Esta la guerra en la que vemos, enfrentamiento de bombas y balas, misiles y drones, valentía, sacrificio y fuerza bruta, y contabilizamos ganadores, perdedores y muertos, pero, junto a esta guerra, se libra otra un campo de batalla teñido de claroscuros, donde entran en juego el engaño, la seducción y la mala fe. Anónimo
Por: Arturo Castro
¿De qué barro, estamos hechos los peruanos impasibles ante el
desorden y caos político-judicial?, ¿Es posible entender esa pasividad temerosa
frente la anarquía nacional?, ¿Qué fuerzas malignas mueven la conciencia de los
hombres frente a la confusión que vive nuestra Nación?, ¿Les falta hombría a
los peruanos para reaccionar dignamente frente al caos político, social y
económico?
Según el Génesis, “Dios creó al hombre en el sexto día
de la creación. Dios formó al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz
el aliento de vida, convirtiéndolo en un ser viviente. Dios también creó a la
mujer a partir de una de las costillas del hombre para que fuera su compañera”. ¿Venimos los peruanos de ese polvo que en manos de Dios se convirtió en
hombre?
Nuestro país, vive momentos de hondo desconsuelo,
preocupación e incertidumbre; en el escenario actual observamos con
preocupación el incierto panorama político-social y económico. Los escándalos políticos
no cesan, las denuncias e injerencia judicial en la política, producto de una
pugna por el poder en el MP y PJ, y fuerzas oscuras detrás moviendo los hilos
como titiriteros, mientras los títeres obedecen órdenes para cumplir sus planes
malignos.
¿Qué fuerza oscura,
tenebrosa, maligna y corrompida, impide a jueces y fiscales cumplir con su
deber constitucional con arreglo a la ley? Mientras la pobreza avanza a pasos
agigantados afectando a millones de peruanos, que ya no confían en sus
autoridades porque los actos de estos están revestidos de sospechosa corrupción,
lo que es terrible para la seguridad e inversiones que tanta falta le hacen a
nuestro país.
Hagamos un momento de reflexión, sabemos bien que, la actual
división política del Perú considera 24 Regiones y una Región autónoma. En la
práctica es la misma antigua demarcación que consideraba 24 departamentos y la
Provincia Constitucional del Callao, a mi juicio no ha cambiado nada, es más
considero que esta demarcación realizada durante el gobierno del corrupto
Toledo, ha traído graves casos de corrupción en los gobiernos regionales y
locales.
Parece que nuestro país considerado exagerado o descomedido
en algunas de sus acciones y decisiones, nos muestra una faceta más en
política, pareciera que somos “más
papista que el Papa” y ello debido a la cantidad de postulantes para el proceso
electoral de 2026. Actualmente son 27 partidos inscritos y esperan otros 17
para inscribirse. Serían en total 44 competidores, todo un récord Guinness.
Comparemos con los procesos electorales llevados cabo en
otros países y cantidad de candidatos que se presentaron. Comenzamos con
nuestro país; Perú 2021: 18, Paraguay 2023: 13, Brasil 2022: 11, Uruguay 2019:
11, Ecuador 2023: 8, Chile 2021: 7, Colombia 2022: 6, Argentina 2023: 5 y
Bolivia 2020: 5. Perú estará en el observatorio mediático mundial, sin ninguna
duda.
Todos los candidatos de manera general tendrían un diagnóstico
sesudo, real y objetivo de la situación del país, producto del trabajo juicioso
de tecnócratas y plasmados en un Plan de Gobierno (PG) que de nada servirá al
momento de ocupar el sillón presidencial; pues, como sucede actualmente, no
siguen los lineamientos del PG si alguna vez lo tuvieron. La improvisación será
el pan de cada día.
Pero, dichos PG tendrían también propuestas concretas que nos
sacarán del subdesarrollo en un abrir y cerrar de ojos. Algunos candidatos
afanosos iniciaron sus recorridos por los pueblos más alejados del país, con
promesas que a la vuelta de la esquina olvidarán como siempre, porque allí
donde el hambre muerde el estómago y la pobreza espanta al miedo, no quieren
promesas, quieren realidades. No quieren palabras sino obras.
Por ello, en cada pueblo joven, Asentamiento Humano, en cada
poblado alejado, donde la sed y el hambre son sinónimo de vida o muerte, en
cada carretera afirmada, llena de tierra y herrumbre, serán recibidos con
indiferencia y desconfianza; es que ya son más de doscientos años de promesas
incumplidas y oídos sordos a sus necesidades más apremiantes.
Algunos candidatos apelarán y se vestirán a la usanza de las
regiones y poblados seguirán caminando los viejos caminos del Perú, que esperan
aún ser pavimentados, colegios derruidos sin carpetas, postas médicas sin
medicinas sin médicos ni enfermeras, para convencer a los modestos ciudadanos,
que ellos sí transformarán al Perú y necesitan sus votos para acceder a la
presidencia.
