El Califa, héroe o villano. (II)
Piérola lideró revoluciones y levantamientos en el país. Fue un político rebelde, contestatario, quien desde su primera presentación en sociedad, utilizo un discurso confrontacional y por momentos subversivo, enfilando sus acciones “revolucionarias” contra los gobiernos del Perú.
Como apunta Lourdes Leiva Viacava en su obra Nicolás de Piérola, respecto a la conducta de este “El comportamiento de Piérola, altivo y rebelde, gestó una división interna que fue debilitando al Perú”. Como sabemos Piérola no solo actuó en contra del gobierno de Pardo (1872-1877); sino que lo hizo contra su sucesor Mariano Ignacio Prado, en plena guerra con Chile.
Era abril de 1874 y Piérola decide viajar a París (Francia), contaba con 35 años. En la ciudad luz es recibido por Augusto Dreyfus, sus amigos Daniel Ruzo, Fernando Casós y Guillermo Bogardus. En esta ciudad inicia una cruzada para conseguir recursos y derrocar al gobierno constituido, mantiene permanente comunicación con sus agentes. Se traslada a Londres y recibe “ayuda para equipar una expedición revolucionaria y regresar al Perú”. Sus partidarios en Europa sumaban escasamente 47 individuos, consiguen una nave, con pertrechos militares, uniformes y también la tripulación, aparentemente todo subvencionado por la casa Dreyfus.
“El Talismán” nave inglesa de 134 toneladas al servicio de Piérola parte con su valiosa carga: uniformes, cañones, 2000 rifles, 200 revólveres, 60 barriles de pólvora y munición a granel. De Glasgow hacia Chile, Piérola se uniría a su fuerza de revolucionarios después en el puerto de Caldera al norte de Valparaíso.
El gobierno de Pardo conoce sus movimientos y envía a la nave “Unión” para darle caza. “El Talismán” logra huir y pone proa al norte. El 17 de octubre de 1874 en plena travesía de la nave rebelde, Piérola es proclamado con el rimbombante título “Jefe Supremo Provisorio del Perú”.
“El Talismán”, declarada por el gobierno “nave pirata”, desembarca armas y deja instrucciones para el jefe revolucionario del norte Miguel Iglesias en Pacasmayo. Perseguido por la “Independencia” retorna a Ilo y en la rada de Pacocha el 1 de noviembre de 1874 desembarca gran cantidad de pertrechos. En este puerto es capturada la nave por Miguel Grau.
Piérola huye hacia Moquegua en el ferrocarril con sus partidarios, entre nacionales y mercenarios chilenos. Aquí decreta la libre exportación del salitre, declara a Moquegua provincia Litoral y recibe nuevos partidarios a su causa. Manuel Pardo frente a las acciones revolucionarias de Piérola en el sur, pone en alerta a la guardia nacional y él se coloca al frente y se traslada a Arequipa. Las fuerzas gubernamentales sumaban 4 mil soldados en tres divisiones al mando del mismo Pardo, Lizardo Montero y Belisario Suarez, también participó el coronel Cáceres y su Batallón Zepita. Las fuerzas de Piérola escasamente sumaban 300 hombres quienes fueron derrotadas en las batallas de Los Ángeles y Yacango. Piérola fracasa en la intención de tomar Arequipa y huye a Bolivia.
El 9 de mayo de 1875 Piérola abandona su refugio en la Paz, se desplaza a Valparaíso y en este lugar, gracias al gobierno chileno que le permite ciertas libertades, redacta su segundo manifiesto de Limache. Intentaría refundar la República y para lograr sus fines expresó que “no hay otro camino para lograrlo que la lucha armada”
El gobierno de Manuel Pardo designó a Francisco Rosas y Emilio Althaus como comisionados y pactar un contrato con la Sociedad General sobre 1´900,000 toneladas de guano, poniendo fuera de juego a Dreyfus el amigo de Piérola, a los consignatarios y a los tenedores de bonos.
El primer tratado de límites entre Chile y Bolivia data de 1866. Este Tratado señalaba que el límite entre Chile y Bolivia será el paralelo 24° latitud sur y que se repartirán las utilidades fiscales de forma igualitaria de la explotación del guano y otros minerales entre los paralelos 23° y 25°. El año 1874 se firmó un segundo Tratado entre Chile y Bolivia, señalando este que Bolivia se comprometía a no aumentar por 25 años los impuestos a las empresas y capitales chilenos.
En febrero de 1873 se firmó un tratado “secreto” de alianza defensiva entre Perú y Bolivia. Era tan “secreto” que los servicios diplomáticos y los servicios secretos chilenos desplegados en Bolivia y Perú habían tomado conocimiento con mucha antelación.
