Australian War Memorial

Australian War Memorial
EXTERIOR DE MEMORIA DE LA GUERRA-AUSTRALIA

lunes, 24 de julio de 2017

"La codicia rompe el saco"


Por su importancia y actualidad, he tomado de la edición española de 1922 del libro “La guerra entre el Perú y Chile” de Sir CLEMENTS MARKHAM, el último capítulo, publicado por el semanario limeño “Hildebrandt en sus trece” del 9 de junio 2017.

En este capítulo el autor hace un balance de ganancias y pérdidas que arrojó esta guerra para cada uno de los países intervinientes, centrando su análisis en lo que cada uno de los países lamentablemente perdió, cómo esta guerra afectó al pueblo peruano que sufrió en carne propia el salvajismo, el robo, violaciones de mujeres por una tropa incontrolable cuando se embriagaba, con la anuencia y hasta cierto punto complicidad de quienes debían controlarlos disciplinadamente, en las ciudades y pueblos que ocuparon.

Describe el abuso al que fueron sometidos los ciudadanos, el pago de cupos y exacciones a que fue sometida una población abandonada a su suerte por Nicolás de Piérola y su gobierno, preocupados en huir del escenario principal de la guerra.

No fueron soldados los que premunidos de sus armas impusieron sus botas sobre una población indefensa, fue a no dudarlo una gavilla de potenciales delincuentes, que uniformados abusaron de la población y extranjeros avecindados en las principales ciudades especialmente en Lima.

“La costa entera del Perú con su capital cayó bajo la planta del vencedor, desde los días terriblemente cruentos de enero de 1881; mas la costa, si es la región mejor conocida del Perú, no es con mucho ni la mayor ni la mas importante de su territorio.

La antigua metrópoli imperial, la ciudad de los Incas, Cusco quedó fuera del radio de la ocupación chilena, así como los populosos centros departamentales andinos de Cajamarca, Huaraz, Tarma, Jauja, Ayacucho, Andahuaylas, Puno y Lampa. Arequipa se libró asimismo de los horrores de la guerra, si bien estaba al alcance de los invasores.

Consumado el desastre, el jefe supremo Piérola retirose a los valles altos de los Andes, deteniéndose por algún tiempo en Jauja y estableciendo al fin sus cuarteles en Ayacucho. El coronel Cáceres comandaba el escaso resto de las fuerzas que se retiraron de Lima. Desde el comienzo los conquistadores sintiéronse desazonados dentro de la capital.

Tras arruinar a la población costeña con cupos de guerra y dejarla exhausta, arrancando tan solo a Lima 1’000,000 de dólares, era evidente que la ocupación iba a trocarse por fuerza en una sangría a sus propios recursos, pues los impuestos crecidos a las mercaderías acaban por arruinar el comercio extranjero.

Al principio, las autoridades chilenas se inclinaron a abrir negociaciones de paz con Piérola, que todavía estaba a la cabeza del único gobierno reconocido del Perú. El ministro de los Estados Unidos. Mr. Christiancy, aseguró que Piérola estaba dispuesto a tratar, y el propio jefe supremo nombró a dos comisionados suyos con tal objeto.

Mas, de pronto, los chilenos declararon que no estaban dispuestos a tratar con él ni a seguir reconociéndolo por representante del gobierno peruano; y fundaban su rechazo en el cargo que les imputaba el secretario de Piérola, de haber violado el armisticio de Miraflores.

Que el cargo era cierto, aunque no hubiera intención dolosa en ninguna de las partes, se ha probado sin lugar a duda; mas esa circunstancia no lo hacía menos censurable. Así se produjo un rompimiento completo. Viendo algunos ciudadanos principales de Lima que no había probabilidades de que los chilenos negociasen la paz con el gobierno de Piérola, temerosos de las exacciones de los ocupantes y con la esperanza de deshacerse de ellos, iniciaron un movimiento para establecer un gobierno provisional.

Los chilenos en su trato con el desgraciado pueblo vencido, habíanse mostrado crueles y faltos de generosidad; pero nunca lo fueron más que en el nombramiento de gobernador militar de Lima. Confiaron dicho cargo al hombre que había sembrado ruina y destrucción en todo el norte del Perú, que había incendiado las casas de los civiles y las ciudades indefensas, robado cuanto le fue posible y sumido en la desolación a infinidad de hogares antes prósperos y felices.
El capitán Patricio Lynch fue nombrado gobernador de Lima, y se dispuso a ajustar cuentas al pueblo de la capital. Sus superiores parecían dispuestos a entrar en arreglos y le ordenaron que facilitase la constitución de un gobierno provisional. En tal virtud, una Asamblea compuesta por cerca de cien ciudadanos designó para el desempeño de la ingrata tarea a un eminente jurisconsulto, Don Francisco García Calderón.

