¿Se desborda la inseguridad ciudadana?
Un estudio realizado el año 2008 en seis sub-regiones: Norteamérica, Centroamérica, el Caribe, la Zona Andina, Brasil, y el Cono Sur, por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), sobre empleo de armas pequeñas y livianas, considera una amenaza a la Seguridad Hemisférica.
La razón fundamental es que, se asocia la tenencia de armas pequeñas y livianas con actividades ilegales, su uso por pandillas, bandas y mafias. Dos terceras partes de las armas que se producen anualmente en el planeta, van a parar a los países en vías de desarrollo. Nuestro país no es ajeno, dado que su capacidad para facilitar condiciones de seguridad a su población es limitada.
Una de las conclusiones del estudio indica que la proliferación de estas armas y su mal empleo, no solo afecta la seguridad de los países, sino que pueden poner en peligro la estabilidad democrática. El 2008 existía un arma por cada 7 personas en el mundo. Una proporción alarmante, entendiendo que, a más armas se genera más violencia.
El estudio expresa que “Esto propicia que el aumento de la circulación de armas pequeñas y livianas, sea para solventar individualmente las necesidades de seguridad que los Estados no logran satisfacer a la ciudadanía, o bien, para su utilización en actividades ilícitas asociadas al crimen organizado y delincuencia común”. Los ciudadanos se arman para proporcionarse seguridad.
Nuestro país no es ajeno al mal empleo de las armas pequeñas y livianas en actividades ilegales, lo estamos viendo diariamente, asaltos a mano armada, asesinatos y secuestros, muchos de ellos planeados en las cárceles.
La PUCP ha realizado una encuesta sobre la percepción de la inseguridad ciudadana que vive nuestra capital. Sus resultados realmente son alarmantes. La ciudadanía ha identificado como responsables al Ministerio del Interior, la PNP y la Municipalidad de Lima. Un 80.4% de la población entrevistada considera que la delincuencia e inseguridad ocupan el primer lugar.
La violencia en las principales ciudades del país y especialmente en Lima, está en una escalada que desborda el control de las autoridades e instituciones responsables de la seguridad. Ha llegado la hora de tomar el toro por las astas, el gobierno debe dictar medidas severas contra la tenencia ilegal de armas y sancionar drásticamente a los traficantes de armas.
Analiza la situación política del País y te mantiene informado sobre temas de gran relevancia e importancia que suceden en el Perú. Trabajamos para ti manteniendo un alto grado de profesionalismo, abordando los temas de manera veraz, ética e imparcial.
Australian War Memorial
sábado, 28 de enero de 2012
lunes, 23 de enero de 2012
El Califa, héroe o villano. (II)
Piérola lideró revoluciones y levantamientos en el país. Fue un político rebelde, contestatario, quien desde su primera presentación en sociedad, utilizo un discurso confrontacional y por momentos subversivo, enfilando sus acciones “revolucionarias” contra los gobiernos del Perú.
Como apunta Lourdes Leiva Viacava en su obra Nicolás de Piérola, respecto a la conducta de este “El comportamiento de Piérola, altivo y rebelde, gestó una división interna que fue debilitando al Perú”. Como sabemos Piérola no solo actuó en contra del gobierno de Pardo (1872-1877); sino que lo hizo contra su sucesor Mariano Ignacio Prado, en plena guerra con Chile.
Era abril de 1874 y Piérola decide viajar a París (Francia), contaba con 35 años. En la ciudad luz es recibido por Augusto Dreyfus, sus amigos Daniel Ruzo, Fernando Casós y Guillermo Bogardus. En esta ciudad inicia una cruzada para conseguir recursos y derrocar al gobierno constituido, mantiene permanente comunicación con sus agentes. Se traslada a Londres y recibe “ayuda para equipar una expedición revolucionaria y regresar al Perú”. Sus partidarios en Europa sumaban escasamente 47 individuos, consiguen una nave, con pertrechos militares, uniformes y también la tripulación, aparentemente todo subvencionado por la casa Dreyfus.
“El Talismán” nave inglesa de 134 toneladas al servicio de Piérola parte con su valiosa carga: uniformes, cañones, 2000 rifles, 200 revólveres, 60 barriles de pólvora y munición a granel. De Glasgow hacia Chile, Piérola se uniría a su fuerza de revolucionarios después en el puerto de Caldera al norte de Valparaíso.
El gobierno de Pardo conoce sus movimientos y envía a la nave “Unión” para darle caza. “El Talismán” logra huir y pone proa al norte. El 17 de octubre de 1874 en plena travesía de la nave rebelde, Piérola es proclamado con el rimbombante título “Jefe Supremo Provisorio del Perú”.
“El Talismán”, declarada por el gobierno “nave pirata”, desembarca armas y deja instrucciones para el jefe revolucionario del norte Miguel Iglesias en Pacasmayo. Perseguido por la “Independencia” retorna a Ilo y en la rada de Pacocha el 1 de noviembre de 1874 desembarca gran cantidad de pertrechos. En este puerto es capturada la nave por Miguel Grau.
Piérola huye hacia Moquegua en el ferrocarril con sus partidarios, entre nacionales y mercenarios chilenos. Aquí decreta la libre exportación del salitre, declara a Moquegua provincia Litoral y recibe nuevos partidarios a su causa. Manuel Pardo frente a las acciones revolucionarias de Piérola en el sur, pone en alerta a la guardia nacional y él se coloca al frente y se traslada a Arequipa. Las fuerzas gubernamentales sumaban 4 mil soldados en tres divisiones al mando del mismo Pardo, Lizardo Montero y Belisario Suarez, también participó el coronel Cáceres y su Batallón Zepita. Las fuerzas de Piérola escasamente sumaban 300 hombres quienes fueron derrotadas en las batallas de Los Ángeles y Yacango. Piérola fracasa en la intención de tomar Arequipa y huye a Bolivia.
El 9 de mayo de 1875 Piérola abandona su refugio en la Paz, se desplaza a Valparaíso y en este lugar, gracias al gobierno chileno que le permite ciertas libertades, redacta su segundo manifiesto de Limache. Intentaría refundar la República y para lograr sus fines expresó que “no hay otro camino para lograrlo que la lucha armada”
El gobierno de Manuel Pardo designó a Francisco Rosas y Emilio Althaus como comisionados y pactar un contrato con la Sociedad General sobre 1´900,000 toneladas de guano, poniendo fuera de juego a Dreyfus el amigo de Piérola, a los consignatarios y a los tenedores de bonos.
