Australian War Memorial

Australian War Memorial
EXTERIOR DE MEMORIA DE LA GUERRA-AUSTRALIA

domingo, 6 de diciembre de 2020

REFLEXIONES SOBRE EL IMPORTANTE ROL DEL EJÉRCITO EN LA VIDA NACIONAL.

 












Por: Arturo Castro

En momentos difíciles que ha vivido y vive nuestro país, como el fenómeno el Niño de 2017 y este año la pandemia del Covid 19 el Ejército ha participado activamente, incluso con entrega de la propia vida de sus integrantes, verdaderos héroes, en ayuda y apoyo a la población afectada, con la entereza y moral que caracteriza a los hombres de uniforme, responsables del importante rol y finalidad constitucional que cumplen.

Por ello, este próximo 9 de diciembre celebraremos a lo largo y ancho de nuestro hermoso País, el CXCVI aniversario de la Batalla de Ayacucho, que, por su trascendencia histórica durante la campaña libertadora, fue establecida como día jubilar del Ejército del Perú.

Recordemos que, como Institución regular, el Ejército fue creado por Decreto del Generalísimo José de San Martín expedido el 18 de agosto de 1821.

Rememorar esta fecha importante en nuestro calendario, es traer al presente aquellos lugares memorables donde se desarrolló esta cruenta batalla. Allí se eleva el Condorcunca cual guardián pétreo, sobre la inmensa Pampa de la Quinua, mudo testigo de los resultados de aquella jornada violenta. El parte oficial habla de “1800 cadáveres y 700 heridos fue el resultado total, fruto de la temeridad y obstinación españolas”.

Convencidos que la Libertad e Independencia tenían un precio muy alto y que este era fruto de una victoria en el campo de batalla. Las fuerzas patriotas conformada por hombres de extraordinaria valentía y tesón inigualable como Sucre, Córdova, Lara, La Mar y Miller. Enfrentaron al ejército realista dirigido por La Serna, Valdez, Monet, Villalobos y Canterac. Y los vencieron.

Han transcurrido más de ciento noventa años, de aquella jornada patriótica, que puso fin a la dominación española en nuestras tierras. Los directores de la guerra firmaron en la Pampa de la Quinua la famosa Capitulación de Ayacucho. Luego de esta victoria patriota, quedó sellada la Independencia de América del Sur.

Si bien es cierto, el 9 de diciembre ha sido instituido como día del Ejército, no es menos cierto también, que nuestra noble Institución tiene su origen, en aquellas organizaciones guerreras pre-incas y que se fortaleció con el desarrollo alcanzado durante el Imperio de los Incas. Es que el Ejército fue el principal instrumento que dispuso el Inca para expandir su cultura y consolidar su hegemonía.

Así, el Ejército funda sus bases en la tradición guerrera, cuyos íconos pétreos se encuentran en el Templo de Sechín y se enriquece con el concurso de las culturas Nazca, Moche, Wari, Tiahuanaco y los Incas. Prueba de ello son los monumentos y complejos arqueológicos que existen en nuestro país y los que con seguridad se descubrirán en el futuro.

Un recorrido histórico no lleva a recordar los descubrimientos del Señor de Sicán y los siete restos óseos de personajes importantes. El Señor de Sipán y la Dama de Cao, esta última revaloriza el papel de la mujer en nuestra historia y nos muestra que también ellas supieron gobernar en el pasado. Finalmente hacemos mención a la civilización de Carál, un mundo por descubrir.

El año pasado los arqueólogos del museo Tumbas Reales de Sipán Walter Alva y Edgar Bracamonte, presentaron una muestra en el Museo de la Nación que cuenta con diversos bienes arqueológicos como: máscaras funerarias, coronas, vasijas, tejidos, armas, adornos corporales, piezas de cobre, plata y oro pertenecientes a las antiguas culturas establecidas en la región Lambayeque.

Durante el Tahuantinsuyo se consolida el desarrollo de la cultura Inca o quechua, pero también el enfrentamiento de dos hermanos por el trono real, que coincide con la llegada de los españoles y el choque final entre dos culturas. Tan solo en 95 años y gracias al genio político y militar, los gobernantes de estas tierras extendieron sus fronteras a nuevas regiones.

