Los
sucesos violentos que se están dando contra los diferentes proyectos mineros en
el país, tomando como pretexto que estos atentan contra el medio ambiente, suelos, agua y atmósfera, no son sino asonadas
que Patria Roja, Movadef, el etnocacerismo
y las rondas campesinas, están realizando, para obligar al gobierno de
Ollanta Humala regrese a su programa de la gran transformación.
La
acción coordinada de estos grupos extremistas en todo el país, nos indican que el gobierno debe
enfrentar en el plazo más corto a una probable insurrección popular, por lo
que, el Ejecutivo debe agotar todos los medios persuasivos, coercitivos y de
seguridad en sus manos, en busca del bien común de los 30 millones de peruanos.
La
obra La
Insurrección Armada, debió llevar un nombre ruso, sin embargo los
autores, el colectivo de la Internacional Comunista dirigido por Osip Piatnistski
en vista que debía publicarse en Alemania, le puso A. Neuberg (“nuevo” en
alemán “neu”). La obra conceptualiza la insurrección Armada, como la forma
superior de la lucha política del proletariado.
En
esta obra se expone las características del escenario, las condiciones
objetivas y subjetivas, y los entretelones políticos, que dieron lugar a las principales insurrecciones urbanas: Reval
(Riga) capital de Estonia el 1 de diciembre de 1924, Hamburgo en Alemania 23 de
octubre de 1923. Cantón 1927 y Shanghái 24 de octubre de 1926, febrero y marzo de
1927. Realizadas por el proletariado y en el caso de los dos últimos, con la
participación del campesinado. Todas ellas en su momento fracasaron.
Un
análisis de cada caso, hace notar a lo largo de su lectura, las razones de su fracaso,
las que se resumen en que: Se sobrestimó el grado de desmoralización de las
tropas gubernamentales, los objetivos no respondían a la organización revolucionaria,
el reconocimiento a los objetivos fue deficiente, no hubo apoyo mutuo entre los
grupos insurgentes y faltó preparación política y material de los subversivos.
Los
sucesos violentos de Cajamarca, Bambamarca y Celendín provocado por agitadores
mimetizados entre la población campesina, ha traído como consecuencia la muerte
de cinco personas y treinta heridos entre manifestantes, policías y militares.
La provocación nació por una acción
violenta de los revoltosos quienes atacaron los SSPPEE y algunas propiedades
particulares. Las Fuerzas del orden se vieron obligadas a cumplir con su deber.
El
Ministerio del Interior informó que, dos suboficiales de la PNP fueron heridos
con armas de armas de fuego y cinco miembros del Ejército. Una indicación clara
que, los manifestantes al momento de la asonada emplearon armas letales en
contra del personal policial y militar.
El
gobierno de Ollanta Humala ha designado a Monseñor Miguel Cabrejos para
facilitar un entendimiento entre ambas partes, se sumará el padre Gastón
Garatea. Santos obstinadamente fiel a su estilo extremista ha expresado que
escuchará las propuestas y luego burlándose del presidente Ollanta envió un twit
“Que siga rescatando niños, que nosotros iniciamos la recolección de firmas por
la Nueva Constitución y rescatar el país”.
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