El mejor ejemplo de manipulación es la
propaganda y contrapropaganda.
Segisfredo Luza.
Con el invento de la imprenta y la
masificación de la información, las técnicas de desinformación y manipulación
de la información cobraron vital importancia, más aún en tiempos modernos, de
redes sociales e internet. Esta técnica ha sido y es utilizada principalmente por
la prensa en sus contenidos informativos, las personas en su interrelación y
especialmente por los políticos en sus quehaceres cotidianos.
Gastón Jhon Provoost Riley, en su obra “DE LA
MESINFORMACIÓN: EN NOMBRE DE LA REALIDAD, sostiene que “Desinformar es
aplicar ciertas técnicas para engañar al público disminuyendo la importancia de
los hechos, modificando sus sentidos, o simplemente inventando información”.
Por otro lado, se conoce que, “ocultar un hecho o
suprimirlo, demorar su difusión o difundirlo con engaños” (De la Mesinformación. Provoost, Gastón) se considera manipulación de la
información. Mesinformación es la combinación de Desinformación y la
Manipulación de la información.
Segisfredo Luza, sostiene en su obra El
Poder Psicosocial que, “Se denomina propaganda a las informaciones, ideas, doctrinas o
apelaciones especiales que se difunden para influir en las opiniones, emociones
o conducta de cualquier grupo específico…”.
Hay que considerar que la difusión de
noticias, con el objeto de impactar en la conciencia ciudadana por medio de la prensa
se hace dentro del esquema denominado “Psicología del suceso” (Poder Psicosocial. Luza, Segisfredo) y al
informar de manera detallada los hechos que acontecen, es en cumplimiento a
normas de libertad de prensa y comunicación a la opinión pública, porque las
personas tienen “derecho de saber” (Poder Psicosocial. Luza, Segisfredo).
Establecidos estos conceptos a continuación,
transcribimos el editorial del diario La Actualidad, del 1 de febrero de
1881, uno de los cuatro diarios fundados por las fuerzas enemigas durante la
ocupación de Lima y parte de Perú. El objeto es que ustedes puedan establecer
si el diario de marras utilizó la Mesinformación durante su publicación.
Al final de la transcripción del Editorial
mencionado, ustedes encontrarán un breve análisis de contenido de la
información de este editorial, agregado a lo que pudieran establecer ustedes en
su análisis de Mesinformación, lograrán desentrañar la verdadera intención de
las fuerzas enemigas de ocupación.
Del diario La Actualidad, editorial del 1 de febrero
de 1881.
Editorial: SOSTENER EL BILLETE.
“Es indudable que el principal deber y el principal encargo de las
autoridades chilenas en el Perú consisten en velar por los intereses de Chile.
Ante esto las demás consideraciones son ligeras, o por lo menos no hay
probabilidad de que prevalezcan.
Faltaríamos a nuestra obligación de escritores serios y sinceros si
pretendiésemos echar sobre esta dura realidad, fruto de la guerra y la
victoria, el velo dorado de las frases humanitarias y sentimentales, que son,
en esos casos, la moneda corriente de la hipocresía política.
Vale más, también, para nuestros lectores peruanos, que miremos y
Presentemos las situaciones tales como son; así tendremos idea exacta de lo que
a cada cual toca esperar y corresponde hacer en las graves circunstancias
actuales.
Sí: no hay para qué ocultarlo, el interés de Chile es el supremo y casi
exclusivo fin de la política chilena en el Perú; pero, afortunadamente, no
siempre se hallan reñidos el interés de Chile con el interés del Perú, y el
hecho solo de la ocupación de la capital peruana por un tiempo cuya duración no
es posible determinar todavía ha establecido relaciones entre vencedores y
vencidos, puntos de contacto y comunidad de miras y conveniencias, de que no
sería justo ni discreto desentenderse”.
Tal es, a nuestro juicio, lo que está sucediendo en materia de moneda
circulante.
La depreciación del billete entraña para el Perú perjuicios inmensos y
amenaza con la ruina y el hambre a las familias. Para el ejército de Chile, la
depreciación presenta inconvenientes no menos graves:
a.
Significa para
el soldado verdadero despojo de una gran parte de lo que la ley chilena le ha
concedido, mientras se les obligue a recibir sus haberes en billetes peruanos.
b.
Prolonga y
agrava la paralización del comercio, cuyo activo movimiento es una de las
condiciones esenciales para la realización de los propósitos que persigue la
política chilena en este país.
c.
