Diversos estudiosos de la guerra han dejado sus enseñanzas y han precisado la importancia en la vida de un Estado; así, Sun Tzu, quinientos años antes de JC, dijo: “El arte de la guerra es de vital importancia para el Estado. Es un asunto de vida o muerte; un camino u otro conducen a la salvación o a la ruina. Por consiguiente trátese de un asunto en el que no podemos demorarnos inútilmente”.
A pesar de haber transcurrido veinticinco siglos, esta cita de Sun Tzu, tomada de su obra El arte de la guerra, es vigente y aplicable al mundo actual. La obra de Sun Tzu goza es de pleno reconocimiento no solo por los estrategas militares, sino que sus enseñanzas son aplicables con éxito en otros campos como la política, los negocios y la administración.
Frente a la hipotética decisión de la Corte Internacional de la Haya a favor del Perú, respecto a los límites marítimos, ¿Chile respetará esta decisión? , caso contrario cuál será la actitud del Perú. Debemos tener en consideración el lema o eslogan de la bandera chilena que reza “por la razón o la fuerza”, Ya lo dijimos anteriormente, este gobierno no estará presente cuando la CIH emita su decisión respecto a este espinoso tema.
Tres hechos que han pasado casi desapercibidos para la opinión nacional, tienen enorme importancia en el análisis geoestratégico, respecto a la salida al mar de Bolivia, la solución del diferendo marítimo Perú-Chile y la apatía, condescendencia e indiferencia que muestra el gobierno, frente a la acelerada compra de armas por Chile.
Hace varias semanas llegó de visita al país el ex presidente de EEUU Bill Clinton, se entrevistó con el presidente Alan García, de qué conversaron, porque oficialmente no se conoce ni ha trascendido lo tratado, ello ha dado motivo para la especulación, esa odiada comunicación informal. Quizás hablaron entre otros temas sobre la mediterraneidad de Bolivia.
Por otro lado Jimmy Carter hace unos días estuvo de visita en Bolivia donde declaraba que la salida al mar de ese país, era un tema en el que tenían ingerencia Bolivia, Chile y Perú. Carter no desconoce que este es un problema bilateral entre Chile y Bolivia. Por qué lo dijo, podemos presumir entonces que en los grandes centros de poder se analiza la decisión de dar a Bolivia salida al mar. Por dónde.
Ha trascendido que el Dr. Jorge del Castillo habría asistido a una reunión internacional en Washington DC denominada "Líderes el mundo, capítulo América el 27 de marzo del presenta año. El ingreso al evento era restringido y de máxima seguridad. En este evento internacional se habría tratado entre otros temas, sobre una “Extensión en la práctica del plan Bush, revelado en el libro-documento " el complot". Cuál será su posición frente al canon minero.
Si estos hechos fueran así, entonces se justifica las declaraciones del Canciller José García Belaunde, en el sentido de que nuestro país no tiene como prioridad la compra de armas, al referirse al anuncio de las nuevas adquisiciones chilenas. Algunos analistas sobre el tema militar, se han pronunciado sobre la necesidad urgente de mantener una fuerza disuasiva, esto lo venimos escuchando desde la época de Toledo y del Canciller Alan Wagner, el plan NUBE sigue en las nubes.
El ministro de defensa Antero Florez-Aráoz ha tenido que aceptar que en la VRAE no se están logrando los objetivos que se habían propuesto por falta de la decisión política de asignar los recursos a las FFAA, que están enfrentando al matrimonio TID-SL. Quién es el responsable de que esos recursos no lleguen. Así en esas condiciones cómo enfrentar a la amenaza interna. Si no se están asignando recursos internamente, menos lo harán para la amenaza externa.
Recordemos nuestra historia, el Perú surgió a la etapa Republicana bajo el manto del caos político y la pobreza económica: es decir sin agricultura, sin minería, sin comercio y con una gran carencia industrial. El sustento de su economía se basaba en los ingresos aduaneros y los impuestos gravados a los indígenas y los empréstitos externos. Un país que internacionalmente era conocido por la explotación del oro y la plata, a partir de 1840 tuvo que reemplazar la minería y agricultura por la explotación del guano.
El interés de Inglaterra por el abono para incrementar la producción de su agricultura que había disminuido, trajo como consecuencia que volcara su interés en la explotación y comercialización de este abono natural en América.