José Antonio de Lavalle, fue el plenipotenciario peruano nombrado por el presidente Prado ante el gobierno chileno, luego que tropas chilenas capturan Antofagasta en febrero de 1879. En su obra “Mi misión en Chile en 1879” relata lo infructuosa que fue su misión, frente a la mecedora diplomática aplicada por el presidente chileno Aníbal Pinto y sus ministros, quienes conocían la existencia del tratado secreto entre Perú y Bolivia firmado por Manuel Pardo.
Como lo expresa el historiador Tomás Santillana Cantella “la celebración de una triple acuerdo entre La Moneda, la transnacional casa Dreyfus y Nicolás de Piérola”, indudablemente tuvo como objetivo que cada uno luchara por sus propios intereses.
La ciudad de Limache (Chile) se convirtió en la base de operaciones de Nicolás de Piérola y desde este lugar emprendió sus intentos revolucionarios contra sus adversarios.
Tomás Caivano al respecto escribe “Fue en Chile donde se refugió, desde 1872 hasta 1879 el incansable revolucionario peruano don Nicolás de Piérola…, donde con el beneplácito de las autoridades locales y a su vista, organizó las innumerables revoluciones con los cuales afligió y destrozó al Perú durante aquellos siete años”.
Mariano Felipe Paz Soldán denunció sobre la protección que prestaba Chile a Piérola “permitiéndole acumular en sus puertos los elementos de guerra que le llegaban de Europa y que enganchara gente para invadir su patria…”. Se infiere que, tanto Dreyfus como Piérola contribuyeron con armas y pertrechos al esfuerzo bélico de Chile, al estallar la guerra con Perú, el gobierno chileno confiscó en la aduana de Valparaíso: 99 fusiles Chassepot con 100 mil cartuchos; 500 fusiles Minie y una ametralladora con 60 mil cartuchos, aparte, 1500 uniformes completos, que fueron utilizados por las tropas chilenas.
El 4 de marzo de 1879 Piérola se encontraba en Valparaíso, con la intención de iniciar su tercera revolución o guerra civil, tenía depositadas en la aduana de este puerto: armas, vestuario y otros elementos para su guerra. Toma Moquegua por segunda vez, se fortifica en las alturas de Torata. Nuevamente es derrotado en Yacango por La Cotera.
Estando Mariano Ignacio Prado en el gobierno se descubren y denuncian nuevos abusos de la casa Dreyfus contra los intereses del país. Prado reclama 3 millones de libras esterlinas. William Clarke representante de Dreyfus llega de Europa para hablar con el presidente, este no lo recibe.
El enviado extranjero protesta, la que es publicada en el Times de Londres el 20 de marzo de 1877 “Contratos con gobiernos como el peruano, por regla general solo han servido para enriquecer a unas cuantas sanguijuelas financieras y un grupo chic más o menos podrido de funcionarios”. Este episodio recuerda otro sucedido en 1870, un diario de El Havre bajo el título “El negociado Dreyfus”, en el que aparece Piérola como el responsable por haber inundado con papel moneda el país.
El 6 de mayo de 1877 simpatizantes de Piérola, ocho en total, toman el monitor Huáscar, la tripulación del navío secunda a Piérola y lo proclaman Jefe Supremo de la República. El 12 de mayo llega a Pisagua, se abastece de carbón y luego hacia Arica, Piérola quien se encontraba en Valparaíso se desplaza hacia este puerto y toma posesión del “Huáscar”.
El gobierno de Prado declara al “Huáscar” nave pirata, ofrece recompensa por su captura, dispone que el almirante Juan More al mando de la escuadra vaya en pos de su captura; además autoriza a dos naves inglesas el “Shah” y el “Amethyst” para la misma misión.
El 30 de mayo de 1877 se realizó el combate de Pacocha, el Huáscar se enfrentó a las nave inglesas obligándolas a retirarse, posteriormente Piérola se rinde ante More y entrega el monitor y pide garantías para la tripulación. More comandante de la “Independencia” deja marchar a Piérola hacia Valparaíso, después de haber estado preso en el Callao, el gobierno reprende a More por esta actitud y lo destituye. Sin embargo, se conoce que Prado había decretado la amnistía para los detenidos.
Estando Piérola en Valparaíso, “incurre en volcánico idilio con María Leblanc viuda del fotógrafo Garreaud. Para graficar este romance que demuestra la debilidad de Piérola por las faldas, por esos tiempos se compuso los siguientes versos: “Dicen que el Supremo/ en Valparaíso heredó/ la hermosa cámara oscura/ del fotógrafo Garreaud”.
En junio de 1877 Manuel Pardo desterrado llega a Santiago, lo reciben fríamente y le enrostran que, por la expropiación de las salitreras por él propiciada, “12 mil chilenos perdieron su trabajo y los ahorros de muchas familias chilenas”. Pardo estaba advertido que, en un posible conflicto bélico con Chile, se levantarían la causa de los intereses de una gran mayoría laboral, frente a una minoría capitalista peruana.
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