EPISODIOS DE LA GUERRA CON CHILE 1879-1884
Arturo
Castro
Durante la guerra que Chile declaró a Perú el 5
de abril de 1879, hubo episodios dramáticos de gran patriotismo, deslealtades,
cobardías, desafectos e insubordinación, propios de la naturaleza humana, como
respuesta al temor, la incertidumbre, los intereses propios de cada uno de los
comandos en sus diversos niveles, o producto del sigilo, audacia y secreto que
deben guardarse para realizar las operaciones.
Qué pretendía, el Comandante en Jefe de la
escuadra chilena Juan Williams Rebolledo
o cuál eran sus intenciones, al abandonar el bloqueo del puerto de Iquique,
sin informar a su gobierno, dejando de lado al Ministro de Marina Basilio
Urrutia Vásquez. ¿Tenía la intención de bombardear el Callao, sin conocimiento
de su comando?
Al abandonar de manera arbitraria dejando parte
de su escuadra en el bloqueo a Iquique, el 17 de mayo de 1879, según propio
informe, sin dar cuenta a la superioridad, Williams Rebolledo partió de Iquique
a bordo de la Magallanes, buque
insignia de su escuadra, dejando a la goleta Covadonga y la corbeta Esmeralda
continuaran el bloqueo del puerto.
¿En caso de ataque del Huáscar cuál habría sido su respuesta?
“Nota
Número 1,038- MINISTERIO DE GUERRA I MARINA
Santiago, Mayo 31 de 1879.
“En la nota que V.S. dirijió a este Ministerio
con fecha (…) del actual, contestando la que le fue pasado el 25 de Abril
estimo sometiendo a su consideración las ideas del Gobierno respecto del plan
de operaciones que podría adoptarse en la guerra que sostenemos contra el Perú
i Bolivia, V.S. se pronunció por la ocupación de Tarapacá, considera que el
bloqueo del Callao será una operación que no debe emprenderse por ahora i
piensa que la escuadra no debe dividirse”.
Al respecto, si el Contralmirante Williams
Rebolledo pensaba que mejor era ocupar la provincia peruana de Tarapacá,
desechando el bloqueo del Callao, para no dividir la escuadra, qué le hizo
cambiar de parecer. ¿Había uniformidad de criterios en los directores de la
guerra, respecto a las operaciones que habían emprendido contra Bolivia y Perú?
¿Dudas, temor, incertidumbre, secreto?
“En nota dirijida el 14, también del actual, al
Comandante Jeneral de la Marina, V.S. comunica que va a emprender el bloqueo de
Arica. Debía suponer que esta operación se ejecutaría de acuerdo con el Jeneral
en Jefe del ejército del Norte, quien también se había pronunciado por la
ocupación de Tarapacá una vez que se le enviara el refuerzo de tropas i
municiones que solicitaba”.
Se puede deducir que el Jefe de la escuadra y
el Comandante en Jefe del ejército del Norte, habrían coordinado sus propuestas
respecto de la ocupación de la provincia de Tarapacá. Por ello, extraña la
decisión de Williams Rebolledo de marchar al Norte, para bloquear o bombardear
el Callao, convencido que la escuadra peruana estaba inactiva, seguro para
aprovechar la sorpresa.
“V.S., sin embargo, se ha dirijido privadamente
(…), al señor Eulojio Altamirano, Comandante Jeneral de Marina, haciéndole
saber que es falso todo lo que se dice en la nota oficial en que se le
anunciaba el próximo bloqueo a Arica con parte de los buques de la escuadra;
agrega que en su nota que sus propósitos son otros; i termina pidiendo al señor
Altamirano comunique al Gobierno el contenido de dicha nota, pidiendo se le
escuse por no participar oficialmente en su propósito”.
Cómo se podría expresar la respuesta de
Williams Rebolledo, indicando la falsedad de la nota oficial que envió sobre el
bloque a Arica, en una nota privada al Comandante General de Marina; era un
indicativo de inseguridad y temor en sus decisiones, muestra de indisciplina
ante sus superiores sin explicar cuáles eran sus reales propósitos, o guardar
sus verdaderas intenciones.
“Este procedimiento ha creado a este ministerio
una rara situación, desde que no sabe adonde dirijir a V.S. comunicación alguna.