Disminuye el
producto de las contribuciones con que se cuenta para mantener el ejército de
ocupación, y tiende a consumar la insolvencia del Perú en la hora del arreglo
de las cuentas de la guerra.
d.
Es causa, en
Lima y en todo el país, de miseria y hambre, a que las autoridades chilenas no
pueden ser indiferentes, y en auxilio de las cuales tendrá que acudir
forzosamente con los recursos de Chile.
Resulta de todo esto, con evidencia completa, que la depreciación del
billete amenaza y lastima gravemente los intereses de Chile, y que las
autoridades chilenas se encuentran en la obligación de adoptar medidas capaces
de impedir que cunda el mal y de devolver hasta cierto punto a la moneda
circulante la confianza del público.
Estamos convencido que hay muchos caminos que conducirán con seguridad a
ese resultado. Las autoridades chilenas en Lima han tomado, sin duda, el asunto
en consideración; y con la llegada del señor Ministro de la Guerra, órgano y
representante autorizado del gobierno de Chile, es natural suponer y esperar
que entraremos en el periodo de las determinaciones vigorosas y fecundas.
Por nuestra parte, sometemos a examen y discusión las siguientes
medidas:
Efectuar el pago del ejército de Chile, como lo manda la ley, en moneda
corriente chilena. Esta medida no puede no puede encontrar dificultad o
resistencia, en principio. Adoptarla sería, cuando más, cuestión de poco
tiempo; y entretanto, no faltaría como llegar desde luego al resultado que con
ella se persigue.
Restablecer el impuesto destinado a la amortización del antiguo billete
peruano.
Hacer efectivo el decreto de la Dictadura que creó un fondo especial
para atender al pago de los incas.
Aceptar el billete peruano, estimado equitativamente, en pago de las
contribuciones locales y municipales, con cuyo producto habrá que atender
gastos administrativos en el país y satisfacer el sueldo de funcionarios
peruanos”.
En
este extenso editorial, el diario muestra el verdadero interés y la verdadera
intención de las autoridades chilenas, que no es otra cosa, que administrar el
país para beneficio de Chile.
Por
ello, critica la depreciación de la moneda circulante del Perú porque podría
causar la ruina de su economía. Durante la ocupación y debido a los gastos de
la guerra, el valor de la moneda peruana sufrió una gran devaluación, causando
problemas económicos para los peruanos, “La depreciación del billete
entraña para el Perú perjuicios inmensos y amenaza con la ruina y el hambre a
las familias…”.
Para
las fuerzas de ocupación sin lugar a duda lo más grave era el perjuicio
económico que afectaba a las tropas chilenas porque recibían sueldos reducidos,
“…Para el ejército de Chile la depreciación presenta inconvenientes no
menos graves”.
Por
otro lado, el diario defiende su posición respecto a que la Administración del
Perú debe estar a cargo de las autoridades chilenas y su derecho a usufructuar
de la riqueza del país conquistado, “…el principal deber y el principal
encargo de las autoridades chilenas en el Perú consiste en velar por los
intereses de Chile…”. Para lograr este objetivo no se debía tomar en
cuenta ninguna consideración ética ni moral, porque la situación que vivía Perú
era, “…fruto de la guerra y la victoria, el velo dorado de las frases
humanitarias y sentimentales…”.
Plantea,
que se han establecido relaciones de interés común entre la población sometida
y las fuerzas de ocupación, y frente al hecho de una ocupación indefinida
expresa, “…el interés de Chile es el supremo y casi exclusivo fin de la
política chilena en el Perú…, descaradamente agrega que, “no
siempre se hallan reñidos el interés de Chile con el interés del Perú…”.
Propone,
la adopción de medidas urgentes para solucionar los problemas de la devaluación
monetaria, dado que esta ha creado problemas en la administración chilena del
país, se plantea una serie de medidas para asegurar el pago, alimentación de
las tropas chilenas lo podemos apreciar en las siguientes frases: “Efectuar
el pago del ejército de Chile como lo manda la ley…”, “Restablecer el impuesto
destinado a la amortización del antiguo billete peruano”.
Como
conclusión podemos expresar que, la devaluación de la moneda peruana causó
hondas repercusiones en la economía de las fuerzas de ocupación, especialmente
en la tropa y la preocupación de sus autoridades es expresada por el editorial,
porque podría traer revueltas e indisciplina en sus tropas y la propuesta pasa
por asegurar primero las necesidades de las fuerzas de ocupación, dejando de
lado las necesidades de la población.
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