¿Cómo
se divide actualmente el poder en el planeta? ¿Qué países ocupan el ápice del poder en el
mundo? ¿Estamos en un mundo polar o hemos ingresado nuevamente a un mundo
multipolar? ¿Cómo planean enfrentar las amenazas híbridas?
Veamos
algunos conceptos, la Geopolítica enseña a valorar el territorio y sus
potencialidades, valorar las características físicas y la riqueza que posee un
territorio; reconocer el valor estratégico que significa su ubicación en el
continente, en el mundo y su proyección en el contexto internacional. Por otro
lado, la Geoestratégia consiste en articular armoniosamente todos los elementos
que el estado posee, para darle un sentido utilitario a los recursos y las
ventajas geopolíticas que el país cuenta.
Se entiende como amenaza híbrida aquella fuerza combinada que
está conformada por fuerzas distintas que unidas funcionan coordinadamente, en
conjunto, bajo un comando operacional para lograr una meta común. Está
conformada por: Fuerzas regulares, Fuerzas “irregulares” y las tácticas,
incluye emboscadas, el terrorismo, la improvisación, la guerra de información y
otras formas de guerra asimétrica y no convencional.
Estados
Unidos
Henry
Kissinger es un político estadounidense de origen alemán que tuvo una gran
influencia sobre la política internacional. Fue secretario de Estado durante
los mandatos de Richard Nixon y Gerald Ford, entre 1969 y 1977 jugó un rol muy
importante en la política exterior de EE. UU y fue consejero de Seguridad
Nacional durante todo el mandato inicial de Nixon.
Respecto
a los Estados Unidos, Henry Kissinger es el personaje que mejor ha descrito el
rol de los EE. UU en el planeta, indica que, por una ley natural “…en cada siglo surge un
país con el poderío suficiente para imponer su poder”. (1)
Seguidamente hace referencia a que esta ley natural
obedecía a la voluntad, el ímpetu intelectual y moral, que se necesitan “para
lograr la modificación del sistema internacional de acuerdo con sus propios
valores”. (2)
En razón a ello es que, los estados militar y moralmente más
fuertes lograron ocupar sitiales expectantes en el planeta, de gran gravitación
a lo largo de estos siglos, así: En el S. XVII Francia encabezada por el
Cardenal Richelieu, introdujo el enfoque moderno de las relaciones
internacionales basado en el Estado-nación, legándonos su propuesta “la razón
de Estado”. En el S. XVIII Gran Bretaña introdujo el concepto “equilibrio del
poder”, que duro casi 200 años. En el S. XIX la Austria de Meternich convirtió
la diplomacia en un frío juego del poder y en el siglo XX los EE. UU., es el
Estado que más ha influido en la política internacional y en el futuro de los
países.
Está
aún presente en el imaginario mundial los graves efectos causados por las
bombas atómicas lanzadas por EE. UU contra Japón en Hiroshima y Nagasaki. No
dudamos que si después de la II GM no hubo un conflicto que involucrara a todos
los países, fue porque los resultados catastróficos de esta guerra fueron
gravísimos para la especie humana y sus peligrosísimos efectos han sido tomados
en cuenta, para evitar en el futuro una probable III GM, que significaría el
exterminio de la humanidad.
Finalizada
la II Guerra Mundial (II GM) la guerra fría marcó el enfrentamiento Estados
Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URRS) por casi 50 años.
Este conflicto llegaría a su fin con la crisis económica, disolución y caída de
la ex URRS en 1989 y la caída del Muro de Berlín al año siguiente, con lo que
se puso fin a la separación de las dos Alemanias.
Por otro lado, surgieron una
serie de conflictos en diferentes continentes, en África, Asia y Oriente Próximo
que aún no cesan.
Un
hecho que puso al mundo en vilo fue la crisis de los misiles de Cuba entre los
Estados Unidos, la Unión Soviética y Cuba en octubre de 1962, originado por el
descubrimiento que hizo EE. UU de bases de misiles nucleares de alcance medio
instalados por la ex URSS en Cuba. Fueron 13 días de tensión en que el planeta
tierra estuvo sometido a la decisión de John Kennedy y Nikita Jrushchov.