Ha salido V.S. de Iquique con el grueso de la escuadra el 15 del actual dejando
allí dos de nuestros más débiles buques, uno de los cuales ha sucumbido en
glorioso combate. Suspendido el bloqueo de Iquique, se ha reforzado el enemigo,
el Huáscar ha bombardeado a Antofagasta, bien que sin causarle daño alguno”.
“El Gobierno como debe presumirlo, se encuentra
en una penosa incertidumbre. Ignorando el punto en que V.S. se encontrase, no puede impartir orden alguna
en consonancia con los sucesos que se han verificado”.
La incomunicación en plena guerra, en este
caso, entre el Jefe de la escuadra chilena y sus superiores, no solo causó
enormes dudas e incertidumbre en los directores de la guerra, al no conocer su
real ubicación, es a la vez un reproche o llamada de atención por su proceder,
frente a esta actitud que asumía Williams Rebolledo con sus superiores.
El bombardeo de Antofagasta por nuestro monitor
Huáscar, aun si fuera cierto que no
causó daño alguno, por supuesto que causaba gran temor, incertidumbre y
preocupación en las autoridades chilenas. Esto se agravaba por la
incomunicación con su escuadra. El Contralmirante Williams Rebolledo,
aparentemente mostraba una falsa autosuficiencia. Su actitud afectaba la unidad
de comando y constituía una grave falta de indisciplina.
“Sin desconocer la latitud de acción que debe
tener el Jefe de una escuadra, tendente a realizar el plan de operaciones
combinado con el Gobierno, o para aprovechar circunstancias previstas, habrá de
convenir V.S. que en todo caso debe tener al corriente a este Ministerio de las
determinaciones que V.S tome, por reservadas y apremiantes que ellas sean. La
responsabilidad del Gobierno i la natural subordinación impuesta por la lei a
todos los jefes, prescriben y aconsejan esta conducta”.
Finalmente, Basilio Urrutia, Ministro de Guerra
y Marina del gobierno chileno, le recuerda al Contralmirante en Jefe de la
Escuadra chilena, que él depende de un comando, le da a entender que existe
gran molestia por su proceder, le recuerda que, el hecho de cumplir el plan de
operaciones con total libertad e iniciativa dada la extensión de las
operaciones en el mar, no lo eximía de cumplir las reglas de subordinación, impuestas
por ley.
En la Rada de Iquique el 12 de Junio de 1879 en
Nota Número 215, el Contralmirante J. Williams Rebolledo, a bordo del blindado “Blanco Encalada”, responde al Ministro
de Guerra y Marina la nota anterior:
“Señor Ministro: Impuesto del contenido de la
nota de V. S. de 31 de Mayo próximo pasado, número 1038, tengo el honor de
manifestar a V.S que, convencido de que el éxito de la empresa que me proponía
llevar a cabo, i de la cual debe V.S. ya tener conocimiento por mi última
comunicación a la Comandancia Jeneral de Marina, dependía en gran parte del
sijilo i reserva con que debía obrarse en aquel caso, no me era posible dar
cuenta de ello en nota oficial, por causas que no se ocultarán a la penetración
de V.S.; pero conviniendo con V.S. en la obligación que tengo de imponer al
Supremo Gobierno de todas mis operaciones, adopté el único temperamento
posible: el de dar cuenta privadamente al señor Comandante Jeneral de Marina de
mis propósitos, mas no sin pedir a este funcionario comunicara al Gobierno el
contenido de mi carta, agregándole todavía que se me escusara por no participar
dichos propósitos.
Si mis operaciones no dieron el resultado que
me proponía, ello es debido a los azares de la guerra, que a menudo destruyen
los planes mas bien combinados; pero de ningún modo a la reserva que me había
impuesto i que juzgaba indispensable”.
La versión del Contralmirante Williams, no
esconde la desconfianza en la comunicación con el Ministro, indicándole que
estas eran inseguras y penetrables, es decir espiadas, y más bien decide
comunicar a su comando directo el Comandante General de la Marina. Por otro
lado, las operaciones militares deben realizarse con total reserva y secreto,
por lo que no deja de tener razón, al indicar que estas las había preparado con
la reserva y sigilo que se acostumbra.
