han existido varios personajes que han exhibido rasgos narcisistas, veamos la siguiente relación:

“Napoleón Bonaparte

Líder militar y político francés que conquistó gran parte de Europa a principios del siglo XIX. Pero, ¿sabías que también era un famoso narcisista? Napoleón estaba obsesionado con su propia grandeza y a menudo se refería a sí mismo en tercera persona. Incluso mandó hacer una silla especial para él, con el respaldo más alto que el de los demás, para considerarse más importante.

Enrique VIII

Más conocido por sus seis matrimonios y su papel en la Reforma Inglesa. Pero también era un narcisista de manual. Estaba obsesionado con su propio poder y se creía elegido por Dios para gobernar Inglaterra. Era conocido por su temperamento explosivo y mandaba ejecutar a cualquiera que se atreviera a desafiar su autoridad.

Benito Mussolini

Fue el dictador fascista de Italia desde 1922 hasta 1943. Era conocido por su retórica agresiva y su obsesión por el poder. Mussolini creía que era el único que podía salvar a Italia de sus enemigos y a menudo se refería a sí mismo como «Il Duce», que significa «El Líder» en italiano. Creó un culto a su personalidad y era conocido por sus discursos grandilocuentes y su estilo de vida extravagante.

Kim Jong-il

Fue el Líder Supremo de Corea del Norte desde 1994 hasta su muerte en 2011. Era conocido por su régimen represivo y su obsesión por el poder. Kim Jong-il se creía una figura divina y exigía lealtad absoluta a sus súbditos. Creó un culto a su personalidad y era conocido por su extravagante estilo de vida.

Josef Stalin

Fue el líder de la Unión Soviética desde 1922 hasta su muerte en 1953. Era conocido por su régimen brutal y su obsesión por el poder. Stalin creía que era el único que podía salvar a la Unión Soviética de sus enemigos y a menudo se refería a sí mismo como el “Padre de las Naciones”. Creó un culto a su personalidad y era conocido por su extravagante estilo de vida.

Richard Nixon

Fue presidente de Estados Unidos desde 1969 hasta 1974. Era conocido por su personalidad paranoica y su obsesión por el poder. Nixon se creía por encima de la ley y se vio envuelto en el escándalo Watergate, que acabó provocando su dimisión.

Donald Trump

Ha mostrado durante mucho tiempo muchos rasgos narcisistas mucho antes de convertirse en presidente de los Estados Unidos. La necesidad de autopromoción de Trump parece eclipsar cualquier discurso político. Su burla de los rivales políticos, de otras personas en general, y hablar de conspiraciones supera la política sucia. Trump muestra a menudo una extrema sensibilidad a las críticas y desprecio por otras personas con sus arrebatos y comentarios públicos. Posiblemente sus arrebatos e insultos sean el resultado de una rabia narcisista y de la sensación de no poder controlarlo todo.

Adolf Hitler

Entre los estudios sobre las posibles afecciones mentales que pudo padecer Adolf Hitler se incluye el trastorno narcisista de la personalidad, junto con otros trastornos límite de la personalidad. Las creencias de superioridad de Hitler y la posición de poder que alcanzó a través de falsa propaganda condujeron al abuso y genocidio de millones de personas en Europa durante su reinado político. Hitler es un ejemplo de líder sociópata y narcisista en extremo”.

Los ejemplos que anotamos, nos permitirán realizar una observación crítica, un juicio valorativo de los principales personajes políticos del quehacer nacional y establecer quiénes podrían ser calificados son narcisistas porque cumplen con las características que se ha apuntado líneas arriba.

 

 


lunes, 7 de octubre de 2024

Algunas reflexiones sobre nuestra actual situación en el país.

 


Déjame juzgar por mí mismo, lo que otros declaran como verdadero.

Anónimo

 Algunas reflexiones sobre la actual situación de nuestro país.

Por: Arturo Castro

·         La suerte favorece a los audaces. Al amigo, todo, al enemigo, ni justicia.

 

Con la finalidad de recordar, el Estado peruano está organizado constitucionalmente en base a tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial cada uno independiente del otro; por ello, llama la atención que el MP un organismo del Sistema de Justicia pretenda erigirse por encima del Poder Judicial (PJ) asuma una función, que no es constitucional, quiera prevalecer y marcar la agenda nacional, buscando notoriedad e imponer su voluntad a los otros poderes constitucionales.

Situación del gobierno de Dina Boluarte

A estas alturas de los tiempos, nadie duda que el gobierno de Dina Boluarte ha perdido credibilidad y principio de autoridad, no solo lo demuestran las encuestas, sino también el hartazgo y desilusión de los ciudadanos. El actual escenario de nuestra patria nos permite observar que la violencia va en aumento, ya la población harta de la indiferencia y fracaso de la gobernante está tomando la justicia por su propia mano.

