“Ni que pedacitos más ni que pedacitos menos.
Las polainas, amar a la patria que nos vio nacer y resguardar su soberanía son
una tarea apremiante, una lucha en la que no hay que bajar la guardia toda vez
que vivimos en un pésimo barrio, rodeados de vecinos traficantes, pobres y
traidores (Bolivia, Perú y Argentina) que están al aguaite para perjudicarnos”
Jorge
Figueroa Cruz, escritor chileno
Por: ANGEL ARTURO CASTRO FLORES
CRL
EP ®
¿Por
qué Diego Portales Palazuelos está considerado como uno de los personajes más
importantes y cómo pudo influir tan decisivamente en la vida de Chile?
Los
peruanos no debemos olvidar el pasado, existe la necesidad de que conozcan, recuerden
y tengan presente la ideología, doctrina y visión Portaliana que actualmente
cobra inusitada vigencia ante los
reclamos de Bolivia por una salida al mar, de chile que ha destinado 4,000
millones de dólares USA, para la renovación de su fuerza, preparación de su
personal, la adquisición de material y equipo moderno entre aviones F-16,
tanques Leopard, Buques, Submarinos y la producción en serie del Sistema de
Artillería de Cohetes “RAYO” que opera sobre la base de dos lanzadores
múltiples, con capacidad de 12 cohetes cada uno (24 en total), con un alcance
de 40Kms. frente a las limitaciones que padecen nuestras FFAA impuestas por los gobiernos que se han sucedido en el país.
La
respuesta a las interrogantes planteadas puede ser catalogada como sencilla,
clara y contundente: porque con Diego Portales surge Chile como el "Estado en forma", es decir
Portales es el verdadero organizador de la republica de Chile.
Diego
José Víctor Portales Palazuelos, nacido en 1793 y muerto asesinado en 1837, a
la edad de 44 años fue sucesivamente
ministro de Relaciones Exteriores, del Interior y de Guerra y Marina. Aunque
nunca llegó a la presidencia de Chile su influencia sobre ese país fue
definitivamente mucho más importante que otros que sí alcanzaron la mas alta
magistratura de la nación del sur. Se propuso poner fin a la anarquía y para
ello estableció una política muy dura y organizó la administración para que
fuese base del desarrollo.
La
obra de Portales estuvo orientada a aspectos básicos y fundamentales para todo
estado en formación que van entrelazados entre si; la lucha por la paz interior
frente a los intentos subversivos, la visión oceánica que deviene en el actual “sentido
oceánico” y mar presencial actual, es decir proyectar su presencia en
el Pacifico Sur y la lucha por
establecer el Gobierno identificado con los grandes intereses de su patria.
Sobre
a la seguridad interior del Estado, era un creyente en el modelo del Gobierno
de la República, planteando que no era posible lograr ninguna organización sólida
para el futuro si no se tenía en cuenta la aplicación de ciertos principios
como:
El
respeto a la autoridad y el orden público,
ante la anarquía viviente debería restablecer en primer lugar el respeto a la
autoridad, el principio de autoridad y por consiguiente el orden público. Transformó
el autoritarismo y la aspiración al orden en un principio político importante, pero
lo anterior no sería posible sin una autoridad honesta y recta.
Portales
le exigía al Gobierno que llevase una administración honesta, legal y decente,
como fundamento del respeto que se exige a todos los ciudadanos, por otro lado estableció la
necesidad de prevenir y reprimir las conspiraciones que pudieran fraguarse, conjurándolo
de antemano mediante las medidas que pudieran cortarlo, de igual manera a las
personas que él consideraba los buenos- les pedía, que fuesen desprendidas en sus cargos y generosas en su
actuación pública, evitando formas personalistas de gobernar, también planteo
que si era necesario se debía prescindir de las fórmulas constitucionales y
legales para mantener o lograr la seguridad interior del Estado, consideraba
que un Gobierno no debía sentirse en absoluto amarrado a esas normas.
