Australian War Memorial

Australian War Memorial
EXTERIOR DE MEMORIA DE LA GUERRA-AUSTRALIA

lunes, 12 de diciembre de 2011

El Califa, héroe o villano. (I)


José Nicolás Baltazar de Piérola Villena, nació el 5 de enero de 1839 en Arequipa, fueron sus padres Nicolás Fernández de Piérola y su madre Teresa Villena y Pérez. A la edad de 14 años ingresó al Seminario Conciliar de Santo Toribio de Mogrovejo de Lima, para seguir la cerrera eclesiástica. Permaneció internado desde 1853 a 1861, por espacio de ocho años. En sus claustros se interesó por los acontecimientos políticos del país. A la muerte de sus padres quienes no dejaron fortuna, se hizo cargo de sus hermanos. Enseñó filosofía en el Seminario.
Por esos años incursiona en el periodismo. Inicia su colaboración en la revista “La Razón” del Seminario, gustaba de escribir discursos. Finalmente comprobó que no estaba preparado para asumir los votos eclesiásticos y abandona el Seminario. A los 22 años, se casa con su prima hermana Jesús de Iturbide y Villena, luego de obtener el permiso de la Iglesia por el parentesco que los unía.
Pasaron pocos años para que Nicolás de Piérola, suprimiera su primer nombre, así como lo hizo su padre años antes con el apellido Fernández. Presumimos que en esos tiempos era usual suprimir apellidos y nombres.
Inicialmente se dedica a los negocios, con la impresión, posteriormente con la venta farmacéutica. Por estos tiempos, colabora con “La Patria” y “El Progreso Católico”. Dejó la cátedra de filosofía en el Seminario y se dedicó a tiempo completo al periodismo. Fundó el periódico “El Cosmos” el 24 de mayo de 1862.
Esta actividad le permite definirse como un escritor político, lo que le serviría en el futuro para sus proyectos. El periódico dejó de circular el 30 de abril de 1863. Con la experiencia adquirida, el 7 de julio de 1864 funda el periódico “El Tiempo”, que dejó de circular el 1 de junio de 1865.
En 1868 el coronel José Balta es elegido como presidente por el Congreso. El Perú había acumulado deudas impagables, vivía una crisis económica muy grave, una de las tantas que ha sufrido en su vida republicana. No había dinero en la caja fiscal, no se podía pagar la deuda pública, tampoco sueldos, mucho menos financiar obras públicas. Presumimos que el descontento era descomunal.
En esos años para la explotación y comercialización del guano de la isla, se utilizaban consignatarios nacionales, denominados “los hijos del país”. Esta actividad no era fiscalizada ni controlada por Estado. Los consignatarios estaban interesados en colocar sus productos en los mercados extranjeros y obtener las mayores ganancias. Muchas veces los consignatarios adelantaban sus pagos a cuenta de la explotación del guano al gobierno de turno. ¡Increíble! Lo que les daba un gran poder.
En 1868 Francisco García Calderón era el ministro de Hacienda. Presentó una propuesta para un nuevo empréstito o seguir pidiendo adelantos a los consignatarios como era la costumbre. García Calderón no recibió el apoyo de las dos cámaras del Congreso y renuncia el 22 de diciembre de 1868. Esta renuncia causó una grave crisis política al gobierno de Balta, quien no sabía cómo encontrar un reemplazo para tan difícil cargo, en épocas de vacas flacas y deudas acumuladas.
El 7 de enero de 1869, a sus escasos 30 años Nicolás de Piérola juramenta como nuevo ministro de Hacienda de Balta. “apadrinado por José Rufino Echenique, Manuel Ignacio de Vivanco y Manuel Pancorvo, parientes y amigos. La prensa no estaba de acuerdo con este nombramiento porque consideraban a Piérola un novato en estas lides. El programa económico presentado por Piérola comprendía la eliminación de los consignatarios del guano y la firma de un contrato con la casa Dreyfus de París.
El 12 de agosto de 1869 se firmó el contrato en París por los representantes del gobierno peruano. Paralelamente el presidente Balta había pedido a los consignatarios nacionales sus propuestas. Pese a las mejoras que hicieron “los hijos del país” no pudieron superar la oferta de Dreyfus. El gobierno de Balta no les aceptó, los consignatarios presentaron una demanda a la Corte Suprema contra la exclusividad de la casa Dreyfus. “De esta manera, Dreyfus incorpora a su caja de caudales la bonita suma de veinticuatro millones de soles”. (1)
