Por: Arturo Castro
Al parecer la población no se ha dado cuenta hasta el momento, del peligro en que se encuentra el Estado peruano, que ha caído en manos de una gavilla de delincuentes que la están conduciendo hacia el abismo, hacia la Fosa más profunda, de la cual, si no se toman las medidas correctivas, no regresará jamás.
Es como si hubieran introducido en toda la población el virus
de la amnesia colectiva o como si una bacteria extraterrestre les hubiera
atacado el cerebro, los hubiera copado, que los tiene absortos, inmovilizados, con
la mirada vaga, en un estado que podríamos decir catatónico.
No hay otra explicación para tanta pasividad, para tanta
indiferencia que se ha instalado en el espíritu de las personas buenas de este
hermoso país. Hoy sería el momento de la protesta generalizada, de las marchas
en las calles, de las movilizaciones de todos sin distinción de ninguna
naturaleza, todos unidos. No podemos aceptar está situación.
Hasta el Parlamento está en modo Penélope, o está en modo indiferencia,
o a mi qué, es lo que se, pues la población que ha elegido a esos 130 congresistas
tiene la oportunidad de corregir el error de haber elegido a una clase política
medrosa, temerosa, convenida, farisea y fenicia. El futuro de nuestros hijos y
nietos está en peligro. Cuatro oportunistas se la están jugando a la ruleta
rusa.
No todos, claro está como se ha demostrado y se demuestra
diariamente, pero el interés de la patria se estrella contra obstáculos de
indiferencia, apatía, indolencia, conveniencia e ignorancia de la población y
sus representantes. Pero, la gran mayoría se siente cómoda en su zona de
confort, y no quieren dejarla.
No hay espíritu de sacrificio, no hay entereza moral, no hay
honor y dignidad en una gran mayoría improvisada e ignorante. Están más
preocupados en sus negociados, en colocar en empleos a sus familiares, asegurarse
una chambita. Los intereses de la patria han quedado en el olvido.
¿Qué no se han dado cuenta que la patria está en peligro? Que
nuestra hermoso Perú ha caído en manos de cuatro improvisados que lo están
conduciendo a ser una nueva Cuba o Venezuela y que están copando los diferentes
cargos de confianza con gente improvisada que no tienen la preparación que
requieren esos cargos para poder ser productivos para el país y hacerla quebrar.
Aún estamos a tiempo de corregir esta situación. Utilicemos
las mismas armas que utilizan los enemigos de la patria, quienes utilizan la
Constitución y leyes, para petardear la Democracia desde el interior, desde su
propia base.
No dejemos que avancen, después será muy tarde y el
arrepentimiento durará para siempre y la Nación perderá la gran oportunidad de lograr
el bienestar general para su población. Con el Comunismo jamás lo lograremos.
Basta mirar Cuba, Venezuela, Nicaragua, Chile y Argentina en el futuro
inmediato, para saber lo que le espera a nuestro país, si no se toman las
medidas correctivas. Estamos a tiempo.
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