El primer tratado de límites entre Chile y Bolivia data de 1866. Este Tratado señalaba que el límite entre Chile y Bolivia será el paralelo 24° latitud sur y que se repartirán las utilidades fiscales de forma igualitaria de la explotación del guano y otros minerales entre los paralelos 23° y 25°. El año 1874 se firmó un segundo Tratado entre Chile y Bolivia, señalando este que Bolivia se comprometía a no aumentar por 25 años los impuestos a las empresas y capitales chilenos.
En febrero de 1873 se firmó un tratado “secreto” de alianza defensiva entre Perú y Bolivia. Era tan “secreto” que los servicios diplomáticos y los servicios secretos chilenos desplegados en Bolivia y Perú habían tomado conocimiento con mucha antelación.
José Antonio de Lavalle, fue el plenipotenciario peruano nombrado por el presidente Prado ante el gobierno chileno, luego que tropas chilenas capturan Antofagasta en febrero de 1879. En su obra “Mi misión en Chile en 1879” relata lo infructuosa que fue su misión, frente a la mecedora diplomática aplicada por el presidente chileno Aníbal Pinto y sus ministros, quienes conocían la existencia del tratado secreto entre Perú y Bolivia firmado por Manuel Pardo.
Como lo expresa el historiador Tomás Santillana Cantella “la celebración de una triple acuerdo entre La Moneda, la transnacional casa Dreyfus y Nicolás de Piérola”, indudablemente tuvo como objetivo que cada uno luchara por sus propios intereses.
La ciudad de Limache (Chile) se convirtió en la base de operaciones de Nicolás de Piérola y desde este lugar emprendió sus intentos revolucionarios contra sus adversarios.
Tomás Caivano al respecto escribe “Fue en Chile donde se refugió, desde 1872 hasta 1879 el incansable revolucionario peruano don Nicolás de Piérola…, donde con el beneplácito de las autoridades locales y a su vista, organizó las innumerables revoluciones con los cuales afligió y destrozó al Perú durante aquellos siete años”.
Mariano Felipe Paz Soldán denunció sobre la protección que prestaba Chile a Piérola “permitiéndole acumular en sus puertos los elementos de guerra que le llegaban de Europa y que enganchara gente para invadir su patria…”. Se infiere que, tanto Dreyfus como Piérola contribuyeron con armas y pertrechos al esfuerzo bélico de Chile, al estallar la guerra con Perú, el gobierno chileno confiscó en la aduana de Valparaíso: 99 fusiles Chassepot con 100 mil cartuchos; 500 fusiles Minie y una ametralladora con 60 mil cartuchos, aparte, 1500 uniformes completos, que fueron utilizados por las tropas chilenas.
El 4 de marzo de 1879 Piérola se encontraba en Valparaíso, con la intención de iniciar su tercera revolución o guerra civil, tenía depositadas en la aduana de este puerto: armas, vestuario y otros elementos para su guerra. Toma Moquegua por segunda vez, se fortifica en las alturas de Torata. Nuevamente es derrotado en Yacango por La Cotera.
Estando Mariano Ignacio Prado en el gobierno se descubren y denuncian nuevos abusos de la casa Dreyfus contra los intereses del país. Prado reclama 3 millones de libras esterlinas. William Clarke representante de Dreyfus llega de Europa para hablar con el presidente, este no lo recibe.
El enviado extranjero protesta, la que es publicada en el Times de Londres el 20 de marzo de 1877 “Contratos con gobiernos como el peruano, por regla general solo han servido para enriquecer a unas cuantas sanguijuelas financieras y un grupo chic más o menos podrido de funcionarios”. Este episodio recuerda otro sucedido en 1870, un diario de El Havre bajo el título “El negociado Dreyfus”, en el que aparece Piérola como el responsable por haber inundado con papel moneda el país.
El 6 de mayo de 1877 simpatizantes de Piérola, ocho en total, toman el monitor Huáscar, la tripulación del navío secunda a Piérola y lo proclaman Jefe Supremo de la República. El 12 de mayo llega a Pisagua, se abastece de carbón y luego hacia Arica, Piérola quien se encontraba en Valparaíso se desplaza hacia este puerto y toma posesión del “Huáscar”.
El gobierno de Prado declara al “Huáscar” nave pirata, ofrece recompensa por su captura, dispone que el almirante Juan More al mando de la escuadra vaya en pos de su captura; además autoriza a dos naves inglesas el “Shah” y el “Amethyst” para la misma misión.
El 30 de mayo de 1877 se realizó el combate de Pacocha, el Huáscar se enfrentó a las nave inglesas obligándolas a retirarse, posteriormente Piérola se rinde ante More y entrega el monitor y pide garantías para la tripulación. More comandante de la “Independencia” deja marchar a Piérola hacia Valparaíso, después de haber estado preso en el Callao, el gobierno reprende a More por esta actitud y lo destituye. Sin embargo, se conoce que Prado había decretado la amnistía para los detenidos.
Estando Piérola en Valparaíso, “incurre en volcánico idilio con María Leblanc viuda del fotógrafo Garreaud. Para graficar este romance que demuestra la debilidad de Piérola por las faldas, por esos tiempos se compuso los siguientes versos: “Dicen que el Supremo/ en Valparaíso heredó/ la hermosa cámara oscura/ del fotógrafo Garreaud”.
En junio de 1877 Manuel Pardo desterrado llega a Santiago, lo reciben fríamente y le enrostran que, por la expropiación de las salitreras por él propiciada, “12 mil chilenos perdieron su trabajo y los ahorros de muchas familias chilenas”. Pardo estaba advertido que, en un posible conflicto bélico con Chile, se levantarían la causa de los intereses de una gran mayoría laboral, frente a una minoría capitalista peruana.
Piérola lideró revoluciones y levantamientos en el país. Fue un político rebelde, contestatario, quien desde su primera presentación en sociedad, utilizo un discurso confrontacional y por momentos subversivo, enfilando sus acciones “revolucionarias” contra los gobiernos del Perú.
Como apunta Lourdes Leiva Viacava en su obra Nicolás de Piérola, respecto a la conducta de este “El comportamiento de Piérola, altivo y rebelde, gestó una división interna que fue debilitando al Perú”. Como sabemos Piérola no solo actuó en contra del gobierno de Pardo (1872-1877); sino que lo hizo contra su sucesor Mariano Ignacio Prado, en plena guerra con Chile.
