Infidencia oficial en la marina chilena en la guerra de 1879.
Durante el desarrollo de la campaña marítima chilena, el gobierno de Santiago detectó una serie de actividades de infidencia, presuntamente atribuidas al personal de la marina de la escuadra chilena y a corresponsales de los diarios chilenos. Parece que el Comandante de la Escuadra tenía su propia agenda.
En la nota N° 755 del 29 de abril de 1879 del Ministerio de guerra y marina chilena, se indica que el diario El Mercurio de Valparaíso, había publicado informes enviados por corresponsales, que trataban sobre actividades oficiales y de servicio en la armada chilena como: opiniones y noticias del servicio a bordo y la mala administración del rancho, lo cual afectaba a la moral de sus combatientes.
“El objeto especial de esa correspondencia es dar a conocer todos los actos que la escuadra ejecuta con motivo de la presente guerra; pero ellas entran también a referir pormenores circunstanciados, muchos otros asuntos del servicio interior de cada buque, que es imprudente dar a conocer al enemigo”.
Estos hechos de infidencia se han repetido a lo largo de la campaña marítima chilena, lo que nos indica que hubo falta de control y de seguridad de la información. Las autoridades de la marina mapochina no pudieron controlar, configurando lo que hoy se conoce como el “delito de infidencia”, pese a las disposiciones severas del Comandante de la escuadra.
En la nota N° 1129 del 14 de junio de 1879 nuevamente el Ministerio de guerra y marina, muestra su insatisfacción respecto a las medidas de control aplicadas por los comandantes de buque y prohíbe la presencia de corresponsales a bordo, “Sin embargo las correspondencias han continuado publicándose tanto en los diarios de Valparaíso como en los de esta capital, y, según parece redactadas por personas embarcadas en la escuadra con el especial carácter de corresponsales”.
En la Nota N° 616 de 6 de marzo de 1880, el Ministerio de guerra y marina da a conocer que, circulaba una carta de un oficial del Cochrane, publicado por B. Vicuña Mackenna en los diferentes diarios. Nunca se estableció quién fue el autor pese a las investigaciones realizadas, por lo que se dispone “se reprima con toda severidad posible a los culpables de esas publicaciones, que sin tener conocimiento completo de la situación de las cosas hacen conocer apreciaciones erradas o dan noticias indiscretas o perjudiciales a los intereses de la campaña”.
El 19 de octubre de 1880 en el diario El Mercurio de Valparaíso, se publican una serie de documentos, entre ellos los partes oficiales de los bombardeos de Chorrillos, Ancón y Chancay, el desembarco de tropas peruanas en la Isla San Lorenzo y otros sucesos ocurridos en la rada del Callao, así como notas del sumario investigatorio sobre el hundimiento de la Covadonga. No se llegó a establecer responsabilidades. Así lo sostienen la Nota N° 3142 del Ministerio de guerra y marina chilena del 21 de octubre de 1880.
Concluye esta apreciación expresando “Desgraciadamente, no es la primera vez que este Ministerio a tenido que dirigirse al Jefe de la Escuadra durante la actual guerra, para poner atajo a la punible indiscreción de los individuos que enviaban correspondencia a los diarios, a las graves faltas de disciplina de los que se apoderaban franca y subrepticiamente de documentos oficiales para darlos a publicidad (propaganda)”.
Notas: Ahumada, Pascual. La guerra del pacífico. Tomo V. Pag. 9 y 10.
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