Felizmente encontraron solución.
Después
de diez años, en 1972 y para evitar la proliferación de armas nucleares, las
dos potencias mundiales acordaron firmar el Tratado sobre Misiles
Anti-Balísticos o Tratado ABM, un acuerdo entre los Estados Unidos y la ex URRS,
para limitar el número de sistemas de misiles antibalísticos utilizados para
defender ciertos lugares contra misiles con carga nuclear. Después
de 30 años EE. UU se retiró de este acuerdo.
El
accidente en una central nuclear en Chernóbyl al norte de Ucrania que sucedió
el 26 de abril de 1986 y sus graves efectos en la población y medio ambiente,
sin lugar a duda, han sido tomados en cuenta por los líderes del mundo para el
control de las armas nucleares.
Durante
el siglo XX los Estados Unidos han ampliado su liderazgo a otros campos como el
tecnológico y la explotación de adelantos científicos para fines militares.
Zbigniew Kazimierz Brzezinski fue un politólogo estadounidense de origen
polaco. Fue consejero de Seguridad Nacional del gobierno del presidente Jimmy
Carter. En 1998 se publicó su obra “El gran tablero mundial”, en ella
aborda el surgimiento de una potencia mundial en Eurasia a partir de la última
década del siglo XX en Eurasia. Se refería a los EE. UU que surgió como árbitro
en las relaciones de poder euroasiáticas y como suprema potencia.
Para
finales de la década de los noventa, EE. UU se había erigido como la primera
potencia mundial, que le permitió ocupar posiciones hegemónicas. En 1996 según
Zbigniew Brzezinski “Los Estados Unidos tienen la supremacía en los
cuatro ámbitos decisivos del poder global: en el militar su alcance es
inigualado, en lo económico sigue siendo la principal locomotora del
crecimiento global (…) en lo tecnológico mantiene una posición de liderazgo
global en los sectores punta de la innovación; y en lo cultural, pese a cierto
grado de tosquedad, disfrutan de una atractivo que no tiene rival (…)”. (4)
Zbigniew
Brzezinski aseguraba en esos años que, “la combinación de los cuatro
ámbitos es lo que hace de Estados Unidos la única superpotencia global
extensa”. (5) Estados Unidos tenía un poder hegemónico una gran influencia
política en el mundo y no se veía a ningún otro estado se acerque a su nivel.
Para
muchos analistas el S XX ha sido considerado el más violento que ha vivido
nuestro planeta y los seres humanos. Después de la II GM que causó millones de pérdidas
humanas degradando la condición humana, los conflictos por razones ideológicas
y políticas, han continuado su escalada a lo largo de este siglo y en los
inicios del S XXI.
Las
guerras focalizadas en diferentes continentes han sido utilizadas como
laboratorios, para comprobar la utilidad del armamento moderno fruto del
adelanto tecnológico que van logrando las potencias mundiales, así como el
desarrollo, avance y utilidad de las armas nucleares, persistiendo en algunos
estados Corea del Norte, Irak, el desarrollo de armas nucleares que amenazan a
la humanidad.
En
octubre de 2013 el portal de la Fundación Rusa de la Cultura Estratégica
publicó “Las siete lecciones geopolíticas de las revelaciones de Edward
Snowden” ex técnico de la CIA sobre actividades de espionaje de las
agencias de inteligencia estadounidense. Estas lecciones geopolíticas han sido
expuestas por el analista Dmitri Minin.
Indica Minin que Estados Unidos “realiza constantemente un control
tanto abierto como encubierto del ciberespacio mundial con el fin de mantener
su liderazgo y al mismo tiempo de aprovechar los beneficios de las relaciones
internacionales”. (6) También
indica que existe apoyo entre países anglosajones como: el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda
con los Estados Unidos.
El
analista advierte que las “relaciones amistosas con Washington no garantizan a otros Estados que
estén protegidos ante la violación de su soberanía”. (7) Estados Unidos busca obtener el dominio sobre los
grandes espacios, mediante la utilización del control del ciberespacio. Estados
Unidos continúa manteniendo vigilancia sobre las principales potencias
emergentes del mundo como China, India, Brasil y México.
Sin embargo, según Minin, “Rusia sigue siendo objetivo prioritario
de las operaciones del ciberespionaje estadounidense”. (8) Respecto de
las organizaciones internacionales, como la ONU y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), consideradas
por EE.UU, como adversarios en la lucha
global por el control del planeta, y por lo tanto, también son objeto de
permanente vigilancia.
El control del ciberespacio implementado por EE. UU. tiene el objetivo
de recopilar información y poner en práctica acciones masivas dirigidas a
generar un impacto psicológico a una escala sin precedentes y un control de la
conducta de los usuarios de la Red global.
Eurasia
Eurasia
sigue manteniendo su importancia geopolítica mundial, debido a que en su ámbito
territorial se desarrolla gran parte del poder político y económico mundial. El
Continente asiático se ha convertido en centro de crecimiento no solo
económico, también en otras dimensiones: tecnológico, comunicaciones,
información, comercio y finanzas, con una gran influencia en otras disciplinas,
que contribuyen con el poder de los estados.
China
y su nuevo objetivo estratégico
La antigua Ruta de la Seda,
que atravesaba vastos territorios que se extendían por todo el continente
asiático, permitió conectar a China con Mongolia, el subcontinente indio,
Persia, Arabia, Siria, Turquía, Europa y África. Esta ruta comercial debe su
nombre a la mercancía más valiosa y admirada que circulaba por ella, la seda.
No solo la seda transitaba por esta ruta, sino otras mercancías: piedras y
metales preciosos (diamantes de Golconda, rubíes de Birmania, jade de China,
perlas del golfo Pérsico), telas de lana o de lino, ámbar, marfil, laca,
especias, porcelana, vidrio, coral, etc.
En
este siglo, China desea erigirse como el nuevo líder económico del planeta, el
esfuerzo de su política exterior está encaminada a consolidarse como un socio
comercial internacional y ejecutar megaproyectos. China viene firmando
convenios estratégicos en los ámbitos diplomático, militar y comercial (TLC)
con sus vecinos asiáticos, europeos, y parte de África. Su objetivo, ampliar su
esfera de influencia en el ámbito geopolítico a fin de hacer realidad su “Nueva
Ruta de la Seda”, rutas comerciales que le permita conectarse como antaño con
Europa, Rusia, el Sudeste Asiático, India, el este y norte de África.
Actualmente
China y Estados Unidos han ingresado de plano a la competencia en ámbitos
importantes como el comercial y el tecnológico por el desarrollo del 5G y la
carrera espacial. Después de un periodo de tensiones entre estos dos gigantes,
finalmente al parecer han limado asperezas.
El
miércoles 15 de enero, Estados Unidos y China firmaron la Fase 1 del esperado
acuerdo comercial, que pondría fin a la guerra de aranceles. Este pacto
permitirá reducir algunas tarifas y obligará a que Beijing impulse la compra de
bienes y servicios estadounidenses.
Frente
a estos acuerdos entre dos países hegemónicos, un tercer país quiere parte de
la torta del poder mundial, Rusia no quiere quedarse como simple observador,
pretende en todo caso unirse a la fiesta de dos a Estados Unidos y China y
conformar la tríada de potencias mundiales.