Traigo a colación una expresión de Karl Von Clausewitz que bien podría aplicarse a lo que acontece en nuestro escenario político, económico y social, considerando que hay una guerra política: “La guerra es el reino de la incertidumbre. Las tres cuartas partes de los factores en que se basan las acciones bélicas están envueltas en una niebla de mayor o menor incertidumbre. Se exige un juicio sensato y perspicaz, una inteligencia entrenada en desvelar la verdad”; entonces, está la presidente Dina Boluarte con los ojos nublados, vendados, frente a la incertidumbre en el que se encuentra su gobierno. ¿Tendrá un manto de camanchaca que no la deja observar con nitidez la realidad del país?

Francis Fukuyama en su obra “La construcción del Estado” sostiene que “en el mundo en desarrollo los gobiernos débiles, incompetentes o inexistentes son fuente de graves problemas”. Un retrato vivo de nuestra realidad. Agrega que, “…los Estados débiles y fracasados se han convertido, probablemente, en el único y más grave problema para el orden internacional”. Retrato de Venezuela y algunos estados africanos.

La razón, han causado y causan desastres humanitarios, oleadas masivas de inmigración y se violan los derechos humanos, a la vez que atacan a sus vecinos. El caso venezolano es clamoroso, porque cumple con este presupuesto, además que el tren de Aragua y otras organizaciones criminales provenientes de este país, atacan a las poblaciones de Colombia. Ecuador, Perú y Chile.

La ausencia de capacidad estatal y de incapacidad institucional para enfrentar a la delincuencia, demuestra que la estrategia del gobierno para hacer frente a la inseguridad ciudadana no encuentra el camino correcto, se puede advertir la necesidad de un Plan Estratégico para la lucha frontal contra la corrupción, y criminalidad organizada.

Tenemos, un Congreso paquidérmico, con graves falencias para ponerse de acuerdo en colocar un nombre a un proyecto de ley, que permita enfrentar la grave inseguridad ciudadana que se vive en nuestro país, enfrentar a las bandas criminales especialmente a las extranjeras, que tienen arrinconada y temerosa a la población.

Qué duda cabe, el gobierno en el caso de la captura de Vladimir Cerrón ha fracasado clamorosamente, pese a que contamos con la mejor policía de Latinoamérica, ni aún con una recompensa de 500.000 soles. Se sospecha que el compañero de fórmula presidencial de la presidente no será capturado, porque son cómplices desde el origen de este gobierno y porque los une, más que una ideología, el compartir secretos crematísticos de la campaña electoral.

Mientras tanto, las hojas del calendario pasan lentamente, los amaneceres fríos, empiezan a calentarse con la primavera, no se puede estar en un pozo oscuro y tenebroso es necesario que, para ver a los cocodrilos hay que salir del agua. Deberían tener en cuenta, especialmente los organismos de justicia que, “Si la ley no sirve a la justicia, la justicia no debe servir a la ley”. Vivimos en un escenario hostil, cada uno debe cuidar su huerto. ¿Y qué hay de las autoridades?

El Poder Judicial, Ejecutivo y el Ministerio Público

Se ha podido observar que al interior del PJ y MP existe un sentimiento malsano para aplicar la justicia cuando se trata de militares y policías y una justicia suave cundo se trata de terroristas, quienes se ven favorecidos con penas mucho menores de las que realmente merecen por el inmenso daño que le hicieron y le siguen haciendo al país.

¿Hasta cuándo? La ciudadanía estará atemorizada, las madres preocupadas por sus hijos, los pequeños y medianos comerciantes, transportistas y población en general exigen mayor seguridad, estos últimos amenaza con un paro de 72 horas a partir del 10 de octubre. Qué espera el Congreso para legislar y brindarle la seguridad que se merece la población.

No es posible comprender cómo el PJ y MP dejan en libertad a delincuentes detenidos en flagrancia, con lo cual contribuyen con el caos e incertidumbre en un escenario de por si apocalíptico, con una población indefensa, miedosa, medrosa que clama por mayor seguridad al gobierno, su clamor no tiene respuesta.

E s urgente que el gobierno decida enfrentar la plaga de delincuencia, el aumento de robo al paso, ola de sicariatos, secuestros, asesinatos selectivos, se necesita un verdadero empoderamiento de la PNP, protegerlos legalmente, para enfrentar con las herramientas legales a las denuncias que plantearán las ONG’s de DDHH que valoran más a delincuentes, por encima de los ciudadanos y de nuestra policía.

El Perú es semejante a esa nave al garete que se dirige a una sima abismal, a una fosa inmensa y profunda, amenazado por la existencia de un tinglado judicial (PJ, MP, JNE y JNJ) y aumentado exponencialmente por la nefasta y perversa reforma política impuesta al caballazo por Vizcarra, nuestro país se está volviendo inmanejable.

Hay una guerra no declarada entre el Ministerio del Interior y el Ministerio Público (MP), que ha saltado a las primeras planas, este último invade los fueros del Legislativo al no querer cumplir las leyes que se han publicado. Los jueces amenazan con aplicar el control difuso, que “(…) consiste en inaplicar de manera particular, una norma para salvaguardar la supremacía constitucional, y de esta manera no ir en contra de la norma base del Estado”.