Según el parte oficial del Comandante en Jefe
de la escuadra Juan Williams Rebolledo del 2 de Junio, al Comandante General de
la Marina chilena, sobre el resultado de su expedición al Callao iniciada el 17
de Mayo de 1879, indica una serie de dificultades que se le presentaron y que a
la postre, la meticulosidad y secreto con que se preparó, finalmente fracasó en
su ejecución por varias razones:
1.
La flotilla partió de Iquique el 17 de mayo a
las 11:30 horas, al mando del Contralmirante Juan Williams y estaba conformada
por: el Almirante Cochrane, Abtao,
Chacabuco, O´Higgins y el Matías Cousiño que transportaba 800 toneladas de
carbón.
2. Ninguno de los jefes de naves, tenía
conocimiento de esta operación, para lo cual dispuso que cada una de ellas
saliera del puerto con rumbo diferente, para evitar los espías peruanos y se
informen de la dirección adonde iban.
3.
El 18 se percató que el Matías Cousiño había desaparecido de la flotilla, no se le ubicaba.
Lejos de retornar a buscar esta nave, Williams, hizo una rápida apreciación de
situación y concluyó que no les afectaría a las naves la falta de carbón hasta
llegar y regresar cumpliendo su plan de bombardear el Callao.
4. El 21 a las 18:00 horas llegan a las islas “Hormigas
de Afuera”, se desplazan hacia la cabeza Norte de la Isla San Lorenzo y desde
aquí observa el movimiento de la bahía y las embarcaciones que se encuentran
presentes.
5.
La demora en la llegada del resto de la
flotilla por su andar lento, la lentitud en la preparación de los botes
torpedo, el traslado de la tripulación del Abtao
a otros buques, dejando el personal necesario para la manipulación de los
torpedos, le tomó muchas horas hasta el amanecer y lo obligó a suspender la
operación.
6.
La captura de un pescador de nacionalidad
italiana, le permitió conocer que la escuadra peruana, el Huáscar y la Independencia habían
salido, o coincidencia, el mismo día y se habían cruzado en alta mar, iban con
dirección Sur.
7. El retorno de la flotilla de Williams al Sur,
estuvo preñado de dificultades: el mal estado de las calderas de la Chacabuco y O´Higgins, la escasez de
carbón por la desaparición de Matías
Cousiño, el viento del Sur que disminuía el andar de los buques. Tanta era
la necesidad de carbón que ordenó el traslado de este combustible de las
corbetas Chacabuco y O´Higgins al
Cochrane y Magallanes, ordenó además que las primeras se desplazaran a
vela.
8. Por información del capitán de una nave que se
desplazaba al norte se informó del combate de Iquique y sus resultados. Asumiendo
que su presencia en Iquique no era necesaria, no tuvo mejor decisión que demorar
su retorno, tratan de cortar el cable en Mollendo, hasta esta operación fue
infructuosa, fracasó en su intento.
9. El 30 a las 07:00 horas avistó al Huáscar, al que persiguió para darle
casa por horas, sin resultados por falta de carbón, viéndose obligado a
regresar con las manos vacías.
Dejamos
a su amplio criterio establecer si las actitudes de Juan Williams Rebolledo al
abandonar el bloqueo de Iquique, para aventurarse en una operación hasta el
Callao, fracasar en su intento y que el Comandante General de Marina, su
comando directo si conocía, pero que el Ministro de Guerra y Marina; por tanto,
el gobierno desconocía. Había una gran desconfianza entre las autoridades de
alto nivel, que se traducía en la susceptibilidad de los comandos como el
Comandante en Jefe de la escuadra chilena.
Notas:
Ahumada, Pascual. GUERRA DEL PACÍFICO. RECOPILACIÓN COMPLETA DE TODOS LOS DOCUMENTOS OFICIALES, CORRESPONDENCIAS Y DEMÁS PUBLICACIONES REFERENTES A LA GUERRA QUE A DADO A LUZ LA PRENSA DE CHILE, PERÚ Y BOLIVIA. TOMO V. IMPRENTA I LIB. AMERICANA. FEDERICO T. LATHROP. VALPARAÍSO. EDICIÓN 1888.
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