Era abril de 1874 y Piérola decide viajar a París (Francia), contaba con 35 años. En la ciudad luz es recibido por Augusto Dreyfus, sus amigos Daniel Ruzo, Fernando Casós y Guillermo Bogardus. En esta ciudad inicia una cruzada para conseguir recursos y derrocar al gobierno constituido, mantiene permanente comunicación con sus agentes. Se traslada a Londres y recibe “ayuda para equipar una expedición revolucionaria y regresar al Perú”. Sus partidarios en Europa sumaban escasamente 47 individuos, consiguen una nave, con pertrechos militares, uniformes y también la tripulación, aparentemente todo subvencionado por la casa Dreyfus.
“El Talismán” nave inglesa de 134 toneladas al servicio de Piérola parte con su valiosa carga: uniformes, cañones, 2000 rifles, 200 revólveres, 60 barriles de pólvora y munición a granel. De Glasgow hacia Chile, Piérola se uniría a su fuerza de revolucionarios después en el puerto de Caldera al norte de Valparaíso.
El gobierno de Pardo conoce sus movimientos y envía a la nave “Unión” para darle caza. “El Talismán” logra huir y pone proa al norte. El 17 de octubre de 1874 en plena travesía de la nave rebelde, Piérola es proclamado con el rimbombante título “Jefe Supremo Provisorio del Perú”.
“El Talismán”, declarada por el gobierno “nave pirata”, desembarca armas y deja instrucciones para el jefe revolucionario del norte Miguel Iglesias en Pacasmayo. Perseguido por la “Independencia” retorna a Ilo y en la rada de Pacocha el 1 de noviembre de 1874 desembarca gran cantidad de pertrechos. En este puerto es capturada la nave por Miguel Grau.
Piérola huye hacia Moquegua en el ferrocarril con sus partidarios, entre nacionales y mercenarios chilenos. Aquí decreta la libre exportación del salitre, declara a Moquegua provincia Litoral y recibe nuevos partidarios a su causa. Manuel Pardo frente a las acciones revolucionarias de Piérola en el sur, pone en alerta a la guardia nacional y él se coloca al frente y se traslada a Arequipa. Las fuerzas gubernamentales sumaban 4 mil soldados en tres divisiones al mando del mismo Pardo, Lizardo Montero y Belisario Suarez, también participó el coronel Cáceres y su Batallón Zepita. Las fuerzas de Piérola escasamente sumaban 300 hombres quienes fueron derrotadas en las batallas de Los Ángeles y Yacango. Piérola fracasa en la intención de tomar Arequipa y huye a Bolivia.
El 9 de mayo de 1875 Piérola abandona su refugio en la Paz, se desplaza a Valparaíso y en este lugar, gracias al gobierno chileno que le permite ciertas libertades, redacta su segundo manifiesto de Limache. Intentaría refundar la República y para lograr sus fines expresó que “no hay otro camino para lograrlo que la lucha armada”
El gobierno de Manuel Pardo designó a Francisco Rosas y Emilio Althaus como comisionados y pactar un contrato con la Sociedad General sobre 1´900,000 toneladas de guano, poniendo fuera de juego a Dreyfus el amigo de Piérola, a los consignatarios y a los tenedores de bonos.
El primer tratado de límites entre Chile y Bolivia data de 1866. Este Tratado señalaba que el límite entre Chile y Bolivia será el paralelo 24° latitud sur y que se repartirán las utilidades fiscales de forma igualitaria de la explotación del guano y otros minerales entre los paralelos 23° y 25°. El año 1874 se firmó un segundo Tratado entre Chile y Bolivia, señalando este que Bolivia se comprometía a no aumentar por 25 años los impuestos a las empresas y capitales chilenos.
En febrero de 1873 se firmó un tratado “secreto” de alianza defensiva entre Perú y Bolivia. Era tan “secreto” que los servicios diplomáticos y los servicios secretos chilenos desplegados en Bolivia y Perú habían tomado conocimiento con mucha antelación.
José Antonio de Lavalle, fue el plenipotenciario peruano nombrado por el presidente Prado ante el gobierno chileno, luego que tropas chilenas capturan Antofagasta en febrero de 1879. En su obra “Mi misión en Chile en 1879” relata lo infructuosa que fue su misión, frente a la mecedora diplomática aplicada por el presidente chileno Aníbal Pinto y sus ministros, quienes conocían la existencia del tratado secreto entre Perú y Bolivia firmado por Manuel Pardo.
Como lo expresa el historiador Tomás Santillana Cantella “la celebración de una triple acuerdo entre La Moneda, la transnacional casa Dreyfus y Nicolás de Piérola”, indudablemente tuvo como objetivo que cada uno luchara por sus propios intereses.
La ciudad de Limache (Chile) se convirtió en la base de operaciones de Nicolás de Piérola y desde este lugar emprendió sus intentos revolucionarios contra sus adversarios.
Tomás Caivano al respecto escribe “Fue en Chile donde se refugió, desde 1872 hasta 1879 el incansable revolucionario peruano don Nicolás de Piérola…, donde con el beneplácito de las autoridades locales y a su vista, organizó las innumerables revoluciones con los cuales afligió y destrozó al Perú durante aquellos siete años”.
Mariano Felipe Paz Soldán denunció sobre la protección que prestaba Chile a Piérola “permitiéndole acumular en sus puertos los elementos de guerra que le llegaban de Europa y que enganchara gente para invadir su patria…”. Se infiere que, tanto Dreyfus como Piérola contribuyeron con armas y pertrechos al esfuerzo bélico de Chile, al estallar la guerra con Perú, el gobierno chileno confiscó en la aduana de Valparaíso: 99 fusiles Chassepot con 100 mil cartuchos; 500 fusiles Minie y una ametralladora con 60 mil cartuchos, aparte, 1500 uniformes completos, que fueron utilizados por las tropas chilenas.
El 4 de marzo de 1879 Piérola se encontraba en Valparaíso, con la intención de iniciar su tercera revolución o guerra civil, tenía depositadas en la aduana de este puerto: armas, vestuario y otros elementos para su guerra. Toma Moquegua por segunda vez, se fortifica en las alturas de Torata. Nuevamente es derrotado en Yacango por La Cotera.
Estando Mariano Ignacio Prado en el gobierno se descubren y denuncian nuevos abusos de la casa Dreyfus contra los intereses del país. Prado reclama 3 millones de libras esterlinas. William Clarke representante de Dreyfus llega de Europa para hablar con el presidente, este no lo recibe.
El enviado extranjero protesta, la que es publicada en el Times de Londres el 20 de marzo de 1877 “Contratos con gobiernos como el peruano, por regla general solo han servido para enriquecer a unas cuantas sanguijuelas financieras y un grupo chic más o menos podrido de funcionarios”. Este episodio recuerda otro sucedido en 1870, un diario de El Havre bajo el título “El negociado Dreyfus”, en el que aparece Piérola como el responsable por haber inundado con papel moneda el país.
El 6 de mayo de 1877 simpatizantes de Piérola, ocho en total, toman el monitor Huáscar, la tripulación del navío secunda a Piérola y lo proclaman Jefe Supremo de la República. El 12 de mayo llega a Pisagua, se abastece de carbón y luego hacia Arica, Piérola quien se encontraba en Valparaíso se desplaza hacia este puerto y toma posesión del “Huáscar”.
El gobierno de Prado declara al “Huáscar” nave pirata, ofrece recompensa por su captura, dispone que el almirante Juan More al mando de la escuadra vaya en pos de su captura; además autoriza a dos naves inglesas el “Shah” y el “Amethyst” para la misma misión.
El 30 de mayo de 1877 se realizó el combate de Pacocha, el Huáscar se enfrentó a las nave inglesas obligándolas a retirarse, posteriormente Piérola se rinde ante More y entrega el monitor y pide garantías para la tripulación. More comandante de la “Independencia” deja marchar a Piérola hacia Valparaíso, después de haber estado preso en el Callao, el gobierno reprende a More por esta actitud y lo destituye. Sin embargo, se conoce que Prado había decretado la amnistía para los detenidos.
Estando Piérola en Valparaíso, “incurre en volcánico idilio con María Leblanc viuda del fotógrafo Garreaud. Para graficar este romance que demuestra la debilidad de Piérola por las faldas, por esos tiempos se compuso los siguientes versos: “Dicen que el Supremo/ en Valparaíso heredó/ la hermosa cámara oscura/ del fotógrafo Garreaud”.
En junio de 1877 Manuel Pardo desterrado llega a Santiago, lo reciben fríamente y le enrostran que, por la expropiación de las salitreras por él propiciada, “12 mil chilenos perdieron su trabajo y los ahorros de muchas familias chilenas”. Pardo estaba advertido que, en un posible conflicto bélico con Chile, se levantarían la causa de los intereses de una gran mayoría laboral, frente a una minoría capitalista peruana.
sábado, 21 de enero de 2012
La Injusticia de la justicia militar-policial.
La Constitución vigente estipula dos aspectos fundamentales sobre la persona. Por un lado, indica que, el fin supremo del Estado es la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad; por otro lado, pone énfasis al expresar que, toda persona tiene derecho a la vida y a su integridad moral, psíquica y física.
La intervención del general César Jordán Brignole al mando del operativo en Moquegua el 16 de junio de 2008, desde este enfoque constitucional, cumplió su cometido, con responsabilidad y priorizando el respeto a los derechos humanos de los intervinientes. Jordán decidió por la vida de policías y revoltosos. ¿Por eso lo condenan?
Muy fácil hubiera sido cumplir la orden de desalojo, sin medir las consecuencias posteriores, como en el Baguazo. Siempre serán militares y policías los que paguen los platos rotos. Mientras los responsables políticos se lavan las manos, se alejan del cargo sin conciencia y se refugian en manos amigas de la justicia, que se encarga de lavarles la fachada.
Por ello, nos llama la atención la sentencia al general Jordán, emitida por el Tribunal Supremo de Justicia Militar Policial (TSJ M-P) ¿Ha cambiado la justicia militar-policial respecto al pasado? Para muchos de los miembros de las FFAA y PNP, no pasa sino, de ser un cambio de nombres, solo eso. Muy rimbombante e inclusivo el actual, para estar a tono con el quinquenio político.
Apuntamos como antecedente, a partir de 2006 se aplicó el Código de Justicia Militar Policial (CJMP) aprobado por el D. L. 961, de manera retroactiva, para casos judicializados con anterioridad a esta fecha. Así, muchos miembros de las FFAA y PNP de todos los rangos, fueron perjudicados y sus casos derivados a la justicia común. El TSJMP hizo caso omiso a lo dispuesto en la 1ra disposición transitoria, que indica “los procesos judiciales que vienen tramitándose con el Código de 1980, concluirán con la expresada normatividad”.
El caso de Bagua es el mejor ejemplo en que la decisión del TSJ M-P no se ajusta a la gravedad de los hechos. Como se recuerda, en Bagua hubo un enfrentamiento entre nativos y policías. Una decisión política del presidente, una orden mal impartida por la Ministra del Interior Meche Cabanillas y peor cumplida por el general encargado de las operaciones.
Resultado 34 muertos entre nativos y policías, y un desaparecido. Responsables los policías y militares. ¿Y la ex ministra del interior? Es cierto los responsables del fallido operativo en Bagua que derivó en muertes, fueron sentenciados a penas entre 12 y 36 meses suspendidas y al pago de la reparación civil correspondiente.
Con este tipo de sentencias del TSJ M-P, qué confianza pueden tener los militares y policías, quienes cumplen misión operativa en el VRAE, Huallaga y como es el caso del general Alberto Jordán. La sentencia es un mal precedente para los integrantes de las FFA y PNP, a quienes se les ordena determinado operativo, sin agotar las negociaciones hasta lograr una solución política.
Este gobierno recién comienza a recibir los zarpazos de diversos conflictos sociales. Conga es el mejor ejemplo de cómo se debe buscar la solución, aunque incompleta debido a la obstinación del gobierno regional. Con seguridad a lo largo de este quinquenio se vivirán muchos momentos de violencia. Esperemos que no terminen como el Baguazo.
La Constitución vigente estipula dos aspectos fundamentales sobre la persona. Por un lado, indica que, el fin supremo del Estado es la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad; por otro lado, pone énfasis al expresar que, toda persona tiene derecho a la vida y a su integridad moral, psíquica y física.
La intervención del general César Jordán Brignole al mando del operativo en Moquegua el 16 de junio de 2008, desde este enfoque constitucional, cumplió su cometido, con responsabilidad y priorizando el respeto a los derechos humanos de los intervinientes. Jordán decidió por la vida de policías y revoltosos. ¿Por eso lo condenan?
Muy fácil hubiera sido cumplir la orden de desalojo, sin medir las consecuencias posteriores, como en el Baguazo. Siempre serán militares y policías los que paguen los platos rotos. Mientras los responsables políticos se lavan las manos, se alejan del cargo sin conciencia y se refugian en manos amigas de la justicia, que se encarga de lavarles la fachada.