Al respecto Eduardo Galeano afirma “Las tierras del viejo continente dedicadas al cultivo del trigo, empobrecidas por la erosión, recibían ávidamente los cargamentos de nitrato de soda provenientes de las salitreras peruanas de Tarapacá y luego de la provincia boliviana de Antofagasta. Gracias al salitre y el guano, el fantasma del hambre se alejó de Europa”.
Durante casi cuarenta años a partir de 1840, el Perú vivió holgadamente, casi de manera artificial, de los recursos por la explotación del guano. Perú e Inglaterra consolidaron las relaciones comerciales, más por interés de este último, que hacía cálculos numéricos sobre sus ganancias. Recordemos que la explotación del guano abarcó varios gobiernos.
Galeano mismo manifiesta: “Antiguamente, las grandes familias limeñas habían florecido a costa de la plata de Potosí, y ahora pasaban a vivir de la mierda de los pájaros y del grumo blanco y brillante de las salitreras (…) (…) Perú creía que era independiente, pero Inglaterra había ocupado el lugar de España”.
La explotación del guano tuvo su mayor apogeo durante la década de 1850 a 1860. Las exportaciones de guano se elevaron de $ 4.3 millones y $ 12.5 millones el año 1852 y 1857 respectivamente, hasta $ 20 millones para el año 1860.
En ese sentido, el economista Raúl Palacios afirma: “Era tan grande el valor económico del guano que se debía cuidar adecuadamente porque representaba en esa época, la subsistencia del Estado, la preservación del orden público y la vigilancia de nuestras fronteras”.
Al respecto, Peter Klaren, afirma: “Las fortunas familiares se incrementaron, la plutocracia crecía, no solo con las ganancias de los comerciantes, sino con el regalo de 25 millones de dólares de la consolidación estatal”. Asimismo, la educación de los limeños adinerados estaba orientada a Europa lucían vestimentas de última moda, consumían añejos vinos franceses e importados, por valor de quince millones de dólares en 1860. Hubo un gran despilfarro.
Otro hecho importante es la inmigración extranjera. Hacia 1857 la población de Lima era europea en un 23% (21,557); inmigrantes latinos 25% y chinos 3%; resulta que más de la mitad de la población de Lima estaba conformada por extranjeros. La construcción de ferrocarriles también atrajo a extranjeros.
Pero, algo grave ocurrió durante esta época: se divorció la Costa de la Sierra, dado que el Estado podía atender sus necesidades urgentes, sin necesidad de gravar impuestos. Consecuentemente se olvidaron de las zonas andinas explotadas anteriormente durante el virreinato y nació el fenómeno del centralismo.
El lado oscuro de este boom guanero es que, se ensanchó la brecha entre ricos y pobres, la inflación creció a 75% entre 1855 y 1865, y los alimentos y productos de primera necesidad subieron enormemente su valor, mientras el salario de los trabajadores disminuyó en un 25%. El torrente de importaciones fue tan grande que los minoristas fueron sus víctimas, esto dio lugar al estallido de descontento social durante los años 1851 y 1855, siendo el más serio de los estallidos sociales el de 1858.
En 1825 el Perú había suspendido sus pagos y los tenedores ingleses cobraron esa deuda con intereses leoninos al momento de la explotación del guano. En 1849 se firmó el contrato de consignación con la casa Gibbs e hijos, el contrato consideraba el 50% del producto neto del guano al pago de la deuda inglesa y el otro 50% a los gastos fiscales. El contrato posterior con Dreyfus (1869-1878) mejoró la participación del gobierno en las ganancias.
Para tener una clara idea de la cantidad de dinero que ingresó por la explotación a las arcas fiscales “Durante el boom guanero se explotaron alrededor de 10, 804. 033 toneladas de este fertilizante natural, con un precio promedio de de 10 libras esterlinas que, al cambio de 40’ peniques, arrojaba la suma de 648, 241, 980 millones de soles. De este monto el gobierno percibió el 60%”.
¿Qué se hicieron los cientos de millones que ingresaron por la venta del guano?