García Calderón había nacido en Arequipa en 1832, en donde hizo sus estudios de abogado y residió hasta 1859, en que se estableció en Lima. Allí publicó su Diccionario de Legislación (1859-1862), obra de admirable erudición e investigación. En Lima fue abogado consultor de varias considerables firmas mercantiles, y reunió apreciable fortuna, sin desmedros de su justísima reputación de integridad y rectitud. Todavía ejerce gran influencia en Arequipa, su ciudad natal.

El gobierno chileno permitió que la nueva administración se instalase en el villorrio de la Magdalena, y allí inauguró su nuevo gobierno el Dr. García Calderón el 12 de marzo de 1881, congregando en torno suyo a varias personalidades influyentes(…)

Pero la circunstancia de que esa administración se organizase con permiso y bajo los auspicios de Chile debía ser fatal a su influencia y popularidad. Calderón convocó al Congreso anterior a la guerra; pero solo acudieron unos pocos representantes. Los chilenos cedieron el edificio de la Escuela Militar de Chorrillos para sede de las sesiones, y allí se reunió triste y vergonzantemente lo que se llamaría en Inglaterra Rump Congress (Congreso bastardo).

Figurabanse los vencedores que García Calderón y sus consejeros aceptarían cualesquiera condiciones de paz que gustaran imponerles; pero el congreso se negó a conceder al presidente autorización para convenir en la menor cesión definitiva de territorio y, en consecuencia, el 23 de agosto, hubo de disolverse.

Mientras tanto, García Calderón acariciaba esperanzas de intervención de los Estados Unidos, esperanzas a que dio cuerpo el reconocimiento que el 26 de junio hizo de su gobierno el ministro americano. Viendo surgir tales expectativas y que el Dr. García Calderón era demasiado honrado y patriota para ser un instrumento en sus manos, los chilenos resolvieron derribar al que habían elevado. El gobierno de García Calderón fue pues, abolido con tosca brutalidad por el Gobernador Lynch el 28 de setiembre, y su jefe llevado preso a Chile.

Entretanto el supremo jefe Piérola convocaba una Asamblea Nacional en Ayacucho y renunciaba ante ella sus poderes dictatoriales el 28 de julio. Los representantes lo eligieron presidente provisorio; más sintiendo él su fracaso y que el partido más patriótico era retirarse, al menos por un tiempo, renunció al supremo cargo el 28 de noviembre de 1881, se dirigió a Lima como simple particular y se ausentó luego del país. A la vez, se retiraban a la vida privada los generales Buendía y Silva.

Por la forzada ausencia del Dr. García Calderón, hízose cargo del gobierno el almirante Montero, en su calidad de vicepresidente. Permaneció durante algunos meses en Huaraz, al norte del Perú; pero en agosto de 1882, se dirigió a Arequipa donde fue recibido con entusiasmo. Consagrose luego a constituir un nuevo gobierno(…).

Bolivia se ha mantenido fiel a su aliado y se ha consagrado también a la reorganización de su ejército. En setiembre de 182, Montero avanzó hasta la Paz a entrevistarse con el general Campero; y parece que la resolución de los aliados es mantenerse en armas hasta que los chilenos acepten condiciones de paz más justas y racionales.

Cubierto de heridas, arrasado su extenso litoral, segada la flor de su juventud, el país de los Incas arrostra aún al enemigo heroicamente. En esta hora de supremo peligro, ha desaparecido toda disensión civil y los más turbulentos espíritus hacen olvidar sus pasadas revueltas con su patriótica devoción al deber frente al enemigo.

En la guerra entre países civilizados, el vencedor procede como si su enemigo pudiese convertirse más tarde en amigo, y procura disminuir, antes que aumentar inútilmente, el peso de la desgracia humana que causan sus nefastas operaciones; pero los chilenos hicieron lo contrario: han hecho saborear a sus antagonistas toda la amargura de la derrota con mil formas de ultraje y de violencia y mediante un plan de pillaje total, y han dilatado innecesariamente el área de las operaciones hostiles.

En Lima han arrancado a los particulares cuantiosas sumas de dinero y han capturado y prendido a muchos ciudadanos importantes a los que han desterrado a remotas regiones de Chile. Han trocado en cuarteles y robado y destrozado los tesoros de los planteles educativos, incluso los colegios de San Carlos y San Fernando, al Escuela de Artes y la Biblioteca Nacional, dejando a los estudiantes peruanos sin libros instrumentos de aprendizaje, ni instrucción.

A la vez, efectuaban excursiones de pillaje al interior, desde varios puntos de la costa: Poco después de la ocupación de Lima, el coronel Arístides Martínez, con una fuerza suficiente, desembarcó en Chimbote y ocupó la ciudad de Trujillo. Otra fuerza menor se apoderó de Pacasmayo. Una tercera se aventuró hasta lo minerales de plata de Cerro de Pasco y llegó hasta Huánuco, en donde hizo una atroz carnicería de indios semiarmados.

En enero de 1882 una fuerza de 5,000 hombres ocupó los valles de Tarma y Jauja, comandada por el coronel Del Canto, quien puso guarniciones, así como en Oroya, en Concepción y Huancayo. Despachose otros destacamentos a Cañete, Chincha, Pisco e Ica al parecer con el simple objeto de saquear y matar sin motivo.