La cantidad de postulantes a la presidencia, que en número superan
largamente la cantidad de Regiones del país; como si de cada una de ellas se
presentara un candidato y medio, está recibiendo una serie de críticas, porque
es la demostración más plausible, de que en nuestro país el nivel político es
muy deficiente, irreal e irresponsable. Una vez más priman los intereses de
grupo, amicales, familiares y de poder de los grupos de presión.
Asistimos todos los peruanos a una demostración de lo débil
que son las instituciones y organizaciones políticas por su propia
irresponsabilidad e indiferencia; por ello no sorprende la desazón y
desconfianza en esta clase y se justifica la necesidad de la población en
buscar una nueva alternativa, aunque eso signifique tirar por la borda todo lo
avanzado hasta la fecha.
El Jurado Nacional Electoral afirma actuar con imparcialidad
en sus resoluciones sin embargo tanto el JNE, ONPE y RENIEC, han perdido
credibilidad frente a la población por su sospechosa actuación frentes a las
denuncias de fraude que no quisieron responder a las tachas presentadas por los
partido políticos afectados porque están convencidos que solo con fraude ganó
Pedro Castillo.
Para complementar este escenario, asistimos también a un mar
de informaciones que tratan de distraer a la opinión pública, con noticias que
causan desazón y gran preocupación en la población, la injerencia en las
decisiones judiciales, por efecto de la presión de Gorriti en el PJ y MP.
Observamos también cómo las ONG’s de DDHH, abogan por el
permanente enfrentamiento y hostilidad entre los peruanos, seguimos separados,
divorciados, civiles y militares a un lado, parece que esa fuera la intención
de estas organizaciones; porque continúa la persecución contra los militares
que enfrentaron a la subversión, muchos de ellos ancianos de más de 80 años,
juzgados y sentenciados abusivamente. ¿Hasta cuándo seguirá esta política de
caza de brujas?
Llegado a este punto, para las elecciones de 2026 seremos los
peruanos capaces de discernir, reflexionar y votar realmente con
responsabilidad, nos jugamos el futuro de nuestros hijos y nietos. Aún queda
mucho pan por rebanar, no desperdiciemos nuestros votos, no les entreguemos
fácilmente una carta en blanco; porque “promete y promete” …, luego “olvida lo
prometido”, somos un bocato di cardinale para los políticos en esta lid
electoral, por eso nos enamoran, luego de obtenido nuestros votos, nos darán
una patada y todo seguirá igual. No seamos tontos útiles ni convidados de
piedra.
Sabemos que el mundo es malévolo y crecientemente
competitivo. En la política, los negocios y artes enfrentaremos a adversarios
dispuestos a hacer cualquier cosa para obtener ventaja y el próximo proceso
electoral no será una excepción, harán empleo de un creciente clientelismo.
Son lides políticas y batallas complejas que el pueblo debe
observar porque no sabemos qué partidos realmente están del lado del pueblo. Hay
quienes supuestamente juegan en equipo con el pueblo y actúan en forma amigable
y a veces de manera complaciente, sin embargo, luego sabotean sus propias
promesas y utilizan al pueblo solo para promover su propia agenda. Son
difíciles de detectar, practican sutiles juegos de agresión pasiva, ofreciendo
ayuda que nunca llega ni llegará.
Ustedes se preguntarán a todo esto, y el Congreso,
considerado el primer poder del Estado, qué acciones ha tomado o va a tomar
para corregir, fiscalizar y legislar para mejorar el desempeño y el
cumplimiento de los roles constitucionales de los organismos del Estado que son
importantes para la vida del país; en nuestra consideración, el Parlamento vive
su propia agenda, los congresistas están más preocupados en salvarse de las denuncias
judiciales, de sus pretensiones de ocupar curules en el próximo Senado y seguir
haciendo lo que siempre han hecho medrando del poder.
A este paso, lo decimos con plena seguridad, el próximo Congreso
será la mejor demostración de la anti política, de la irresponsabilidad de la ciudadanía
al elegirlos. Tendremos un Congreso atomizado, donde será imposible ponerse de
acuerdo para legislar y fiscalizar en favor del pueblo, será una verdadera
Torre de Babel, cada quien hablará su propio idioma y defenderán sus intereses.
¿Y el país? Que se hunda en la anomia, que se pierda en el caos
y desorden, que caiga dinamitado por sus propios hijos hasta la sima o fosa más
profunda. Así estamos.
¡Necesitamos urgente peruanos honestos y responsables, con
eso que ponen las gallinas, para poner orden en el país!
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