Recordemos que Pachacútec fue el gran organizador del Tahuantinsuyo y logró su consolidación geográfica y cultural, abarcando territorios de las actuales repúblicas de Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia, Argentina y Chile, lugares donde aún quedan vestigios, huellas y restos arqueológicos de su grandeza militar.

Sin embargo, es necesario destacar a Túpac Inca Yupanqui, sucesor de su padre Pachacútec. Fue explorador y viajero. Según nuevas investigaciones históricas han confirmado, que exploró la Antártida y descubrió la Oceanía. De tal manera que este Inca fue quien consolidó la grandeza del Tahuantinsuyo, al incorporar el mar a su vasta heredad.

Durante la fuerte dominación española que duró tres siglos, los nativos de estas tierras opusieron resistencia a la dominación española. Allí están escritas con paginas de gloria, los levantamientos de Manco Inca, Juan Santos Atahualpa, José Gabriel Condorcanqui “Túpac Amaru II”, Francisco de Zela, los hermanos José, Gabriel y Mariano Angulo y Mateo Pumacahua, entre otros patriotas que lucharon por la libertad de nuestro país.

En la etapa correspondiente a la Campaña por la Independencia, el Ejército no tenía una partida de nacimiento oficial. Sin embargo, contribuyó con su esfuerzo y sacrificio a la consolidación de nuestra Independencia. Esta etapa termina con las célebres batallas de Junín y Ayacucho.

España jamás se resignó a la pérdida de sus dominios de ultramar, una expedición llegó a nuestro mar amenazando nuestra frágil Independencia. Entre 1825 y 1866 se consolidó nuestra República. En este lapso se llevó a cabo el glorioso combate del 2 de mayo. Expresión sublime de unidad del pueblo peruano con sus fuerzas armadas, en defensa de nuestra Soberanía e Independencia.

También vivimos una etapa negra, la Guerra del guano y el salitre 1879-1884. Periodo de triste recordación, en que la improvisación de los gobiernos, el despilfarro de los dineros del Estado y la falta de previsión, facilitaron nuestra derrota ante nuestro enemigo, Chile.

Es cierto, en este periodo hubo demostraciones de valor, patriotismo y honor en defensa de nuestra soberanía. Finalmente sucumbimos ante un enemigo artero, mejor armado, equipado y preparado con muchos años de antelación. Chile no nos ganó la guerra, nosotros la perdimos irremediablemente, por falta de una visión estratégica de los gobernantes de aquellos años. No se debe volver a repetir esta situación nunca más.  

Posteriormente, el Ejército participó en la campaña militar contra Colombia en 1933, contra Ecuador en 1941. Fueron actos valerosos enmarcados en la defensa de nuestra Soberanía e Integridad territorial. Luego vendrían las operaciones militares de la Cordillera del Cóndor en 1981, que ratificó la validez del Protocolo de Río de Janeiro, y el Alto Cenepa en 1995, que finalmente posibilitó la demarcación de los 78 kms que faltaban en la Cordillera del Cóndor.

La participación del Ejército durante el proceso de Pacificación Nacional, en el marco de la Estrategia Contrasubversiva impuesta por el gobierno priorizó la obtención de la adhesión de la población y las labores de inteligencia. En base a un trabajo coordinado con los otros institutos de las FFAA, la PNP, y los Comités de Autodefensa, se logró la derrota de las organizaciones subversivas SL-MRTA, que hoy nuevamente viene tiñendo con sangre de policías y soldados valerosos el VRAEM.

Llegado a este punto, ustedes amables lectores se preguntarán, por qué se ha realizado una síntesis de la evolución de nuestro Ejército y que abarca casi tres mil años. Cuál es el objeto.

La respuesta es muy simple, primero reflexionar sobre el importante rol que ha cumplido y cumple el Ejército en nuestra sociedad. Por otro lado, tener presente que a lo largo de estos siglos esta Institución se ha movido de manera pendular. Entre momentos de gran fortaleza en su equipamiento, preparación y entrenamiento de sus fuerzas y con una visión diferente de sus gobernantes, quienes priorizaron la real importancia de la Defensa Nacional.