Por ello, nos llama la atención la sentencia al general Jordán, emitida por el Tribunal Supremo de Justicia Militar Policial (TSJ M-P) ¿Ha cambiado la justicia militar-policial respecto al pasado? Para muchos de los miembros de las FFAA y PNP, no pasa sino, de ser un cambio de nombres, solo eso. Muy rimbombante e inclusivo el actual, para estar a tono con el quinquenio político.
Apuntamos como antecedente, a partir de 2006 se aplicó el Código de Justicia Militar Policial (CJMP) aprobado por el D. L. 961, de manera retroactiva, para casos judicializados con anterioridad a esta fecha. Así, muchos miembros de las FFAA y PNP de todos los rangos, fueron perjudicados y sus casos derivados a la justicia común. El TSJMP hizo caso omiso a lo dispuesto en la 1ra disposición transitoria, que indica “los procesos judiciales que vienen tramitándose con el Código de 1980, concluirán con la expresada normatividad”.
El caso de Bagua es el mejor ejemplo en que la decisión del TSJ M-P no se ajusta a la gravedad de los hechos. Como se recuerda, en Bagua hubo un enfrentamiento entre nativos y policías. Una decisión política del presidente, una orden mal impartida por la Ministra del Interior Meche Cabanillas y peor cumplida por el general encargado de las operaciones.
Resultado 34 muertos entre nativos y policías, y un desaparecido. Responsables los policías y militares. ¿Y la ex ministra del interior? Es cierto los responsables del fallido operativo en Bagua que derivó en muertes, fueron sentenciados a penas entre 12 y 36 meses suspendidas y al pago de la reparación civil correspondiente.
Con este tipo de sentencias del TSJ M-P, qué confianza pueden tener los militares y policías, quienes cumplen misión operativa en el VRAE, Huallaga y como es el caso del general Alberto Jordán. La sentencia es un mal precedente para los integrantes de las FFA y PNP, a quienes se les ordena determinado operativo, sin agotar las negociaciones hasta lograr una solución política.
Este gobierno recién comienza a recibir los zarpazos de diversos conflictos sociales. Conga es el mejor ejemplo de cómo se debe buscar la solución, aunque incompleta debido a la obstinación del gobierno regional. Con seguridad a lo largo de este quinquenio se vivirán muchos momentos de violencia. Esperemos que no terminen como el Baguazo.
domingo, 15 de enero de 2012
Remuneraciones y pensiones de uniformados en la mecedora.
El gobierno de Ollanta ha dado prioridad a la inclusión social. ¡Bravo por ello! Sin embargo, respecto a las remuneraciones y pensiones de las FFAA y PNP, parece seguir la misma política de los avestruces, de la indiferencia y del perro del hortelano, que siguieron los gobiernos de Alejandro Toledo y de Alan García.
De otra manera no se explica, las idas y venidas del ministro de economía Castilla. Cuyo apellido nos recuerda al Gran Mariscal Castilla tarapaqueño y gran visionario. Solo el ministro sabe cómo seguir manteniendo la grave situación salarial y pensionaria, que atraviesan soldados, policías, viudas, discapacitados y familiares desde hace más de veinte años.
Para complicar la coyuntura política, se ratifica a los generales de la PNP participantes en la famosa cena en “Las Brujas de Cachiche”. En el Congreso la hacen largas sobre el caso Omar Chehade. No deciden su situación. ¿Lo librarán de la sanción? Mejor distraernos con la premiación del “Rally Dakar”. Pan y circo.
Por otro lado, el Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), ha reunido aproximadamente 300,000 firmas para buscar su inscripción como partido político. Sin embargo, este movimiento mantienen vigente su pensamiento guía.
Sí, el pensamiento “Gonzalo”. Ideología que generó la violencia en nuestro país, desde los años ochenta del siglo pasado. 25 mil muertos y no 70 mil como sostiene el informe de la ex CVR y más 30 mil millones en pérdidas económicas. Para nuestro país miseria y atraso. Hoy sus remanentes actúan como sicarios del TID.
No dudamos que entre familiares de soldados y policías, ronderos y licenciados de las FFAA, sobrepasan el millón de personas fácilmente. Urgente reunir todas las firmas disponibles. Con seguridad millones de peruanos se unirán en una cruzada para impedir la inscripción de Movadef. ¿Por qué no?
Por otro lado, consecuente con esta acción, si realmente se propusieran los líderes de partidos políticos denominados democráticos, de inmediato se unirían para expresar su rechazo a esta inscripción. No individualmente como lo están haciendo. Darían una lección de coraje, unidad democrática y desprendimiento cívico ante la opinión pública nacional e internacional.
¿Qué esperan? Que el JNE acepte la inscripción de SL como partido político, para ir a llorar al río. Que luego dinamiten por dentro fiel a su estilo el sistema democrático. Tantas vidas truncadas y discapacitados de uniformados, ronderos, autoridades y héroes civiles anónimos.
Tantas viudas, huérfanos y desplazados olvidados. Tanta sangre inocente derramada en los andes y selva, ha costado nuestra democracia, para ponerla, precisamente en peligro.
¡Que el JNE se ponga los pantalones largos! Rechacen esa inscripción. No se dejen amedrentar y avasallar en sus legítimos derechos a decidir lo mejor para el sistema democrático. Tienen una grave responsabilidad ante los 28 millones de peruanos.
El gobierno de Ollanta ha dado prioridad a la inclusión social. ¡Bravo por ello! Sin embargo, respecto a las remuneraciones y pensiones de las FFAA y PNP, parece seguir la misma política de los avestruces, de la indiferencia y del perro del hortelano, que siguieron los gobiernos de Alejandro Toledo y de Alan García.
De otra manera no se explica, las idas y venidas del ministro de economía Castilla. Cuyo apellido nos recuerda al Gran Mariscal Castilla tarapaqueño y gran visionario. Solo el ministro sabe cómo seguir manteniendo la grave situación salarial y pensionaria, que atraviesan soldados, policías, viudas, discapacitados y familiares desde hace más de veinte años.
Para complicar la coyuntura política, se ratifica a los generales de la PNP participantes en la famosa cena en “Las Brujas de Cachiche”. En el Congreso la hacen largas sobre el caso Omar Chehade. No deciden su situación. ¿Lo librarán de la sanción? Mejor distraernos con la premiación del “Rally Dakar”. Pan y circo.
Por otro lado, el Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), ha reunido aproximadamente 300,000 firmas para buscar su inscripción como partido político. Sin embargo, este movimiento mantienen vigente su pensamiento guía.