Para
Portales el Ejército, era y es una
institución clave del Estado, porque esta identificado con el orden, la
jerarquía y el alma nacional, realzó su valorización insistiendo en el honor
militar y lo que significaba en grandeza moral, capacidad de sacrificio y
lealtad para con las instituciones y valores patrios; al mismo tiempo desarrolló
una idea de civilismo, de prescindencia política de las fuerzas armadas y
procuró imponerles la función de cuerpo obediente al Estado y de garante
principal de la seguridad exterior de la nación.
Respecto
al poderío marítimo, Portales tuvo
una clara visión del significado del mar para su supervivencia, de los
intereses marítimos, la gran vocación de Chile es y debe ser el mar, decía.
La
característica geográfica del territorio chileno una larga franja costera y la
cadena montañosa, con un metro lineal de costa por cada metro cuadrado de
superficie, es de un país marítimo y debía orientar toda su política exterior a
un control comercial del Océano Pacífico.
Por
ello eran y son vitales una gran marina mercante y una poderosa marina de
guerra, insistiendo en que la Armada es una necesidad permanente para un país
como Chile, más aún en este siglo reforzado con la tesis del Mar Presencial del
almirante chileno Jorge Martínez, bautizado posteriormente como “mar de
resguardo patrimonial”.
En abril de este año, se ha establecido un Convenio Estratégico entre las armadas de Australia y
Chile que incluye la venta de dos buques y el establecimiento de una relación estrecha
entre ambos países, “Los funcionarios de defensa le dijeron al ABC que el
acuerdo es parte de un esfuerzo de Australia para construir una buena relación
con el ejército chileno”. Dos fragatas antiguas australianas de la
clase Adelaida: “HMAS Melbourne” y “HMAS Newcastle”, que estuvieron de servicio
desde 1990 en la Royal Australian Navy (RAN) y que fueron retirados en 2019, vendidos
por USA $110 millones, fueron renombrados como Almirante Latorre y Capitán Prat.
Lo
que no queda claro de esta compra es que, a pedido del gobierno de Chile, esta
adquisición no fue publicitada, considerando que Chile atraviesa una situación
política muy difícil y esta compra agregaría más fuego a los reclamos de los ciudadanos
chilenos. “Fuentes familiarizadas con el acuerdo afirman que el gobierno
chileno no quería publicitar ampliamente su compra debido a los recientes
disturbios políticos por los recortes a los servicios públicos en la nación
sudamericana”.
La
decisión más recordada de Diego Portales contra Perú, sin lugar a duda fue la
destrucción de la Confederación Perú-Boliviana a la cual consideraba como
peligrosamente hostil a Chile. Para ello
Portales se sirvió de cómplices en los mismos pueblos que conformaban la Confederación
y de una alianza con Argentina.
Recordando
este episodio histórico, para la conformación de la Confederación, esta se
decidió previo a tres grandes acuerdos: uno en
Huaura, el otro en Sicuani y el tercero en Tapacarí (Cochabamba) con lo que
quedó establecida dicha Confederación.
El
nacimiento de la Confederación Perú-boliviana despertó los recelos de Chile y Argentina.
Desde hacía tiempo existía una rivalidad entre Valparaíso y el Callao, una
lucha de puertos que se vivió a fines del siglo XVIII por el dominio del
Pacífico, lucha que no ha finalizado tal como pueden apreciar.
Actualmente
se ha ingresado a un nuevo tipo de competencia con Chile de carácter económico
cuyas consecuencias son difíciles de determinar, debido a que existe una pugna
entre el Eje TACNA- ILO- MATARANI que es
el de proyección del MERCOSUR a la Cuenca del Pacifico, con el eje MEJILLONES- IQUIQUE- ARICA terminales
marítimos de este siglo XXI.