La respuesta la dio cien años después Jonathan Levin “En el desarrollo de las economías de explotación, el Perú, durante la edad del guano, es citado como un ejemplo clásico de una oportunidad desperdiciada…” “…Los gastos de gobierno fueron pagos de transferencia a una masa creciente de tenedores de bonos acomodados, burócratas y pensionistas cuya propensión a importar (no a invertir) fue excesivamente alta”.
Hubo un comportamiento irresponsable del manejo de los recursos al que debemos agregar la falta de seriedad política y el elevado patrón de consumo de las elites. El Perú no supo capitalizar las ganancias por el guano, salvo la inversión en los ferrocarriles. Muchos de los consignatarios del guano a partir de 1860 se enriquecieron y constituyeron la burguesía nacional.
Por otro lado, durante la década de 1870, la política exterior del Perú estuvo orientada a la búsqueda de un equilibrio continental a la manera europea.
Esta orientación demandaba el ejercicio de tres estrategias. En primer lugar, establecer alianzas con otros países; en segundo lugar, mantener una diplomacia muy activa; y finalmente sostener un armamentismo cauteloso.
Durante el gobierno de Manuel Pardo (1872-1876), que fue un desastre en lo administrativo, se azuzó el antimilitarismo como en el gobierno de Toledo, mantuvo al Perú en estado de completo desarme, mientras Chile se armaba como hoy. Este gobierno cometió muchísimos errores: declaró la bancarrota nacional, firmó el tratado funesto con Bolivia en 1873; pero lo más grave disolvió el Ejército, puso a la Escuadra en estado de desarme, convirtió el “Huáscar” en criadero de chanchos.
Refiriéndose a esta situación, Cáceres escribió-“Nuestro poder militar por esos descuidados tiempos era, no solo relativamente, sino en sí mismo, muy débil y escaso. La Marina y el Ejército, los dos brazos de la Defensa Nacional, estaban exangües, sin nervios ni vitalidad”.
Tengamos presente que en 1877 Nicolás de Piérola se sublevó en contra del gobierno del general Mariano Ignacio Prado y fue combatido por don Miguel Grau, que a la sazón era diputado por Paita y uno de los dos oficiales navales más prestigiosos junto con Aurelio García. Piérola jamás olvidaría esto.
Durante el gobierno del presidente Prado (1876-79) se realizaron esfuerzos para comprarle a Turquía un acorazado (de segunda mano) que era más grande que los acorazados chilenos. Pero, era de fabricación inglesa se necesitaba del visto bueno de este país, que se negó aduciendo que nuestro país tenía una deuda ascendiente a 36 millones de libras esterlinas. Inglaterra sí proveyó de dos acorazados a Chile, pero le negó uno al Perú.
James G. Blaine (1830-1893), Secretario de Estado de los EEUU durante el gobierno del presidente James Garfield, en su informe al presidente del 27 de abril de 1882 entre otras cosas, expresó: “La victoria naval de Chile lanza todo el negocio peruano-boliviano del salitre a manos de Inglaterra. Una flota de guerra inglesa compuesta por siete acorazados estuvo a lo largo de toda la costa, desde el Callao hasta Valparaíso. Ha estado ahí durante todo el periodo de la campaña naval, hasta la debacle del Huáscar. Los acorazados que destruyeron a la marina peruana fueron proporcionados por Inglaterra. Es más, hasta la tela de los uniformes de la infantería chilena es inglesa. Es un error completo hablar de esta guerra como si se tratara de una guerra entre Chile contra el Perú. En realidad, se trata de una guerra de Inglaterra contra el Perú”.
El congresista Ordóñez ha planteado que el gobierno boicotee la venta de los aviones a Chile, sin tener en cuenta que los países son soberanos. Señor congresista no pierda tiempo con propuestas intrascendentes, porque la empresas (países) hacen negocios y venden al mejor postor, “negocios son negocios”, no habrá lobby que logre lo contrario. Tenga en cuenta además, que el secretario de la OEA es chileno.