A diferencia de otros periodos, en que hubo falta de una visión geopolítica, desidia, improvisación, recortes de presupuesto, malos salarios para su personal, indiferencia y apatía del poder político. Ejemplos hay muchos, la etapa anterior a la guerra con Chile y se repite los primeros años de este siglo. No debemos olvidar el concepto de Defensa y Desarrollo si se queremos lograr el Bienestar General de nuestro pueblo.

Sirva este nuevo aniversario del Ejército, para reflexionar sobre el papel que deben cumplir los integrantes de esta noble Institución, en el lugar y cargo que desempeñan. Tengamos la capacidad para reconocer que nuestro país, es hermoso, con un potencial inmenso, con regiones naturales dotadas de una gran biodiversidad, con recursos naturales como el agua, minerales y el gas, muy apetecibles por nuestros adversarios. Ello nos impele, nos exige cuidar y proteger estos recursos, para beneficio de los 32 millones de peruanos.

Por tanto, los invito a que adoptemos un cambio hacia una actitud proactiva. Irradiemos conciencia de Defensa Nacional ante la opinión pública. Con un solo pensamiento, una sola idea, pidamos al altísimo y trasmitamos nuestros deseos, para que nuestros gobernantes tengan un momento de lucidez y puedan comprender la necesidad urgente de mejorar no solo el equipamiento, entrenamiento y preparación del Ejército y de sus FFAA, sino las condiciones económicas de sus integrantes y pensionistas.

Un sincero homenaje a todos los integrantes del Ejército, sus viudas y discapacitados que se encuentran en las diferentes regiones de nuestro país. Saludo a ustedes que llevan tatuado sobre su piel los colores de nuestra Bandera Nacional y en vuestra sangre y corazones nobles, un inmenso sentimiento patriótico, que es el verdadero sustento de nuestra nacionalidad.

Este 9 de diciembre un Feliz Día para todos los integrantes del Ejército, especialmente para aquellos que combaten en el VRAEM contra el narcosenderismo homicida, en nombre de nuestra patria y los valores democráticos.

¡Feliz día del Ejército!

 

 


martes, 1 de diciembre de 2020

REESTRUCTURACIÓN POLICIAL SOLAPADA O MAQUILLAJE.

 


Por: ARTURO CASTRO*

Durante los últimos días hemos sido testigos de un hecho gravísimo que ha removido los cimientos del orden interno con pérdidas de dos vidas humanas, y numerosos heridos entre policías y ciudadanos, así como destrucción de bienes públicos y privados, originados por el enfrentamiento de un grupo de jóvenes al parecer infiltrados y una respuesta de la policía, durante una movilización denominada “pacífica”.

Precisamente, a raíz de estos sucesos graves nuevamente no solo se ha puesto en debate el rol de la policía nacional, sino que el gobierno ha pasado al retiro al comando de la institucional policial, así como a 15 generales que les seguían en antigüedad, designando al general César Cervantes general egresado de la Escuela de la PNP, luego de la unificación en 1986, de las ex BGC, GR y PIP; como nuevo comandante general de la PNP.

La decisión del ejecutivo ha sido considerada un grave error por generalizar, en la comisión de presuntos delitos a todos los generales, afectando gravemente a la institución policial; se los responsabiliza de actos de corrupción y mala administración de recursos entregados por el gobierno para luchar contra la pandemia Covid 19.

Esta decisión considerada equivocada por numerosos ciudadanos y especialistas en el tema, además, trastoca la meritocracia institucional, el conocimiento y experiencia profesional, afectando la disciplina y la moral de toda la institución policial, poniendo bajo el control y liderazgo civil en una institución tan importante para nuestra República.

No se ha considerado en las investigaciones a la prensa que azuzó e incentivó la participación de la juventud, tampoco estarían considerados importantes líderes políticos que apoyaron la marcha, estuvieron presentes para provechar estas movilizaciones, su presencia en algunos casos enervó a los jóvenes que los repudiaron públicamente caso de Verónika Mendoza en el Cusco y Ollanta Humala en Lima, también Julio Guzmán y George Fosyth, estuvieron presentes.