Dispuesto
Portales a destruir la Confederación, obtuvo del Congreso de Chile la
aprobación de la declaratoria de guerra el 26 de diciembre de 1836. En los
considerandos de dicha declaratoria decía: “El
general Santa cruz, presidente de Bolivia, detentador injusto de la soberanía
del Perú, amenaza la independencia de otras repúblicas americanas”. Portales
se creía el portaestandarte y solícito liberador del Perú del supuesto yugo de
Santa Cruz, sin que nadie se lo solicitara.
Pero
esta actitud escondía sus verdaderos propósitos. No era cierto que la
independencia de las otras repúblicas americanas estuviera en peligro. Lo que
estaba en peligro eran los planes de Portales, o sea Chile, para su política
expansionista hacia el norte, como posteriormente se demostró en la guerra del
79 y en el presente.
Don
Jorge Basadre en su obra Historia de la República del Perú, hace referencia a
una carta escrita por Diego Portales y enviada desde Santiago el 10 de
setiembre de 1836 a Manuel Blanco Encalada, jefe de las fuerzas navales y
militares Chilenas que partían en misión de “restaurar” al Perú:
“Va usted, en realidad, a conseguir con el triunfo de sus armas la segunda
independencia de Chile. La posición de Chile frente a la confederación
Perú-boliviana es insostenible. No puede ser tolerada ni por el pueblo ni por
el gobierno, porque ello equivaldría a un suicidio…
...
La confederación debe desaparecer por siempre jamás del escenario de América.
Por su extensión geográfica, por su mayor población de raza blanca, por la
riqueza conjunta del Perú y Bolivia apenas explotadas ahora, por el dominio que
la nueva organización trataría de ejercer en el Pacífico, arrebatándonoslo,…….
por todas estas razones la confederación ahogaría a Chile antes de muy poco………….
Debemos dominar para siempre en el Pacífico; ésta debe ser su máxima ahora y
ojalá la de Chile para siempre”.
La "expedición restauradora" de Blanco Encalada fue derrotada por Santa Cruz en Paucarpata cerca de Arequipa. Se firmó un tratado en que se declaró la paz y amistad entre los dos estados. El tratado fue repudiado en Chile y por supuesto desconocido, siguiendo su costumbre de no cumplir con los tratados o hacerlo sólo cuando le era conveniente.
La "expedición restauradora" de Blanco Encalada fue derrotada por Santa Cruz en Paucarpata cerca de Arequipa. Se firmó un tratado en que se declaró la paz y amistad entre los dos estados. El tratado fue repudiado en Chile y por supuesto desconocido, siguiendo su costumbre de no cumplir con los tratados o hacerlo sólo cuando le era conveniente.
Posteriormente
Chile organizo otra expedición al mando de Manuel Bulnes, es así que la mañana
del día 20 de enero de 1839, se preparaba en Yungay la que sería la batalla
final. Las fuerzas chilenas, al mando de Manuel Bulnes vencieron a las fuerzas
confederadas al mando del general Santa Cruz, que fue apresado, en 1843 tras
vivir cinco años en la clandestinidad, fue exiliado en Francia.
La
carta de Portales a Blanco Encalada a la luz del análisis de los hechos hoy podría ser considerada como una rara combinación
de racismo, xenofobia y paranoia, pero hoy tenemos la certeza que fue y es una especie de ideario que marcó el rumbo de
Chile con respecto al Perú.
Lo
que Portales escribió, lo que soñó y visionó fue plasmado años después cuando
Chile, imbuido en un espíritu malsano de conquista y agresión, llevó a cabo su gran
obra de atropello, expoliación y violencia en la guerra del 79 contra nuestra patria.
Dicha obra aún no está concluida, o ¿si?
Nota:
Este artículo fue publicado en el Diario La Razón de Lima en febrero de 2004. Ha sido actualizado a la luz de los últimos datos sobre Convenios y adquisiciones que Chile contúna realizando.
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