Debería preocuparse por convencer a sus colegas, para que apoyen y aprueben la propuesta del 5% del canon minero, que facilite la compra de armamento para mantener una fuerza disuasiva, no para equiparar a Chile, que será imposible. Tenga en cuenta que con la adquisición de los 18 F-16 a Holanda, Chile sobrepasará la cantidad de 50 naves de guerra aérea y esto le permitirá salir airoso, en un hipotético enfrentamiento contra tres países al mismo tiempo, Argentina, Bolivia y Perú. Estamos advertidos, guerra avisada…
A pesar de haber transcurrido veinticinco siglos, esta cita de Sun Tzu, tomada de su obra El arte de la guerra, es vigente y aplicable al mundo actual. La obra de Sun Tzu goza es de pleno reconocimiento no solo por los estrategas militares, sino que sus enseñanzas son aplicables con éxito en otros campos como la política, los negocios y la administración.
Frente a la hipotética decisión de la Corte Internacional de la Haya a favor del Perú, respecto a los límites marítimos, ¿Chile respetará esta decisión? , caso contrario cuál será la actitud del Perú. Debemos tener en consideración el lema o eslogan de la bandera chilena que reza “por la razón o la fuerza”, Ya lo dijimos anteriormente, este gobierno no estará presente cuando la CIH emita su decisión respecto a este espinoso tema.
Tres hechos que han pasado casi desapercibidos para la opinión nacional, tienen enorme importancia en el análisis geoestratégico, respecto a la salida al mar de Bolivia, la solución del diferendo marítimo Perú-Chile y la apatía, condescendencia e indiferencia que muestra el gobierno, frente a la acelerada compra de armas por Chile.
Hace varias semanas llegó de visita al país el ex presidente de EEUU Bill Clinton, se entrevistó con el presidente Alan García, de qué conversaron, porque oficialmente no se conoce ni ha trascendido lo tratado, ello ha dado motivo para la especulación, esa odiada comunicación informal. Quizás hablaron entre otros temas sobre la mediterraneidad de Bolivia.
Por otro lado Jimmy Carter hace unos días estuvo de visita en Bolivia donde declaraba que la salida al mar de ese país, era un tema en el que tenían ingerencia Bolivia, Chile y Perú. Carter no desconoce que este es un problema bilateral entre Chile y Bolivia. Por qué lo dijo, podemos presumir entonces que en los grandes centros de poder se analiza la decisión de dar a Bolivia salida al mar. Por dónde.
Ha trascendido que el Dr. Jorge del Castillo habría asistido a una reunión internacional en Washington DC denominada "Líderes el mundo, capítulo América el 27 de marzo del presenta año. El ingreso al evento era restringido y de máxima seguridad. En este evento internacional se habría tratado entre otros temas, sobre una “Extensión en la práctica del plan Bush, revelado en el libro-documento " el complot". Cuál será su posición frente al canon minero.
Si estos hechos fueran así, entonces se justifica las declaraciones del Canciller José García Belaunde, en el sentido de que nuestro país no tiene como prioridad la compra de armas, al referirse al anuncio de las nuevas adquisiciones chilenas. Algunos analistas sobre el tema militar, se han pronunciado sobre la necesidad urgente de mantener una fuerza disuasiva, esto lo venimos escuchando desde la época de Toledo y del Canciller Alan Wagner, el plan NUBE sigue en las nubes.
El ministro de defensa Antero Florez-Aráoz ha tenido que aceptar que en la VRAE no se están logrando los objetivos que se habían propuesto por falta de la decisión política de asignar los recursos a las FFAA, que están enfrentando al matrimonio TID-SL. Quién es el responsable de que esos recursos no lleguen. Así en esas condiciones cómo enfrentar a la amenaza interna. Si no se están asignando recursos internamente, menos lo harán para la amenaza externa.
Recordemos nuestra historia, el Perú surgió a la etapa Republicana bajo el manto del caos político y la pobreza económica: es decir sin agricultura, sin minería, sin comercio y con una gran carencia industrial. El sustento de su economía se basaba en los ingresos aduaneros y los impuestos gravados a los indígenas y los empréstitos externos. Un país que internacionalmente era conocido por la explotación del oro y la plata, a partir de 1840 tuvo que reemplazar la minería y agricultura por la explotación del guano.
El interés de Inglaterra por el abono para incrementar la producción de su agricultura que había disminuido, trajo como consecuencia que volcara su interés en la explotación y comercialización de este abono natural en América.
Al respecto Eduardo Galeano afirma “Las tierras del viejo continente dedicadas al cultivo del trigo, empobrecidas por la erosión, recibían ávidamente los cargamentos de nitrato de soda provenientes de las salitreras peruanas de Tarapacá y luego de la provincia boliviana de Antofagasta. Gracias al salitre y el guano, el fantasma del hambre se alejó de Europa”.
