Australian War Memorial

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EXTERIOR DE MEMORIA DE LA GUERRA-AUSTRALIA

martes, 13 de enero de 2009

“La Actualidad” diario al servicio de las fuerzas de ocupación.


El 20 de enero del presente año, se cumplirán 128 años de la publicación en nuestra capital, del diario La Actualidad, primer periódico fundado por las fuerzas de ocupación chilenas en Lima. Este medio permitió realizar las actividades de propaganda y guerra sicológica contra nuestra indefensa población, ordenadas por Patricio Lynch.

Recordemos que el 17 de enero de 1881, las fuerzas chilenas ingresaron a Lima después de arrasar Chorrillos y Miraflores. Precisamente un día antes del aniversario de su fundación. Ese día de verano, el manto azul de su cielo se puso color negro y corrieron ríos de sangre y lagrimas de dolor e impotencia.

La ocupación de Lima fue muy dolorosa para todos los peruanos. Mientras Piérola huía a Canta, Baquedano ocupaba la ciudad abandonada a su suerte. En Palacio de Gobierno ondeaba la bandera chilena en su mástil.

Se implantó la ley marcial y con ello se legalizó los abusos abominables contra la población indefensa, a quienes impusieron cupos y demás exacciones, y un control estricto de la prensa limeña.

Se sabe que la primera víctima en una guerra es la verdad. El primer peldaño de la tergiversación es la propaganda. Las autoridades chilenas impusieron una serie de publicaciones impresas, escritos y dirigidos por y para chilenos y en una clara estrategia propagandística.

De esta manera mantenían informada a sus fuerzas de ocupación, a la opinión pública para conquistar sus mentes, a los indiferentes, a los colaboracionistas que los hubo. Además les permitía mantener la moral elevada de sus tropas, la cohesión y el patriotismo de las fuerzas de ocupación en tierra extraña.

Uno de los primeros diarios fundado para hacer realidad su intencionalidad propagandística, como parte de su plan estratégico, fue La Actualidad, este diario fue editado en la antigua imprenta de El Peruano. Su primer número salió el 20 de enero de 1881, tres días después de la ocupación de la capital, duró hasta mayo del mismo año.

Sin duda, fue una agravio para los peruanos someterse a las fuerzas chilenas de ocupación; qué podían hacer, pero, consideramos mayor agravio la publicación de un periódico fundado por las autoridades chilenas. Esa fecha ha quedado marcada en los anales del periodismo peruano, como un día nefasto para la prensa limeña.

Este diario publicaba no solo noticias nacionales y de la situación política chilena, sino además, la intencionalidad era clara, realizar propaganda a las fuerzas de ocupación, a favor de las autoridades chilenas de ocupación y guerra sicológica mediante sus candentes editoriales.

La finalidad suprema era ganar la mente de la población peruana, convencerlos de que la única solución a la guerra era la firma de una paz, que ellos la ofrecían como la panacea del mundo, pero, que en el fondo estaba preñado de odio y su aceptación era vergonzoso para los intereses nacionales. Sin duda era claramente favorable a los intereses estratégicos chilenos, para quedarse con territorios peruanos.

Los editoriales de este periódico son el reflejo de las intenciones de las autoridades chilenas en la capital y la manipulación de la información. Así podemos percibirlo en algunos párrafos siguientes:

El 21 de Enero de 1881 editorializa de la siguiente manera:
“¿Se encuentra o no se encuentra el Perú en el caso de fundar en Lima, con arreglo a última pauta constitucional vigente, un gobierno bastante fuerte para mantener el orden?” (1)
Continuando su labor de presión sicológica este medio publicó el 24 de Enero de 1881.Bajo el título Objeto del viaje del Ministro de la Guerra:
“La ocupación de Lima después de dos sangrientas batallas y los acontecimientos que han seguido a ella imponen al estudio y la resolución de los hombres que representan en esta ciudad el poder público de Chile, en lo civil y lo militar, una serie de arduos y trascendentales problemas”.
“Le sale al encuentro, a esta hora, la disyuntiva siguiente”:
“Echarse a cuestas la tarea de la administración de todo el territorio del Perú, adonde alcance sus armas, que podría ser todo el sur, desde la línea Mollendo, Arequipa, Puno, y toda la costa del centro y del Norte; recaudar allí las rentas, administrar la justicia, reorganizar las oficinas, etc.(…)”.
“O bien, decidirse a tomar cartas en el aventurado juego de la política interna del Perú, buscar aliados y reconocer adversarios entre los partidos y caudillos que han disputado antes de ahora y pueden disputar de nuevo por el mando(…)”.
(…) “Viene, en seguida y como consecuencia de lo anterior, el problema militar. No hacemos la paz, luego la guerra ha de continuar; ¿y en qué nuevo teatro y en qué proporciones? ¿Cuál será el plan de operaciones que se adoptará para impedir que el enemigo organice fuerzas considerables? (…) (2)

El 2 de Febrero de 1881, el editorial titulado El momento va siendo serio. Este diario continúa su campaña de guerra sicológica y de propaganda, amenaza abiertamente a la población, no encuentra una autoridad a su medida, continúa buscando un interlocutor con quién negociar la paz, una autoridad “respetable” que represente a nuestro país y acepte la imposición de sus intereses estratégicos mezquinos, como eran cesión territorial y pago de indemnizaciones de guerra.