El 26 de noviembre de 1869 la Corte Suprema falla a favor de los consignatarios nacionales, aduciendo que el gobierno no les había dado la oportunidad frente a la casa Dreyfus. Piérola es llamado nuevamente como ministro de Hacienda y no acepta el fallo de la Suprema, causó un choque de poderes, al considerar que el Poder Judicial era incompetente para dar solución al diferendo y que el ejecutivo debía rendir cuentas al poder Legislativo.
El 11 de noviembre de 1870 el Congreso aprueba el contrato Dreyfus y promulga la ley. Posteriormente el Estado peruano tramitaría nuevos préstamos, excediendo su capacidad de pago. Los préstamos estaban orientados a la construcción de obras públicas, se abusó del crédito. El 20 de julio de 1871 Piérola renuncia al Ministerio de Hacienda. El plan de Hacienda de Piérola fracasó, porque no supo ejercer control de los gastos superfluos, la excesiva inversión en ferrocarriles, lo que causó el desequilibrio del presupuesto.
La firma del contrato Dreyfus dio lugar una campaña mediática de los principales diarios de la época. Se publicaron 220 artículos, unos a favor y otros en contra del referido contrato, en ellos el principal protagonista era Nicolás de Piérola, quien de esta manera logra promocionar y ubicar su imagen en la cresta de la ola política.
En 1872 Manuel Pardo y Lavalle líder del partido Civilista, es elegido por el Congreso como nuevo presidente. Manuel Pardo inició sus estudios en Chile donde residía su padre Manuel Pardo y Aliaga. En Lima estudia en el colegio Guadalupe y luego en el Convictorio de San Carlos. Completa su formación académica en la Universidad de Barcelona y el Colegio de Francia. Regresa al Perú e incursiona en el comercio como consignatario del guano. Fue gerente de la Compañía de Consignación del Guano para la Gran Bretaña.
En 1872 Piérola fue elegido diputado por Arequipa, cargo que fue desconocido por el Congreso. Ante este hecho Piérola expresó “Cuando se cierran las puertas de la legalidad, se abren las puertas de la violencia” (2). De esta manera, declaraba la guerra a sus adversarios políticos.
Estando Pardo en el poder, se somete a juicio a Piérola y a otros ministros de Balta. Se le acusó de haber proporcionado al Congreso de 1870 informes y datos falsos para que aprobaran el Contrato Dreyfus. El 22 de setiembre de 1872 Manuel Pardo responsabilizó de la crisis hacendaria a la administración anterior y presentó su acusación contra Piérola por los contratos e irregularidades cometidos durante el periodo (1869-1871).
Sin embargo, el 21 de noviembre de ese año, luego de numerosos debates Piérola es absuelto de todos los cargos. El 23 de diciembre de 1872 Nicolás de Piérola viaja a Valparaíso, estando en Limache, se entera que, el Congreso peruano aprobó la ley del Estanco del Salitre y del rompimiento de las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile. El escenario patrio estaba lleno de revueltas y estallidos de violencia política y social, derivados de la crisis económica, no exentas de conspiraciones e intrigas en contra de Manuel Pardo.
Detrás de esta campaña se señaló a los periódicos y los consignatarios nacionales, la mayoría de ellos con mucho poder económico logrado gracias al guano. El Comercio y El Nacional atacaban una supuesta complicidad entre Piérola y Dreyfus. Por otro lado, La Patria en el que escribía Piérola, como diario opositor a Pardo y La Sociedad, defendían la posición de Piérola.
A todo esto y gracias a esta confrontación que se había originado en los círculos políticos del país, Piérola ve crecer su popularidad. En Lima se hablaba de una rivalidad entre pardistas y pierolistas, esta confrontación llegó hasta el Congreso. En 1873 un levantamiento en Canta nombrando presidente a Nicolás de Piérola y una montonera en Huancayo serían los primeros brotes o estallidos de violencia a favor de Piérola.
Esta historia continuará en entregas posteriores...
Notas: Santillana, Tomás. Historia de una traición impune. MID Asesores Generales SAC.Primera Edición Febrero.2011.

No hay comentarios: