Crónicas de un caminante impenitente
Es abril y
otoño en la bella y moderna ciudad de Auckland ubicada en la isla norte de
Nueva Zelanda, la ciudad amaneciendo, el viento helado, la lluvia nos da la
bienvenida a las 4 de la madrugada el día de nuestra llegada. Cargando nuestra
mochila con el cansancio a cuestas, tras 13 horas de vuelo desde Santiago, que
bien valía tremendo viaje para visitar a nuestra hija Roxana, Mark y Charlotte
nuestra querida nieta.
El
aeropuerto mojado, la lluvia había pasado y dejaba sus huellas en pistas,
veredas y personas. El férreo control en el aeropuerto nos demoró más de lo
normal; pero al fin, pudimos sortear sin problemas su exigente verificación y
salimos a la zona de espera, nuestra flaca estaba cámara en mano esperando,
eran las 5 a.m. del 14 de abril 2018.
Los días
posteriores nos permitieron conocer un poco más de esta bella ciudad,
especialmente sus especiales condiciones atmosféricas, tan cambiantes el mismo
día, como lluvia, frio, calor, viento, para nosotros novedoso. Sus pistas y veredas,
las construcciones la mayoría de madera, casas rodeadas de jardines, sus
amplias avenidas, la exactitud de su servicio moderno de transporte.
Y como en
toda latitud, el otoño tienes sus propias características, sus hojas secas
regadas en jardines públicos y privados, y plazas, los parques hermosos y
enormes, concurridos por deportistas, esforzados ciclistas adultos y pequeños,
y muchas familias en largas caminatas por los senderos y pistas. Los niños
aprenden de sus mayores, el deporte vital en la vida de los jóvenes.
Árboles y caminos
bien mantenidos, áreas verdes bien conservadas, hermosos paisajes multicolores,
una flora hermosa, los arboles enormes rompen la gravedad y se elevan hacia el
cielo, azul por momentos, gris en otros, la lluvia humedece a personas y campos
ubérrimos, de estas tierras aún desconocidas para muchas personas y el viento
frio cala los huesos.
Y nosotros
extasiados con cada lugar que día a día conocemos, admirados por tanta belleza
natural. Este día fuimos a visitar el enorme parque One Tree Hill(en lengua
Maori, Maungakiekie), una hermosa colina verde que se levanta al sur de la
ciudad y te ofrece una hermosa vista en 360° de la bella Auckland y sus suburbios,
coronada por un obelisco en honor a la cultura Maori.
La
vegetación y pastizales naturales son muy bien aprovechados para alimentar a
vacas y ovejas, cuyos dueños están autorizados por el gobierno para aprovechar
este saludable alimento para su ganado. No es raro verlas pastando y alimentándose,
en las faldas de esta colina, en este hermoso parque.
También
fuimos al parque Michael Joseph Savage Memorial, erigido en memoria del primer
ministro de Nueva Zelanda, rodeado de jardines multicolores y una fuente de
agua al centro, desde la parte alta se ve la ciudad de Auckland, desde este
lugar se observa el Sky Tower, la torre más alta de la ciudad. Al frente de su
malecón se encuentra el volcán Rangototo, una isla ubicada en el Golfo de
Huaraki.
Les dejo
unas imágenes que ilustran nuestra visita, espero que sea de vuestro agrado:
Continuará, con imágenes del parque Michael Joseph Savage Memorial...
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