En la época incaica habitaba en el valle andino de Jauja, ubicado entre las cordilleras marítimo y oriental, una tribu llamada Huanca, que muy pronto se adaptó y asimiló a la civilización cuzqueña. Dichos huancas opusieron tenaz resistencia a los soldados de Pizarro; pero las bajas y sufrimientos que les causó la crueldad española curolos en parte un hábil sistema que elevó a las víctimas muy por encima de sus opresores europeos.

Levantose en cada aldea del valle de Jauja una cuenta exacta, con ayuda de los quipos, de las pérdidas que sufriera cada uno al paso de los conquistadores; la suma total se dividió entre el número de aldeas, y las que habían sufrido más allá del promedio común recibieron auxilio y socorro hasta una cantidad igual a la de las que sufrieran menos.

Mas ahora los descendientes de los huancas iban a padecer una invasión más cruel aún. Rechazaron bravamente las incursiones saqueadoras de las guarniciones chilenas, armados solo con lanzas y hondas, y, como sus ascendientes, fueron implacablemente victimados y sus casas derrunbáronse entre las llamas.

Pero el auxilio estaba cercano. Desde principios de 1882 el general Cáceres hallábase en Ayacucho ocupado en organizar activamente un ejército para defender el interior del Perú, hasta que en julio pudo entrar en campaña. El coronel Del Canto se acuartelaba en Huancayo al frente del grueso de la división chilena y había una guarnición de setenta y siete hombres del regimiento Chacabuco en la ciudad de Concepción. El primer encuentro se realizó en Marcavalle, villorio a tres leguas de Huancayo.

Enseguida los peruanos avanzaron hasta Concepción y, tras porfiada defensa de sus cuarteles, la guarnición chilena fue deshecha el 9 de julio de 1882. Entonces Del Canto reagrupó a las otras guarniciones de Tarma, Jauja, Huancayo y se retiró por la vía de Oroya hasta la estación terminal de Chicla, no sin reducir Concepción a cenizas en represalia por la derrota chilena.

Entretanto, un corto destacamento peruano, a órdenes del coronel Tafur, había cruzado Oroya y acampado en las alturas de Casapalca. Sorprendiolo allí el teniente Stuven al frente de 300 carabineros y lo obligó a retirarse tomándole cuarenta y ocho prisioneros. No obstante, los peruanos permanecieron en las cercanías en actitud hostil; y Stuven, a quien estorbaban sus prisioneros, decidiose a cometer un crimen que prueba la profunda desmoralización que corroía a los chilenos. Ordenó a los infelices que formasen en línea y los hizo fusilar hasta el último.

De rematar a los heridos encargose el afilado corvo araucano. Continuando luego su retirada, los invasores, manchados por tan infame acción, evacuaron el valle de Jauja. El general Cáceres despachó entonces algunas tropas a ocupar por una marcha de flanco un punto del ferrocarril para cortar la retirada a Del Canto.

El 22 de julio la guarnición chilena de 100 hombres de San Bartolomé, Estación del Ferrocarril Central situada a cincuenta millas de Lima, fue resueltamente atacada por aquellas fuerzas; pero recibió refuerzos de Lima, llevados por el general Gana, y los atacantes hubieron de retirarse en buen orden a las montañas. Los chilenos arruinaron varias aldeas más en el curso de la línea y acabaron por retirarse hasta Chosica, lugar situado a 24 millas de Lima.

El general Cáceres limpió, por lo tanto, de invasores esa región del Perú. Estableció sus cuarteles en Tarma en agosto de 1882 y prosiguió en su obra de armar y organizar fuerzas. Huancas, iquichanos, pocras y morochucos afluían a sus banderas por millares, listos todos a defender sus queridos valles contra la invasión; pero la tarea de armar y adiestrar a esas muchedumbres ha de ser lenta y difícil.

Con todo, su jefe es de los que no cejan fácilmente en su empeño. Ayacucho es la tierra natal de Andrés Cáceres. Allí lo rodea su propio pueblo. Todos saben que es el caudillo que ha peleado por su patria en casi todas las acciones que se han librado en el territorio nacional desde que puso el pie el invasor en Pisagua. Cubierto está de gloriosas heridas.

Ha visto a los chilenos huir en Tarapacá ante sus bravos ayacuchanos y aquella jornada justifica la esperanza que inspira de nuevos triunfos para la buena causa. Es veterano de comprobado valor, larga experiencia militar y capacidad.

Extensión tan inútil de los horrores de la guerra, como la que hicieron en el centro, proyectaban los chilenos realizar en el norte del Perú, cuya defensa dirigía el coronel Miguel Iglesias. En consecuencia, una fuerza de 300 hombres partió del puerto de Pacasmayo a internarse en el valle de Jequetepeque, con el propósito de asolar el departamento de Cajamarca; pero Iglesias le salió al paso, en San Pablo, a doce millas de Cajamarca, la derrotó y puso en fuga a Pacasmayo, tomándole su hospital de campaña. Reforzados después, regresaron y, al cabo, siguiendo las huellas de Pizarro, entraron en Cajamarca como invasores.