Sí, el pensamiento “Gonzalo”. Ideología que generó la violencia en nuestro país, desde los años ochenta del siglo pasado. 25 mil muertos y no 70 mil como sostiene el informe de la ex CVR y más 30 mil millones en pérdidas económicas. Para nuestro país miseria y atraso. Hoy sus remanentes actúan como sicarios del TID.
No dudamos que entre familiares de soldados y policías, ronderos y licenciados de las FFAA, sobrepasan el millón de personas fácilmente. Urgente reunir todas las firmas disponibles. Con seguridad millones de peruanos se unirán en una cruzada para impedir la inscripción de Movadef. ¿Por qué no?
Por otro lado, consecuente con esta acción, si realmente se propusieran los líderes de partidos políticos denominados democráticos, de inmediato se unirían para expresar su rechazo a esta inscripción. No individualmente como lo están haciendo. Darían una lección de coraje, unidad democrática y desprendimiento cívico ante la opinión pública nacional e internacional.
¿Qué esperan? Que el JNE acepte la inscripción de SL como partido político, para ir a llorar al río. Que luego dinamiten por dentro fiel a su estilo el sistema democrático. Tantas vidas truncadas y discapacitados de uniformados, ronderos, autoridades y héroes civiles anónimos.
Tantas viudas, huérfanos y desplazados olvidados. Tanta sangre inocente derramada en los andes y selva, ha costado nuestra democracia, para ponerla, precisamente en peligro.
¡Que el JNE se ponga los pantalones largos! Rechacen esa inscripción. No se dejen amedrentar y avasallar en sus legítimos derechos a decidir lo mejor para el sistema democrático. Tienen una grave responsabilidad ante los 28 millones de peruanos.
sábado, 7 de enero de 2012
Episodios de la toma de Lima, 17 de enero de 1881.
Corolario de la ineptitud de gobernantes como: José Balta, Manuel Pardo, Mariano I. Prado y Nicolás de Piérola, quienes intrigaron, olvidaron y descuidaron la Defensa Nacional, por irresponsabilidad, intereses subalternos y ambiciones políticas, tocó a su fin el 17 de enero de 1881 a las 6 p.m., cuando las tropas chilenas al mando del general Manuel Baquedano ingresaron a la ciudad de Lima.
Han transcurrido 131 años de ese nefasto episodio. Enterrado bajo toneladas de hormigón, en el baúl de los recuerdos más siniestros de nuestra historia republicana. Y maquillado por las grandes inversiones chilenas en el país y en armamento de última tecnología que este país adquirió en la ultima década.
Chile, siempre ha sostenido que nunca se preparó militarmente para afrontar un conflicto. Asegura, no quiso hacerle la guerra al Perú. Sin embargo, luego de consumado el acto, reconocen que hubo una intencionalidad política, económica y social en la decisión de declarar. Utilizaron como pretexto el Tratado defensivo firmado por Perú y Bolivia, durante el gobierno civilista de Manuel Pardo en 1873.
Según relata el diario de ocupación La Actualidad: “el primer edificio que ostentó la bandera de Chile fue el Cuartel de Santa catalina. Eran la 5.30 p.m., del 17 y la artillería acababa de tomar posesión de él”. También narra el ingreso de las tropas chilenas a la capital, dice “A las 4.30 p.m., el primer Krupp llegó a la plaza de la exposición y a las 6 p.m., las tropas llegaron a la plaza principal”. Durante la ocupación del Cuartel Santa Catalina, se descubrió un inmenso parque de artillería con numerosos cañones de todo calibre, municiones y rifles que fueron útiles para las fuerzas chilenas.
Por su parte, el 18 de enero, precisamente en el aniversario de la fundación de la capital del Perú, el general Manuel Baquedano, lanza su proclama al tomar posesión de Lima.
Baquedano dice: “Hoy, al tomar posesión, en nombre de la república de Chile, de esta ciudad de Lima, término de la gran jornada que principió en Antofagasta el 14 de febrero de 1879, me apresuro a cumplir con el deber de enviar mis más entusiastas felicitaciones (…)”. Reconoce el esfuerzo de sus tropas especialmente en las victorias de Chorrillos y Miraflores que le permitieron la ocupación de Lima. Antofagasta fue la cabecera de playa que necesitaba, para poner en ejecución su macabro plan.
Continúa Baquedano reconociendo el esfuerzo realizado por el gobierno de Aníbal Pinto por haber emprendido esta empresa, previo planeamiento anticipado y a sus tropas por el esfuerzo y sacrificio realizado a lo largo de casi dos años de guerra, “Cuando vuelvo la vista hacia atrás para mirar el camino recorrido, no sé qué admirar más: si la energía del país que acometió la colosal empresa de esta guerra o la que vosotros habéis necesitado para llevar a cabo”.
El 19 de enero, se nombra a diferentes autoridades: como jefe político del departamento de Lima al general de brigada Cornelio Saavedra. Como Jefe político y militar del Callao a Patricio Lynch. Esa misma fecha se publica una serie de bandos y decretos. Entre ellos el más importante fue “El Bando para la entrega de armas y presentación de los jefes y oficiales del Ejército peruano”.
Mediante esta disposición: Las armas, municiones, pertrechos de guerra y otros artículos de propiedad fiscal, que existían depositados o en poder de particulares, se pusieran a disposición del jefe de policía. Quienes ejecutaran actos de depredación o violencia contra la población serían pasados por las armas. Finalmente los señores generales, jefes y oficiales del ejército peruano, que se encontraban ocultos, fueron autorizados para permanecer con arresto domiciliario, previa presentación de una solicitud al jefe de policía.
Esta última disposición obligó a numerosos integrantes del ejército, quienes prefirieron quedarse en sus domicilios deponiendo las ramas ante el invasor, en lugar de plegarse a las fuerzas de resistencia de Cáceres. Así actuaron algunos malos peruanos.
La relación fue publicada por el diario El Mercurio de Valparaíso, ejemplar N° 16, 256, del 10 de mayo de 1881. Una investigación de César Vásquez Bazán, indica los nombres completos, fue publicado por el semanario HILDEBRANDT EN SUS TRECE (semana del 16-22 de diciembre 2011)
Notas:
Ahumada, Pascual. “LA GUERRA DEL PACÍFICO”. Tomo V, cap. I, págs. (109-117).
HILDEBRANDT EN SUS TRECE (semana del 16-22 de diciembre 2011).