Algunos especialistas sostienen que: “El Poder Judicial tendrá la prerrogativa de decidir si aplica o no, en cada caso concreto, los alcances de la ley que prescribe los delitos de lesa humanidad aprobada recientemente por el Congreso de la República”. ¿Qué las leyes no se dictan para ser cumplidas o es a libre albedrío de jueces y fiscales?

“Chibolín” desnudó la corrupción en los poderes del Estado

El escenario político, social y económico de nuestro país “está más movido que maraca de brujo”, cada día revienta un escándalo, el último el protagonizado por Andrés Avelino Hurtado, (a) Chibolín, por la magnitud de su explosión, varios kilotones, que ha remecido la crema y nata de jueces, fiscales, políticos, abogados, empresarios y gente del espectáculo.

La magnitud de la explosión de este espinoso escándalo todavía no se puede medir, porque Chibolín se encuentra con prisión preventiva por 18 meses y la investigación continúa, dada la gravedad de los delitos y de los personajes involucrados quienes están compareciendo ante el MP y los que faltan ser delatados. ¿A quiénes alcanzará la honda expansiva de esta explosión semejante a una nuclear?

Caso del fallecimiento de 200,000 peruanos por Covid19

La comisión permanente del Congreso, en el informe final de la Denuncia Constitucional 367, por “presuntamente provocar la muerte de muertes de peruanos debido al desabastecimiento de oxígeno medicinal y la adquisición de pruebas rápidas que arrojaron falsos negativos” ha solicitado la inhabilitación por diez años del exministro Víctor Zamora, es una sanción moral que no lo priva de seguir laborando en su profesión, frente al fallecimiento de 200,000 peruanos muertos por Covid 19,  por su irresponsabilidad y que han dejado miles de niños huérfanos, viudas y viudos en orfandad.

Esto debe ser una burla, esperemos también que recomienden sea investigado por el MP, para que reciba la sanción penal que le corresponde. Igual suerte debería seguir el expresidente Vizcarra por haber aplicado una pésima estrategia para enfrentar la pandemia del Covid19. No fue por falta de recursos económicos, sino por incapacidad, falta de liderazgo o por intereses crematísticos y fenicios ajenos al interés de preservar la salud de millones de peruanos.

Retrocedamos buscando el origen de esta crisis

La situación de deterioro moral que vive nuestro país es el resultado de la crisis de valores que envuelve a la ciudadanía y que se arrastra desde hace más de tres décadas, que se agravó a partir de la insurgencia de las organizaciones subversivas (SL y MRTA) que hicieron del terrorismo, emboscadas y asesinato selectivo, sus armas predilectas para atemorizar a la población peruana.

Posteriormente, aprovechando la debilidad y desafecto de políticos y un sistema de justicia corrupto, se inició la infiltración de la izquierda caviar en los estamentos del Estado nacional, que partir del gobierno de Valentín Paniagua iniciaron su mimetización en los organismos de gobierno; pero fue durante el gobierno del dipsómano, corrupto y putañero Alejandro Toledo que ocuparon los organismos del sistema de justicia y se aferran con uñas y dientes.

Somos testigos que, a través de los últimos 20 años, se han fortalecido con una serie de argucias legales, viajes, convenios y cursos de actualización a cargo de una ONG caviar, más bien una especie de ideologización de jueces y fiscales fenicios, ganados a la causa caviar, por intereses crematísticos, más que por interés institucional.

“Taparse los ojos” es ceguera voluntaria, eso es lo que vemos diariamente en algunos jueces y fiscales que dejan libres a delincuentes, frente al trabajo sacrificado de policías que no cesan en su lucha por la seguridad ciudadana. Ese mismo fenómeno observamos con suma preocupación en el Congreso, congresistas muy preocupados por ocupar las comisiones, o mochar los sueldos de sus empleados, demostrando un nivel delincuencial, nunca visto.

De todo esto qué podemos colegir referente a algunas autoridades del sistema de justicia, cuya finalidad de creación ha sido el bien común, la protección de la Nación peruana, que se estaría beneficiando de las propias debilidades de la naturaleza humana de jueces y fiscales venales, con trayectoria retorcida.

Frente a aquellos que sostienen resignadamente que el destino está escrito, y que nadie lo puede cambiar, se levanta una gran mayoría de ciudadanos hartos del deterioro moral, social y político que vive nuestro país, un gobierno que ha perdido el norte, que se debate entre la indiferencia, inercia y la incertidumbre para atacar de frente los problemas que aquejan a nuestra sociedad.

Dice la sabiduría popular: “No hay forma de volver, las aves volaron y los caballos huyeron”. “Hay que saltar para evitar que te empujen”. “La furia se enfrenta con furia”. Estamos esperando se presente la dulce misericordia de la justicia, no es que las autoridades tienen deberes que cumplir dentro del marco Constitucional.  Muchas manos en un plato la enturbian. ¿Estamos esperando que el cielo y la divinidad solucionen los problemas que atañen a las autoridades?