Sin lugar a duda el año 2020 será recordado por la humanidad entera como el peor año, el más desastroso, debido a la aparición de un virus en Wuhan-China, que rápidamente se diseminó por el planeta, convirtiéndose en una pandemia virulenta, nunca antes sucedido en la Tierra, comparable solo con la gripe española.
Anton Erkoreka especialista en grandes plagas, y director del
Museo Vasco de Historia de la Medicina, indica que en el caso de la gripe española
de 1918 acabó con el 5% de la población mundial, actualmente la OMS ha
informado que el Covid19 ha afectado casi al 1% de la población mundial actual.
Erkoreka encuentra un paralelismo con el actual Covid-19 como
“La velocidad con la que se ha extendido y la virulencia con la que se ha
cebado en un grupo de población es muy similar; en 1918 las víctimas fueron
jóvenes adultos y ahora han sido personas mayores”.
En nuestro país, una mala estrategia sanitaria implementada
por el gobierno de Martín Vizcarra para enfrentar a esta pandemia, trajo como
consecuencia la muerte de aproximadamente 37,000 connacionales y miles de
infectados hasta el momento, datos extraoficiales indican que serían unos
80,000 los fallecidos.
Los primeros en caer contagiados bajo las garras de esta
pandemia, fueron los médicos, enfermeras, auxiliares de hospitales y clínicas,
luego miembros de la Policía Nacional y de las FF. AA que estuvieron en la
línea de control cuando el gobierno dicto inamovilidad y confinamiento para
evitar la propagación, lo que trajo como consecuencia el fallecimiento de
cientos de miembros de la PNP y de las FF. AA convirtiéndose en héroes anónimos
y entregando su vida por proteger y cuidar a la población.
Es cierto, el Perú fue uno de los primeros países a nivel
mundial en implementar un protocolo para enfrentar la pandemia, luego, el mismo
gobierno incumplió y las personas contravinieron estas medidas no sabemos por
qué, hubo mucho descuido en la población al asistir a mercados y paraditas
donde se formaban tumultos.
El gobierno decretó la entrega de bonos para paliar las
necesidades de los más necesitados y eso trajo largas colas en los bancos para
su cobro, personas de toda edad, principalmente de la tercera edad se agolparon
para cobrar su bono y donde el virus se diseminó.
Durante las marchas de protestas de la población contra la
elección de Manuel Merino de Lama como presidente encargado, se violaron todo
protocolo y también el Estado de Emergencia, hubo violencia por parte de infiltrados
del MOVADEF y otras organizaciones extremistas, preocupados más por agredir
violentamente a la policía, provocando una respuesta de la autoridad. No se
respetó la distancia social y mucho menos el principio de autoridad.
La compra de las vacunas tan publicitadas por el propio
expresidente Vizcarra y la ministra de salud, fueron finalmente un descomunal
engaño a la población que se desmoronó anímicamente al saberse burlados, porque
al final nos enteramos que fiel a su estilo de gobernar el expresidente
Vizcarra y la ministra de salud Mazetti habían mentido descaradamente a la
población, asegurando que las vacunas ya estaban compradas y que para abril
2021 llegarían, ahora sabemos que fue toda una estrategia de desinformación y
manipulación informativa para engañar a la población.
No olvidar el protocolo que todos debemos seguir para evitar
contagios: mascarilla, careta, lavada de manos, evitar los tumultos. Hoy podría
ser hasta anecdótico, cruento y doloroso, pero es necesario recordar la
situación que se vivió: cómo olvidar la desesperación de los miles de peruanos
haciendo largas colas para conseguir oxígeno, el hacinamiento en los hospitales
con camas habilitadas hasta en los servicios higiénicos y garajes, la falta de
ventiladores mecánicos y la necesidad urgente de camas UCI en los nosocomios.
No tendrá un Remake con la aparición de la nueva cepa y la
segunda ola del Covid 19 que estamos ya viviendo. Es una pregunta que todos nos
hacemos y cuya respuesta está en manos de las autoridades.
Por ello, no se podrá olvidar la inmensa tristeza y
preocupación de miles de médicos, enfermeras y auxiliares que hacían lo que
podían con los elementos disponibles. No se olvidará tan fácilmente como desean
los políticos o la prensa alquilada al gobierno. El Perú ha perdido hombres y
mujeres de valía que hubieran podido hacer más por su familia y por la patria.
Las necesidades para aliviar esta pandemia chocaron con
intereses crematísticos de una prensa que bajo a niveles nunca antes visto y
los intereses de algunos burócratas de cuello y corbata que solo veían sus conveniencias
y la cutra. No sabemos qué sucederá con la nueva cepa que apareció en
Inglaterra, llegó a Chile y se sospecha que también, ya está en nuestro país.
Ante el desamparo de nuestra población más vulnerable, es
mucho lo que podemos hacer nosotros en nuestro ámbito, en nuestro entorno, seguir
las normas y el protocolo establecido para cuidarnos mutuamente, familia,
grupos familiares en cada barrio, en cada edificio, en cada condominio.
Es una lucha titánica que nos agarra en una situación muy
vulnerable. No esperemos que el gobierno haga algo para superar este trance,
hagamos lo que está a nuestro alcance y ayudemos a nuestros hermanos más
necesitados de acuerdo a nuestra posibilidad. Nadie está libre. Nadie puede
decir “de esta agua no beberé”.
A cuidarse.
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