Corolario de la ineptitud de gobernantes como: José Balta, Manuel Pardo, Mariano I. Prado y Nicolás de Piérola, quienes intrigaron, olvidaron y descuidaron la Defensa Nacional, por irresponsabilidad, intereses subalternos y ambiciones políticas, tocó a su fin el 17 de enero de 1881 a las 6 p.m., cuando las tropas chilenas al mando del general Manuel Baquedano ingresaron a la ciudad de Lima.
Han transcurrido 131 años de ese nefasto episodio. Enterrado bajo toneladas de hormigón, en el baúl de los recuerdos más siniestros de nuestra historia republicana. Y maquillado por las grandes inversiones chilenas en el país y en armamento de última tecnología que este país adquirió en la ultima década.
Chile, siempre ha sostenido que nunca se preparó militarmente para afrontar un conflicto. Asegura, no quiso hacerle la guerra al Perú. Sin embargo, luego de consumado el acto, reconocen que hubo una intencionalidad política, económica y social en la decisión de declarar. Utilizaron como pretexto el Tratado defensivo firmado por Perú y Bolivia, durante el gobierno civilista de Manuel Pardo en 1873.
Según relata el diario de ocupación La Actualidad: “el primer edificio que ostentó la bandera de Chile fue el Cuartel de Santa catalina. Eran la 5.30 p.m., del 17 y la artillería acababa de tomar posesión de él”. También narra el ingreso de las tropas chilenas a la capital, dice “A las 4.30 p.m., el primer Krupp llegó a la plaza de la exposición y a las 6 p.m., las tropas llegaron a la plaza principal”. Durante la ocupación del Cuartel Santa Catalina, se descubrió un inmenso parque de artillería con numerosos cañones de todo calibre, municiones y rifles que fueron útiles para las fuerzas chilenas.
Por su parte, el 18 de enero, precisamente en el aniversario de la fundación de la capital del Perú, el general Manuel Baquedano, lanza su proclama al tomar posesión de Lima.
Baquedano dice: “Hoy, al tomar posesión, en nombre de la república de Chile, de esta ciudad de Lima, término de la gran jornada que principió en Antofagasta el 14 de febrero de 1879, me apresuro a cumplir con el deber de enviar mis más entusiastas felicitaciones (…)”. Reconoce el esfuerzo de sus tropas especialmente en las victorias de Chorrillos y Miraflores que le permitieron la ocupación de Lima. Antofagasta fue la cabecera de playa que necesitaba, para poner en ejecución su macabro plan.
Continúa Baquedano reconociendo el esfuerzo realizado por el gobierno de Aníbal Pinto por haber emprendido esta empresa, previo planeamiento anticipado y a sus tropas por el esfuerzo y sacrificio realizado a lo largo de casi dos años de guerra, “Cuando vuelvo la vista hacia atrás para mirar el camino recorrido, no sé qué admirar más: si la energía del país que acometió la colosal empresa de esta guerra o la que vosotros habéis necesitado para llevar a cabo”.
El 19 de enero, se nombra a diferentes autoridades: como jefe político del departamento de Lima al general de brigada Cornelio Saavedra. Como Jefe político y militar del Callao a Patricio Lynch. Esa misma fecha se publica una serie de bandos y decretos. Entre ellos el más importante fue “El Bando para la entrega de armas y presentación de los jefes y oficiales del Ejército peruano”.
Mediante esta disposición: Las armas, municiones, pertrechos de guerra y otros artículos de propiedad fiscal, que existían depositados o en poder de particulares, se pusieran a disposición del jefe de policía. Quienes ejecutaran actos de depredación o violencia contra la población serían pasados por las armas. Finalmente los señores generales, jefes y oficiales del ejército peruano, que se encontraban ocultos, fueron autorizados para permanecer con arresto domiciliario, previa presentación de una solicitud al jefe de policía.
Esta última disposición obligó a numerosos integrantes del ejército, quienes prefirieron quedarse en sus domicilios deponiendo las ramas ante el invasor, en lugar de plegarse a las fuerzas de resistencia de Cáceres. Así actuaron algunos malos peruanos.
La relación fue publicada por el diario El Mercurio de Valparaíso, ejemplar N° 16, 256, del 10 de mayo de 1881. Una investigación de César Vásquez Bazán, indica los nombres completos, fue publicado por el semanario HILDEBRANDT EN SUS TRECE (semana del 16-22 de diciembre 2011)
Notas:
Ahumada, Pascual. “LA GUERRA DEL PACÍFICO”. Tomo V, cap. I, págs. (109-117).
HILDEBRANDT EN SUS TRECE (semana del 16-22 de diciembre 2011).
domingo, 1 de enero de 2012
La lucha heroica por los derechos humanos de 72 rehenes.
Toda sociedad políticamente organizada como la nuestra, tiene el propósito de conseguir el bien común y sentar el imperio de la justicia. Para ello se ha estructurado una organización y establecido un régimen jurídico, que permite afianzar la libertad, la justicia y la convivencia. Deseamos creer que es así.
El Presidente Ollanta Humala Tasso ha diferencia de sus antecesores quienes prefirieron la política de los avestruces, en recientes declaraciones a RPP, enfatizó que ““Estamos organizando una mesa multipartidaria de unidad política, frente a los excesos de un organismo internacional que no respeta nuestra jurisdicción. El Estado va a responder por ellos, garantizaremos que ningún comando vaya a ir preso”.
Recordemos que, 14 terroristas del MRTA incursionaron en la embajada de Japón en Lima, el 17 de diciembre de 1996, cuando se celebraba el natalicio del emperador de Japón. Sometieron y tomaron de rehenes, a unas 800 personalidades entre autoridades políticas, judiciales, empresarios nacionales y extranjeros, diplomáticos e invitados especiales.
Los emerretistas estaban armados con fusiles y lanzacohetes. Ingresaron a la Embajada apoyados por una fuerte explosión, con disparos al aire, amenazando, vociferando e insultando a todos, para compensar su debilidad numérica. Violaron la libertad de los rehenes y la extraterritorialidad de la embajada nipona en el Perú. ¿Alguna organización de DDHH dijo algo al respecto? Nada, silencio sepulcral.
Durante su permanencia en el interior, los rehenes fueron sometidos a tortura sicológica, burlas, vejámenes y fueron liberados a discreción y decisión del terrorista Serpa Cartolín quien decidía quiénes debían salir. Todos recuerdan que el congresista Javier Diez Canseco fue uno de los primeros en ser liberados. Quedan imágenes al respecto.
La Constitución de 1993, en su artículo N° 163 indica “El Estado garantiza la seguridad de la Nación mediante el Sistema de Defensa Nacional” y en el Art. 165 establece la finalidad de las FFAA. La Defensa nacional es integral y permanente, por tanto, debe estar alerta ante cualquier amenaza interna o externa.