Después de reducir a escombros dos de sus antiguas iglesias e incendiar varias aldeas evacuaron la histórica ciudad, tan celebre por idénticos crímenes perpetrados en su recinto hace 350 años. Destruyeron enseguida el pueblo de Chota y retornaron por fin a la costa, en diciembre de 1882.

Los frutos que recogió Chile de esas hazañas de conquista fueron la rápida degradación moral de los individuos que la realizaron. Al principio solo cebaron su barbarie en la propiedad pública; más tarde bombardearon ciudades indefensas; en breve, no respetaron ya la propiedad privada y enviaron a Lynch a que robase y destruyese a ciegas; vinieron enseguida, los saqueos de cuadros y bibliotecas públicas.

Hasta entonces, al menos así se declaraba, todo se hacía en beneficio del estado; pero, al fin, oímos hablar de rapiñas en masa y de extorsiones que enriquecían a los jefes; y los cargos han sido tan graves que el capitán Lynch se ha visto obligado a llevar al coronel Letelier y a otros oficiales ante consejos de guerra. Tan rápido es el descenso por la senda del egoísmo y de la inmoralidad.

Ahora nos queda por hacer el balance de las ganancias y pérdidas de los beligerantes. Chile ha enloquecido de orgullo por sus gloriosas victorias, se ha apoderado de grandes cantidades de objetos de guerra y ha arrancado cuantiosas sumas de dinero a los particulares. Ha conquistado la costa íntegra de Bolivia y la provincia de Tarapacá y tiene a su disposición el resto del litoral peruano.

La capital de su enemigo está en sus manos; sus pobladores, bajo su planta. Ha sembrado la ruina, la desolación y la muerte en la república vecina; ha sumido en el duelo y la desesperación a millares de esposas y de madres, para saciar su sed de gloria; ha asolado miles de hogares y arruinado a innumerables familias.

Son, se dice, las inevitables consecuencias de la guerra; y Chile, con su nuevo espíritu, sonríe indudablemente ante tales consideraciones. Pero ¿dónde está su efectiva ganancia líquida? En la apropiación de un abono que pertenece a sus vecinos. ¡Eso es todo! Y de este provecho hay que descontar la pérdida de sus virtudes de justicia, de humanidad, de amor a la paz. Tales son sus pérdidas. Más la de que, en adelante, como no enmiende rumbos, ha de sufrir aún más del predominio del elemento militar y de las ideas que engendra la conquista.

La sola esperanza que le resta es que, al cabo, oiga mejores consejos. El 18 de setiembre invistió la primera magistratura un nuevo presidente, don Domingo Santa maría. Nacido en 1925 y graduado en la Universidad de Santiago, el señor Santa María ha tenido larga experiencia en la administración pública; y también ha conocido la adversidad. Miembro del partido liberal y mezclado en sus intentos revolucionarios, ha sido por dos veces desterrado.

En la primera vez en 1852, halló un hogar en Lima, en su segundo destierro fue a residir por largo tiempo a Europa. En 1863 fue ministro de Hacienda y en 1866 firmó con el Perú el tratado ofensivo-defensivo contra España. En su calidad de ministro de Relaciones Exteriores dirigió las negociaciones de mediación con el señor Lavalle, antes de la declaratoria de guerra.

Es de esperar que el señor Santa María, que en su prolongado destierro halló hospedaje en el Perú y tuvo relaciones tan amistosas con los peruanos, tenga la energía suficiente para contrarrestar los sanguinarios instintos del pueblo chileno y emplee su influencia en dar generoso o cuando menos considerado tratamiento a sus vecinos. La política contraria será siempre, al cabo, más nociva para Chile que para el Perú. Los políticos chilenos deberían tener muy presente el viejo proverbio La codicia rompe el saco.

La patria de los Incas, gracias al odio de los tenedores de bonos, se ha visto torpemente juzgada. Poniendo de lado la opinión de esos financistas y especuladores, concluyamos con la evaluación de las pérdidas y ganancias del Perú. Las primeras son las gloriosas victorias, los combates homéricos, las titánicas luchas que Chile proclama a son de trompeta a todos los vientos, pérdidas en verdad, fuertes. El salitre no debe entrar para nada en nuestro balance.

El Perú ha perdido a sus hijos más valerosos, su ejército y su armada, la flor de su juventud. Al lado de pérdidas tales, la provincia desierta, el abono y otras cosas por el estilo nada significan. ¿Y las ganancias? Consisten en consuelos heroicos, brillantes ejemplos, memorias honrosas que para el infortunado pueblo han de reemplazar al provecho efectivo. Quizá el sacrificio del héroe de Angamos sea en lo porvenir positiva ganancia para su país.