Durante casi cuarenta años a partir de 1840, el Perú vivió holgadamente, casi de manera artificial, de los recursos por la explotación del guano. Perú e Inglaterra consolidaron las relaciones comerciales, más por interés de este último, que hacía cálculos numéricos sobre sus ganancias. Recordemos que la explotación del guano abarcó varios gobiernos.
Galeano mismo manifiesta: “Antiguamente, las grandes familias limeñas habían florecido a costa de la plata de Potosí, y ahora pasaban a vivir de la mierda de los pájaros y del grumo blanco y brillante de las salitreras (…) (…) Perú creía que era independiente, pero Inglaterra había ocupado el lugar de España”.
La explotación del guano tuvo su mayor apogeo durante la década de 1850 a 1860. Las exportaciones de guano se elevaron de $ 4.3 millones y $ 12.5 millones el año 1852 y 1857 respectivamente, hasta $ 20 millones para el año 1860.
En ese sentido, el economista Raúl Palacios afirma: “Era tan grande el valor económico del guano que se debía cuidar adecuadamente porque representaba en esa época, la subsistencia del Estado, la preservación del orden público y la vigilancia de nuestras fronteras”.
Al respecto, Peter Klaren, afirma: “Las fortunas familiares se incrementaron, la plutocracia crecía, no solo con las ganancias de los comerciantes, sino con el regalo de 25 millones de dólares de la consolidación estatal”. Asimismo, la educación de los limeños adinerados estaba orientada a Europa lucían vestimentas de última moda, consumían añejos vinos franceses e importados, por valor de quince millones de dólares en 1860. Hubo un gran despilfarro.
Otro hecho importante es la inmigración extranjera. Hacia 1857 la población de Lima era europea en un 23% (21,557); inmigrantes latinos 25% y chinos 3%; resulta que más de la mitad de la población de Lima estaba conformada por extranjeros. La construcción de ferrocarriles también atrajo a extranjeros.
Pero, algo grave ocurrió durante esta época: se divorció la Costa de la Sierra, dado que el Estado podía atender sus necesidades urgentes, sin necesidad de gravar impuestos. Consecuentemente se olvidaron de las zonas andinas explotadas anteriormente durante el virreinato y nació el fenómeno del centralismo.
El lado oscuro de este boom guanero es que, se ensanchó la brecha entre ricos y pobres, la inflación creció a 75% entre 1855 y 1865, y los alimentos y productos de primera necesidad subieron enormemente su valor, mientras el salario de los trabajadores disminuyó en un 25%. El torrente de importaciones fue tan grande que los minoristas fueron sus víctimas, esto dio lugar al estallido de descontento social durante los años 1851 y 1855, siendo el más serio de los estallidos sociales el de 1858.
En 1825 el Perú había suspendido sus pagos y los tenedores ingleses cobraron esa deuda con intereses leoninos al momento de la explotación del guano. En 1849 se firmó el contrato de consignación con la casa Gibbs e hijos, el contrato consideraba el 50% del producto neto del guano al pago de la deuda inglesa y el otro 50% a los gastos fiscales. El contrato posterior con Dreyfus (1869-1878) mejoró la participación del gobierno en las ganancias.
Para tener una clara idea de la cantidad de dinero que ingresó por la explotación a las arcas fiscales “Durante el boom guanero se explotaron alrededor de 10, 804. 033 toneladas de este fertilizante natural, con un precio promedio de de 10 libras esterlinas que, al cambio de 40’ peniques, arrojaba la suma de 648, 241, 980 millones de soles. De este monto el gobierno percibió el 60%”.
¿Qué se hicieron los cientos de millones que ingresaron por la venta del guano?
La respuesta la dio cien años después Jonathan Levin “En el desarrollo de las economías de explotación, el Perú, durante la edad del guano, es citado como un ejemplo clásico de una oportunidad desperdiciada…” “…Los gastos de gobierno fueron pagos de transferencia a una masa creciente de tenedores de bonos acomodados, burócratas y pensionistas cuya propensión a importar (no a invertir) fue excesivamente alta”.
