El 17 de mayo de 2012 será
recordado como una fecha negra y trágica por el personal retirado de las FFAA,
PNP y sus familiares. Fecha en que se consumó, finalmente, el incumplimiento de
las promesas del presidente Humala, para mejorar las diezmadas y alicaídas remuneraciones,
y pensiones de soldados y policías.
Para nadie es un secreto, las
enormes expectativas que se cifraban en el comandante presidente Humala, de
pronto se apagó la luz que lo iluminaba. En plena oscuridad, soldados y
policías en retiro, seguirán mendigando con seguridad sus reclamos por avenidas
y plazas de la capital, como lo han anunciado los principales gremios del
personal en retiro. ¿Hasta cuándo?
La aprobación del bono, en el
último Consejo de Ministros, permite inferir que se seguirá la ruta trazada por
Castilla desde el gobierno aprista. Esta infame aprobación margina ilegalmente y
radicalmente a los pensionistas de las FFAA y PNP. A partir de hoy la mecedora
ha cambiado de mecedor. El merengue, ese
baile exótico, aplicado a los pensionistas.
“Con las glorias se olvidan las
memorias”, reza un antiguo adagio. Es verdad, mientras Ollanta candidato
necesitó el apoyo de los uniformados y sus familiares, todo era promesas, ofrecimientos
y más juramentos. Finalmente, salió elegido en segunda vuelta con la ayuda del
voto que abrumadoramente le dieron los retirados y familiares, y olvidó sus
compromisos. El comandante presidente les
debe la vida y futuro político a sus hermanos de uniforme y sus familiares.
El proyecto de ley que se habría
aprobado en el Consejo de Ministros y enviado para su aprobación al Congreso
para su trámite a ley, desfavorece a los pensionistas y futuros jubilados, o
sea, al personal que actualmente está en actividad. ¿Tanta alevosía,
desfachatez, indiferencia y olvido merecen los veteranos? Solo en el Perú
suceden estos abusos.
Juan Mendoza investigador de la
Universidad del Pacífico, ha expresado que se debe ir a una reforma salarial.
En una visión comparada con fuerzas armadas de países vecinos, se ha detectado,
muchas diferencias. Comparando las remuneraciones netas entre un oficial
peruano, este recibe la mitad de lo que perciben en Ecuador y en Chile. ¿Novedad?
No, realidad.
Mendoza dice que, "El desorden
llega al nivel de que el sueldo básico de los oficiales del ejército está a
nivel de céntimos, un general de división tiene un sueldo básico de siete
céntimos porque está regulado por una disposición de 1,990 cuando había
muchísima inflación". Más claro ni el agua.
1 comentario:
el ultraja esta consumado y lo peor es que esta dado por un uniformado que prometió mejorarnos ,debemos pensar en el futuro cercano , 2 años y medio se pasan rápido, formar un partido político o apoyar uno ya constituido cuyo líder sea una persona pravo y que tenga buena memoria pues hemos luchado contra el terrorismo y el cenepa. Ahora que estamos viejos nos trata asi es una verguewnza
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