Un nuevo año se ha
iniciado con luces multicolores y fuegos artificiales iluminando el cielo
limeño, a muchos alegró y entusiasmó, a otros molestó por los ruidos y
violencia de los estallidos. Así, también se inician los fuegos de la campaña
electoral para las presidenciales. Participarán 21 candidatos. ¡Increíble!
Tantos como distritos electorales existen. Solo Perú se puede dar este lujo
irresponsable, muchos sin opción, solo los 5 primeros la tienen.
¿Qué
demuestra esta veintena de candidatos?
Simplemente
que la política en nuestro país está en crisis permanente y por ende, es
inmadura, está en pañales y es causa de la ingobernabilidad existente. En suma,
el sistema democrático, la ley de partidos y las ambiciones políticas de los
líderes políticos, están cavando la tumba de la democracia, existen muchas
organizaciones partidarias débiles.
El
apetito de poder domina a la mayoría de líderes, organizaciones y alianzas
políticas que se han formado, con la exclusiva finalidad de superar la valla
electoral y no desaparecer del firmamento político. No interesan ideologías,
teorías y praxis política, tampoco antecedentes y experiencia. Solo sobrevivir
y formar parte de la torta.
La
Alianza conformada por el APRA-PPC, partidos que en las pasadas elecciones
fueron adversarios, que compitieron y sus diferencias no estuvieron exentas de
calificativos valorativos, epítetos y frases de connotación negativa. Es una
unión pegada con engrudo, ambos partidos atraviesan dificultades para obtener
las preferencias electorales, especialmente el PPC que no aparece en las
encuestas.
Muy entusiasta el
tribuno Javier Valle Riestra, afirma “(La alianza Apra-PPC) no me
parece adecuada. El PPC es un partido menguado y es la antítesis de las teorías
sostenidas por el partido del pueblo, pero pese a ese lastre el Apra va a ganar
las elecciones”. Javier Valle Riestra
sostiene una superioridad aprista que no se nota en las encuestas. Soñar no
cuesta nada.
Para describir esta
Alianza, hacemos referencia a la obra de Gao Yuan autor de “Las 36 estrategias
chinas”. La estrategia N° 30 indica “Hacer que el anfitrión y el
invitado intercambien sus sitios”. Es cierto, esta es una estrategia aplicada al campo militar;
sin embargo, cada vez se está buscando ayuda para afrontar los desafíos en los
diferentes campos, el político no es ajeno.
Según
esta estrategia las relaciones entre el “anfitrión” y el “invitado” pueden ser
de distinta naturaleza. Hay casos en que el “invitado” está en una situación de
fuerza, es más fuerte y es animado a ayudar a un “anfitrión” débil. En otros
casos el “invitado” es débil y se conforma con la ayuda del “anfitrión” fuerte,
que conoce la situación.
El
“invitado” puede cambiar de posición con el “anfitrión”, aumentando sus fuerzas
al interior del territorio (organización), hasta ser más fuerte y poder vencer
al “anfitrión”, infiltrando la organización del “anfitrión” como si fuera un
amigo y colaborador, tomando el control poco a poco o ingresando al territorio
después de haber hecho salir al “anfitrión”.
En
el caso de la Alianza Popular, el rol del “anfitrión” lo tiene el Apra, un
líder que ha sido presidente dos veces, fuerte organización, disciplina,
sus militantes, tiene presencia nacional. El PPC en el rol del “invitado”, ha
tenido una crisis en sus elecciones internas, su lideresa ha perdido dos
elecciones presidenciales y una municipal, tiene presencia en Lima.
La
Alianza Popular es temporal; sin embargo, si ganaran las elecciones, el PPC
podría cambiar de posición con el Apra, aumentando sus fuerzas mediante la
participación de sus tecnócratas en el Ejecutivo y la captación de otros
congresistas en el Parlamento, hasta obtener la mayoría, hacerse más fuerte y
colaborar aprovechando la amistad declarada, hasta tomar el control del
gobierno, en ambos poderes.
La
Alianza Popular, tiene más diferencias que coincidencias, el Apra en su
condición de anfitrión ha recibido con mantel largo y en ceremonia especial a
su invitado el PPC. ¿Qué coincidencias teóricas, ideológicas y de praxis
política tienen ambos? ¿Qué capacidad de convocatoria tienen? Finalmente qué es
realmente lo que los une.
Seriamos
ilusos para creer, que Alan García y Lourdes Flores están preocupados por
llevar al Perú al desarrollo y el crecimiento. Se creen los únicos iluminados,
acaso tienen la varita mágica o la receta, para lograrlo. No han tomado en
cuenta que el próximo año la situación económica mundial no va a variar y que
nuestras exportaciones minerales estarán estancadas y los proyectos mineros
paralizados.
El
Apra actualmente está huérfano del apoyo popular, por el escándalo de los
narcoindultos, en los que se sospecha está envuelto el ex mandatario y
aunque se esfuerce por limpiarse, el daño está hecho. Así, es muy difícil que
la población le dé su apoyo, sus encantos personales del pasado han
desmejorado, la población ha despertado y no se dejará engañar nuevamente.
Esta
situación, que se repite cada cinco años, nos indica claramente, que nuestra
estructura de partidos políticos está en crisis terminal, debemos ir a la
refundación de nuevos partidos políticos, con reglas claras, con leyes que se
cumplan, con líderes jóvenes injustamente postergados en los partidos, que no
renuevan sus cuadros para beneficiar a la gerontocracia partidaria.
Lo
contrario sería seguir en la práctica permisiva de aceptar esa inocultable e
inaceptable ambición por llegar al poder y organizar la repartija de cargos,
dejando de lado, olvidando y posponiendo, la realización de innumerables
proyectos, en beneficio de la población más desfavorecida y defender los intereses
y bienestar general de los 30 millones de peruanos, que es realmente la
preocupación que deberían tener.
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