El modo como cayó el valeroso Espinar frente a los cañones chilenos también es un provecho. La flor de la raza incaica segada en la Cuesta la Visagra a punto de obtener la victoria no es una pura pérdida. El Perú perdió a sus hijos, pero ganó ejemplos heroicos y altas memorias. Esas hazañas y muchísimas otras semejantes son hazañas de patriotas.

No habrían podido ser tales, de producirse en una guerra civil o por injusta causa; pero como se produjeron en defensa de la patria contra enemigos extranjeros, son motivo de legítimo y glorioso orgullo; y el pueblo debe considerarlas como ganancia efectiva. Por otra parte, los desastres han de haber enseñado patriotismo y verdadero sentido del deber a los gobernantes.

Sin embargo, hoy todo parece tétrico y confuso. El Perú aguarda en angustiosa suspensión, pero con la frente en alto, condiciones de paz racionales. Ha de cederse la provincia entera de Tarapacá hasta Camarones. Con ella se irán el nitrato y el guano, pero también los reclamos derivados de sus rentas.

Esas falsas riquezas solo han sido una maldición en manos de sus dueños, porque suscitaron y alentaron a los financistas. Ahora son los trofeos de guerra. Habrá de padecerse también otras exacciones. Hasta aquí Chile no se ha manifestado considerado ni generoso. Pero cuando el conquistador entre en razón, el Perú será aún más rico y sabio en el porvenir.

El país de los Incas era una tierra de cuantiosos recursos naturales antes de que se descubriese el salitre y lo será más tarde, ya desaparecido este. El Perú comenzará su nueva vida, libre de la deuda externa aneja al fertilizante, pues aquella corre la suerte de este; pero todavía le espera brillante y próspero futuro en su camino.

Mientras Piérola ocupaba todavía el poder, Don Melchor Terrazas llegó a Lima como plenipotenciario de Bolivia, para negociar un tratado de unión de ambos países. La discusión de los detalles fue satisfactoria y la unión del Perú y Bolivia bajo la fórmula de Confederación Perú-Boliviana se proclamó el 16 de junio de 1880. Posteriores desastres impidieron que prospere ese proyecto, y por otra parte, Chile, celoso de todo plan que signifique el progreso de sus vecinos, lo tacha.

Pero Chile es ultra vires (Por encima de las fuerzas) en este asunto; y si ambas repúblicas llegan a la convicción de que su alianza les será ventajosa, así se hará; de no, seguirán siendo vecinos amistosos, cuya amistad fortalecerán los recuerdos de las gloriosas luchas fraternas en Pisagua, en San Francisco, y en Tacna. Aún brilla la esperanza para ambos países, a despecho de la desastrosa invasión, peor que de los antiguos conquistadores, que ha enlutado sus hogares; todavía cuentan con elementos de progreso pacífico y de prosperidad la tierra de la ciudad sacrosanta y la tierra del lago sagrado”.