“Van corridos quince días desde que el ejército chileno ocupó la capital del Perú, y la situación conserva los caracteres de incertidumbre e incoherencia con que se presentó en los primeros momentos al espíritu del vencedor”.

“Van corridos quince días desde que Lima y el Callao obedecen de hecho a funcionarios chilenos, y todavía se halla sin despejar las incógnitas siguientes”:
“¿Esta o no está resuelta la nación peruana a aceptar la ley de la victoria y a celebrar la paz con Chile?”

“¿Tiene o no tiene el Perú un gobierno que lo represente en las negociaciones y que pueda comprometerse en nombre del estado?”
“¿Quién gobierna hoy el Perú? ¿Con quién pueden entenderse los que tienen asuntos que discutir y cuentas que arreglar con el estado peruano?”

“(…) no tenemos, decimos, embarazo para declarar que don Nicolás de Piérola y los suyos han perdido la faculta de hablar y obrar en nombre del pueblo peruano, sin contar con que el audaz violador de las suspensión de armas del 15 de enero se ha colocado voluntariamente, respecto de las autoridades chilenas, fuera del palio de la confianza internacional”.
“¿Quiere el Perú la paz?”
“¿Hay algo que autorice a los representantes de la nación chilena en el Perú para prolongar por un tiempo más la tregua que han concedido, generosamente, al vencido, en la hora de su completo anonadamiento?”

“He aquí una interrogación de muy grave significado, una interrogación que los peruanos patriotas y discretos harían bien en pesar en lo más íntimo del alma”.(3)

Como podemos percibir, este diario fue fundado con la clara misión de propagar, una serie de mensajes orientados a convencer a las autoridades peruanas, a los personajes notables de la ciudad y a la población en general, para lograr un cambio de actitud en sus sentimiento patrióticos y aceptar un tratado de paz a su medida; pero, además tenía la misión de ser el sostén ideológico de la estrategia militar.
Convencer a los habitantes de Lima, a los personajes representativos, que sus ofrecimientos de paz eran sinceros, que constituían una opción favorable para nuestro país desangrado, mutilado y expoliado. Nunca se entendió así, era todo lo contrario.

Detrás de ello se escondía su verdadera intención, no prolongar la guerra más de lo necesario, no propiciar una resistencia que sería fatal a sus intereses. Acopiar toda la riqueza posible obtenida y trasladarla a su país, como así fue.

Lograr un tratado ventajoso a sus intereses estratégicos, además porque la prolongación de la guerra les traería miles de problemas que no podrían enfrentar, ni afrontar, las tropas estaban cansadas y reclamaban parte de la torta obtenida por los abusos y cupos (4).

En otras palabras ya estaba en sus espíritus el temor, los invadía la desconfianza en sus posibilidades de hacer la guerra en un terreno de difícil acceso para ellos, nuestra zona andina, corrían contra el tiempo pues conocían las acciones de resistencia que se realizaban, liderada por Andrés A. Cáceres en la zona de las breñas al mando de sus montoneras.

El diario La Actualidad funcionó hasta el 03 de junio de 1881, luego sería reemplazado por La Situación, que funcionó del 04 de junio hasta el 30 de mayo del año 1882, acumulando un total de 302 ejemplares. Posteriormente a partir del 31 de mayo inició sus actividades El Diario Oficial, fue el de más larga duración al servicio de la ocupación chilena, fue creado para publicar documentos oficiales, cesó sus actividades el 20 de octubre de 1883.

Las fuerzas de ocupación también fundaron El Comercio apócrifo, con el apoyo económico del general Lynch, fue editado en el Callao por chilenos, circuló entre 1881 a 1883, dirigido por el chileno Luis E. Castro, cómplice en el robo tipográfico de El Peruano y que anteriormente dirigiera La Actualidad.
Este diario sirvió para el endurecimiento de las medidas de las fuerzas de ocupación, que siguieron a la prisión y destierro de García Calderón. No utilizó el logotipo del verdadero diario, el formato y tipografía fueron diferentes.
Notas:
ZANUTELLI, Manuel: Antología Histórica, La Contraofensiva de 1882, Comisión Permanente de Historia del Ejército, Lima 1982.
TAURO DEL PINO, Vicente. Huamachuco y el Alma Nacional. Comisión Permanente de Historia del Ejército.
Diario La Actualidad, Hemeroteca de la Biblioteca Nacional del Perú.
Castro, Arturo: La Prensa limeña en la guerra con Chile.
Publicado en el diario La Razón. Lima-Perú. 16 de enro 2009. Con el título " Invasores chilenos crearon cuatro diarios para imponer depojo territorial al Perú

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