Rusia
Un
estudio del analista José Pardo de Santayana Gómez de Olea respecto de
“Consideraciones estratégicas de la reforma militar rusa” publicada en 2018, aborda
la reforma militar de las Fuerzas Armadas Rusas(FAS), indica que, “su
fuerza convencional seguirá estando por detrás de la norteamericana y de la de
algunos miembros de la OTAN en importantes tecnologías que son críticas para el
éxito de la guerra contemporánea, incluidos medios de última generación de
mando y control, comunicaciones, inteligencia, vigilancia y reconocimiento, así
como armas convencionales de alta precisión”.(9)
La
actual Federación Rusa, la otrora potencia mundial de la guerra fría y oponente
y adversario de la OTAN, tiene su origen en el colapso de la ex Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas (URRS). Las Fuerzas Armadas Rusas (FAS)
sufrieron una gran disminución en su capacidad operativa frente a Occidente. Entre
1991- 2000 la cuestión militar quedó relegada a segundo plano y no estuvo
dentro de sus prioridades, además el presupuesto para su sostenimiento
disminuyó ostensiblemente con los efectos sobre la defensa.
Como
se sabe, casi por tres décadas el orden mundial hegemónico estuvo presidido por
Estados Unidos, hoy a la luz de los últimos acontecimientos bélicos en Ucrania,
Siria y otros, el planeta se encamina a un periodo multipolar en el que Rusia
estaría recuperando su sitial en el gran Tablero Mundial del poder.
Los
éxitos militares obtenidos últimamente por la Federación Rusa en Ucrania y
Siria permiten establecer que la reforma militar iniciada en 2008 se viene
consolidando, por los buenos resultados obtenidos en los diferentes conflictos
en los que ha intervenido, lo que avalaría considerar a la Federación Rusa como
una gran potencia.
Después
de 2008 la intervención en la República de Georgia, de su propio entorno
geopolítico, las amenazas a su zona de influencia y la potencial expansión de
la OTAN, Rusia inició una profunda reforma militar. “Una nueva
organización de su Fuerza Disuasoria Nuclear Estratégica, establecimiento de
nuevos mandos regionales de Teatro y profesionalización profesional parcial de
la tropa”. (10)
Otro
hecho fundamental a tomar en cuenta es la transformación de sus viejas fuerzas
nucleares, carentes de flexibilidad, quizás disuasivas en conflictos pequeños,
pero inservibles como proyección de su poder.
Rusia
desea erigirse nuevamente como una potencia mundial sus intervenciones en
Crimea, Ucrania oriental y Siria han logrado una notable mejoría de sus
capacidades operativas producto de las reformas emprendidas después de 2008,
obteniendo logros en su nueva organización, la transformación de una fuerza de
la era soviética preparada para una guerra de gran escala con gran poderío, en
una fuerza moderna, disuasiva que sea capaz de emplear sus fuerzas en
diferentes lugares.
Como
toda reforma, al inicio tuvieron muchas dificultades, pasar de una organización
de la era soviética a una nueva organización, fue traumática en lo relacionado
al presupuesto, armamento, adaptación al cambio de su personal militar,
reorganización de sus unidades estratégicas, Grandes unidades y unidades. En
algunos casos obligó a desplazamientos de sus cuarteles generales y regimientos
cerca de las fronteras, como es el caso de Ucrania y Bielorrusia (casi a 80
Kms)
La
intervención de las FAS en Crimea, Dombas y Siria, demostraría lo eficaz de su
reforma militar, esto le ha permitido contrastar la teoría con la práctica,
probar su nuevo armamento, equipos, realizar ajustes tácticos y operacionales,
empleo de ciberguerra como el realizado al sector energético de Ucrania
afectando a 225,000 personas en pleno invierno. Las FAS en esta nueva etapa,
están demostrando una fácil adaptación a los escenarios actuales del conflicto.
Conflictos
híbridos
La
nueva escalada de los conflictos híbridos que se vienen desarrollando desde hace
un buen tiempo en el mundo, constituye un reto para los estados, porque sus
esfuerzos actuales están orientados a encontrar la solución para vencer a las
fuerzas que utilizan este tipo de estrategias. Ningún estado puede ser
indiferente ante esta nueva amenaza.
En un artículo escrito en 2013 por el Mayor John R. Davis,
hijo, Ejército de EUA. “Cómo derrotar las futuras amenazas híbridas”, aborda la
problemática de las amenazas híbridas porque ya están acá, son una realidad que
no se puede eludir. Está previsto que para este año el Ejército de EUA se
encontrará preparado, para hacer frente a esta nueva amenaza y los otros estados.