miércoles, 19 de julio de 2017

Fariseísmo de estos tiempos


El juez Concepción Carhuancho ha dictado prisión preventiva para los esposos Humala-Heredia, para la gran mayoría de peruanos con probada justicia; sin embargo, está decisión sin lugar a duda, ha causado una gran polémica en los especialistas en temas penales, abogados, opinólogos y la opinión pública nacional.
Las redes sociales se han inundado con pedidos de libertad de la pareja en cuestión; pero también en ataques desmedidos e insultos, como la del padre de Ollanta Humala, al juez de la causa, al parecer se han olvidado los presuntos delitos de lavado de activos y asociación ilícita para delinquir, muy graves ambos.
Muchos de los moralistas sensibleros de última hora que, según la jefa de investigación del diario el Comercio, han representado o representan a estudios con los que,  empresas brasileñas involucradas en el caso lava jato, han tenido algún trato directo, han salido a todos los medios en plan de plañideras, llorar a borbotones, y pedir clemencia en nombre de los hijos de la familia Humala-Heredia.
Las justificaciones son de las más disimiles y jalada de los pelos: preocupación por los hijos de la ex pareja presidencial, la medida es muy gravosa para un hecho tan simple, que los esposos se han entregado voluntariamente, dejando a su menor hijo de seis años en casa, han cumplido con las citaciones de la fiscalía, Nadine regresó de Suiza, etc.
Lo que debemos pedir es que el juez a cargo de la segunda instancia, a la que están apelando, no se deje amedrentar por la campaña sicosocial mediática que se ha iniciado desde el viernes, que está copando titulares y columnas de opinión, así como los programas de televisión de análisis político, tribunas en las que los invitados hacen gala de sapiencia y conocimiento jurídico sobre el tema, algunos saben más que el juez y se ha convertido en confesos moralistas. 
Hoy, rodeado de una gran parafernalia mediática, el abogado Dr. Pedraza de Ollanta Humala, se explayó en las razones que se han considerado en la apelación, para lograr la libertad de su defendido, indicando además que no se trata de valentía sino de justicia, lo que se solicita, este caso es penal y no político como se está llevando a cabo, por parte de la prensa y justicia.
Otros, ven una especie de estrategia de los Humala-Heredia el haberse presentado a la sala Penal Nacional de inmediato conocido el fallo, para desvirtuar argumentos de una hipótesis de fuga deslizadas por los argumentos del fiscal y demostrar que no tenían ninguna intención de fugarse, cumpliendo todas las disposiciones judiciales buscando revertir, el ánimo de la opinión pública, para la apelación.
Sin embargo, como siempre, no se ha tomado en cuenta que, un gran sector de la población, como lo indican las encuestas está a favor de esta medida y un alto porcentaje apoya la medida del juez Concepción Carhuancho. Las redes sociales se han visto inundadas por memes que exageradamente designan a este juez como héroe nacional, cayendo estas opiniones en la exageración y exaltación que no viene al caso.
Solo los defensores de Humala, la portátil que acudió a la Sala Penal, la carceleta y hace vigilia en el penal de la DOROES, están luchando en las calles por la libertad de su líder. Las opiniones están polarizadas, casi el país entero a favor de esta medida en una lucha contra la corrupción y pocos en contra.
No escapa a vuestro conocimiento que esta es la primera vez en la historia de nuestra patria, que un expresidente y su cónyuge son objeto de una medida drástica. El fallo ha sido calificado de ejemplar y esta se cumple de inmediato porque los esposos Humala-Heredia fueron internados en su respectivo establecimiento penal.
Para un gran sector de la población esta medida fue bien recibida y hasta aplaudida como una buena demostración de lucha contra la corrupción y que” la ley es igual para todos”. La gran mayoría piensa que esta medida debería ser aplaudida por toda la sociedad; pero, no es así, los fieles seguidores de Ollanta y Nadine, enfilaron sus ataques contra el juez Concepción Carhuancho.
Lo que sí es incomprensible, la reacción al perecer interesada de quienes deberían ser los principales apoyos de esta medida. Me refiero a los juristas de renombre, penalistas y constitucionalistas, que declaran en contra del fallo en todos los medios, por ser muy gravosa y que se ha basado solo en conjeturas débiles expuestas por el fiscal de la causa.
Ninguno indica, porque no les interesa para nada, que esta medida es justa, porque permite tomar una posición dura frente a la corrupción, lucha en la que todo el país está empeñado y el Ministerio Público, y el Poder Judicial, son los estamentos sobre los que recae una gran responsabilidad en este cometido. Y que se debería tener un reconocimiento para el fiscal y el juez de la causa.