Se afirma que, los ex ministros del interior Gino Costa, Carlos Basombrío con la participación del actual ministro del interior Rubén Vargas, serían las eminencias grises de esta medida. Recordar que en 2004 publicó INEP una obra escrita por ambos: LIDERAZGO CIVIL EN EL MINISTERIO DEL INTERIOR. “Testimonio de una experiencia de reforma policial y gestión democrática de la seguridad en el Perú”. Que, no habiendo dado los resultados esperados, hoy que tienen la oportunidad de participar en el gobierno de transición podrían nuevamente retomar.

El ministro del Interior, Rubén Vargas, negó cualquier irregularidad al respecto al señalar que el presidente Francisco Sagasti tiene la facultad de nombrar a un jefe para la PNP de menor rango. Sin embargo, esto no es tan cierto porque atenta contra la ley.

En las últimas horas han renunciado dos generales de la PNP, el Subcomandante General de la PNP general Edgardo garrido López y el general Oscar Gonzales Rabanal jefe de importante Dirección Contra el crimen organizado, lo que agrava la situación. El ministro del interior debería pensar seriamente su permanencia en el cargo, porque sumado a ello se avecina la amenaza que debería preocupar al gobierno, se trata de un paro policial los días 4 y 5 de diciembre. Recordar que el 5 de febrero de 1975 hubo un paro policial que causó graves hechos de violencia, incendio de locales, de diarios, muertes y heridos por intervención de las FF.AA.

Por otro lado, en una entrevista concedida en Palacio a varios programas políticos televisivos de manera simultánea Cuarto poder, Panorama, Punto final y Día D, el presidente Francisco Sagasti tocó una serie de temas importantes para la marcha de la Nación:

Nueva Constitución: Indicó que recogerían información y sentar las bases, no irán más allá, porque es un gobierno de transición y no tener la legitimidad.

Respecto de la remoción de 18 generales de la PNP indicó que la decisión era constitucional y que respaldaba al ministro del interior y primer ministro.

Se sostiene que “la defensa y la dignidad de la persona humana son el fin supremo de la sociedad y del Estado”. Sin embargo, ante los hechos que se han descrito anteriormente, al parecer este planteamiento no tendría el valor, ni la importancia que realmente debe tener en una sociedad que se precia de civilizada, por lo que las autoridades pertinentes deben impulsar una campaña, que demuestre de manera inequívoca, que realmente existe respeto por la dignidad de la persona y por otro lado la justicia debería hacer cumplir la ley estrictamente.

La actual Constitución en su artículo 163 indica “El Estado garantiza la seguridad a la nación mediante el sistema de Defensa nacional”, por otro lado, en su artículo 166 establece, “La Policía Nacional tiene por finalidad fundamental garantizar, mantener y restablecer el orden interno”. Así mismo según el artículo 118 inciso 4, es función del presidente de la República: “velar por el orden interno”, por lo tanto, las decisiones políticas sobre orden interno corresponden al Presidente de la república y la institución encargada de esta importante función es la PNP; además tal como lo prescribe el artículo 167 el Presidente de la República es el Jefe Supremo de las FFAA y PNP.

En este marco Constitucional debemos precisar que, el poder según el diccionario de la lengua española “se refiere a la autoridad, dominio, jurisdicción, facultad, al imperio de una cosa, las Fuerzas Armadas de un Estado o el instrumento con el cual se reviste de autoridad a una persona”.

Por otro lado, el Poder Social “es la facultad que tiene la sociedad para imponer reglas de conducta”, cuando se legitima el poder, se justifica el Estado porque se asienta en la soberanía que ejerce el pueblo con su voto, el pueblo delega la autoridad a los gobernantes, lo que sirve de sustento al poder del Estado.

El poder del Estado es uno sólo, es indivisible; lo que se separa son las funciones en consideración a la racionalización y división del trabajo y con el propósito de evitar la omnipotencia y el abuso del poder, las funciones legislativas, administrativas y jurisdiccionales son ejercidas por los órganos legislativos, ejecutivos y judiciales, que en la praxis reciben el nombre de Poderes.

Sobre Poder de Policía, el sociólogo BORDEAU, precisa “que el Poder de Policía es una fuerza nacida de la voluntad social, ponderadamente destinada a conducir el grupo hacia un orden que estima beneficioso y llegado el caso, capaz de imponer a los miembros los comportamientos que esta búsqueda exige”.