La estructura de una amenaza híbrida está conformada en base
a criminales que crean una base de apoyo para las fuerzas híbridas. Según el
periodista Moisés Naím, antiguo editor en jefe de la revista Foreign Policy,
afirma que, los delitos internacionales actuales como tácticas que los
criminales emplean y que incluyen: el contrabando de drogas y armas, el tráfico
de personas y el lavado de dinero. Las ganancias criminales de estos actos
constituyen los fondos para el entrenamiento y equipamiento de las fuerzas
híbridas. (11)
Lawrence
Freedman es autor de la obra LA GUERRA FUTURA (Guerras híbridas), La
guerra futura, aborda el origen y desarrollo de este tipo de amenaza. En
1997 el general de la infantería de marina estadounidense Charles C. Krulak,
acuñó la expresión ´guerra de tres bloques´(12), refiriéndose a las
actividades que realizaba el ejército en un ataque dentro de las ciudades. Como
dijo Sun TZU: “La peor de todas las estrategias es atacar ciudades”,
la afectada es la población, podría reaccionar a favor o en contra, incidiendo en
el resultado final.
Un
ejemplo de esta estrategia de los tres bloques se dio en Irak en 2003, dos
divisiones de EE. UU atacando y conquistando territorio provocó un vacío de
poder, que fueron aprovechados por las fuerzas enemigas los sunies, quienes
iniciaron la contrainsurgencia y la guerra en las ciudades. “Batalla de
Faluya la guerra de los tres bloques, casa por casa”.
Los
contingentes estadounidenses en determinado momento estuvieron cumpliendo tres
tareas: suministrar alimentos y ropa a refugiados desplazados, una actividad de
ayuda humanitaria; separar a dos grupos belicosos, en operaciones de carácter
pacífico y combatir en una batalla. En un mismo día y en un espacio pequeño.
En
2005, el general James Mattis y el teniente coronel Frank Hoffman, hablaban de
una “guerra en cuatro manzanas de casas”, añadiendo el cuarto
bloque de viviendas, para considerar “cuestiones psicológicas”, las
operaciones de información, llamando “guerra híbrida” a esta situación.
A
partir de 2007 Frank Hoffman dio mayor importancia al concepto de guerra
híbrida, porque no sólo involucraba la participación de fuerzas irregulares,
para aumentar presión sobre contingentes regulares, sino que, la situación se
desarrollaba de una manera más conjunta y coordinada.
Pasado
el tiempo el concepto abarcó más actividades, que permitieran utilizar todos
los recursos militares disponibles, “incluyendo el terrorismo,
insurgencia, la delincuencia y las Operaciones convencionales”. Sin
omitir las operaciones de información que es fundamental para conquistar a la
población.
Al respecto, “las guerras en Irak y Afganistán tienen
distintos elementos de la guerra híbrida. En 2006 la segunda guerra de El
Líbano, calificada como una futura amenaza híbrida. Al inicio del conflicto las
fuerzas israelíes atacaron el sur de El Líbano en respuesta al ataque con
cohetes de Hezbolá y al secuestro de soldados de las IDF. El Gobierno de Israel
basado en su superioridad tecnológica, entrenamiento de sus fuerzas y potencia
de fuegos de sus armas, estaba seguro de que podría vencer a las fuerzas de
Hezbolá y poner fin al conflicto en una decisiva victoria. Las IDF aplicaron
una estrategia facilitada por su tecnología, poder aéreo y explotación de los puntos
débiles y limitadas capacidades de Hezbolá. La respuesta táctica del Hezbolá
modificó el carácter del conflicto de guerra convencional a guerra
híbrida”.(13)
Hezbolá
empleo en su estrategia una combinación de las tácticas y capacidades de guerra
convencional con operaciones de guerra de guerrillas. Las tácticas empleadas
por el Hezbolá incluyeron la defensa de posiciones defensivas fortificadas con
armas y equipamiento de guerra convencional, empleo de guerrillas, francotiradores,
emboscadas, fuego indirecto de hostigamiento y empleo de civiles, incluyendo
casas, como escudos en un ataque. Hezbolá ganó la guerra psicológica que evitó la
derrota y avergonzó a los israelíes.