Precisamente, dando cumplimiento a su finalidad constitucional, el presidente Alberto Fujimori en su calidad de Jefe Supremo de las FFAA, dispuso el rescate de los rehenes, por tropas de elite de las FFAA. Los rehenes fueron utilizados para negociar la libertad de emerretistas presos, como simples mercancías, entre ellos a Nancy Gilvonio pareja de Serpa Cartolín el líder de los terroristas.
La incursión de los Comandos Chavín de Huantar permitió la liberación y rescate de 71 rehenes. Lamentablemente en la operación murió el magistrado Carlos Giusti La Rosa y los Comandos Valer y Jiménez. No ensucien la memoria de nuestros héroes nacionales, que ofrendaron su vida por la patria.
La denuncia de un malagradecido rehén y diplomático japonés, de tendencia comunista, quien pasaba largas horas conversando con Serpa ha servido para que organismos de derechos humanos, quieran quebrar la estructura del Estado peruano. Quieren poner de rodillas al Perú y que pidan perdón los 28 millones de peruanos, por la muerte de emerretistas en un enfrentamiento militar. ¿No faltaba más?
Sin embargo, lo que causa más sorpresa e indignación, es que existan malos peruanos, para quienes es más importante defender a terroristas, dejando de lado y sin reconocer, que gracias a esta operación, pueden respirar tranquilos, hacer sus actividades normales en un ambiente de paz y planear sus vidas sin temor a un secuestro, un asesinato, un chantaje, una cárcel del pueblo o un cupo que pagar.
¿Por qué estas organizaciones se preocupan por defender los derechos humanos de terroristas, que violaron los derechos humanos de un sinnúmero de uniformados y empresarios, a quienes asesinaron, secuestraron, mantuvieron en las mazmorras denominadas “cárceles del pueblo”, cobrando cupos o asesinando a quienes no se sometían a sus chantajes?
Realmente es vergonzoso e indigno que existan estas personas. ¿Reciben dinero a cambio de sus acciones? ¡Vaya uno a saber! ¿Qué autoridad investigó las cuentas en el extranjero de esta organización terrorista? ¿Insurgentes? No insulten la inteligencia de los peruanos.
Toda sociedad políticamente organizada como la nuestra, tiene el propósito de conseguir el bien común y sentar el imperio de la justicia. Para ello se ha estructurado una organización y establecido un régimen jurídico, que permite afianzar la libertad, la justicia y la convivencia. Deseamos creer que es así.
El Presidente Ollanta Humala Tasso ha diferencia de sus antecesores quienes prefirieron la política de los avestruces, en recientes declaraciones a RPP, enfatizó que ““Estamos organizando una mesa multipartidaria de unidad política, frente a los excesos de un organismo internacional que no respeta nuestra jurisdicción. El Estado va a responder por ellos, garantizaremos que ningún comando vaya a ir preso”.
Recordemos que, 14 terroristas del MRTA incursionaron en la embajada de Japón en Lima, el 17 de diciembre de 1996, cuando se celebraba el natalicio del emperador de Japón. Sometieron y tomaron de rehenes, a unas 800 personalidades entre autoridades políticas, judiciales, empresarios nacionales y extranjeros, diplomáticos e invitados especiales.
Los emerretistas estaban armados con fusiles y lanzacohetes. Ingresaron a la Embajada apoyados por una fuerte explosión, con disparos al aire, amenazando, vociferando e insultando a todos, para compensar su debilidad numérica. Violaron la libertad de los rehenes y la extraterritorialidad de la embajada nipona en el Perú. ¿Alguna organización de DDHH dijo algo al respecto? Nada, silencio sepulcral.
Durante su permanencia en el interior, los rehenes fueron sometidos a tortura sicológica, burlas, vejámenes y fueron liberados a discreción y decisión del terrorista Serpa Cartolín quien decidía quiénes debían salir. Todos recuerdan que el congresista Javier Diez Canseco fue uno de los primeros en ser liberados. Quedan imágenes al respecto.
La Constitución de 1993, en su artículo N° 163 indica “El Estado garantiza la seguridad de la Nación mediante el Sistema de Defensa Nacional” y en el Art. 165 establece la finalidad de las FFAA. La Defensa nacional es integral y permanente, por tanto, debe estar alerta ante cualquier amenaza interna o externa.
Precisamente, dando cumplimiento a su finalidad constitucional, el presidente Alberto Fujimori en su calidad de Jefe Supremo de las FFAA, dispuso el rescate de los rehenes, por tropas de elite de las FFAA. Los rehenes fueron utilizados para negociar la libertad de emerretistas presos, como simples mercancías, entre ellos a Nancy Gilvonio pareja de Serpa Cartolín el líder de los terroristas.
La incursión de los Comandos Chavín de Huantar permitió la liberación y rescate de 71 rehenes. Lamentablemente en la operación murió el magistrado Carlos Giusti La Rosa y los Comandos Valer y Jiménez. No ensucien la memoria de nuestros héroes nacionales, que ofrendaron su vida por la patria.
La denuncia de un malagradecido rehén y diplomático japonés, de tendencia comunista, quien pasaba largas horas conversando con Serpa ha servido para que organismos de derechos humanos, quieran quebrar la estructura del Estado peruano. Quieren poner de rodillas al Perú y que pidan perdón los 28 millones de peruanos, por la muerte de emerretistas en un enfrentamiento militar. ¿No faltaba más?
Sin embargo, lo que causa más sorpresa e indignación, es que existan malos peruanos, para quienes es más importante defender a terroristas, dejando de lado y sin reconocer, que gracias a esta operación, pueden respirar tranquilos, hacer sus actividades normales en un ambiente de paz y planear sus vidas sin temor a un secuestro, un asesinato, un chantaje, una cárcel del pueblo o un cupo que pagar.
¿Por qué estas organizaciones se preocupan por defender los derechos humanos de terroristas, que violaron los derechos humanos de un sinnúmero de uniformados y empresarios, a quienes asesinaron, secuestraron, mantuvieron en las mazmorras denominadas “cárceles del pueblo”, cobrando cupos o asesinando a quienes no se sometían a sus chantajes?
Realmente es vergonzoso e indigno que existan estas personas. ¿Reciben dinero a cambio de sus acciones? ¡Vaya uno a saber! ¿Qué autoridad investigó las cuentas en el extranjero de esta organización terrorista? ¿Insurgentes? No insulten la inteligencia de los peruanos.
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