Hubo un comportamiento irresponsable del manejo de los recursos al que debemos agregar la falta de seriedad política y el elevado patrón de consumo de las elites. El Perú no supo capitalizar las ganancias por el guano, salvo la inversión en los ferrocarriles. Muchos de los consignatarios del guano a partir de 1860 se enriquecieron y constituyeron la burguesía nacional.
Por otro lado, durante la década de 1870, la política exterior del Perú estuvo orientada a la búsqueda de un equilibrio continental a la manera europea.
Esta orientación demandaba el ejercicio de tres estrategias. En primer lugar, establecer alianzas con otros países; en segundo lugar, mantener una diplomacia muy activa; y finalmente sostener un armamentismo cauteloso.
Durante el gobierno de Manuel Pardo (1872-1876), que fue un desastre en lo administrativo, se azuzó el antimilitarismo como en el gobierno de Toledo, mantuvo al Perú en estado de completo desarme, mientras Chile se armaba como hoy. Este gobierno cometió muchísimos errores: declaró la bancarrota nacional, firmó el tratado funesto con Bolivia en 1873; pero lo más grave disolvió el Ejército, puso a la Escuadra en estado de desarme, convirtió el “Huáscar” en criadero de chanchos.
Refiriéndose a esta situación, Cáceres escribió-“Nuestro poder militar por esos descuidados tiempos era, no solo relativamente, sino en sí mismo, muy débil y escaso. La Marina y el Ejército, los dos brazos de la Defensa Nacional, estaban exangües, sin nervios ni vitalidad”.
Tengamos presente que en 1877 Nicolás de Piérola se sublevó en contra del gobierno del general Mariano Ignacio Prado y fue combatido por don Miguel Grau, que a la sazón era diputado por Paita y uno de los dos oficiales navales más prestigiosos junto con Aurelio García. Piérola jamás olvidaría esto.
Durante el gobierno del presidente Prado (1876-79) se realizaron esfuerzos para comprarle a Turquía un acorazado (de segunda mano) que era más grande que los acorazados chilenos. Pero, era de fabricación inglesa se necesitaba del visto bueno de este país, que se negó aduciendo que nuestro país tenía una deuda ascendiente a 36 millones de libras esterlinas. Inglaterra sí proveyó de dos acorazados a Chile, pero le negó uno al Perú.
James G. Blaine (1830-1893), Secretario de Estado de los EEUU durante el gobierno del presidente James Garfield, en su informe al presidente del 27 de abril de 1882 entre otras cosas, expresó: “La victoria naval de Chile lanza todo el negocio peruano-boliviano del salitre a manos de Inglaterra. Una flota de guerra inglesa compuesta por siete acorazados estuvo a lo largo de toda la costa, desde el Callao hasta Valparaíso. Ha estado ahí durante todo el periodo de la campaña naval, hasta la debacle del Huáscar. Los acorazados que destruyeron a la marina peruana fueron proporcionados por Inglaterra. Es más, hasta la tela de los uniformes de la infantería chilena es inglesa. Es un error completo hablar de esta guerra como si se tratara de una guerra entre Chile contra el Perú. En realidad, se trata de una guerra de Inglaterra contra el Perú”.
El congresista Ordóñez ha planteado que el gobierno boicotee la venta de los aviones a Chile, sin tener en cuenta que los países son soberanos. Señor congresista no pierda tiempo con propuestas intrascendentes, porque la empresas (países) hacen negocios y venden al mejor postor, “negocios son negocios”, no habrá lobby que logre lo contrario. Tenga en cuenta además, que el secretario de la OEA es chileno.
Debería preocuparse por convencer a sus colegas, para que apoyen y aprueben la propuesta del 5% del canon minero, que facilite la compra de armamento para mantener una fuerza disuasiva, no para equiparar a Chile, que será imposible. Tenga en cuenta que con la adquisición de los 18 F-16 a Holanda, Chile sobrepasará la cantidad de 50 naves de guerra aérea y esto le permitirá salir airoso, en un hipotético enfrentamiento contra tres países al mismo tiempo, Argentina, Bolivia y Perú. Estamos advertidos, guerra avisada…
Publicado por el Diario La Razón-Lima-Perú, el 09 mayo 2009. Con el título "Guerra del guano y salitre fue lanzada por Inglaterra contra el Perú a través de Chile".
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