Hoffman
describió esta situación como una fusión de distintas unidades de la milicia, “equipos
de lanzamiento de misiles antitanque y combinado con operaciones de
información, inteligencia de señales, lanzamiento de misiles operacionales y
tácticos, uso de vehículos aéreos no tripulados con armas y empleo de misiles
de crucero antibuque”. (14)
El
teniente coronel de la marina estadounidense Bill Nemeth en un trabajo de post
grado titulado “Chechenia y la guerra híbrida”, definió a la
guerra híbrida como “la forma contemporánea de la guerra de guerrillas” la
misma que emplea “tecnología moderna y métodos modernos de movilización”.
(15)
Hoffman
definió una amenaza híbrida como: “Cualquier adversario que emplea
simultánea y adaptativamente una combinación fusión de Armas convencionales,
tácticas irregulares, terrorismo y comportamiento criminal en el espacio de
batalla para lograr sus objetivos políticos”. (16) Al que habría que agregar los vínculos
sociales y culturales existentes entre los diversos grupos.
¿Cómo
enfrentarán los países esta amenaza?
La
guerra híbrida pondrá a prueba las capacidades, en un esfuerzo de aprendizaje y
adaptación constante, ya que indirectamente estos desafíos ejercerán presión
sobre el Ejército actual. Es necesario la creación de estrategias
complementarias y exclusivas para derrotar la diversidad de enemigos. Como dice
el Mayor John R. Davis, “un ejército debe emplear una estrategia de
masa y concentración”. (17) Para
derrotar a una fuerza irregular un ejército debe dispersarse para controlar y
asegurar el ambiente operacional.
En
los diferentes gabinetes de estudio y análisis de esta nueva amenaza, avivó el
interés el hecho que Rusia había utilizado esta estrategia durante la campaña
contra Ucrania en 2014. En 2015 la OTAN, difundió un comunicado en el que
mostraba su preocupación ante este nuevo tipo de guerra para el que no estaba
preparada y la necesidad de tomar medidas para contrarrestar este desafío:
“Rusia
ha utilizado soldados encubiertos, ha recurrido a fuerzas especiales carentes
de identificación, se ha. Aliado de la intimidación y de la propaganda..., y
todo ellos con el triple gin de ocultar sus acciones bajo la densa niebla de la
confusión; de disimular los verdaderos propósitos que la movían a actuar en
Ucrania; y de jugar la baza de la negación. Por consiguiente, la OTAN debe
estar preparada para plantar cara a esta nueva realidad, adopte el aspecto que
adopte y venga de donde venga...”. (18)
Así
está nuestro planeta, con países tratando de ocupar el ápice del poder en el
mundo, buscando hacer frente a una nueva amenaza que toca las puertas de sus
fronteras.
Notas:
(1 y 2): Kissinger, Henry. La
Diplomacia. Quinta reimpresión. 2000. Publicado por Simon & Schuster.
Rockefeller Center.
(4 y 5): Brzezinski, Zbigniew. El
Gran Tablero mundial. Editorial PAIDÓS. 1998.
(6, 7 y 8): Minim, Dmitri. “Las siete lecciones
geopolíticas de las revelaciones de Edward Snowden”.
(9 y 10): De Santayana, José. “Consideraciones
estratégicas de la reforma militar rusa”. 2018.
(11): Naim, Moisés.
Revista Foreign Policy.
(12, 13, 14 y 15)
Freedman, Lawrence. LA GUERRA FUTURA. Un estudio sobre el pasado y el
presente.2019. Editorial Planeta.
(16 y 17): Mayor
John R. Davis, Ejército de EUA. “Cómo derrotar las futuras amenazas híbridas”.
(18): Comunicado de
la OTAN 2015.
Foto: Composición fotográfica. Artucas 2020.
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