El gobierno en su afán de evitar que cuadros calificados de la administración pública, fuguen hacia la empresa privada que les coquetea con mejores sueldos, no ha tenido mejor decisión que gestionar, se ponga fin a los topes de los sueldos que reciben los “altos funcionarios” de la burocracia estatal, no sabemos si de inmediato o, a partir del año 2009.
Nuestro país atraviesa por una de sus mejores etapas en materia de bonanza económica, según el presidente García esta situación de mejora ha causado preocupación en Chile. Pero también ha causado expectativa en los trabajadores del país, porque esta situación, con seguridad le permitiría al gobierno realizar una mejor distribución de la riqueza, un “chorreo” comenzando por los más pobres, sin embargo, al parecer eso no será así.
Según se desprende de las últimas declaraciones del presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo “ahora ya estamos en capacidad para retomar los niveles salariales, especialmente de los profesionales calificados que laboran no solo en el área social, sino en los diversos estamentos del Estado”.
Como toda medida que mejora los sueldos de los altos burócratas del Estado, esta ha sido gratamente recibida, aplaudida y celebrada, por distintos funcionarios y congresistas de distintas tiendas políticas, que solo se unen cuando de beneficios económicos o defender a sus colegas se trata.
Esta propuesta polémica por las implicancias políticas y la efervescencia sindical que anuncia paros, marchas y otras formas de reclamo, con seguridad los próximos días, agregará un motivo más que va ha causar discusión y una ruptura social entre empleadores y trabajadores, porque la brecha salarial cada día se hace más ancha y profunda.
No existe ninguna duda que los sueldos para los funcionarios del Estado, que cumplen funciones importantísimas para el país están atrasados, por las medidas de austeridad que impuso el presidente García al iniciar su gobierno. Lo triste es que existen funcionarios de este mismo Estado que no están considerados, ni siquiera por sus importantísimas funciones que cumplen para la seguridad del país, menos para un eventual aumento, me refiero a los miembros de las FFAA y la PNP.
Desarrollo y Seguridad son sin duda, una dualidad conceptual para el logro del bien común. Ambos son indisolubles, como un tándem, como dos columnas que sostienen un templo, caminan juntos, unidos, porque entre uno y otro existe una relación de dependencia biunívoca (acción y efecto de corresponderse), es decir una relación entre todas sus partes que la conforman, entre sí.
Para nadie es un secreto que las remuneraciones y pensiones de las FFAA y PNP, están desfasados con la realidad económica que vive el país, país que ha superado a Chile, su adversario tradicional en su elegibilidad y capacidad de aceptar inversiones extranjeras.
Durante el gobierno de Fujimori, Montesinos y su camarilla corrupta hizo y deshizo el capital de la Caja Pensión Militar Policial (CPMP), realizando inversiones que fracasaron y dejándola sin fondos, tan es así que para el año 2009 no habrá como pagar las pensiones al personal que pase al retiro a partir de ese año. Estará prácticamente quebrada.
Haciendo un análisis a las remuneraciones que perciben los miembros de nuestras FFAA y PNP, podemos afirmar sin lugar a dudas, que estas se encuentran peligrosamente disminuidas, con grave pérdida de su capacidad adquisitiva. Hay una brecha muy amplia entre los sueldos, compensaciones y remuneraciones, con lo que corresponde a otros funcionarios de la administración pública. Si se elevan los topes de sueldos a otros funcionarios, lo justo es que se haga lo mismo con miembros de las FFAA y PNP.
Es más, la situación de sueldos es tan grave, tan deficitaria para afrontar las necesidades básicas, que los miembros de las FFAA y PNP se ven obligados a compensar esa falta de liquidez, en mil oficios. En el caso de la Policía, cumpliendo servicios extralaborales, de taxistas, proporcionando seguridad a Bancos, AFP, tiendas, lugares en construcción, y casas particulares, etc., con lo cual se desvirtúa su verdadera finalidad y función.
En razón a los antecedentes expuestos anteriormente, es conveniente recordar que existe la necesidad perentoria de contar con una Ley de Remuneraciones para el personal de las FFAA y PNP a fin de asegurar la sostenibilidad de cualquier propuesta de reforma previsional. Esta situación boyante de nuestra economía, es la oportunidad inmejorable para ello.
Recordemos que, las gestiones para mejorar remuneraciones y Pensiones de las FFAA y PNP, y de la Caja de Pensiones Militar Policial (CPMP), se vienen realizando desde el gobierno anterior, que aplicó muy bien la “mecedora” y dejó pasar el momento de la decisión. Toledo no tomó la decisión política adecuada en este rubro.
Actualmente la gestión se ha detenido, pese a que el anterior Ministro de Defensa Dr. Allan Wagner dejó lista una propuesta. Así el Ministerio de Defensa dispuso, mediante R M Nro.815-2005 DE/SG del 19 Septiembre 2005, la conformación de un Comité de Trabajo presidido por el Viceministro de Asuntos Administrativos y Económicos de dicho Ministerio e integrado por los Directores de Personal de los Institutos de la Fuerza Armada.
Este grupo de trabajo se encargó de la formulación del proyecto de Ley de Remuneraciones de manera coordinada con el Ministerio del Interior, para su presentación a la Presidencia del Consejo de Ministros y cuya finalidad es corregir las actuales distorsiones remunerativas e introducir los ajustes requeridos, como condición previa a cualquier intento de reforma previsional.
Por otro lado, tanto el Ministro de Defensa y el Ministro del Interior remitieron el Oficio 0597-VALP-MD del 16 Mayo 2006 con una propuesta al Presidente del Consejo de Ministros, sugiriendo atender en primera instancia la problemática de la CPMP a través, no de una nueva Ley de Pensiones que reemplace a la actual Ley 19846, sino modificando la actual Ley de la CPMP 21021 de tal forma, que el Tesoro absorba la totalidad de las pensiones que actualmente viene pagando, más las de un número determinado de promociones adicionales a las que actualmente forman parte de la CPMP.
La absorción del pasivo actual de la CPMP y la aprobación de la correspondiente norma remunerativa preparada y revisada por el Ministerio de Defensa en Noviembre 2007 (actualmente en evaluación en el MEF) requerirán de una asignación estimada en alrededor del 8% del Presupuesto General de la República para el AF-2009 (similar a la que se recibía a comienzos del gobierno anterior tanto para Defensa como para Interior) con lo cual se podría empezar a solucionar la problemática remunerativa y pensionaria, además de aliviar la situación de la CPMP.
Es comprensible que el gobierno tenga la intención de mejorar la situación de sueldos de los altos funcionarios del gobierno y evitar de esta manera una fuga hacia nuevos empleos mejor remunerados. Lamentablemente los miembros de las FFAA y PNP no tienen la oportunidad de cambiar de empleo, porque trabajan a dedicación exclusiva y porque dejarían sin sus mejores cuadros profesionales, para afrontar las amenazas a la seguridad de nuestro país. Mejoremos los sueldos y pensiones de nuestras FFAA y PNP, no los sigamos “meciendo”.