sábado, 8 de julio de 2017

El manoseado indulto de Alberto Fujimori


Como resultado de las elecciones presidenciales del año pasado, la mitad de pueblo peruano le transfirió al actual mandatario Pedro Pablo Kuczynski(PPK), su libertad de acción, su voluntad y el conjunto de valores a través del voto, siempre y cuando cumpla con requisitos básicos como: credibilidad, rectitud y veracidad.
Frente a la actual coyuntura nacional, donde al parecer los rumbos de acción del Ejecutivo y la mayoría del Congreso están en contra posición, se hace necesario, agotar el último esfuerzo por estableces puentes de entendimiento, crear consensos, y que estos se apoyen en la rectitud, la verdad y la credibilidad, de lo contrario el esfuerzo será vano.
El liderazgo del gobierno para algunos está en cuestión, está en discusión, a la luz de los últimos hechos que dominan la escena política: el escándalo Chinchero, la inseguridad ciudadana, renuncia de ministros, falta de decisión política respecto de los casos de corrupción de Toledo y Humala y las obras faraónicas de este último, que están manchadas por la sospecha de sobrevaloración.
¿Qué logros podría mostrar este gobierno en su primer año? De qué forma se podría diferenciar el gobierno de PPK con el de su antecesor, al parecer muy poca diferencia, ¿Cuál es la ventaja competitiva del actual gobierno frente al de su antecesor?
 Al parecer no existe tal diferencia, el haber asumido el activo y pasivo del gobierno anterior, no le da claridad, ni tampoco credibilidad al actual gobierno, hay una serie de yerros del propio gobierno que la oposición, sin mover un dedo los aprovecha como es la renuncia de los dos ministros Vizcarra y Thorne.
Además, este gobierno se inició con la denuncia al Dr. Moreno por una serie de anormalidades en las atenciones del SIS, si no hubiera sido por la misma, no se sabría la cuantiosa deuda que tiene el SIS con una serie de proveedores y esa deuda se arrastra y no tiene cuando acabar. Será la causa de que las farmacias de los hospitales están desabastecidas, y la actual huelga médica a nivel nacional, es el resultado de una política equivocada en este sector.
El presidente Kuczynski sin lugar a duda tiene recursos humanos superiores, un equipo ministerial de primera, conformado con tecnócratas y empresarios que han pasado por aulas de universidades prestigiosas del orbe, pero ignoran el manejo político de la cosa pública y por ello, cometen una serie de yerros que afectan al gobierno.
Por enésima vez, se viene manoseando el tema del indulto al expresidente Alberto Fujimori, se está convirtiendo en un deporte nacional, el Ejecutivo plantea el tema, se convierte en viral en redes sociales y se vuelve a reiniciar una campaña mediática malévola, cuya mejor demostración es que los enemigos acérrimos del ex gobernante, salen por calles y plazas para oponerse a un probable indulto.
Hasta cuándo se seguirá manoseando este tema, hasta cuándo se alimentará a los carroñeros de cierta prensa y a los enemigos del ex mandatario con un bocado que no lo quieren soltar, le dedican todo su tiempo y atención, el odio enfermizo que los domina es más grande que la magnanimidad de sus corazones sangrantes y almas negras.
Salvo que esta situación permita olvidar la profunda corrupción en la que nada nuestro país, con cuatro ex presidentes bajo sospecha de haber recibido dinero, y contra este flagelo que pudre a la sociedad nacional, los enemigos de Fujimori no dicen ni pio, voltean la cara a otro lado y pasan como si nada, avalando esta situación.
En su obra las 36 Estrategias chinas, su autor Gao Yuan, nos relata la estrategia N° 11, “Sacrificar el ciruelo por el melocotonero”. Según interpretación del autor, esta Estrategia actúa sobre la base de la relación: superioridad frente a inferioridad, fuerza frente a debilidad, la situación global frente a la local y el sacrificio frente a la ganancia.
Cuando surgen contradicciones en el ámbito político, un Poder Ejecutivo débil, falto de reacción y perdiendo credibilidad, frente a un Poder Legislativo empoderado, dominado por la mayoría aplastante de 71 congresistas de Fuerza Popular(FP), que cumplen su labor de legislar y sobre todo fiscalizar las acciones del gobierno.
Así, surge la necesidad de un acuerdo, de lo contrario seguirá el enfrentamiento, que mantiene entrampado al gobierno y que nada bueno augura para el país, sin embargo, esta situación se podría revertir y mejorar en la próxima reunión entre la lideresa de FP Keiko Sofía Fujimori y el presidente PPK.
“A veces hay que hacer sacrificios parciales en aras de la victoria total”, numerosos ejemplos existen en la realidad mundial. Así se tendría que identificar que podría sacrificar el gobierno frente a la oposición de FP, para que el gobierno pueda avanzar y cumplir su plan de gobierno que ya tiene un enorme atraso.
Se dice que, “la estrategia política no es para corazones blandos”; porque los sacrificios pueden suscitar cuestiones morales; pero, sí lo es para mentes lúcidas que tienen necesariamente que conversar, tender puentes, arribar a una negociación fructífera y tomar decisiones sabias en aras de la gobernabilidad y por tanto del desarrollo y crecimiento de nuestro país.
Referirse al indulto del ex presidente Fujimori, siempre traerá una reacción sobredimensionada de sus enemigos, que reaccionan ante una propuesta que todavía el gobierno no ha evaluado en su real dimensión; sin embargo, los enemigos ideológicos del ex mandatario se movilizan, utilizan las redes sociales y son apoyados por la prensa caviar, para realizar una marcha en contra de esa posibilidad.
Son tan hipócritas, que cuando se denunció la escándalo de corrupción, fomentado por las empresas brasileñas como: Odebrecht, OAS, etc., el caso Chinchero, las obras presuntamente sobrevaloradas del gobierno anterior, los tres millones de dólares entregados a Humala y los 20 millones de dólares entregados a Toledo, estas personas que marcharon escandalizadas contra un probable indulto para AFF, no se inmutaron, no reaccionaron, se quedaron estáticos, mudos, inmóviles, avalando con su silencio a quienes hoy son denunciados.
El indulto del expresidente Alberto Fujimori para el gobierno, si se pone bien los pantalones, será un gran sacrificio, pero nadie duda de su importancia, para caminar hacia una reconciliación nacional, que finalmente ese es el objetivo principal del gobierno.
El éxito del gobierno de PPK está ligado a esta gran decisión, indudablemente que, para este cometido tendrá que hacer algunos sacrificios menores, romper con la izquierda caviar, recomponer su gabinete de ministros, con personas que realmente crean en una reconciliación, amen al país y no sean un lastre producto de su ideología y el odio a un anciano preso injustamente.



sábado, 1 de julio de 2017

Poder Ejecutivo traicionó la justa expectativa de los pensionistas de las FF. AA y PNP



Bien sabido es, que los actuales pensionistas de las FF. AA, entregaron lo mejor de su esfuerzo, sacrificio y patriotismo. Desde la frontera norte con Ecuador, pasando por casi todo el país, principalmente el Huallaga, Ayacucho, Huancayo, Lima y el VRAEM. Se enfrentaron en una lucha contra los DDTT de SL y el MRTA. Logrando la paz y tranquilidad que hoy gozan los 30 millones de peruanos. ¿Esto pasó al olvido?

La población de nuestro país es testigo de excepción de todos estos hechos, que para el gobierno pareciera son extraños y lejanos y que estos hechos de violencia hubieran sucedido en otro país. ¿Por qué tanta indiferencia? No recuerdan que, la sangre de soldados, está regada en las colinas de casi todo el país y que hasta la fecha no ha sido motivo de reconocimiento, ni agradecimiento de ningún gobierno.