Yeimy Ivonne García Parra, abogado sostiene que “El poder de policía es la facultad de expedir leyes y reglamentos de policía, esto es, la facultad de regular los comportamientos cotidianos con la finalidad de preservar el orden público (…)”.

Es así que, el poder de policía presenta características singulares: es potestad originaria, porque el Estado adquiere el Poder de Policía al constituirse en el mismo momento en que se organiza política y jurídicamente; es exclusivo del Estado es decir de su exclusiva competencia; es inalienable porque no puede ser transferido por acuerdo, contrato o delegación porque es inseparable de la soberanía nacional y es razonable porque es un poder justo.

Por tanto, Poder de Policía “es la facultad que posee el Estado para establecer límites a la libertad individual con el fin de asegurar esta libertad y los derechos esenciales del hombre y la sociedad”. El Poder de Policía no es un poder nuevo y específico del Estado, es parte integrante del Poder Administrador y siempre ha existido en toda sociedad organizada.

Con relación al orden Interno debemos precisar “que es la situación de tranquilidad, sosiego y paz dentro del territorio nacional, regulado por el derecho y en ciertas circunstancias por el Poder Político, en la cual las autoridades ejercen sus atribuciones y los ciudadanos sus derechos y libertades, garantizando la existencia, estabilidad y soberanía del Estado; con la finalidad de asegurar la coexistencia pacífica en general y consecuentemente permitir el logro del fin supremo del Estado y la Sociedad”.

Cuando el Orden Interno es alterado por algunos hechos que revisten gravedad como es el caso de marchas violentas, huelgas, paros, mítines o hechos como el que se ha producido en Lima con la muerte absurda de dos jóvenes y numerosos heridos, casi siempre utilizamos la técnica de los bomberos, apagar incendios aislados sin dar una solución proactiva, coherente y permanente.

En países como el nuestro se puede encontrar una serie de causas que afectan el orden interno, estas se clasifican en causas políticas, jurídicas, económicas, policiales, militares, etc. Las causas políticas son aquellas situaciones personales de grupos o élites de poder que con fines o intereses partidarios ocasionan decisiones negativas en el ejercicio político, dentro de ellas podemos distinguir: la soberbia, arrogancia y desdén en el ejercicio del poder político, el despotismo, aprovechamiento, abuso y exceso de este poder, corrupción e inmoralidad manifiesta de las autoridades.

Por otro lado, las causas jurídicas son las disposiciones legales que se dictan con el propósito de regular la conducta social; cuando las disposiciones legales se dan con imprecisiones, contradicciones o vacíos, generan resquebrajamiento del orden Interno. Esto sucede cuando se promulgan leyes y disposiciones legales vigentes por conveniencia ideológica, partidaria y/o económica, o nombre propio.

Las causas económicas son consideradas como hechos o circunstancias negativas que se presentan en el campo económico, como la Inflación y la deflación y afectan el poder adquisitivo de la población. Dentro de las causas militar-policial, se considera lo referente al comportamiento de grupos de individuos que pueden derivarse en delitos contra el Orden Constitucional y la Seguridad del Estado; como la conspiración y propaganda incitando a levantarse en armas o revolucionar cualquier fuerza con el objeto de variar la forma de gobierno.

Por tanto, un País como el nuestro que se debate día a día entre el caos y la confusión,  que camina al filo del abismo en un escenario provocado por los graves hechos delictivos diariamente, o como es el caso las reclamaciones justificadas o no, que han movilizado a numerosos jóvenes en marchas y que grupos violentistas se han infiltrado para provocar a la policía y esta reaccione, con la consecuente secuela de la muerte de dos jóvenes, más de 100 heridos entre marchantes y policías y patrulleros destruidos por algunos vándalos que se sumaron a la protesta callejera.

Todo este marco nos permite determinar que, son estas las causas que no ayudan a mantener el Orden Interno en el nivel óptimo y por tanto ante hechos de esta naturaleza que revisten gravedad se debe asumir responsabilidades en los diferentes niveles de gobierno aplicando el Poder de Policía del Estado y buscar soluciones a los graves problemas que padece actualmente la población en general y la de menores recursos en particular como: la pandemia del Covid 19, que ha traído altas cifras de muertes y contagiados, altos niveles de desempleo, pequeñas y medianas empresas cerradas y extrema pobreza.