PRENSA AMERICANA
2. Los
prisioneros no están bajo llave.
Por la
palabra “prisionero” no debe
entenderse que estos caballeros peruanos están presos en cárceles, llevando
esposas o grillos y cadenas.
Con la excepción de algunos favoritos (como por ejemplo: Químper, a quien está obligado
Santa María por vínculos de amistad anteriores a la presente guerra), se les
manda residir en lugares desagradables como son: Rancagua, Chillán, Angol,
siéndoles permitido andar libres por la población, aunque vigilados. Pueden
proporcionarse todas las comodidades de la vida, como alimentos y muebles que
se encuentran en dichos lugares, con
tal que los paguen de sus bolsillos.
Lo mismo es
respecto a su alojamiento con ciertas restricciones como por ejemplo el caso de
García Calderón, que no le han prohibido tomar casa. Le prohibieron esto en
Santiago, aunque se lo permitieron después en Valparaíso.
Cuando trajeron a
Calderón a Chile, lo llevaron primero a Santiago,
después a Quillota, para
alejarlo de Mr. Trescott, después lo trasladaron a Chillán y más tarde (como lo he referido antes) fue traído a
Santiago, a ruego de Mr.
Logan, para las negociaciones.
Después de
la suspensión de estas, lo llevaron a petición suya a Valparaíso y allí permaneció hasta fines de junio de este
año, cuando en Gobierno chileno ordenó su traslación a Rancagua, a consecuencia de la correspondencia secreta que
seguía con sus amigos del Perú, y que se juzgaba ser hostil a los proyectos chilenos
respecto a Iglesias.
Durante estas
peregrinaciones estuvo acompañado de su esposa (con quien se casó en Lima en
1881, durante el corto periodo en que ejerció la Presidencia) por su suegra,
cuñado, y un niño, que le nació durante su cautiverio.
(NR: Domingo Santa María presidente chileno 1881-1886,
sucedió a Aníbal Pinto, quien declaró al guerra al Perú durante su mandato.)
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