En otras latitudes, en otros países como USA, los gobernantes sí cumplen con reconocer a su sociedad el valor y su trascendencia a lo largo del tiempo y muestran al lado de su pueblo, un gran agradecimiento, al rol fundamental que cumplen los soldados en las sociedades demócratas. ¿Por qué no en nuestro país?

“Estas palabras fueron pronunciadas por el ex Presidente BARACK OBAMA en el MEMORIAL DAY (Dia del Veterano). Está dedicado para aquellos que preguntan ¿para que sirven los militares?
“Es gracias a los soldados y no a los sacerdotes que podemos tener la religión que deseemos.
Es gracias a los soldados y no a los periodistas que tenemos libertad de prensa.
Es gracias a los soldados y no a los poetas que podemos hablar en público.
Es gracias a los soldados y no al Decano del Campus que existe libertad de enseñanza.
Es gracias a los soldados y no a los abogados que existe el derecho a un juicio justo.
Es gracias a los soldados y no a los políticos que podemos votar”.

El gobierno del Presidente Pedro Pablo Kuczynski(PPK) finalmente se quitó la careta, el antifaz y afloró desde sus entrañas, un fariseísmo digno del Guinness World Records, demostrando que las intenciones, deseos y palabras de campaña electoral, no solo se las llevó el viento, sino que barrió como un tsunami, las justas expectativas de los veteranos pensionistas de las FF. AA y PNP.

El proyecto de ley que nivelaba las pensiones a los veteranos militares y policías había cumplido rigurosamente las etapas para su aprobación. Desde la admisión, pasando por el filtro del dictamen al orden del día, el acuerdo del Consejo Directivo en sesión del pleno y debate, y votación en el pleno. Quedó pendiente la firma de la autógrafa, la eventual observación por el presidente de la República, lo que finalmente sucedió.

De retorno al Congreso, el proyecto de ley llegó con observaciones del Ejecutivo, todas traídas de los cabellos y ases bajo la manga, finalmente, pese a estar agendado no fue tratado por el pleno del Congreso el último día de sesión plena de esta legislatura que fenece. Dejando un sabor amargo en los pensionistas, que se vieron de pronto, nuevamente defraudados.

Todos recordamos que el proyecto, alcanzó el ápice de la votación de todos los sectores representados en el parlamento, sí, sorprendió a todos, pero demostraba que por fin existía sintonía, la voz de los veteranos por fin, era escuchada, por el primer Poder del Estado y se reconocería el pedido de los veteranos de las FFPP, PNP, viudas y discapacitados.

Cómo se puede entender una actitud de esta naturaleza, después que el proyecto de nivelación de pensiones fue aprobado por el Legislativo. Algunos piensan que el Congreso se echó, arrugó, abandonó su compromiso, con los pensionistas, los dejó al garete. Otros, que las fuerzas superiores del Ejecutivo, vía ministro de economía, presionaron para que, pese a estar agendada, no se votara.

Los veteranos, solo pedían una nivelación de pensiones, congeladas para siempre por el gobierno corrupto y traidor de Ollanta Humala. En opinión de la mayoría de los pensionistas, esperanzados en lograr una mejora económica, la omisión para ver la insistencia del proyecto de ley en el pleno obedecería a la conversación sostenida entre la titular del Legislativo y el PCM Fernando Zavala.

El lunes 12 de junio, el Ejecutivo remitió un proyecto de ley con carácter de urgencia al Congreso, en el que plantea otorgar una “bonificación extraordinaria” a policías jubilados y militares que pasaron al retiro antes de entrar en vigencia el Decreto Legislativo N° 1133. Las bonificaciones que se proponen van desde S/ 1,383 hasta S/ 6,001 que podrían ser entregados en cuatro tramos (del 2017 al 2020).

Por lo anterior, no sorprendió la posición asumida entonces este miércoles 28 de la Presidente del Congreso Luz Salgado Rubianes que, muchos proyectos de ley quedarían pendiente, los congresistas no tienen iniciativa de gasto y el Presidente del Consejo de  Ministros y ministro de economía ha solicitado acudir al Congreso a explicar los alcances del proyecto para una “bonificación extraordinaria”.

Actualmente la congresista Luz Salgado, ocupa la presidencia de la Comisión Permanente del Congreso. Esta Comisión funciona como un órgano que complementa las funciones parlamentarias del Congreso. Por ello, debemos estar alertas y vigilantes, para solicitar que se programe en la agenda y debate de esta Comisión, para la insistencia del proyecto de “ley de nivelación de pensiones”.


Una vez más el Ejecutivo ha defraudado a un sector importante de nuestra sociedad, conformado por los veteranos pensionistas de las FF. AA y PNP, que ven mermadas sus pensiones desde diciembre 2012. Una vez más el gobierno utiliza el engaño y la presión como medio para burlarse de sus propias promesas y de sus propios compromisos.